Menuda trampa le estamos dejando a las siguientes generaciones…
España va bien. Muy bien, según los baremos estadísticos. El Fondo Monetario Internacional anunció ayer una fuerte revisión al alza de las proyecciones de crecimiento para España, estimando un crecimiento del PIB del 2,6 por ciento en 2017, tres décimas más de lo calculado a finales de enero, según Reuters. En la revisión primaveral de su informe sobre las perspectivas de la economía mundial, la institución destacó la fortaleza de la demanda doméstica nacional. El objetivo oficial del Gobierno español contemplado en el proyecto de Presupuestos de este 2017 es de un crecimiento del PIB del 2,5 por ciento, aunque a la vista de la fortaleza de consumo y empleo, numerosos analistas tienen proyecciones superiores. De hecho, el ministro de Economía y otros responsables del Ejecutivo han insistido en diversas ocasiones en que el objetivo es "muy prudente" y algunos consideran factible que sea revisado al alza con ocasión de la actualización del programa de estabilidad a Bruselas a finales de abril...
"...Ante un comportamiento mejor de lo esperado en el consumo, el Banco de España estimó a principios de mes que el PIB del país podría crecer este año del 2,8 por ciento, tres décimas más de lo proyectado en diciembre. El FMI mantuvo en el 2,1 por ciento su proyección de PIB para 2018, tres décimas por debajo de lo previsto por el Gobierno...."
"...Respecto al resto del mundo, el FMI elevó sus previsión de crecimiento de la economía mundial al 3,5 por ciento, gracias a una mejora en la actividad manufacturera y comercial en Europa, Japón y China, aunque advirtió que las políticas proteccionistas amenazan con detener la recuperación a amplia escala..."
Hablo con Eladio M. economista, gran amigo. "El mundo parece que sale del atasco y los europeos andan a mamporros por un quítame allá esas pajas/décimas del déficit y por una deuda elevada. Los políticos prometen y no cumplen, porque no pueden cumplir lo que prometen. El Mundo Global ha estado demasiado tiempo atascado y el FMI arroja luz. Pero ¿es el final del túnel? El crecimiento a esos niveles permite abrigar esperanzas para todos. Niveles por debajo, nos hacen beber la hiel, que ya hemos probado con exceso, y, ante todo, priva a los jóvenes de oportunidades de trabajo, lo que implica que las personas mayores no tendrán la cobertura sanitaria y de pensiones que esperan..."
"La economista jefe de la OCDE, Mann, ofreció hace tiempo una entrevista a Reuters que retomo. Una entrevista que no tiene desperdicio. Lean: Dado que los países de la OCDE crecen de media a la mitad de su potencial estimado, haría falta 70 años para duplicar los estándares de vida, el doble que la tasa de hace dos décadas. Mann advirtió en contra de depender sólo de los bancos centrales para liderar el regreso a tasas de crecimiento más altas, y dijo que el equilibrio entre beneficios y riesgos de las políticas monetarias excepcionalmente laxas está inclinándose hacia los riesgos. Por lo tanto, los gobiernos no deberían dudar a la hora de destinar dinero a iniciativas que impulsen el crecimiento como educación e infraestructuras, financiando un mayor gasto gracias a los tipos de interés mínimos en muchos países. El entorno de bajos tipos de interés creados por los bancos centrales da margen fiscal para los gobiernos y estamos diciendo que deberían usarlo", dijo Mann.
Y sigue mi interlocutor: "¿Y ahora qué? La solución, que no es la mejor de las soluciones, porque tendrá efectos perversos para nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos, está en lo que algunos vienen apuntando: más déficits, más deuda, regalar el dinero a los ciudadanos y el que venga atrás que arree..."
"Quizá alguno de los lectores desconocen el significado de esta frase. La RAE la define así: Indica que alguien, que ha salvado ya circunstancias difíciles, se desentiende de los peligros o daños que las mismas circunstancias pueden tener para los demás..."
"Y pasados los años nos damos de bruces con el cambio climático, con las desgracias, con la incultura, con la insolidaridad, con los abusos, con los populismos multicolores, con tantas y tantas cosas que pudieron corregirse y no se corrigieron..."
"Ayer, por cierto, conocimos que la deuda del conjunto de las Administraciones Públicas españolas aumentó en 3.300 millones en febrero hasta los 1,12 billones de euros desde 1,11 billones de euros en el mes anterior, mostraron el martes datos del Banco de España. Según cálculos de Reuters, el porcentaje de la deuda sobre el Producto Interior Bruto (PIB) es del 100,4 por ciento, tomando en cuenta los datos del PIB de 2016 (1.113.851 mln) suministrados por el INE a precios corrientes. El Ministerio de Economía estimó que los datos de deuda representan el 99,69 por ciento del PIB, en base a la previsión recogida en la última actualización del Plan Presupuestario enviada a Bruselas. Antes del comienzo de la crisis, en 2007, la deuda pública española ascendía a 384.000 millones de euros, equivalente al 35,5 por ciento del PIB..."
Tras las fuertes subidas de las semanas pasadas, las bolsas bajarán… Como siempre, se compra el rumor y se vende la noticia. Abrazos,
PD1: A partir de cierto nivel de deuda, que creo ya la hemos alcanzado, se crece menos…
La maldición de Rogoff y Reinhart* -el crecimiento económico merma alrededor del 1% cuando la deuda pública supera el 90% del PIB- no se ha cumplido
La maldición de Rogoff y Reinhart* -el crecimiento económico merma alrededor del 1% cuando la deuda pública supera el 90% del PIB- no se ha cumplido todavía en el caso español. Pero va camino de ejecutarse otra de las profecías que hicieron ambos economistas en medio de la Gran Recesión.
