29 octubre 2019

5 años con tipos negativos...

Demasiados años son ya sin ganar nada… Sigue el trasvase de rentas, de acreedores a deudores:
Se han cumplido cinco años desde que el BCE decidió, por primera vez en la historia europea, situar los tipos de interés en negativo. Desde entonces, pese a la intensificación progresiva de los tipos negativos, desde el -0,10% de junio de 2014 al -0,5% actual, el BCE no ha conseguido cumplir su objetivo de lograr un nivel de inflación inferior pero cercano al 2%.
Cada vez es más evidente que la política de tipos negativos genera un peligroso bucle de difícil salida, creando más problemas que soluciones. Cuanto más tiempo transcurra con los tipos de interés en negativo, más difícil será la normalización futura sin graves turbulencias económicas.
Japón, el único caso histórico conocido, con veinte años de tipos cero o negativos así lo atestigua. Una vez atravesada la barrera del 0% en los tipos de interés es muy difícil volver a la normalidad anterior sin generar grandes daños a parte de la economía. De los tipos negativos se sabe cómo se entra, pero no cómo se sale. Japón lleva dos décadas con tipos cero o negativos, sin apenas inflación, y con bajo crecimiento. Pero a diferencia de Europa, con una tasa de empleo que roza el pleno empleo. 
La política del Banco de Japón, y posteriormente del BCE, no sólo ha situado en negativo los tipos a corto plazo, sino también los tipos de interés a largo plazo mediante la compra de bonos en el mercado. Para ello, ha sido (y es) necesario aumentar de forma permanente el balance del banco central mediante la compra reiterada de bonos. Aquí, de nuevo, la normalización de los tipos de interés se vuelve más complicada cuanto más tiempo transcurre. Cabe recordar que hace un año el BCE anunció el fin de la compra de bonos y de su expansión monetaria. Menos de un año después ya ha puesto en marcha un nuevo programa de compra mensual de bonos por 20.000 millones de euros, pero ahora sin vencimiento. El primer intento de normalización monetaria ha sido fallido.
Con más de 15 billones de euros (trillones americanos) en bonos con rentabilidad negativa a nivel global, más de la mitad de ellos en Europa, las consecuencias para los ahorradores e inversores en renta fija son evidentes. Las rentabilidades logradas en los fondos de renta fija en 2019 son un espejismo difícilmente repetible. La caída de los tipos de interés ha revalorizado el valor de los bonos en cartera, pero la expectativa de rentabilidad futura es necesariamente significativamente inferior.
Ya ha transcurrido el primer lustro con tipos de interés negativos. Nada hace pensar que la situación cambiará en un horizonte razonable de tiempo. El trasvase de rentas desde los ahorradores a los deudores continuará.
Abrazos,
PD1: "Cuida tu cuerpo como si fueras a vivir por siempre. Cuida de tu alma como si fueras a morir mañana", San Agustín.