Como sabes se quieren cargar la
desgravación inicial y dejarla solo para 2.000 euros.
Recorte a los incentivos fiscales de planes: ¿Compensarán
ahora las aportaciones?
La medida afectaría a 7,5 millones de
partícipes en planes y casi un millón en PPA
La economía española ha pasado a lo largo de la historia por diferentes ciclos
económicos. Sin embargo, nunca antes el ahorro a largo plazo
parecía haber sido tan relevante. La crisis actual derivada del coronavirus
unida a una mayor esperanza de vida de la población en general y las dudas
sobre la sostenibilidad del sistema público de pensiones están incentivando el
ahorro individual para la jubilación.
Uno de
los canales por los que este ahorro se canaliza es a través de los planes de pensiones, un producto pensado
para la jubilación con un atractivo adicional: la desgravación en la
declaración de la renta.
Sin
embargo, este atractivo parece tener los días contados, ya que el Gobierno ha
incorporado al proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2021 una
reducción desde los 8.000 hasta los 2.000 euros en la aportación máxima de los
planes de pensiones individuales con derecho a deducción en el IRPF. Esta nueva
medida afectará, según los cálculos de Inverco y Unespa, a más de 7,5 millones
de partícipes en estos productos y casi un millón de asegurados en planes de
previsión asegurados (PPA). Ante esta situación, desde Finect analizan
si seguirán compensando estas aportaciones a los inversores.
Las aportaciones actuales y su beneficio fiscal
El
ahorro fiscal es una de las grandes ventajas de los planes de pensiones y una
de las razones por las que muchos inversores utilizan este vehículo privado de
ahorro a largo plazo. Las aportaciones que se realizan desgravan en la
declaración de la renta, lo que supone pagar menos impuestos, ya que el dinero
invertido se resta de la base imponible del contribuyente. A cambio, estas
deducciones suponen una mayor carga para las arcas públicas, ya que según la
Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), estas tienen un
coste de 1.643 millones de euros. De aprobarse el proyecto de Presupuestos
Generales del Estado, esto supondría restar hasta un máximo de 2.000 euros de
la base imponible del contribuyente en lugar de hasta 8.000.
Sin embargo, algo muy diferente ocurrirá con los planes de
pensiones de empleo, cuya cantidad máxima a deducir se ampliará hasta los
10.000 euros, desde los 8.000. Pese a ello, esta medida no convence a
asociaciones como Unespa o Inverco, que consideran que se debe posibilitar a
toda la población ocupada que queda fuera de la previsión social empresarial
(trabajadores autónomos, empresarios individuales o trabajadores de pymes) “el
acceso a sistemas de previsión individuales en las mismas condiciones y
requisitos que cualquier otro trabajador”.
Y es
que el ahorro para la jubilación es una preocupación que cada día está en la
mente de más ahorradores debido a la insostenibilidad de las pensiones
públicas. “La realidad de nuestro sistema público de pensiones es que sin
reformas no se pueden pagar las prestaciones actuales debido a que España
presenta un problema demográfico de dificilísima solución”, explica Julián
Pascual, presidente de Buy & Hold, quien añade que si se reduce el
incentivo fiscal de estos productos “se debería introducir algún otro tipo de
incentivo o solución”.
¿Merecen la pena los planes de pensiones con un menor incentivo
fiscal?
Sea
como sea de lo que no cabe duda es que el ahorro a largo plazo ha de tener un
protagonismo especial en la planificación financiera individual para poder
complementar la pensión pública en el futuro. Por lo tanto, aunque el beneficio
fiscal sea menor, los expertos consideran que es importante seguir realizando
aportaciones periódicas. “El ahorro para la jubilación no es un sprint, es una
maratón. Para poder alcanzar un buen capital privado en el momento de la
jubilación, los ahorradores deben ser constantes en el tiempo con sus
aportaciones y mantenerlas durante muchos años para poder beneficiarse del
interés compuesto. Si se mantiene el incentivo, aunque haya bajado,
recomendamos seguir compensándolo”, explica Giorgio Semenzato, CEO y
confundador de Finizens.
Y es
que una de las ventajas adicionales que
plantean los planes de pensiones es que es posible
traspasar el dinero de un producto a otro sin pagar impuestos. Además, estos
productos permiten aprovechar las bonanzas del interés compuesto. Es decir, el
dinero invertido genera intereses, que a su vez generan más intereses a lo
largo del tiempo. “No deberíamos estar hablando de un horizonte de dos meses
vista, sino de dos o tres décadas en función de la edad a la que se empiece a
ahorrar”, explica Semenzato.
No
obstante, en el largo plazo conviene tener en cuenta otras variables. En los
últimos años la diferencia de rentabilidad entre planes de pensiones y fondos
de inversión se ha ido estrechando en detrimento de los productos de
jubilación. “Los planes de pensiones del sistema individual ganaron un 2,06% anual medio entre
1999 y 2019, frente a la rentabilidad del 1,5% que obtuvieron,
en promedio, los fondos de inversión”, señala Miguel A. Rodríguez, experto en
mercados de Capex.com. El experto aporta más datos: tomando la referencia de
los últimos 15 años, los planes de pensiones obtuvieron una rentabilidad del
2,86%, por encima del 2,17% de los fondos de inversión. Es decir, a lo largo de
los años la diferencia entre ambos “se ha ido haciendo menor” como consecuencia
de la “cada vez menor rentabilidad de la renta fija, activo principal y
mayoritario en el que invierten los fondos de pensiones dada sus
características de mandato conservador y de largo plazo”.
Todo
ello podría provocar que los inversores encauzaran su ahorro a través de los
fondos de inversión de perfil conservador o carteras gestionadas, ya que, según
Rodríguez, “son más flexibles con respecto a los activos a invertir, además de
la ventaja fiscal que supone que los beneficios sean considerados rentas de
capital”.
Pero,
ya sea a través de planes de pensiones u otro producto de inversión, la jubilación debe mantenerse
como un foco presente. “Los españoles deben concienciarse de
que, con reforma de las pensiones o sin ella, van a necesitar apoyarse en el
patrimonio que consigan construir por su cuenta si quieren mantener su nivel
adquisitivo y calidad de vida durante la jubilación, porque las cuantías de las
pensiones públicas que vamos a ver en unos años no van a ser tan generosas como
las actuales”, apunta el CEO de Finizens.
Abrazos,
PD1: ¿Tendremos Navidades?