Como predijeron, el nivel de deuda pública respecto del PIB se resiste a bajar a partir de un determinado nivel, que Rogoff y Reinhart situaron entre el 90% y el 100% del PIB. Y eso es, exactamente, lo que está sucediendo en España, donde a pesar del desplome de los tipos de interés y del fuerte crecimiento económico entre 2014 y 2016 (una media del 2,6%) el endeudamiento público no ha bajado del 99% del Producto Interior Bruto (PIB).
En 2016, en concreto, se situó en el 99,4%, lo que supone apenas una reducción de cuatro décimas respecto del año anterior y un punto porcentual menos que en 2015, cuando la deuda llegó a representar el 100,4% del PIB. En la última actualización del Programa de Estabilidad, el Gobierno sitúa el endeudamiento para 2017 en el 99%, lo que significa que en cuatro años de bonanza económica el Reino de España habrá sido capaz de reducir la deuda en 1,4 puntos porcentuales, algo que refleja, como sostenían Rogoff y Reinhart, las enormes dificultades de un país para corregir la deuda a partir de un determinado nivel.
La causa, lógicamente, tiene que ver con la persistencia de elevados déficits públicos -el desequilibrio fiscal ha pasado en tres años del 6% al 4,5% del PIB entre 2014 y 2016-, pero también con el hecho de que el coste del servicio de la deuda tiende a convertirse en crónico. El propio Gobierno, de alguna manera, lo reconoce en la primera notificación de 2017que ha hecho a Eurostat sobre el cierre del déficit público, en la que ha estimado que la factura del endeudamiento volverá a subir este ejercicio.
En concreto, el Gobierno ha avanzado a Bruselas que este año los gastos financieros del conjunto del sector público ascenderán a 32.216 millones de euros, lo que supone 858 millones de euros más que en 2016. Ello se explica tanto por el aumento de la deuda (el Tesoro tendrá que emitir este año 35.000 millones de euros para financiar el déficit), como por la ligera subida de los tipos de interés, todavía en niveles históricamente bajos. En esa cifra no se incluyen los 10.193 millones de euros adicionales que pedirá el Tesoro al mercado este año para financiar las pensiones, lo que significa que este año las necesidades de endeudamiento del Estado serán similares a las de 2016 (unos 45.000 millones de euros). El objetivo del Gobierno es situar el déficit púiblico en el 3,1% del PIB.
Al menos, los tipos de interés continuarán en niveles históricamente bajos. Según datos del Tesoro, el año pasado el coste medio de la deuda pública en circulación (el endeudamiento histórico que debe ser refinanciado) se situó en el 2,77%, pero el coste medio de las nuevas emisiones baja hasta el 0,61%, lo que da idea del enorme colchón del que dispone el sector público para reducir su deuda.
Resistencia a bajar
La resistencia del endeudamiento a bajar respecto del PIB no es un fenómeno exclusivo de España. Ningún país europeo ha conseguido bajar del 100% en los últimos años. Cinco países sobrepasaron ese nivel en 2016: Grecia (179%), Italia (132%), Portugal (130%), Chipre (108%) y Bélgica 106%. Tampoco Francia (96%) ha conseguido reducir la deuda, lo que refleja esa resistencia de la que hablaban Rogoff y Reinhart.
De hecho, y según las estimaciones del Gobierno, la ligera reducción de la deuda en 2017 no se deberá a una reducción del déficit, sino que tiene que ver con la inflación. Mientras que la evolución del saldo primario (sin el pago de intereses) reducirá dos décimas la deuda respecto del PIB, el efecto del crecimiento nominal de la economía (teniendo en cuenta los precios) restará 3,6 puntos de endeudamiento. Los intereses pagados, por su parte, aportarán 2,7 puntos. Es decir, que el alza de los precios explica que la deuda no siga creciendo en términos relativos, aunque sí lo hace, lógicamente, de forma absoluta.
Según el proyecto de ley de Presupuestos de 2017, la ratio de deuda respecto del PIB bajará unos cuatro puntos porcentuales (hasta el 96%) entre 2016 y 2019, en línea con la senda neutral prevista por la Autoridad Fiscal, lo que refleja los escasos avances en un contexto de fuertes vientos de cola en la economía por razones cíclicas.
El hecho de que la deuda pública tienda a hacerse crónica -el déficit estructural se sitúa en torno al 2,5% del PIB, según la Autoridad Fiscal- es especialmente relevante teniendo en cuenta que uno de los factores que explican los bajos tipos de interés en los países más vulnerables es la política monetaria ultralaxa del BCE, que compra activos públicos a mansalva.
En concreto, prácticamente el 25% de la deuda pública española está en manos del Banco Central Europeo, lo que explica los actuales niveles de prima de riesgo (126 puntos básicos el diferencial español). “Si no fuera por el BCE, y con ese nivel de deuda, la prima de riesgo estaría en 300 puntos”, asegura el economista Josep Oliver, miembro del grupo de opinión Europa G. En palabras del último informe de Arcano Group, “la elevada deuda pública es uno de los riesgos estructurales más importantes de la economía”.
*Carmen M. Reinhart y Kenneth Rogoff. 'Esta vez es diferente. Ocho siglos de necedad financiera'. Fondo de Cultura Económica. 2011.
PD2: “La vida de los padres es el libro que leen los hijos” (San Agustín). Lo que hacemos o dejemos de hacer es el manual para la vida que irán mamando nuestros hijos… Luego no podemos quejarnos de que si nos sale uno distinto a como hubiéramos querido y tal…