22 enero 2019

¡Pobre España!


Nunca quiero comentar nada de España, ya que me enervo y no tengo inversiones en nuestra bolsa debido al exceso de peso de los bancos. Al margen del bacalao de los políticos, unas cuantas apreciaciones económicas recientes que me han alarmado más si cabe…
ALCOA:
Crisis de Alcoa que trata de cerrar su empresa en España ya que no es competitiva, será porque no ha hecho los deberes en modernizarla y tal…
El enorme negocio Alcoa fue este: Aznar vendió Inespal (empresa pública con beneficios hasta 1996) en 1998 a Alcoa por 450 millones de euros, de los que se descontaron 300 millones de euros para  inversiones que después incumplió la empresa, sólo invirtió 70 millones. Se pactaron subvenciones por consumo eléctrico que han sumado más de1.000 millones… Ahora a tratar de salvar a los trabajadores que les van a relocalizar casi seguro. Pobres!!!
AIRBUS España
El ministro Borrell se enorgullecía el otro día contando que se había alcanzado un contrato de venta de 56 aeronaves C295 a India, con la particularidad de que se iban a hacer 12 en España y el resto se iban a fabricar íntegramente en India. Ya les hemos regalado el Know How y no volveremos a vender ni un puto C295 más a ningún país, ya se encargarán los indios de India de hacerlo por nosotros… Y nadie dice ni pío!!!
Se está tratando de hacer lo mismo con contratos de Navantia. No somos más memos porque no entrenamos…
PENSIONES:
El gasto público en pensiones en 2019 será el 12,1% del PIB, 3,6 puntos más que en 2007. La pregunta a responder es ¿donde está el límite de renta a transferir a los pensionistas para no reducir la calidad de vida del resto?
Pedir prestado para pagar pensiones es coger dinero de nuestros hijos para dárselo a nuestros padres.
Es alargar el problema y que le caiga el muerto al siguiente que venga.
FUNCIONARIOS:
¿Serán capaces los políticos del PP y Ciudadanos de echar a los 100.000 funcionarios que sobran de Andalucía? Lo dudo mucho. ¿Cuánto se tardará en hacer la auditoría? No sería mejor en vez de tratar de demostrar que los anteriores eran unos golfos, que ya lo sabemos, poner orden y hacer un presupuesto base cero, sin las viejas costumbres heredadas tras 40 años de poder, y vida nueva que redunde en eficiencia… y productividad. Dudo que sean tan listos los peperos y los otros para hacer nada así…
Mamandurria pura!!!, cobrando mucho más que el sector privado…, cosa de los políticos y tal!
EXPORTACIONES:
¿Seremos capaces de en un entorno de menor crecimiento de nuestros socios comerciales (Francia, Alemania y Reino Unido) de que volvamos a lo que hacíamos estos últimos años de reducir el saldo deudor de nuestro sector exterior. Lo dudo mucho… El sector exterior fue de cine cuando sufrimos la grave recesión en los años 2009 a 2012: si no se vendía en casa, lo vendíamos como fuese fuera. Pero si ahora no cometimos en precio fuera, con menos ganas de comprar, no lo venderemos tampoco en casa ni fuera y así volvemos a las andadas de volver a números rojos en el sector exterior…, y eso soendo conscientes que el turismo, que representa el 11% del PIB español, sufre por esos 5 millones de turistas extra que nos entraron y ahora ya no tienen motivo para hacerlo, se vuelven a Turquía, Egipto y Túnez…
Deuda Pública:
En los últimos cuatro trimestres ha acumulado 42.300 millones de euros más a la montaña de deuda, solo en Francia crece más rápida. Equivale al 3,5% del PIB, el tercer peor dato de Europa
España tiene un grave problema de deuda pública pese a que la clase política se empeñe en menospreciarlo. Los datos de Eurostat sacan los colores a los gestores españoles, de todo signo, que están más empeñados en aprobar Presupuestos expansivos que en reducir el déficit estructural. Entre el tercer trimestre de 2017 y el de 2018, España elevó su deuda pública en nada menos que 42.327 millones de euros. Se trata del segundo peor dato de toda la eurozona, solo por detrás de Francia, que elevó su deuda en 53.117 millones.
Tal ritmo de incremento de la deuda ha provocado que España haya agotado la mayor parte de su ciclo expansivo sin conseguir reducir su endeudamiento, esto es, la ratio de deuda sobre el PIB. Mientras tanto, el país sigue acumulando cada minuto deuda que tendrán que pagar las generaciones futuras. Este incremento se debe íntegramente a la gestión del Gobierno de Mariano Rajoy, ya que se trata de sus cuentas públicas y la mayor parte de la ejecución se realizó durante su mandato.
