No ha dado marcha atrás, comprará el otro 50% del banco Garanti a través de una OPA. Da igual la debilidad de la lira turca y la inestabilidad del país. Este ha sido el gran error de Francisco Gonzalez, del que se empecinan sus sucesores…
Y eso que el último año lo ha
hecho razonablemente bien, como los demás bancos, pensando que con una subida
de tipos de interés implicaba que alcanzara un margen de intereses que antes
había perdido…
Pero la inflación en Turquía está disparada:
La guerra pone en el punto de mira a Onur Genç por la compra del banco turco Garanti
El consejero delegado del
banco se juega su credibilidad y puesto con la operación más arriesgada de su
carrera en BBVA
BBVA sigue adelante con la operación de compra de la
totalidad de Garanti. Ni la guerra entre Ucrania y Rusia, que
claramente tendrá un fuerte efecto en la inflación y crecimiento de Turquía ha
parado los planes del consejero delegado de BBVA, Onur Genç, de
desplegar todo su poder en su país de origen.
La obsesión del banquero turco por expandirse en el país otomano
se llevará por delante gran parte de la plusvalía obtenida por la venta del
negocio en Estados Unidos, mercado por el que Banco
Santander, su principal rival en España, apuesta cada vez más.
Fuentes de la entidad consultadas
por este medio han asegurado a Vozpópuli que «las
autorizaciones regulatorias siguen su cauce y tiempos habituales».
Lo que se traduce en que el banco no se plantea dar marcha atrás en la
operación, que se espera que se cierre este mismo mes de marzo.
El consejo
de administración de BBVA acordó lanzar
una oferta pública de adquisición (OPA) voluntaria sobre el 50,15% que no posee
de Garanti BBVA a un precio de 12,20 liras turcas por acción,
lo que supone una valoración de 2.249 millones de euros, unas 25.697 millones
de liras turcas. Aunque en este caso, el precio que se pague por el banco es lo
de menos, ya que la enorme fluctuación de la lira turca hace casi imposible
vaticinar el valor final al que se realizará la operación.
A mayor devaluación, más dinero
que se ahorra el banco español. Y eso será lo único bueno que sacará BBVA de
esta operación si los indicadores macroeconómicos de Turquía siguen empeorando
al ritmo que lo hacen.
El último informe difundido
por Crédito y Caución dibuja un panorama cada vez más complicado para los
objetivos que persigue Onur Genç. Prevé que el crecimiento del PIB turco en
2022 se ralentice hasta el 2,5%. Con unas previsiones de inflación
del 37% para 2022, la aseguradora de crédito prevé que el
consumo privado se ralentice hasta el 3% y las inversiones registren una
contracción del 2,5%. El crecimiento de las exportaciones seguirá
siendo sólido, superior al 9%.
La elevada inflación y el menor consumo de los hogares afectará a
los sectores de comercio minorista y electrodomésticos
El mismo informe recuerda que la
fuerte depreciación de la lira ha incrementado la carga de las empresas con
gran exposición a la deuda en moneda extranjera, que afrontan elevados
tipos de interés y luchan contra el impacto de la debilidad de la lira.
Esta caída de valor de la moneda
local también aumenta el riesgo crediticio para las empresas que operan en
sectores orientados a la importación. Asimismo, la
elevada inflación y el menor consumo de los hogares afectará a los sectores de
comercio minorista y electrodomésticos, que se prevé que se contraigan tras
crecer a dos dígitos del año pasado. También se verá
afectado por el entorno de negocio el sector servicios, cuya evolución será
inferior al 1%.
Problemas para Onur Genç
Este escenario que plantea la
aseguradora hace pensar que Onur Genç va a tener que sufrir mucho para
justificar la compra si sale mal. Sobre todo, porque el banco ha tenido en la
mesa otras opciones menos arriesgadas y por el mismo precio para crecer en
otros mercado. El mayor ejemplo las negociaciones con el Banco Sabadell en
España, frustrada por una cuestión de precios.
En su momento se llegó a hablar
de comprar el banco por 2.000 millones de euros, ahora la entidad vale el
doble. Onur Genç se opuse en ese momento. Tal y como ya publicó este medio, la
cercana relación del consejero delegado con el Gobierno otomano despierta
cierto recelo en el Banco Central Europeo (BCE), organismo
que, por otro lado, nunca ha visto con buenos ojos su nombramiento como primer
espada de uno de los bancos más grandes de España y de la Unión Europea
El Banco de España tampoco ve con
buenos ojos la operación. De hecho, el supervisor lanzó el pasado mes de
septiembre un informe de 17 páginas dedicado exclusivamente a esta
economía en el que advierte de que «Turquía
se enfrenta a una serie de retos, entre los que destacan
la elevada inflación, las bajas reservas de divisas, la creciente dolarización
de los depósitos, las elevadas necesidades de financiación exterior y el
significativo endeudamiento en divisas de las empresas no financieras con los
bancos turcos».
A pesar de ello, Onur Genç sigue
pensando que lo más sensato es que la banco invierta parte del excedente de
capital generado con la venta de Estados Unidos a la compra en su totalidad del banco
turco del que BBVA tiene actualmente el 49,85%.
Este es uno de los grandes
debates a los que se enfrenta la cúpula. Y es que lo que sucede es que
presidente y consejero delegado tienen su propia visión del banco. Otro punto
en el que chocan actualmente es en el peso de España en el Grupo. El consejero
delegado cree que la entidad, a nivel global, no necesita tener más exposición a España.
Torres, en cambio, es partidario de seguir creciendo en España a través de una
fusión.
Y por supuesto, hay que olvidarse
del banco que fue en los años 2000. Desde la crisis de 2008, los bancos no han
levantado cabeza. Ahora invertir en bancos es otra historia…, no los quiere
nadie.
Abrazos,
PD1: Me emocionan las historias
de la guerra. Ayer vi una rueda de prensa del Presidente de Ucrania, agotado,
medio dormido, vestido de verde, explicando que los rusos no conocen a los
ucranianos. Que son distintos. Que no les tiene miedo a los soldados rusos. Que
no van a dar su brazo a torcer, que se defenderán hasta la muerte… Eso que nos
decía el Papa Juan Pablo II de no tener miedo. No se refería especialmente a la
guerra, sino a las cosas de la vida, a apostar por seguir a Dios.
Los ucranianos no tienen miedo a
sus vecinos terroríficos que les atacan. Se defienden como leones…
Y esos pobres, a miles, que
dejaron a sus mujeres e hijos en Polonia y se volvieron a que les dieran un
fusil a defender su país. Y esos que estaban fuera y volvieron a hacer lo
mismo, todos sin tener ni idea de las armas…, sin miedo.
Esa sensación de unidad frente a
su enemigo común y ese sentido de la patria, de lo suyo. Es muy bonito. No me
imagino a nuestro presidente haciendo lo mismo, ni a muchos de mis
compatriotas. Somos distintos, muy distintos, quizás, se tenga mucho miedo.
Sigo rezando por los ucranianos,
no para que ganen, que no podrán, sino para que no mueran en el intento. Y para
que se acabe la guerra cuanto antes…