13 enero 2020

los distintos problemas recientes

Se agotan en pocas horas. Las correcciones no duran nada… No hay alternativa…
A pesar del considerable aumento del riesgo geopolítico a principios de año tras el ataque de EE.UU. que acabó con la vida de uno de los principales generales iraníes, la incertidumbre en los mercados financieros ha durado apenas unos días.
La respuesta iraní con el lanzamiento de misiles a dos bases militares estadounidenses en Irak y el tweet del ministro de exteriores iraní, mencionando que la respuesta ha sido proporcionada y que no esperan una escalada de las tensiones, ha sido suficiente para que los mercados financieros vuelvan a los niveles previos al ataque y el riesgo geopolítico vuelva a pasar a un segundo o tercer plano.
Las bolsas norteamericanas logran de nuevo máximos históricos y el precio del petróleo desciende casi un 10% desde los altos de la semana pasada. Sin duda es una buena noticia que las tensiones entre Irán y EE.UU. no hayan ido a más, al menos de momento. Sin embargo, lo ocurrido debe servir de recordatorio respecto a los riesgos actuales y analizar las consecuencias de una materialización de los mismos.
Europa, sin estar involucrada directamente, sería la principal perjudicada de una escalada de la tensión en Oriente Medio que podría llevar a un bloqueo del Estrecho de Ormuz por parte de Irán. Por dicho punto estratégico pasan más de 20 millones de barriles de petróleo y productos derivados al día. Cualquier interrupción del suministro provocaría una escalada considerable del precio del crudo.
Conviene recordar que EE.UU. se ha convertido en el principal productor de petróleo del mundo, mientras que Europa sigue teniendo una dependencia energética extrema. Por lo tanto, una posible escalada del precio del petróleo tendría un impacto muy nocivo sobre el crecimiento económico europeo, mientras que EE.UU. podría incluso aumentar su producción y sacar provecho de dicha situación.
Adicionalmente a la mencionada dependencia energética del exterior, se une la dependencia de EE.UU. tanto en la defensa del continente, como tecnológicamente. Las recientes tensiones geopolíticas servirán para recordar a los distintos países europeos la necesidad de aportar a la OTAN mayores recursos de los actuales. Esta fue una de las primeras demandas del presidente Trump a los países europeos, que previsiblemente volverá a recordar.
Ante la ausencia de gigantes tecnológicos en Europa, la dependencia de la tecnología estadounidense es indiscutible. Los avances de la tecnología china en campos como la tecnología 5G se abren hueco en Europa con un indisimulado malestar estadounidense. Las presiones para limitar el despliegue de infraestructura 5G "chinas" son una muestra de ello.
Con las tres dependencias europeas mencionadas (energética, defensa y tecnología), Europa se encuentra en una situación de extrema debilidad ante eventos externos que en principio le son ajenos, pudiendo ser la gran perjudicada de actuaciones de EE.UU. tanto en Oriente Medio como en sus negociaciones comerciales con China.
Mientras tanto en los mercados financieros, pase lo que pase no pasa nada. Los tipos de interés en mínimos y la liquidez abundante anestesian los distintos riesgos... Al menos de momento.
Abrazos,
PD1: La fe es un regalo de Dios. Hay que cuidarla, con las prácticas habituales de oración, Misa frecuente, sacramentos… Y hay que difundirla a los demás, no dejarla para nosotros solos. La fe es como una planta, o la riegas, la podas, la abonas…, o se muere. Si no cuidamos nuestra fe la perderemos. Si no trasmitimos la fe a los demás no cumpliremos nuestro papel de mediadores…