Está haciendo el mismo comportamiento que otras veces. Fuerte corrección rebote, nueva bajada, típicos dientes de sierra para corregir…
Falta por saber lo que harán las autoridades chinas en unas semanas. No pueden dejar cerradas tantas ciudades, sin poder trabajar, sin que tengan suministros, comida, sueldos… Les va a afectar al crecimiento del primer trimestre y va a haber contagio en el resto del mundo. Va a ser muy difícil darle la vuelta atrás a una decisiones muy agresivas de cuarentena para evitar el contagio masivo, pero estas solo pueden ser temporales…
Los analistas discrepan sobre el coronavirus: la economía china ya no es la del SARS del '02
Pese a que este brote de coronavirus parece, a priori, menos mortal que el SARS de 2002, el impacto económico podría ser mayor debido al auge económico de China en el panorama mundial
Hace ya varias semanas que se dieron las primeras voces de alarma del coronavirus en China y ya son 106 las muertes y 4.515 los contagios. Los mercados de todo el mundo se han echado a temblar; aunque el martes ya volvían a recuperar el tono. Aunque muchos analistas consideran que todavía es pronto para evaluar el impacto económico de esta enfermedad, ya son varios los paralelismos que se hacen con el brote de SARS (Sindrome respiratorio agudo) de 2002, también un coronavirus originado en China que, de aquella, dejó más de 700 muertes.
Los expertos utilizan ahora lo aprendido en aquella tragedia para analizar el potencial impacto del virus originado en Wuhan sobre el rendimiento económico a nivel mundial. “La crisis ocasionada por el SARS en 2003 rebajó el PIB de China un 1,1% y un 2,5% el de Hong Kong, mientras que solo supuso un impacto del 0,1% en el PIB de EEUU”, explica Gilles Moëc, economista jefe de la gestora de AXA. “En 2003, el SARS tuvo un impacto significativo en el crecimiento económico de la región asiática; sin embargo, su impacto también fue efímero, una vez que la situación se normalizó”, consideran a su vez los analistas de la gestora Bank Degroof Petercam, que matizan que “dados los indicios de reducción de la infecciosidad y el hecho de que la Organización Mundial de la Salud está ahora mejor preparada para enfrentar los brotes, el escenario más probable es que el impacto sea menor”.
“Consideramos que el impacto económico y la respuesta del mercado al brote de SARS de 2003 fue una excepción más que la regla”, zanjan desde la firma, ejemplificando que ha habido otras epidemias más mortales, como la gripe porcina H1N1 el MERS o Ébola de menor impacto económico (aunque a su vez los analistas se contradicen reconociendo que las geografías en las que se dieron estos brotes eran menos estratégicas económicamente hablando).
Con todo, desde la gestora Schroders, el economista y estratega senior Azad Zangana, sí que le da la razón a los analistas de Bank Degroof Petercam al matizar que consideran que “en esta ocasión, las autoridades chinas han actuado con mayor rapidez para restringir los viajes”. Aunque perciben que “el coronavirus se está propagando más rápidamente debido a que es infeccioso durante el período de incubación más largo (antes de la aparición de los primeros síntomas)”, también subrayan que “la tasa de mortalidad es menor en esta etapa: menos de un tercio del SARS”. Además, en cuanto al impacto económico, desde la casa británica recuerdan que la propagación del virus se ha producido justo en el periodo festivo del año nuevo chino, algo que podría haber amortiguado ligeramente el choque industrial ya que las fábricas y muchos sectores permanecían ya parados estos días.
Pero desde AXA, los expertos vuelven a matizar que “hay que tener en cuenta que desde 2003 el peso de China en la economía mundial ha crecido significativamente, así que el contagio en la economía mundial probablemente debería ser mayor”, matiza Moëc. “Los contactos entre China y el resto del mundo se han disparado en los últimos 15 años y la aparición de focos de contagio a larga escala más allá de la región de Gran China obviamente cambiaría la ecuación”.
Una realidad que avalan desde Schroders, donde enfatizan que “cuando se produjo el brote de SARS en 2002, China representaba el 4,2% de la economía mundial, y contribuía con el 18% al crecimiento del PIB global: para 2018 su participación en el PIB mundial había aumentado al 15,8%, y el 35% del crecimiento mundial provenía de China”.
En este sentido, todos los analistas están de acuerdo en el que los mercados van a seguir mostrando señales de volatilidad. Desde la gestora Julius Bär recuerdan que en el periodo del SARS comprendido entre 2002 y 2003, el Hang Seng se desplomó un 15% y avisan de la vulnerabilidad de los sectores de turismo y consumo, como las empresas de bienes de lujo. Con todo, desde la casa suiza creen que la crisis es una oportunidad de compra en dos sectores que se están viendo muy favorecidos a largo plazo por el auge de la clase media china. También ven oportunidades en los propios valores de sanidad, que obviamente se verán favorecidos porque con el virus “se habrá dejado en evidencia la necesidad de mayor inversión en diagnósticos, antivíricos, vacunas y medidas preventivas”.
Sea cual sea el impacto futuro de la alarma sanitaria, Möec ya adelanta que “una de las consecuencias que ya se pueden extraer de esta crisis es que la lectura de los datos cíclicos procedentes de China será más difícil en los próximos meses”. “Si los datos exhiben ahora una recaída después del alentador rebote que habían experimentado en los pasados dos meses, por ejemplo, si la actividad manufacturera vuelve a retroceder, entonces será prácticamente imposible distinguir si estamos ante una reacción transitoria a las medidas tomadas para contener la epidemia o si la economía se debilita por razones más fundamentales”, lamenta. “Si los datos de China a comienzos de año son difíciles de leer habitualmente por el factor del Año Nuevo, en este ejercicio será mucho más complicado”
Abrazos,
PD1: Un parroquiano mayor que veo en Misa todos los días, se me acercó a preguntarme qué tal. Le conté cosas de mi familia y se me quejó amargamente de que tenía 6 hermanos, 3 hijos y 7 nietos, y ninguno de ellos iba por la iglesia nunca, ni su mujer tampoco…
Yo le dije que la fe que nos regala Dios es una gracia maravillosa, que otros no la aprecian porque quizás no la hayan recibido. Que solo podíamos dar gracias a Dios por la fe que nos ha dado y pedirle que se la de a nuestros allegados. Le hablé del poder de la oración…, y de la paciencia, que Dios nos concedió la fe que cuidamos, pronto a nosotros, pero que a otras personas se la da más tarde…