15 enero 2019

el euro

Seguimos celebrando el 20 aniversario, con las dudas de hacia dónde se dirigirá desde los 1,15 actuales contra el dólar…

El euro 20 años después

Veinte años después de la creación del euro, sólo se mencionan los inconvenientes y peligros de la moneda única, sin recordar los beneficios que su introducción trajo consigo.
- Compartir la misma moneda con el resto de la Eurozona permite a las familias, a las empresas españolas y al Estado español financiarse a unos tipos de interés impensables si todavía siguiera existiendo la peseta. El efecto positivo de estos bajos tipos de interés sobre la economía es indudable.
- Ha desaparecido la penalización que sufrían las empresas españolas en su financiación frente a sus competidores europeos. Los diferenciales en sus costes de financiación son ahora mínimos. Dicha desventaja competitiva histórica se ha desvanecido.
- El mercado de capitales en euros es, obviamente, significativamente más grande que el de los distintos mercados nacionales, permitiendo a las empresas españolas de tamaño suficiente, emitir en euros con una mayor aceptación entre los inversores.
El corsé establecido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, limitando el nivel de déficit y deuda pública permitió poner límites al gasto de las administraciones públicas. Desafortunadamente, los incumplimientos generalizados, sin que en ningún caso se hayan aplicado sanciones, han convertido los límites prefijados en totalmente maleables.
- La creación de una única moneda ha permitido que se convierta en una moneda de reserva por unas cuantías muy superiores a las de las monedas nacionales previas de los actuales diecinueve países integrantes de la Eurozona. El euro fue en 2016 la segunda divisa más negociada del mundo, sólo por detrás del dólar.  De acuerdo con datos del FMI, el euro supone el 20% de las reservas globales de divisas.
- El euro ya se utiliza en el 35% de los pagos internacionales, lo que supone una notable reducción de costes de cobertura de riesgos de tipo de cambio.
- La moneda única ha sido, y es, un elemento esencial en el desarrollo del mercado único europeode bienes y servicios. Pocos recuerdan ya el trasiego de divisas y el coste aparejado en las transacciones intraeuropeas cuando cada país contaba con su propia moneda.
- Las consecuencias de la crisis tras la quiebra de Lehman habrían sido mucho más dolorosas de no haber estado dentro de la Eurozona. Cabe recordar que, en los inicios de la anterior crisis inmobiliaria, el gobierno de entonces se vio forzado a devaluar dos veces la peseta en 1992 y otra vez adicional en 1995. Una devaluación de la moneda nacional supone un empobrecimiento del país que la realiza, al perder capacidad adquisitiva frente al resto del mundo, además de crear incertidumbre y ahuyentar las inversiones extranjeras.
- El BCE ha ejercido de Ministro de Economía de la Eurozona. El mensaje de julio de 2012 de Draghi diciendo que el BCE haría todo lo necesario (Whatever it takes) para salvar el euro y que sería suficiente, puso en marcha una financiación "fácil y barata" que evitó un inminente accidente en la economía europea. Es más que discutible la bondad del mantenimiento de dichas medidas durante tanto tiempo.
- Con la renuncia a una moneda nacional propia y la incorporación al euro, España unió su futuro económico al del resto de socios de la moneda única. La problemática de un elevado endeudamiento público y persistencia de déficit públicos que limitan la capacidad de reacción ante una nueva crisis, es una situación que afecta a la gran mayoría de los países de la Eurozona. Se convierte en un problema compartido. "Mal de muchos... epidemia". Por tanto, la solución es previsible que sea global para todos los países, con participación del BCE.
La creación del euro se asimila a cocinar una tortilla de diecinueve huevos. Una vez hecha, no hay forma de volver a los huevos originales. Nadie sabe cómo se podría materializar la salida de un país del euro sin consecuencias catastróficas. Lo que ocurra al más débil de los socios, afecta al resto. El euro es una cadena cuya fortaleza es la del eslabón más débil
Los problemas de futuro del euro son numerosos, pero pensar que estaríamos mejor con la vieja peseta es más que dudoso, además de ser irrelevante. En el euro no hay marcha atrás sin consecuencias catastróficas, sobre todo para un país tan endeudado con el exterior como España
Abrazos,
PD1: Hacer oración no es informar a Dios, sino pedirle todo lo que necesito, ya que «vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo» (Mt 6,8). No seré buen cristiano si no hago oración, como no puede ser buen hijo quien no habla habitualmente con sus padres.
Y es que los hijos, cuando hablan con sus padres, no lo hacen con razonamientos complicados, ni diciendo muchas palabras, sino que con sencillez piden todo aquello que necesitan. Siempre tengo la confianza de ser escuchado porque Dios, que es Padre, me ama y me escucha…