21 noviembre 2018

aplanamiento de la curva de tipos USA

Es señal de debilidad, o de nada más, ya que se puede dar la vuelta en un plis…
En el gráfico inferior se ve la evolución de la curva de rentabilidades de la deuda pública de EEUU en tres momentos distintos de los cinco últimos años. O, dicho de manera más precisa, la foto combinada de cómo estaba hace cinco años (línea amarilla) hace un año (línea roja) y cómo está ahora mismo (línea azul).
Estas “curvas de tipos de interés” no son más que unas líneas dibujadas poniendo en el eje de abscisas los distintos plazos para los que hay emitida deuda pública de EEUU, y en el eje de ordenadas sus respectivas rentabilidades.
Como se ve, hace cinco años la diferencia entre el rendimiento que daba la deuda pública a 10 años y a 2 años era de 2,42% (es decir, 2,71%-0,29%). Ahora en cambio es de 0,26%, tras haber sido hace justo un año de 0,65%.
A esa reducción del diferencial de rentabilidad entre 10 y dos años se la llama “aplanamiento o disminución de la pendiente de la curva” y prácticamente siempre que se produce, la economía de EEUU se desacelera. Si el aplanamiento llega a ser tan grande que esa diferencia pasa de positiva a negativa, se dice que la pendiente de la curva se ha invertido, y se toma como señal de una próxima recesión: parece como si, metafóricamente, la “aberración” de que el Tesoro pague más por tomar prestado a dos años que por hacerlo a diez indicara que algo va mal.
Y es que lo que va mal en esos casos no tiene nada de metafórico: los bancos, que tradicionalmente sustentaban su negocio en tomar depósitos y endeudarse a corto plazo para prestar a largo plazo, con la curva invertida, tendrían pérdidas en cada préstamo que concedieran, lo que les lleva, obviamente, a dejar de prestar. Y esto es una de las causas que provocan las recesiones. 
Todo el mundo está pendiente de la evolución de la curva de rentabilidades de EEUU desde hace meses. Su aplanamiento es fruto de la política seguida por la Reserva Federal de subir los tipos de interés en ya ocho ocasiones a lo largo de los tres años últimos, lo que ha provocado que desde 2013 (año en que se anunció el “tapering”) mientras que la rentabilidad a diez años solo ha pasado de 2,36% a 3,07% (+0,71%) la rentabilidad de la deuda a dos años ha subido de 0,29% a 2,81% (+2,52%).
La ausencia de inflación en EEUU y el hecho de que la rentabilidad de la deuda USA sea en este momento mucho más elevada que la de la japonesa o la de la zona euro ha hecho que, a pesar de que la Reserva Federal haya subido su tipo de interés de intervención desde 0,25% a 2,25%, la rentabilidad de largo plazo de la deuda se haya mantenido en ese moderado 3,07%.
Mirando el gráfico se intuye que la economía de EEUU se acerca a una fuerte desaceleración, cuando no recesión, algo que contrasta con el crecimiento de su PIB, que se ha acelerado recientemente, aunque lo primero esté más en sintonía con la desaceleración global, que todo el mundo reconoce ya, y con otros síntomas como la caída reciente de sus Bolsas y el mal comportamiento de los sectores de la construcción y del automóvil.
La curva de rentabilidades, como todos los demás indicadores económicos, puede dar falsas alarmas y el que esté ahora señalando peligro no impide que la situación cambie de rumbo en el futuro. Es decir, que, de repente, empezara a ampliarse la diferencia entre las rentabilidades a diez y dos años, y toda la alarma se quedara en nada.
Mucho de esto dependerá de lo que puedan acordar los gobiernos en la próxima reunión del G20 en Argentina. O de lo que acuerden sus bancos centrales que, ya en 2016, consiguieron (sobre todo el de China por su intervención masiva y el impulso al crédito) contener una recesión que parecía inminente.
Entretanto, la carrera hacia el fondo está cogiendo velocidad 
Abrazos,
PD1: Ayer te hablaba de la inflación y de los efectos de la brusca bajada del petróleo reciente. Hoy JPMorgan lo cuantifica en euros, que son más baratos…:
As a result of this, the contribution of energy to headline inflation (an approximate 10% weighting in the headline index) increased to over 1 percentage point in October. This rise in energy costs has caused a drag on real consumption growth in the eurozone. Now that the oil price has pulled back somewhat, if it continues to remain stable or even falls further, we should see the contribution of energy costs to inflation begin to decrease in the coming months. This should alleviate some of the rising price pressures that the eurozone consumer has been facing, and help support real wages and hence consumption growth.
Eurozone consumer energy cost pressures should begin to ease
% change year on year (LHS); ppt contribution to year on year inflation (RHS)

Source: Bloomberg, Eurostat, J.P. Morgan Asset Management. Dotted line is based on current oil price. Ppt is percentage point. Data as of 16 November 2018.
La bajada del precio del crudo es por menores expectativas de crecimiento futuro, donde sobrará la oferta (fruto de frackling):
Ahora a esperar que baje la gasolina:
Y ver si la FED es presionada para no subir más los tipos de interés y relanzar las bolsas…
PD2: La alegría de Dios se debe mostrar…