Lo más interesante es que han modificado el cuadro macro, con una inflación esperada del 4,3% (4,1% para la subyacente), rebajando el crecimiento del PIB desde el 4% estimado a un 2,8% previsto nuevo… Los mercados lo tenían ampliamente descontado y solo ponen su punto de mira en el aparente final de la guerra…
La Fed sube los tipos y prevé seis aumentos más este año
para reducir la inflación
Los
mercados han respondido al alza, pese a que ya esperaban entre seis y siete
subidas este 2022. Al cierre de los mercados, los principales índices de Wall
Street se han anotado subidas de hasta un 3,8% para el Nasdaq
La Fed sube los tipos de interés.
Ese es el resultado de la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado
Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), aunque su presidente, Jerome Powell,
ya había adelantado a comienzos de mes que tenía intención de anunciar
una subida de 25 puntos básicos, hasta un rango entre el
0,25% y el 0,5%. La primera desde 2018, con el objetivo de reducir la inflación
y evitar el sobrecalentamiento de la economía, por lo que prevé seis subidas
más este 2022.
Con una
inflación todavía al alza, del 7,9% interanual en febrero (la
más alta en 40 años), y con unas perspectivas macroeconómicas que aún no
reflejan el impacto de la guerra en Ucrania,
“la decisión es coherente con una inflación que puede no haber tocado techo
todavía”, escribe Franck Dixmier, director global de Renta Fija en Allianz
Global Investors, en un comentario enviado antes de la reunión. Sin embargo, la
preocupación en torno a las presiones inflacionistas se ha dejado entrever en
el comunicado emitido tras la reunión. En él, la Fed ha trasladado que la
inflación ha sido alta debido a "presiones de precios más
amplias". Un contexto en que la guerra en Ucrania y
"los acontecimientos relacionados probablemente crearán una presión
adicional al alza sobre la inflación".
Del mismo
modo, la institución, que finalizó la semana pasada su plan de compra
de bonos, ha señalado que podría dar inicio al proceso de
reducción de su balance (que actualmente ronda los nueve billones de dólares)
en “una próxima reunión”, tan pronto como en mayo.
En cuanto
a la actualización de las previsiones macro, la Fed ha elevado el índice de
precios de los gastos de consumo al 3,5%, desde el 2,7% estimado en diciembre;
así como ha estimado una inflación general
del 4,3%, y del 4,1% para la subyacente. El alivio, opinan los banqueros
centrales, no llegará hasta 2023, e incluso entonces estará muy
por encima del objetivo del 2% (2,6%). Para final de año,
los miembros de la Fed calculan que los tipos estarán en el 1,75%, 100 puntos
básicos más de lo previsto el trimestre anterior.
La Fed
también ha recortado sus previsiones de crecimiento para este ejercicio, situándolas
en el 2,8%, frente al 4% que proyectaba hace solo tres
meses. Y en la rueda de prensa posterior, ha remarcado que "la
probabilidad de que se produzca una recesión en el próximo
año no es especialmente elevada". Con la inflación se ha mostrado tajante,
asegurando que harían lo que fuera necesario para reducirla: "El Comité
siente profundamente su obligación de actuar para asegurar
el restablecimiento de la estabilidad de los precios y
está decidido a utilizar sus herramientas para ello".
En estas
circunstancias, los miembros del banco central estadounidense consideran, según
se desprende del tradicional diagrama de puntos (donde cada miembro señala
dónde cree necesario que se sitúen los tipos de interés al cierre del año), que
serán necesarios hasta seis incrementos más de 0,25 puntos
porcentuales a lo largo del presente ejercicio, para
situar los tipos de referencia entre el 1,75 y el 2%. Esto supondría un
incremento en cada una de las reuniones que están programadas para el resto del
año, salvo que en alguna se determine un aumento de mayor magnitud.
Para
2023, la media de los miembros de la institución proyecta entre tres y
cuarto alzas adicionales del precio del dinero.
“La
decisión esperada por la Fed está en consonancia con la atención que presta a
los efectos de segunda ronda tanto en los salarios como en los
precios de los productos”, añade. Una coherencia que
también se alcanza en el objetivo de pleno empleo, lo que allana el camino a
una política monetaria más agresiva, pese al 'shock' energético. En ese sentido,
los precios del petróleo y del gas han dado un respiro en los últimos días, con
la esperanza de que las conversaciones entre Moscú y Kiev deriven en un acuerdo
que alivie o termine con la guerra entre ambos países. El barril de Brent, de
referencia en Europa, cotiza por debajo de los 98 dólares,
mientras que el gas ha cerrado esta jornada por debajo de los 103 euros el MWh
(-11%). Una bajada que alivia el temor a una mayor presión inflacionaria.
Los
mercados han respondido al alza, pese a que ya esperaban entre seis y siete
aumentos de los tipos este año. Al cierre del parqué, los principales
índices de Wall Street se han anotado subidas de hasta un 3,8% en el caso del
Nasdaq, mientras que el Dow Jones ha ganado más de un 1,5% y el
selectivo estadounidense ha subido en torno a un 2,2%. El índice de referencia
de las tecnológicas sigue, sin embargo, lejos de sus máximos. Lleva ya 79
sesiones bursátiles en un mercado bajista, camino de
convertirse en el mercado bajista más largo desde la crisis financiera de 2008,
según Dow Jones Market Data.
Por otra
parte, los rendimientos de los
bonos, que suben cuando los precios caen, se han incrementado en
las últimas sesiones hasta sus niveles más altos desde 2019, dado que los
inversores se están posicionando para una política monetaria menos
acomodaticia. A estas horas, el tipo de interés del bono de EEUU a 10
años sube al 2,185%, tras un año marcado por una inflación que
ha dejado de ser transitoria.
El único
'rally' en renta fija se dio al comienzo de la invasión rusa de Ucrania,
por la incertidumbre en torno al impacto que esta tendría sobre las previsiones
macroeconómicas elaboradas hasta entonces.
También
ve sentido a elevar los tipos en la coyuntura actual el economista jefe de AXA
Investment Managers, Gilles Moëc, quien explica así la línea de actuación de la
Fed: “Ben Bernanke expresó con elocuencia en 2004 el dilema de los bancos
centrales cuando se enfrentan a un 'shock' exógeno: 'La política
monetaria no puede compensar a la vez los efectos recesivos
o inflacionarios de un aumento de los precios del
petróleo'. Hay que elegir. A pesar de todos sus límites, la Fed en la
actualidad sigue claramente la doctrina de Bernanke”.
La
decisión de incrementar los tipos un 0,25% más ha sido aprobada por todos los
miembros de la Fed, a excepción de James Bullard,
cuyo enfoque 'hawkish' le ha llevado a abogar por un incremento mayor, de 50
puntos básicos.
Según Powell, el balance de la
FED empezará a disminuir a partir del próximo mes de mayo:
Tienen que tener armas para volver a empezar… A ver si vuelven a luchar con la inflación, que era su cometido, y no a jugar a políticos comprando bonos como locos…
Abrazos,
PD1: Francisco hizo esta bonita
oración ayer en Roma: