20 enero 2020

Hace fácil lo que no es y cuesta mucho

¿Y el futuro de todos qué?

¿Cuánto nos cuesta revalorizar las pensiones un 0,9%?

Haber incrementado las pensiones de 2020 un 0,9% equivaldría a sustraer hoy una media de entre 800 y 900 euros por trabajador para sufragar ese compromiso de nuevo gasto

El Gobierno PSOE-Podemos utilizó el Consejo de Ministros del pasado martes para incrementar las pensiones en un 0,9% (una décima por encima del IPC) frente al límite del 0,25% impuesto por el índice de revalorización de las pensiones. En principio, se nos ha dicho que la medida supondrá un desembolso aproximado de 1.400 millones de euros y dado que, si hubiésemos revalorizado las pensiones al 0,25%, el gasto se habría acrecentado en 400 millones de euros, cabría considerar que su sobrecoste real será de 1.000 millones de euros: cuantía que aparentemente resulta asumible para las arcas públicas.
Sucede que esos 1.000 millones euros son únicamente el sobrecoste en el que incurriremos en 2020. Pero, obviamente, esos 1.000 millones de euros tendrán que volver a abonarse año tras año a partir de 2020 y, además, de manera acrecentada: a saber, en 2021, esos 1.000 millones de gasto adicional se revalorizarán nuevamente al IPC o, si se mantiene la reforma de 2013 en vigor, al 0,25%, y en 2022, esos 1.000 millones revalorizados al IPC de 2021 o al 0,25% deberán volver a incrementarse según el IPC de 2022 o al 0,25%. Por consiguiente, el sobrecoste de aumentar las pensiones de 2020 un 0,9% no son solo 1.000 millones de euros —puesto que ese nuevo gasto se consolida (revalorizadamente) año tras año en el sistema— sino la suma de todos los desembolsos futuros adicionales a los que el Gobierno se comprometió el pasado martes.
Siendo así, ¿cuál será el sobregasto acumulado durante los próximos años? De entrada, recordemos que este sobregasto anual es únicamente imputable a los pensionistas actuales: los pensionistas que entren en el sistema a partir de 2021 cobrarán las pensiones que les correspondan según su base reguladora, al margen de si en 2020 se han revalorizado o no los ingresos de los pensionistas presentes. Por consiguiente, a todos los efectos, la operación equivale a que el Estado se ha comprometido a pagar 1.000 millones de euros más al año (indexados al IPC o a un 0,25%) a los pensionistas actuales: conforme estos se vayan dando de baja del sistema, ese compromiso se irá extinguiendo (aquí puede consultarse una metodología similar a la expuesta).
Así pues, ¿cuántos años, como media, tendrá que honrar el Estado ese compromiso? La edad media actual del conjunto de pensionistas es de 72 años y la esperanza de vida una vez superados los 65 años se ubica en 87 años. Dado el previsible incremento de la esperanza de vida que se seguirá produciendo a lo largo de la próxima década, podemos considerar que tales pagos se seguirán produciendo durante 18 años: esto es, el Estado asumió este martes el compromiso de abonar 1.000 millones de euros anuales (revalorizados al IPC o al 0,25%) a los pensionistas actuales durante 18 años. En tal caso, el sobregasto acumulado a lo largo de todo ese periodo oscilará entre 19.500 millones de euros (si sucesivamente se revalorizan esos 1.000 millones de euros al 0,25% anual) y 21.800 millones de euros (si sucesivamente se revalorizan las pensiones al IPC y tomamos un valor medio de la inflación del 1,5% al año).
Reunión del Consejo de Ministros. (EFE)
Ahora bien, dado que se trata de gastos futuros y no de gastos presentes, debemos descontar esas cifras a su equivalente actual: de este modo, si suponemos un tipo de interés del 2% a modo de factor de descuento, tendremos que el sobrecoste presente de haber revalorizado las pensiones de 2020 un 0,9% (en lugar de un 0,25%) oscilará entre unos 16.000 millones de euros (si sucesivamente se revalorizan al 0,25%) y 18.200 millones de euros (si sucesivamente se revalorizan las pensiones al IPC y tomamos un valor medio de la inflación del 1,5% al año).
Nótese que un sobrecoste presente de entre 16.000 y 18.200 millones de euros equivale, para una población ocupada de 20 millones de trabajadores, a un sobrecoste por persona de entre 800 y 900 euros. Expresado de otra forma, haber incrementado las pensiones de 2020 un 0,9% equivaldría a sustraer hoy (vía cotizaciones sociales) una media de entre 800 y 900 euros por trabajador para sufragar ese compromiso de nuevo gasto. Eso es lo que realmente nos cuesta la medida que ha tomado Sánchez esta semana y no los 1.400 millones de euros que ha aireado el Gobierno.
Evidentemente, no parece demasiado sostenible sobrecargar año tras año a los trabajadores con este tipo de losas financieras, de modo que, si se pretenden reindexar las pensiones al IPC, a medio plazo avanzaremos a la reforma que planteó Escrivá mientras ocupaba la presidencia de la AIReF: reindexarlas a costa de recortar el número y la cuantía de las pensiones futuras. Solidaridad intergeneracional, lo llaman.
Abrazos,
PD1: Jesús nos conduce al reposo en Dios. Él es, ciertamente, un Padre exigente, porque nos ama y nos invita a darle todo, pero no es un verdugo. Cuando nos exige algo es para hacernos crecer en su amor. El único mandato es el de amar. Se puede sufrir por amor, pero también se puede gozar y descansar por amor…