La diferencia entre Alemania y
Francia es abismal. Ambos optaron por incrementar su deuda pública en 2008
cuando la crisis. Pero Alemania luego dio marcha atrás y la bajo… Con el COVID
lo mismo. Se paralizó la economía y se tuvo que emitir deuda a cholón. Y luego
la volvió a atajar… Francia no hizo lo mismo. Se ha ido quedando en el escalón
nuevo alcanzado… Los compromisos de gasto con todos los desfavorecidos, las
ayudas para estimular el crecimiento, se quedaron sin recortar…
El resto de países:
Hay algo que tenemos que asumir: Altos niveles de deuda (por encima del 100% del PIB) solo se resuelven de 3 formas:
1) Impagando deuda y
reestructurándola (lo cual es un problema si tienes que financiar déficits)
= empobrecimiento súbito de población y acreedores
2) Tener unos niveles de
inflación a medio plazo > tipos de interés = empobrecimiento lento de
población y acreedores
3) masacrando a impuestos a
toda la población = empobrecimiento súbito de la población para intentar
salvar a los acreedores
Esta última para mi es la peor
opción y la más arriesgada ya que posiblemente mata a la economía productiva lo
que hará más difícil devolver la deuda y posiblemente tendremos que acabar
aplicando el punto 1) y 2)
En Europa parece que estamos optando
por aplicar la opción 3) intentando aplazar lo inevitable.
Hace ya algunos años (por haya
1993) nuestros líderes políticos parecía que tenían claro que superar ciertos
niveles de endeudamiento era una línea roja que no se debía cruzar y para ello
crearon el tratado de Tratado de Maastricht (60% máximo de deuda pública)
El Tratado de Maastricht marcaba
los límites de endeudamiento que no se podían superar, se tenía claro
superarlos era una irresponsabilidad que ponía en riesgo el bienestar de la
población. Unos 10 años después de su creación nuestros líderes políticos
tiraron el Tratado de Maastricht a la basura y se lanzaron a una vorágine de
gasto y deuda que si o si nos va a empobrecer a todos.
Abrazos,
PD: Ayer el cura contó que el
gran filósofo español Julian Marías, se jactaba que el tenía toda su fe basada
en lo que aprendió de niño cuando estudió el catecismo. Poca cosa es y muy
olvidada estará.
La fe se alimenta de los sacramentos y de la oración. Si todo lo que supimos de religión fue lo que nos contaron en el colegio poco podríamos hacer. Hay que formarse, y tratar al Señor de forma diaria. Encontrarnos con Jesús que nos dará más fe… Pedírsela.