Justo el año pasado por estas
fechas, los mercados bajaron con fuerza ya que se estimaba una inminente
recesión para este año 2019. Desde los mínimos de diciembre 2018 se produjo un
rebote contundente que dejó fuera a muchos que habían salido corriendo. Los
datos macro de entonces no mostraban la recesión ni de lejos, era una simple
ralentización que, aunque se ha ido profundizando conforme ha ido avanzando el
año 2019, la dejado un buen rendimiento en las bolsas y bonos.
Ahora pasa lo mismo. Hay miedos
a que está ralentización se intensifique, hay mucha gente que escribe sobre la
inminente recesión. Las expectativas de crecimiento futuro son menores, se
corrigen a la baja, pero hay crecimiento. Efectivamente, a todos nos gustaría
que el PIB creciera el 3 o el 4%, pero, quizás, nos debemos conformar con un
mísero 2%. En Alemania pasa lo mismo, frenazo, y en EEUU los datos de
indicadores adelantados de ayer fueron contundentes, se espera una
ralentización…
Los bancos centrales, que
manejan estos datos antes que los inversores, están haciendo sus deberes y
tanto la FED como el BCE, hacen lo que pueden para volver a estimular. ¿Será
suficiente? Es asunto es que quizás el nuevo New Normal es que el mundo crezca
solo el 2,5% en vez del habitual 3,5% de los últimos años.
Las bolsas corrigen, pero dudo
que se desplomen como el otoño pasado, ya que no hay donde poner el dinero si
quieres invertir. Los bonos tienen unos muy bajos rendimientos, o una
rentabilidades negativas que no apetecen. Solo queda la bolsa, y últimamente,
no se mira tanto los beneficios de las empresas y sí se es consciente de que
los mercados se mueven por liquidez, y hay abundante que sigue fluyendo para
invertir.
Es como lo que ocurre en la
economía: si se contrae la demanda interna, mejor la externa. Si no te compran
dentro, lo tienes que vender fuera aunque sea bajando el precio, es lo que
hacen las empresas españolas habitualmente. Pues en las bolsas lo mismo. Si no
se puede invertir en otro sitio, te lo quedas y no lo vendes…
La economía global, europea y española se está desacelerando. No
hay duda. Sin embargo, el sentimiento de pesimismo generalizado, así como las
certezas que se expresan sobre la inevitabilidad de una fuerte recesión en un
futuro próximo, tienen poco fundamento. El ciclo de crecimiento global ha
durado ya varios años (sobre todo en Estados Unidos) y los riesgos geopolíticos
se acumulan: Brexit, guerra comercial, desaceleración china, crisis en
Argentina, etc. Sin embargo, no se observan importantes desequilibrios en la
economía mundial, como los que teníamos antes de la crisis de 2008. Ni la
recesión es inminente ni tendría por qué ser intensa cuando llegue..."
"Si
países como Alemania entraran en recesión, debería ser poco traumática. Existe
cada vez más consenso sobre la necesidad de combinar estímulos monetarios y
fiscales para evitar que la desaceleración (lógica, si tenemos en cuenta que
las principales economías están en pleno empleo) sea suave. Los estímulos
monetarios asegurarán que la elevada deuda de países y empresas (que sí
constituyen un problema a medio y largo plazo) puedan refinanciarse. La
política fiscal podría volverse más expansiva en los países que tienen margen
de maniobra (no España). Esto permitiría afrontar el futuro con más optimismo
que el que predomina hoy en los titulares de prensa..."
"En
este contexto, España debería continuar creciendo en el entorno o por encima
del 2% en 2019 y reducir sus dos principales desequilibrios: el desempleo y la
deuda. Debería aprovechar esta buena coyuntura para hacer reformas que aumenten
su potencial a largo plazo, lo que requiere la formación de un gobierno. Si
tenemos en cuenta que el Brexit caótico sin acuerdo se debería evitar, que a
Trump le interesa rebajar la tensión comercial con China conforme se acerquen
las elecciones, que el panorama italiano está más despejado a corto plazo y que
el precio del petróleo debería volver a moderarse en cuanto Arabia Saudí
reactive su producción, deberíamos ver menos nubes en el horizonte...
(Federico
Steinberg | Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador del
Real Instituto Elcano. @Steinbergf)
¿Recesión sí o no? ¿Alguien se pone de acuerdo? Es muy difícil anticipar
este fenómeno. Hace apenas un mes, Jerome Powell, presidente de la
Fed, dijo que "No vemos la llegada de una recesión económica en EEUU y
tampoco a nivel global". La palabra de moda es recesión ¿La habrá o no?
¿Alguien se pone de acuerdo? No. Ya lo dijeron hace semanas los analistas de
M&G Valores: La dificultad de anticipar una recesión: El estado
normal de la economía es el de crecimiento. Las recesiones son fenómenos más aislados
y de corta duración que pueden verse como fases desajuste a los desequilibrios
que se crean durante las fases expansivas (inflación, exceso de deuda, déficit
exterior …). Muchos economistas, particularmente en el ámbito de los mercados,
tratan de anticipar las recesiones, pero lo cierto es que con bastante poco
éxito. Los desequilibrios de la economía pueden alertarnos de los riesgos, pero
puede pasar mucho tiempo antes de que se traduzcan en una recesión, o incluso
pueden llegar a ajustarse sin caer en recesión. En ocasiones se observa que la
economía entra en una dinámica de desaceleración, como ha sucedido en los
últimos meses. Algunas veces estas desaceleraciones son la antesala de una
recesión. En otras, sin embargo, la situación acaba estabilizándose y la
economía vuelve a reanudar su crecimiento sin mayores daños.
Pero acojonan los datos del ISM
estadounidense. Es una encuesta de los gestores de compras de cómo ven el
futuro. Sí una encuesta, y sí de producción, cuando cada vez pesa menos en su
economía, ya que cada vez son los servicios los que mueven su economía. Además,
la guerra de aranceles tiene algo que ver con la exportación de EEUU, y el alza
del dólar tiene mucho que ver con la dificultad de exportar…:
El ISM NEW EXPORT ORDERS:
Y sí el dato de ayer fue muy
malo, pero los anteriores ya habían marcado la tendencia, ya sabíamos que se
frenaba…
Lo que condiciona en parte al
índice ISM general:
Quizás sea el momento en que
Trump se la envaine y opte por su conocido marcha atrás…, ya que intentar que
solo se fabrique en EEUU y se frene la globalización de tantos años es un
imposible.
Y la ligazón del ISM con el PIB
es pareja. Pero ha habido varias veces que el ISM ha dado malas señales, como
en los años 1991 (guerra Irak), 1995-1997 (turbulencias de divisas) y 2001
(Torres gemelas). Son momentos en que la encuesta se desploma, por culpa del
mal ambiente de esos años, frente a la realidad de la economía:
¿Será ahora igual, este
ambiente bélico por culpa de los aranceles, ha hecho que los gestores de compra
anden más cautos y la economía no se desacelere tanto? Lo iremos viendo…, pero
cada vez la industria en EEUU pesa menos y los servicios más.
Abrazos,