24 noviembre 2015

resultados de invertir a muy largo plazo

Muchas veces a los inversores les entra la duda de qué hacer con sus posiciones, si vender o qué. Muchas veces el cliente trata de adivinar el futuro y vende para intentar comprar más barato. ¿Es esto atinado? Lo sería si se acertase, pero la mayoría de las veces, se vende y luego cuesta mucho volver a comprar, ya que no se cumple la premisa de que tras la venta se recompra más abajo…
Una de las preguntas que más habitualmente se me hace es qué porcentaje debería tener la renta variable en las carteras de un inversor promedio. No hay una respuesta única. El perfil del inversor es un factor determinante para fijar este porcentaje. De cualquier forma, históricamente se ha demostrado que una cartera indexada 60-40 (60% RV – 40% RF) ha superado a la rentabilidad promedio de los fondos de inversión.
Sin embargo hay muchos analistas que son más ambiciosos. Entre ellos está Jeff Reeves de MW, que recomienda a los inversores de largo plazo tener el 100% del capital invertido en acciones. Estos son sus motivos:
1. Comprar y mantener funciona: Aunque tener el 100% de la cartera invertida en acciones puede ser algo muy perjudicial si compramos en máximos y vendemos en mínimos. Pero si nos fijamos en la rentabilidad total del S&P 500 en los últimos 70 periodos de 20 años (empezando desde 1926-1945 en adelante, 1927-1946, 1928-1947…), vemos que ni uno solo de estos periodos ha tenido rentabilidad negativa.
Solo 8 de esos periodos tuvieron una rentabilidad menor del 2% anual, mientras que 18  fueron de 10% o más.
2. El riesgo se reduce notablemente si se promedia y diversifica: Las carteras tienen que formarse promediando la entrada en un valor y diversificando por áreas geográficas, sector, capitalización de mercado, potencial de ingresos. De esta manera el riesgo se reduce notablemente.
3. Los bonos no son atractivos: La nueva normalidad para los inversores significa poco rendimiento en el mercado de bonos. La rentabilidad del bono a 10 años de EE.UU. ha caído desde más del 15% desde sus máximos de 1981 al 2% actual. La rentabilidad por dividendo es mayor actualmente que la de la deuda. Un ejemplo: El bono de AT&T de maduración en 2045 tiene una rentabilidad del 4,35%, mientras que la compañía presenta un dividendo del 5,75%
4. Riesgo de longevidad: Muchos inversores adoptan posiciones sin riesgo demasiado pronto. La gente cada vez tiene una mayor esperanza de vida. Ahora en los países desarrollados sobre los 80 años. Si bien la idea de perder una gran cantidad de sus ahorros a sólo 10 o 15 años para la jubilación es un panorama aterrador, también lo es vivir 10 o 15 años sin dinero en sus años dorados.
Para la mayoría de gente el tiempo de adoptar una postura conservadora no llega hasta la década de los 40, y en algunos casos de los 50.
Estos son los motivos que da Jeff Reeves para asegurar que una asignación del 100% de la cartera en acciones no es tan irresponsable como pudiera parecer. De hecho, si el inversor es a largo plazo es una opción muy válida dado que la historia ha demostrado que es la más rentable de todas las alternativas.
Abrazos,
PD1: Y si la subida de tipos de diciembre es buena… Este fin de semana tienen los estadounidenses el Thanksgiven y a partir de esa fecha empieza el “rally de navidad”. Ya veremos si se da, que hay años que ni pun…
La subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal en su próxima reunión de diciembre es altamente probable. Las actas de la última reunión del comité que decide la política monetaria (FOMC) así parecen reflejarlo.
La política seguida por la Reserva Federal desde 2009 ha tenido mucho que ver con los seis años de subidas casi ininterrumpidas de la bolsa estadounidense. Primero fueron las bajadas de los tipos de intervención hasta prácticamente cero y posteriormente se pusieron en marcha los sucesivos programas de compra de activos (Quantitative Easing). Cada vez que se adoptaba e implementaba una de estas medidas, las cotizaciones de la bolsa estadounidense lo celebraban con nuevas subidas. La evolución del tamaño del balance de la Fed y la evolución del índice S&P 500 han sido un calco mientras se ampliaba el balance (como lo refleja el gráfico).
En la primavera de 2013 el mero anuncio por parte del entonces presidente de la Fed, Bernanke, de un próximo fin de la expansión del balance del banco central provocó un periodo de elevada inestabilidad en los mercados financieros, especialmente en los emergentes. Finalmente, la Fed dejó de aplicar sus programas de expansión monetaria en la última parte del pasado año.
Ahora parece inminente el inicio de la subida de los tipos de interés en EE.UU. Algunos pueden entender esta medida como una mala noticia.  En realidad es una magnífica noticia. Hay que ser conscientes de que la actual situación de tipos de intervención cercanos a cero es una anomalía provocada por las circunstancias tan excepcionales vividas tras el inicio de la crisis financiera. Poder iniciar la normalización de los tipos de interés porque la economía estadounidense crece a tasas considerables, la tasa de paro refleja pleno empleo y las distintas medidas de la inflación todavía no suponen un problema, es una excelente noticia. Aunque en gran parte ya esté descontado, a corto plazo los mercados financieros podrían no ser tan entusiastas de la medida, pero subir tipos porque la economía ha recuperado la senda del crecimiento acabará reflejándose en los beneficios empresariales sin la asistencia extraordinaria de la Fed.
Mientras tanto, la Eurozona vive una situación totalmente distinta.  El BCE anunciará en diciembre una nueva bajada de los tipos de depósito y una ampliación del programa de compra de activos. Los mercados ya lo están celebrando, pero ¿alguien piensa que la política expansiva de los bancos centrales va a seguir eternamente? La distorsión de la valoración de activos es evidente, y lo seguirá siendo en el futuro cercano.
Subir tipos de interés por llegar al pleno empleo, anticipándose a problemas inflacionistas antes de que aparezcan es una magnífica noticia, independientemente de la reacción a corto plazo de los mercados financieros.
Además, si vemos lo que pasó con los bonos cuando subió tipos la FED la última vez, es muy calro, ni se inmutaron:
PD2: Glodman prevé que el crecimiento en 2016 provenga de India, China e Indonesia, y que el mercado estadounidense su objetivo de cierre de 2016 para el SP500 sea de 2100 puntos, casi como estamos hoy…
Goldman expects growth next year to rise from 3.2% to 3.6%, driven entirely by three countries: Indonesia, China and India.
This reliance on DMs has a simple explanation: Goldman expects that after three years of disappointment, the development markets are "about to turn the corner: "2016 could be the year EM assets put in a bottom and start to find their feet... there is the prospect of improved growth and better returns, even if it is not a rerun of the roaring 2000s."
US equity upside: Limited by the ‘Yellen call’
We see limited upside to equities in 2016. Our US Portfolio Strategy team has a 2016 price target of 2,100 for the S&P 500, suggesting a very modest return of 5% (from current levels). Their framework assumes that 1) earnings per share will rise 10.1%, driven partly by ‘base effects’ in the energy sector and partly by improvements in global growth more generally, but that 2) the price-earnings multiple will fall approximately 5% (to 16.3x from 17.1x), as typically happens during rate-hike cycles. And, due to the delayed timing of rate hikes, the downside risk to price-earnings multiples is probably greater this year because the positive growth surprises that would normally accompany rate hikes are arguably behind us. Since our US GDP forecast envisions mild deceleration in 2016, equities and other risky assets will likely bear the brunt of rate hikes without the usual buffer of better growth data.
We also see a risk that the ‘Bernanke put’ will gradually be replaced by the ‘Yellen call’. The ‘Bernanke put’ captured the intuition that when the risks to growth, inflation and market sentiment are skewed to the downside and the Fed has an easing bias, monetary policy reacts aggressively to bad news. Now that these risks have receded, we expect the Fed will shift to an easing bias, implying that monetary policy will likely begin to react more aggressively to good news. The inflection point for this shift to an easing bias will arguably arrive in 2016, beyond which rallies in risk sentiment may be met by less accommodative monetary policy – the ‘Yellen call’.
PD3: Este desastre de paz mundial rota, este sinsentido de las guerras, ¿qué puedes hacer tú para promover la paz mundial? Lo contestó muy bien la Madre Teresa: Ir a tu casa y amar a tu familia.