Si se miden los datos como porcentaje del PIB (para ajustar los datos al tamaño del país), España también se sitúa en el vagón de cola. Este incremento de la deuda de 42.300 millones de euros equivale al 3,5% del PIB, lo que supone el tercer mayor incremento de toda la eurozona, solo por detrás de Grecia y Chipre. Esto es, si se excluyen los dos estados con mayores problemas en sus cuentas públicas, España es el peor país europeo en términos de deuda. Una posición que refleja bien la magnitud del problema al que se enfrenta el país.
En este periodo de tiempo, la deuda del conjunto del euro apenas aumentó un 0,9% del PIB, esto es, cuatro veces menos que en España. Y hay países en los que la deuda pública ya se está reduciendo. El caso más llamativo es el de Alemania, que ha recortado 51.900 millones de su pasivo en el último año.
España ha agotado la mayor parte de su ciclo expansivo sin conseguir reducir su endeudamiento, esto es, la ratio de deuda sobre el PIB
La comparativa con el resto de grandes países del euro es muy mala para España. Francia aumentó su deuda el equivalente al 2,3% de su PIB e Italia un 2,2%, esto es, un punto menos que España. Por cada 100 euros de nueva deuda pública de la eurozona, 41 corresponden a España y 51, a Francia. Pocos datos evidencian mejor la montaña de deuda que está levantando el país.
Tiempo perdido
El crecimiento extraordinariamente alto que ha conseguido España en los últimos años maquilla la gravedad de estos datos. El avance del PIB nominal se sitúa en el entorno del 4%, unas tasas que difícilmente podrán mantenerse en los próximos años. Esto significa que el ajuste de la ratio deuda/PIB logrado por el incremento del denominador tiene los días contados. A medida que el ritmo de la economía se ralentice, España tendrá más difícil recortar su endeudamiento.
Según el último dato publicado por Eurostat, correspondiente al tercer trimestre de 2018, la deuda pública de España se situó en el 98,3% del PIB. Esto significa que en el último año solo se ha reducido la ratio de endeudamiento en una décima. Una cuantía claramente insuficiente para un país en plena expansión económica y que está cerrando su brecha del producto ('output gap').
Otros países están realizando este ajuste mucho más rápido. Por ejemplo, el conjunto de la eurozona ha recortado su deuda el equivalente al 2,1% de su PIB, y eso que las tasas de crecimiento en el resto de estados son inferiores. España ha desperdiciado estos años de expansión aumentando su deuda hasta convertirla en la gran vulnerabilidad del país. De hecho, este ritmo de incremento de la deuda, superior al 3,5% del PIB, es insostenible a medio plazo a medida que las tasas de crecimiento se vayan aproximando al potencial de la economía española, que está por debajo del 1,5%.
Este ritmo de incremento de la deuda, superior al 3,5% del PIB, es insostenible a medio plazo a medida que se agote el ciclo expansivo actual
El principal problema reside en las cuentas de la Seguridad Social. Según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el déficit estructural supera los 15.000 millones de euros y podría triplicarse en las próximas décadas. A esto hay que sumar el déficit próximo a los 15.000 millones de euros con los que cerrará el año la Administración central. Esta cuantía también se puede considerar estructural si se tiene en cuenta que se produce en el año en que la economía española llega a su equilibrio (cierre del 'output gap').
Si los gobiernos no adoptan medidas para equilibrar las cuentas públicas, España seguirá acumulando miles de millones de euros de deuda cada año. En 2019, el Tesoro emitirá nada menos que 35.000 millones de euros de nueva deuda para financiar las necesidades de tesorería de las diferentes administraciones. Casi la mitad, 15.000 millones, irá destinada a financiar el déficit de la Seguridad Social. No solo eso, también sacará 3.700 millones del Fondo de Reserva (la hucha de las pensiones), lo que significa elevar la deuda neta del país.
En suma, la deuda del conjunto de las administraciones públicas volverá a incrementarse entre 30.000 y 35.000 millones de euros en 2019, una cuantía similar a la del ejercicio anterior, y esta vez la culpa sí será íntegramente del Gobierno de Pedro Sánchez. Este aumento de la deuda se producirá en plena desaceleración de la economía y con los tipos de interés en el 0%. ¿Qué ocurrirá con las maltrechas cuentas públicas si el escenario se deteriora repentinamente?
Así no podemos seguir… No se puede invertir en activos españoles, ni en bonos ni en bolsa, al ser el peso bancario excesivo. Abrazos,
PD1: En eso está basado el amor, en darse, no en cuánto se tiene o se gana…: