03 julio 2017

China ha cambiado el mundo

Interesante libro sobre el efecto de China en el resto de economías.

POR QUÉ CHINA HA CAMBIADO EL MUNDO (Y LOS MERCADOS)

Todo va excesivamente deprisa y la economía no es una excepción. De ahí que no paremos lo suficiente a reflexionar sobre el porqué de la situación económica en que el mundo se encuentra en la actualidad. A mi juicio, gran parte de la bonanza que nos rodea se la debemos a la evolución de China. En Estados Unidos, si el alza de la economía supera el verano del 2019, estaremos ante un nuevo récord de ciclo expansivo. El comunismo soporta el capitalismo, como ya he escrito alguna vez en este blog. 
El profesor Nueno da las gracias a China
Pedro Nueno, profesor de dirección de empresas de la escuela de negocios IESE, ha publicado recientemente un libro titulado "Gracias China". En él reflexiona sobre las razones por las que China es el único país capaz de cuestionar la hegemonía de los Estados Unidos y sobre cómo ha llegado hasta ahí: su constante capacidad de generar trabajo, su apoyo al desarrollo tecnológico, sus rutas comerciales, la potenciación de servicios como la sanidad, el turismo especializado, la banca y los servicios financieros, entre muchos otros aspectos que aportan a Occidente, y al mundo entero, una base de crecimiento que hoy en día se ha vuelto imprescindible para mantener la velocidad deseada. Considera el autor que el futuro de China dependerá en gran medida del ritmo de apertura a la inversión extranjera y de la corrección de sus desequilibrios. Concluye el interesante ensayo con la siguiente conclusión: si la tendencia de crecimiento se mantiene, tarde o temprano China se convertirá en la primera economía del mundo y una potencia difícil de superar. 
Los datos lo corroboran
El PIB de China superó los 10 billones de euros el pasado año acumulando un crecimiento del 8,7% anual (media aritmética) durante los últimos 18 años. Para ponerlo en perspectiva, viene bien recordar que el PIB estadounidense se situó en 2016 cerca de los 17 billones de euros y el de la Eurozona se aproximó a los 11 billones. El PIB español de ese ejercicio fue de 1,1 billones de euros. ¡Éste era el nivel de China en 1999! La evolución de la economía china no conoció la crisis financiera pos-Lehman (sí lo hizo su bolsa), como refleja el siguiente gráfico de datosmacro.com:
Otro análisis de máxima solvencia
Desde hace unos años, el Real Instituto Elcano, centro adalid del pensamiento e investigación creado en España en 2001,  elabora el Índice Elcano de Presencia Global . En él se agrega y cuantifica, sobre la base de datos objetivos, la proyección exterior y el posicionamiento internacional de los de países en función de las tres dimensiones que conforman su presencia: económica, militar y blanda (esta categoría agrupa turismo, cultura, educación, etc.). 
