17 enero 2019

sin inflación en EEUU

Es muy posible que no haya más subidas de tipos de interés en EEUU y esto, cuando se anuncie, sea un acicate para que el mercado suba más…
En el mes de diciembre el Índice de Precios de Consumo (IPC) de EEUU bajó hasta situarse en una tasa anual del 1,9% anual (en noviembre había sido de 2,2%). La caída se debe, sobre todo, a la bajada del 7,5% en el precio de la gasolina.
Hay que recordar que en los pasados meses de junio y julio la tasa anual del IPC había llegado a ser del 2,9%.
La inflación subyacente (que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos) se sitúa en 2,2% anual tras una bajada casi imperceptible.
Con un IPC anual del 1,9%, la rentabilidad real de la deuda pública de EEUU a 10 años se va a 0,80% (tras restar del 2,70% de la rentabilidad nominal ese 1,9%).
Rara vez en una etapa de desaceleración económica y más con el ciclo ya tan maduro (expansión de casi diez años) las rentabilidades reales se mantienen tan altas: más bien suelen tender a cero o a tornarse negativas. De ahí que la expectativa que hemos venido manteniendo en esta Newsletter de manera consistente a lo largo de 2018 (y, en general, en los comentarios de los últimos tres años) se mantenga: lo más probable sería esperar que los tipos reales bajen. Si, como parece verosímil, la inflación va a seguir contenida en EEUU, para que los tipos reales bajen tendrán que bajar los tipos nominales.
Con ese mismo razonamiento, en los últimos meses hemos ido comentando sucesivamente en la Newsletter que la rentabilidad de la deuda pública de EEUU a diez años debía situarse, primero en el intervalo que va de 2,80% a 2,90% y, después, en el que va de 2,50% a 2,80% (en ambos momentos las rentabilidades estaban por encima del 3%).
Pues bien, a finales del año pasado, en los días de mayores caídas de las Bolsas, la rentabilidad de la deuda USA a diez años bajó hasta 2,53%. Después de eso, ha remontado hasta 2,70%.
¿Que va a suceder a continuación? Con el razonamiento de más arriba, ya repetido varias veces aquí, lo más probable es que la rentabilidad a diez años siga bajando hasta reducir el tipo real a la mitad. Haciendo la hipótesis de que la inflación se va a mantener sin grandes cambios a corto plazo, eso significa que los tipos nominales deberán irse al 2,30%.
Caveat. En la parte superior del gráfico se observa que el crecimiento del crédito comercial e industrial está acelerándose en EEUU desde hace un año y crecía a una tasa anual de casi el 10% en diciembre. La inflación subyacente (parte inferior del gráfico) ha pasado en esos doce meses de 1,85% a 2,20%. Si no fuera por los síntomas de desaceleración global y, también, de pérdida de fuelle de la economía norteamericana, habría que ponerse en alerta por un eventual repunte de la inflación ya que, una de dos: o el crédito empieza a crecer a un ritmo menor o la inflación subirá. Habrá que vigilarlo, aunque el hecho de que el crédito consumo esté creciendo al mismo ritmo que hace un año (y dos puntos por debajo de como lo hacía en el mes de julio) da un cierto margen antes de que salten las alarmas.
Crece el crédito, pero no la inflación. Por ahora
Abrazos,
PD1: En Europa el crédito también sube:
PD2: Sigo rezando por el niño atrapado en el pozo. He rezado mucho por la madre de tres hijos muerta en París en la panadería. Son cosas que no entiendes, que te enfadas con Dios porque no lo comprendes… Aunque sé que siempre hay una razón para las cosas malas y es que nos mueve el corazón a los demás. Las cosas malas son siempre para bien de otros, de muchos. No las entendemos hoy, pero las sabremos cuando nos hayamos muerto y sepamos todo.