Quizás sea así en los mercados occidentales que andan bastante caros, y puede que haya un vuelco hacia otros que estén más baratos…
Mira lo que cuenta Bill Gross, uno de los mejores gestores del mundo:
Bill Gross & The 40 Year Black Swan
In his latest monthly missive, Bill Gross shares some thoughts on financial market returns from the past four decades:
Since the inception of the Barclays Capital U.S. Aggregate or Lehman Bond index in 1976, investment grade bond markets have provided conservative investors with a 7.47% compound return with remarkably little volatility. An observer of the graph would be amazed, as was I, at the steady climb of wealth, even during significant bear markets when 30-year Treasury yields reached 15% in the early 80’s and were tagged with the designation of “certificates of confiscation.”
The path of stocks has not been so smooth but the annual returns (with dividends) have been over 3% higher than investment grade bonds as Chart 2 shows. That is how it should be: stocks displaying higher historical volatility but more return.
But my take from these observations is that this 40-year period of time has been quite remarkable — a grey if not black swan event that cannot be repeated. With interest rates near zero and now negative in many developed economies, near double digit annual returns for stocks and 7%+ for bonds approach a 5 or 6 Sigma event, as nerdish market technocrats might describe it.
You have a better chance of observing another era like the previous 40-year one on the planet Mars than you do here on good old Earth.
I ran the numbers for the past 40 years through the end of 2015 along with the prior 40 year period to illustrate the Bond King’s point here:
I’m skeptical that many investors of this glorious period of market performance were able to earn these types of returns, but Gross is right nonetheless. Investors can’t expect to earn the same level of returns going forward as we’ve seen over the past 40.
Bonds are a perfect example of this. In 1975 the 10 year treasury yield was was 7.5%. At the start of 1936 it was 2.7%. Remarkably — or not so remarkably — the ensuing annual returns from 1975 on were 7.5% annually while the returns from 1936 on were 2.7% annually. The 10 year currently yields around 1.8%. There’s not always a perfect 1-to-1 correlation on the starting yield and the ensuing performance, but it’s pretty close.
I have no problem with Mr. Gross alerting investors to the potential for lower returns in the future.
My problem is that many professional investors, strategists and portfolio managers are using these numbers to scare investors. Fear-mongering isn’t very helpful in my eyes, especially when it’s being used as a sales tactic in some cases. Bond managers know that the wind isn’t at their back anymore so you’re seeing more of them talk about stock picks, market valuation, all sorts of macro variables and even politics to try to divert the attention away from the fact that bonds are going to see lower returns with higher levels of volatility from current interest rate levels.
People seem to automatically associate lower returns with a system-wide crash. A market crash is always a possibility but they are low probability events by historical standards. There’s no need for investors to freak out over the potential for lower returns. This is a reality every investor will have to deal with. And shouldn’t we all expect lower returns after a period of higher returns?
Many investors are now asking themselves if the current reality requires a change in strategy. It seems that many investors are looking to liquid and illiquid alternative investments to bail them out. What most don’t realize is that alts are operating in the exact same lower return environment, just through different strategies.
Before a complete portfolio overhaul, here are a few questions investors need to ask themselves when thinking about the current situation:
Am I diversified beyond traditional U.S. stock and bond holdings?
Am I diversified globally?
Should I be saving more money?
Are my current spending habits out of whack with my future spending needs and desires?
What are the risk and return expectations for my portfolio?
Are my expectations realistic?
Do I understand that higher returns require accepting volatility?
How will I balance my need to take risk with my appetite for risk and volatility?
Does it really make sense to pay a portfolio manager higher fees in a lower return environment on the off-chance that they can outperform?
Abrazos,
PD1: BlackRock dice más o menos lo mismo:
BlackRock: estas son las alternativas con mejor rentabilidad/riesgo que les quedan a los inversores
Entre 1995 y 1999, el índice S&P 500 registró una racha de cinco años consecutivos en los que generó un retorno total superior al 20%. Russ Koesterich, responsable de asignación de activos de BlackRock, recuerda aquellos tiempos porque “hace 20 años invertir era mucho más fácil”. Bien es cierto que el S&P 500 ha generado un retorno medio cercano al 13% entre 2009 y 2015, pero “muy pocos confundirían los últimos siete años con los finales de los 90”, indica el experto, que además considera improbable que el indicador aguante este ritmo “en los próximos siete años”.