Según la edición de 2016 de este indicador, Estados Unidos es el país con mayor presencia global con casi 2.457 puntos de valor del índice y le sigue China, a bastante distancia, con 730 puntos, por delante de Alemania, Reino Unido y Francia que ocupan los siguientes puestos. China y Corea del Sur son los dos países (entre los 100 analizados) que más aumentan su presencia global en el período 1990-2016. Refleja el Índice un fenómeno consistente en el indiscutible liderazgo de China, junto con alguna economía asiática más, en todo el mundo emergente y quizás pronto en el conjunto del planeta.
Los mercados también confirman su presencia
Varios de los índices MSCI de bolsas mundiales comenzarán a incluir en junio de 2018 las acciones chinas de clase A en su composición (iniciarán la incorporación con 222 compañías). Era inevitable. Se trata de compañías chinas locales denominadas en renminbis y negociadas principalmente entre inversores locales en las Bolsas de valores de Shanghai o Shenzhen y sólo por unos pocos inversores institucionales extranjeros calificados que han obtenido un permiso especial del Gobierno chino, a diferencia de las acciones de tipo "B" y "H" que tradicionalmente han estado abiertas a inversores extranjeros. 
La citada inclusión se trata de un verdadero hito bursátil que va a obligar a muchos participantes en el mercado a reconducir los pesos de sus carteras ligadas a benchmarks MSCI y puede suponer la entrada de 210.000 millones de dólares en las bolsas chinas en los próximos cinco años, según Goldman Sachs, además de reafirmar al yuan como divisa de referencia mundial.
China es hoy el principal riesgo para las bolsas mundiales
Visto todo lo anterior, nadie pone ya en duda que lo que suceda en China es una de las principales fuentes de riesgo para los mercados financieros (a mi juicio, la mayor en la actualidad). Ello no sólo se debe a su peso e influencia en la economía mundial sino, sobre todo, a la dificultad en discernir entre los múltiples datos, unos más verosímiles que otros, que nos llegan del gigante asiático. He citado ya en algún post anterior lo que contaba Mohamed El-Erian, entonces Director de Inversiones de la gestora americana Pimco, sobre que el principal problema al que se enfrentaban como economistas era "entender China".
Bolsa sí, pero con  gestión activa y sin complacencia
A principio de año escribí que 2017 sería el año de la renta variable. Así está siendo, al menos hasta ahora. No obstante, cuanto mayores sean las dudas que puedan ofrecer en los próximos meses las economías occidentales (EEUU y su Trump trade especialmente), más daño podría hacer a los mercados un retroceso en cualquier dato ligado a la evolución de la economía china. Por eso, opino como Geraldine Sundstrom, jefa de Asignación de Activos de PIMCO, que los inversores tendrían que evitar caer en la complacencia y deberían "sopesar la posibilidad de aprovechar los repuntes cíclicos para acumular efectivo con el fin de desplegarlo cuando acabe produciéndose una corrección". Al final, y utilizando el término de la gestora americana, gestionar dinero es vivir en una permanente "insegura estabilidad"
Abrazos,
PD1: Gracias, China

Mitos y realidades de los negocios en China 

¿Quién transporta hasta su destino las mercancías que se producen en China? ¿Qué beneficios conlleva la adquisición de una empresa occidental en quiebra por parte de una corporación china? ¿Cuánto potencial tiene el turismo y el consumo interno de este gigante asiático para el resto de economías?
La irrupción en el mercado internacional de China y sus exportaciones se ven cada vez menos como una amenaza y más como una fuente de oportunidades para la economía mundial.
Es lo que refleja Gracias, China, el libro de Pedro Nueno, profesor del IESE y fundador y presidente de CEIBS, la escuela de dirección de empresas líder en Asia. Su obra desvela algunas de las claves para negociar en el país más poblado del mundo, realizar inversiones allí y aprovechar otras ventajosas potencialidades de su economía. 
Y es que China no deja de sorprendernos por su capacidad de generar trabajo, su contribución al desarrollo tecnológico, sus rutas comerciales y la potenciación de servicios como la sanidad o el turismo.
¿Se negocia de otro modo en China?
Para el autor, una negociación verdaderamente exitosa no es aquella en que la otra parte acepta nuestras ideas y podemos ponerlas en práctica conjuntamente, sino aquella en que la otra parte propone el camino para alcanzar el resultado que buscamos. Esto, sostiene, difícilmente se consigue negociando por correo electrónico o llegando a la mesa de la negociación con posturas inmovilistas.
"En China hay que negociar como en cualquier parte, con inteligencia, humildad y respeto", afirma Nueno. Pero puntualiza que, a diferencia de Europa o Estados Unidos, China ha vivido un desarrollo meteórico que ha conllevado enormes cambios en muy poco tiempo. 
Por este motivo, es posible que debamos entrar más en detalle y que en momentos la negociación se ralentice o parezca estancada, ya que a veces nuestros interlocutores necesitan sopesar posibles consecuencias que en Occidente ya conocemos por experiencia. 
Apertura a la inversión extranjera
El Gobierno chino ha impuesto rígidas regulaciones para controlar el despliegue de las empresas occidentales en algunos ámbitos. Uno de los casos más claros es el del sector del automóvil, en el que las empresas occidentales deben asociarse a una compañía china para poder entrar en el país. 
Pero en la mayoría de áreas, incluida la fabricación de componentes para vehículos, las empresas occidentales pueden invertir en China de forma independiente.
El Gobierno, además, ha estimulado el desarrollo de zonas industriales con incentivos y ventajas (infraestructuras, servicios y financiación). Destacan las zonas de libre comercio, en las que se puede iniciar un proyecto como se haría en cualquier otro país desarrollado.
Y también se han puesto en marcha zonas para el lanzamiento de nuevas empresas con locales adecuados (frecuentemente subvencionados) y acceso a fondos de capital riesgo de inversores chinos u occidentales.
Múltiples áreas de interés 
Como apunta Nueno a lo largo del libro, China es la fuente de múltiples oportunidades tanto dentro como fuera de sus fronteras:
+Exportaciones. Aunque las exportaciones chinas han podido eliminar puesto de trabajo en Occidente, también han generado muchos otros relacionados con el transporte y la comercialización de los productos fabricados allí. Además, las empresas extranjeras tienen la oportunidad de producir en China a un coste inferior, con mayor sofisticación tecnológica y menor necesidad de mano de obra.
+Importaciones. ¿De dónde sacan las empresas chinas sus materias primas y los componentes de los productos? ¿Y con qué máquinas producen? Muchas veces se trata de material importado.
+Consumo interior. Los salarios chinos han aumentado considerablemente durante la última década, lo cual ha llevado a que el consumo chino se convierta en una creciente fuente de oportunidades para las empresas occidentales.
+Financiación. Las exportaciones han elevado las reservas de divisas del Gobierno chino, que ha firmado acuerdos, muchas veces con préstamos detrás, con administraciones de distintos países en desarrollo de África, Latinoamérica, Europa del Este o el oeste asiático.
+Inversiones en el extranjero. Pese a las reticencias iniciales, muchas empresas han crecido gracias a la inversión china. Por ejemplo, tras la compra por parte de la china Geely, Volvo amplió su producción en China y Europa, donde generó 10.000 nuevos puestos de trabajo entre 2011 y 2015.
+Las dos rutas de la seda. China ha reactivado la Ruta de la Seda por ferrocarril, inaugurando en 2015 la conexión ferroviaria entre Yiwu y Madrid. Y, además, ha habilitado puertos y la logística necesaria para hacer el recorrido también por mar.
+Turismo chino. El esfuerzo del Gobierno chino por extender el desarrollo económico a las capas inferiores de la sociedad ha ido generando una clase media que sitúa el turismo y la adquisición de marcas de prestigio entre sus prioridades.
+Sanidad y educación. La formación de alto nivel y la sanidad privada han experimentado un elevado desarrollo en China, lo cual ha llevado a la mayoría de las escuelas de negocios y empresas del sector sanitario a establecerse en territorio chino.
Gracias, China es un libro sobre el pasado reciente, el presente y el futuro del gigante asiático, cuyo rumbo puede acabar convirtiéndolo en la primera economía del mundo. Y más pronto que tarde, ya que el autor augura una importante salida de empresas chinas hacia el extranjero en torno a 2020.
PD2: "No juzgues mis decisiones sin conocer mis razones." Nos acostumbramos a juzgarlo todo, y así nos va… Cada uno hace lo que hace por sus propios motivos que no conocemos. Cada uno tiene su propia conciencia y no debemos ponernos como jueces de nadie. Esto viene al caso, sobretodo, en las separaciones matrimoniales. Cuánta gente se empeña en enterarse hasta el último detalle, cuando es la propia pareja la que tiene sus razones que no tenemos por qué saberlas nosotros… No hay que juzgar al otro ya que no tenemos ni idea de por qué hace las cosas que hace.