Ayer fue un día dramático para la
banca americana. Resulta que, con todo lo que han subido las rentabilidades de
los bonos, se han generado grandes pérdidas de precio de los bonos del Tesoro
que tienen en sus balances. Además, hay una fuga masiva de depósitos de los
bancos hacia Letras del Tesoro, algo parecido a lo que nos pasa aquí, que
provoca una bajada de sus balances importante.
Un banco mediano, el SVB
Financial Group (Silicon Valley Bank), opta por vender a pérdida una parte de
su gran cartera de bonos y teniendo que ampliar capital para cubrir ese desfase
de capital que tenía. Se ha desplomado y ha arrastrado a todos los bancos que
andaban con el mismo problema…, y a los mercados en general.
Esto es lo que hicieron los
bancos de EEUU ayer:
Estas son las pérdidas potenciales por culpa de la bajada de precio de los bonos que tienen en cartera de toda la banca de EEUU:
No tienen que vender los bonos a pérdidas, los pueden mantener en el balance sin contabilizar las mismas, salvo que tengan una salida masiva de sus depositantes y las tengan que realizar, como así ha ocurrido:
El índice de los bancos de EEUU:
Así queda esto. ¿Se mantendrá esa fuga masiva de depositantes hacia Letras y Bonos Públicos dado el atractivo de sus cotizaciones?. ¿Podrán aguantar los bancos sin tener que vender esos 600.000 millones de perdidas de sus bonos? Si y no. Tendrán que ir ampliando capital y eso no gusta mucho en esta tesitura… No tiene fácil arreglo. Habrá más bajadas de acciones bancarias…
Abrazos,
PD1: Me encantó la lectura de la
Misa de ayer de Jeremías: (Jer 17,5-10): Esto dice el Señor: «Maldito quien
confía en el hombre, y busca el apoyo de las criaturas, apartando su corazón
del Señor. Será como cardo en la estepa, que nunca recibe la lluvia; habitará
en un árido desierto, tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el
Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol plantado junto al agua,
que alarga a la corriente sus raíces; no teme la llegada del estío, su follaje
siempre está verde; en año de sequía no se inquieta, ni dejará por eso de dar
fruto. Nada hay más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo conoce? Yo, el
Señor, examino el corazón, sondeo el corazón de los hombres para pagar a cada
cual su conducta según el fruto de sus obras».
Tan antiguo y tan actual. Sabe el Señor lo que tenemos en nuestro corazón. Y espera de nosotros “obras”… Nos anima a que pongamos la confianza en el Señor…