Koesterich se centra en la bolsa americana, pero sus comentarios sirven para la renta variable en su conjunto. Sobre todo teniendo en cuenta que toda la clase de activo presenta un desafío para el inversor: “Si se vuelve más difícil la apreciación del capital, los inversores necesitan considerar el rol de los flujos de caja positivos, tanto si son a través de dividendos o de cupones”, es decir, que los inversores deberían añadir más “carry” a sus carteras. El experto comenta tres tendencias que en su opinión apoyan esta tesis de inversión.
Bajo potencial en renta variable
La primera de ellas vuelve a ser el bajo potencial futuro de la renta variable. Koesterich recurre a una previsión del BlackRock Investment Institute, que pronostica un retorno anual de tan sólo el 4,3% para las grandes capitalizadas estadounidenses para los próximos cinco años, “en gran parte debido a las elevadas valoraciones”. Teniendo en cuenta que el S&P 500 está cotizando con un PER cercano a las 19 veces, mientras que el Russell 2000 (que recoge valores de pequeña capitalización) está cotizando a 35 veces su PER, el responsable considera que “es una señal de retornos futuros de largo plazo mediocres”.
En cambio, afirma que “es probable que otros mercados, notablemente los emergentes, se comporten mejor gracias a unas valoraciones mucho más bajas”. Eso sí, Koesterich recuerda que “los emergentes traen un riesgo más considerable, un problema para los inversores más conservadores”.
Más fuentes de riesgo
Los inversores están observando atentamente la escalada de la volatilidad desde agosto de 2015. Sin embargo, muchos parecen haber olvidado que los cinco años anteriores la volatilidad cotizó en niveles excepcionalmente bajos. Koesterich indica que el VIX, el índice que actúa como indicador del nivel de incertidumbre en EE.UU., está en los 15 puntos, es decir, cerca de un 25% por debajo de su media de largo plazo. “Mirando la curva de futuros del índice, los inversores esperan que la volatilidad regrese al entorno de los 20 puntos en otoño. Incluso esta previsión puede subestimar la potencial subida de la volatilidad”, indica el experto.
Por otra parte, Koesterich recuerda que “la volatilidad normalmente se mueve en tándem con los mercados de crédito”. Se refiere a que “mientras que las condiciones del mercado financiero se han relajado, lo que evidencia unos diferenciales más ajustados, todavía están considerablemente más endurecidas que hace dos años”. Es decir, que “esto sugiere que la volatilidad debería volver a subir, hasta 20 ó 25 puntos”
Diferenciales más anchos
“La rentabilidad de los treasuries continúa desafiando a las expectativas, al mantenerse cerca de mínimos de varias décadas. Sin embargo, el diferencial de los bonos corporativos se ha ensanchado en los últimos años”, explica el responsable. Pone como ejemplo el caso del high yield: si bien los diferenciales están considerablemente más bajos que cuando la clase de activo tocó fondo en enero, todavía cotizan a 200 puntos básicos más que hace dos años. “Aunque los impagos corporativos también están al alza, los inversores están siendo compensados por tomar mayor riesgo en los mercados de crédito”, concluye Koesterich.
Dadas estas tres tendencias, la conclusión del experto es que, en términos de riesgo ajustado al retorno, todavía existen partes del mercado de deuda corporativa que parecen atractivas, “al menos en relación con las acciones estadounidenses”. Koesterich cita entre los activos con mejor rentabilidad/riesgo el high yield, la deuda emergente denominada en dólares y los préstamos bancarios. “Las acciones internacionales también parecen atractivas en relación con las estadounidenses gracias a unas valoraciones más bajas y rentabilidades por dividendo generalmente más altas”, añade. El último activo con potencial de retorno más atractivo en relación con su riesgo son las acciones preferentes: “De acuerdo con datos de Bloomberg, una cesta de acciones preferentes está ofreciendo actualmente un 5% con una modesta volatilidad de un dígito”.
Dicho esto, el experto termina con una advertencia: “No es probable que ninguna de estas clases de activo produzca el mismo tipo de retornos de doble dígito que los inversores han disfrutado en los últimos años. Pero añadir carry puede ayudar a impulsar los retornos – o proteger la cartera- en un momento en que los retornos serán más difíciles de obtener”.
PD2: Y según el Wall Street Journal, para conseguir el mismo rendimiento que antes, hay que asumir muchos más riesgos:
PD3: Mira como han ido cambiando los PER de las bolsas:
PD4: No soy un superhombre por ser tan religioso, ni por tener tantos hijos, solo nos abrimos a la vida. No he nacido perfecto, más bien al contrario, soy un pecador que me arrepiento de mis pecados al caer, y me confieso para seguir adelante... Cuando conocí el amor de Dios, le seguí, al servicio de los demás… Es lo único que hay que hacer, servir, darse, amar a los demás y a Dios.