13 noviembre 2018

los bancos siguen con demasiados bonos públicos

No aprenden. ¿Se repetirá la historia de hace unos años? No lo sé, pero no tiene muy buena pinta… Y lo pero es que el Banco Central Europeo se ha quedado sin músculo alguno, ha quemado todos los cartuchos para cuando esto se tuerza, que se torcerá…

Pulpo, animal de compañía

Un pulpo no es un animal de compañía. Es una obviedad. No obstante, cuando algo falso se comienza a aceptar, de tanto repetirse acaba siendo comúnmente aceptado. Parecería como si la realidad diera paso a tomar algo erróneo y falso como verdadero simplemente por reiteración.
Lo mismo que un pulpo no es un animal de compañía, los bonos soberanos emitidos por los distintos Tesoros de la Eurozona no están libres de riesgo. Aunque la normativa de bancos y de seguros europea considere que la inversión de estas entidades en deuda pública de los distintos Tesoros de la Eurozona, incluidos los bonos griegos, están exentos de riesgos, es una premisa falsa, por mucho que se repita.
La entrada en la Eurozona supuso para todos los países integrantes de la moneda única renunciar a su soberanía monetaria, de tal forma que desde que se adoptó el euro ninguno de sus países miembros tiene la capacidad de emitir su propia moneda. Ningún país de la Eurozona puede recurrir a emitir moneda para hacer frente a los vencimientos de su deuda. Como contraprestación a renunciar a la soberanía monetaria, el tipo de interés al que se financian los distintos Tesoros, principalmente los de los países periféricos, es sensiblemente inferior al soportado previamente en su propia moneda.  
La falsa consideración de los bonos soberanos de los distintos Tesoros de la Eurozona como activo sin riesgo tiene consecuencias. Incentiva la inversión de bancos y aseguradoras en bonos soberanos frente a cualquier otra opción, al considerarlos como activos sin riesgos.
Los bancos tienen que cumplir unos requisitos de capital. Se establece un sistema por el que dependiendo del activo en el que inviertan (la concesión de un préstamo es un activo) se realiza un cálculo de consumo de capital. De este modo, el destino de su inversión se ve condicionado por la determinación de "cuánto capital" consume cada inversión. Pues bien, la inversión en bonos soberanos de los distintos países de la Eurozona NO CONSUME CAPITAL. Es decir, mientras que con un determinado nivel de capital un banco tiene limitada la cantidad que puede prestar vía préstamos y créditos, la inversión en bonos soberanos, incluso de forma apalancada, NO TIENE LÍMITES (prácticamente).  Esto es así, aunque la inversión del banco se materialice en bonos italianos o incluso griegos.  
Los principales beneficiados de esta situación no son los bancos, sino los distintos estados de la Eurozona. Gozan de una de una calificación que no responde a la realidad, pero que hace que un elevado volumen de los recursos de los bancos se destine a la adquisición de bonos soberanos que financian el déficit y la deuda pública.  Al final del primer semestre de este año la banca española tenía en sus balances 202.100 millones de euros en bonos soberanos, un 9,3% del total de su balance.
La quita aplicada a los bonos soberanos griegos con motivo del rescate del país heleno fue la prueba incontestable de la existencia de riesgo en estos activos. Aun así, no cabe esperar que la normativa europea cambie considerando la realidad tal cual es. Si se limitara la tenencia de bonos soberanos en las carteras de los bancos al asignarles un determinado nivel de riesgo y de consumo de capital, los distintos Tesoros nacionales perderían a unos de sus grandes demandantes: los bancos. En consecuencia, se verían obligados a subir los tipos de interés ofrecidos para que otros inversores compraran sus bonos.
De momento seguiremos considerando pulpo como animal de compañía.
Para que te hagas una idea, mira los bancos italianos comprando bonos públicos como locos:
Y el resultado en bolsa ya lo conoces, escalofriante. Cada uno con sus motivos, financieros, de sus inversiones en Turquía, México y demás… Cada uno sufriendo más que el otro…:
Abrazos,
PD1: Debiéramos tener más fe, aquella fe que no duda ante las dificultades y pruebas de la vida, y que sabe madurar en el dolor a través de nuestra unión con Cristo, tal como nos sugiere el papa Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi (Salvados por la esperanza): “Lo que cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de aceptar la tribulación…”