Esta es la tendencia que hemos visto y que continuará:
El mapa del mundo ya no será como lo conoces: China estará en el centro; Europa, en extremo occidente
En 1980, el centro de gravedad de la economía mundial estaba en el Atlántico como consecuencia de la pujanza de Estados Unidos y Europa. En 2014, este centro ya se había desplazado hacia el este de Europa debido al creciente empuje de China y de las economías asiáticas emergentes. Y en 2045, y contando también con la importante ayuda de India, el centro económico mundial estará sobre China.
Este trascendental cambio económico, que está recogido en un informe elaborado por el servicio de estudios de BBVA, provocará a su vez que España sea extremo occidente y que un centro financiero internacional tan importante como Nueva York se convierta en extremo oriente. "El mapa eurocéntrico se ha quedado viejo, en el nuevo mapa mundial Asia está en el centro", explicaba ya el año pasado Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano.
Y es que Lamo de Espinosa, al igual que el equipo de BBVA Research, considera que el nuevo mapa mundial es el que tiene a China en el centro y es asiacéntrico, no en vano la previsión es que Asia, sin contar con el aporte de Japón, acapare más del 50% del Producto Interior Bruto (PIB) mundial no más tarde de 2021.
La segunda región será América, con un 19,4%, mientras que la suma de Europa occidental y oriental apenas llegará al 13,4%. Sin embargo, si se toma sólo la Eurozona, la cifra se queda sólo en un 7,2% de la riqueza mundial. La región del euro pasará, por lo tanto, a ser un jugador secundario en un mundo dominado por China.
"Si pensamos en el muy largo plazo, 15 o 20 años, no me cabe duda de que las primeras economías por tamaño serán China, e India y Estados Unidos alternando la segunda posición. Este liderazgo económico tendrá, naturalmente, una contrapartida política que poco a poco ya comenzamos a vislumbrar".
Así explica José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi en España, la evolución que experimentará el equilibrio económico en los próximos años y en donde, como señala, India tendrá también un papel determinante y reafirmará la fortaleza que ya tiene el continente asiático. "Hace mucho tiempo que el mundo económico y financiero está especialmente centrado en Asia", prosigue Martínez Campuzano, que ilustra esta situación con el siguiente ejemplo: "Durante buena parte de la crisis económica, el continente ha llegado a explicar el 80% del crecimiento mundial".
Este último dato también aclara el porqué de los temores que las incertidumbresen torno a China están generando y que, incluso, algunos señalan que pueden ser el detonante de una nueva recesión mundial. "No sabemos bien lo que está ocurriendo en China, pero lo que sí está claro es que lo que ocurra con China nos afectará a todos. Si cae, las consecuencias serán muy graves", desarrolla el profesor José María Serrano, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza.
Y es precisamente este mismo argumento, el de la posible caída del gigante asiático y el desconocimiento sobre su situación real, el que esgrimen aquellos que creen que la coronación de China como el indiscutible centro económico mundial se va a dilatar. Por ahora, los últimos datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) mantienen a Estados Unidos como primera economía de la Tierra con un PIB de más de 18 billones de dólares -algo más de 16 billones de euros-, mientras que el de China supera los 11 billones de dólares, que al cambio actual suponen casi 10 billones de euros.
El sorpasso, según pronosticó este mismo organismo el pasado mes de abril, se producirá en 2020 aunque en esta valoración no se recogió el actual contexto. Por ello, la fecha, al igual que otras muchas circunstancias en torno a China, podría no ser ni mucho menos definitiva.
Abrazos,
PD1: De menos manufacturas a más servicios…
Este es el cambio que está experimentando la economía China: más servicios…
Chinese workers stand next to a Kadjar car at the production line of France's Renault and China's Dongfeng Group factory in Wuhan, Hubei province on February 1, 2016. French car giant Renault opened its first car factory in China on February 1, the last major manufacturer to set up a plant in the world's biggest auto market. (AFP PHOTO/JOHANNES EISELE)
NEW YORK-- China has enough resources to realize 6.5-percent growth and has made encouraging headway on structural adjustments, said Stephen Roach, an economist with Yale University.
Roach, a senior fellow of Yale University's Jackson Institute of Global Affairs who was just back from Beijing, told Xinhua on Thursday that his impression is that there is less concern inside China than outside China.
"The broad conclusion inside China is (that) there remains confidence in the leadership and confidence in the strategy to address these issues," said Roach.
In his view, China's economy is doing well, much better than what the market is concluding.
"The slowed growth rate is a reflection of the structure shift in the Chinese economy, away from manufacturing and construction to services. For any economy, it means a slower growth; China is not an exception."
China's industry sector is obviously being hit by weak global demand and the lagged impacts of RMB appreciation. Those are the ongoing source of weakness, said Roach, who was chief economist of Morgan Stanley and former chairman of Morgan Stanley Asia.
However, the emerging growth of China's service sector can offset the blows, he said.
"The growing service sector can't completely compensate the declining industry sector. The important thing is service sector can compensate a large portion of reduced employment from industry sector. It's more important than GDP."
He said he believes that as long as the Chinese government commits itself to the restructuring and move aggressively to execute the reform, China can definitely achieve the growth rate of 6.5 percent.
China's slowdown, he noted, will affect major commodity exporters like Australia, Canada, Russia, Brazil as China is moving away from an industry-driven model to a carbon-light services model, resulting in less demand for commodities.
But the good news is that China, if successful in rebalancing its economy, will create a huge demand for consumer goods, he pointed out.
"That's enormous opportunities for countries to sell things to Chinese consumers. That's a plus in the current difficult global economic environment," he said.
Meanwhile, he added that capital outflow from China will not trigger a crisis like what happened in Asia in the late 1990s. "There is a lot of difference between China and East Asia economies during the crisis back then," he said.
China is still running a considerable current account surplus whereas all of those economies were in deficit at the time of the crisis, said Roach, adding that China today has over 3 trillion dollars in currency reserves and those countries had run out of reserves.
In addition, he noted, those economies were all vulnerable to short-term capital outflows, and they had short-term foreign liabilities quickly rushed out the country, while China has limited exposure to that kind of capital.
"China learned really important lessons during the later 1990s," he said, pointing out that the large foreign currency reserve China has built up after the Asian crisis is a huge cushion to deal with the problems just like that.
The main challenges to the Chinese economy, he added, have much to do with the implementation of the reforms which have already been proposed.
In his view, to balance the economy, the government needs to accomplish three main objectives: more employment growth, continuous urbanization, and building a strong and secure social safety net.
He commented that the Chinese government has done a good job in the first two, but still lags in the third.
"The government has proposed a number of reforms in the last two years to deal with social security and health care, household registration reform, one-child policy, that are all encouraging as the safety net is getting attention."
"If they don't quickly implement the safety net reforms, the economy will get stuck in a sort of incomplete structure-change rebalancing. That will be proved to be a great risk for Chinese economy," he said.
As regards the upcoming annual session of China's legislature in March, Roach said he is looking for a clearly outlined framework of a new five-year plan.
"Last year the Chinese government gave us some hints on what to expect in terms of the growth and some broad reform proposals," he said.
He said he looks forward to a clarification of what the government is actually doing, as well as the timelines of social safety network reforms and household registration reforms.
"The market wants to hear a clear and much more precise timeframe by which the government is moving to address economic challenges," he added.
PD2: Change in share of global economy, 2000-2014:
US: -4.8%
EU: -6.4%
China: +8.9%
Japan: -2.3%
India: +2.2%
Russia: +0.2%
Indonesia: +0.4%
Por lo que el PIB Global queda así:
Emerging Market's share of Global GDP
2016: 40%
2000: 20%
PD3: Muchas veces cuando hago oración me encanta meterme en el evangelio. Ya sabes, lees primero un par de párrafos, una escena, y después te imaginas tu ahí en medio, con las sandalias de la época, con la barba larga, con mucho polvo, sentado en una piedra en mitad de ese erial que es y fue Judea, o debajo de un sicamoro o de una higuera en el vergel de Tiberiades, teniendo delante al Señor. ¡Con qué ojos más maravillosos les miraría a los discípulos! ¡Cómo sería su sonrisa! ¿Les tocaría, se saludarían de la mano, o se darían un beso? La cantidad de veces que repetiría el mensaje de amor a todos ellos. ¡Qué torpes serían para recordar lo que les decía, para entenderlo! Me meto y pienso en lo que haría yo después de oírle, a quién se lo contaría, qué enseñanza me quería decir Jesús con esa parábola, como lo puedo aplicar al día de hoy… Uff, si te metes y te sitúas como un espectador más, las escenas ganan en realismo y en profundidad…aprendes un montón lo que nos quiso contar el Señor. ¿Hace cuánto que no lees el evangelio? Anímate y dale una lectura sosegada. No tengas prisa en acabarlo, cada día un rato corto y meditado…