28 enero 2019

se acabaron las compras mensuales de bonos por el BCE...


¿Y ahora qué? Pues veremos, pero hay dudas…Incluso ha insinuado Draghi que se podrían comprar más bonos con un LTRO nuevo… No van a dejar el mercado solo en un entorno de ralentización…

Se acabó la demanda artificial

Los movimientos de los precios de cualquier mercado de bienes y servicios se basan, esencialmente, en la ley de la oferta y la demanda. A mayor demanda, dado un nivel de oferta, los precios suben. Si la demanda se reduce y simultáneamente la oferta aumenta, los precios bajan. Este principio tan elemental del funcionamiento de cualquier mercado, también se aplica a los mercados financieros.
La intervención de los bancos centrales en los últimos años, convirtiéndose en los principales demandantes de bonos, ha tenido un efecto indudable en el precio de la renta fija, subiéndolos considerablemente y, en consecuencia, en los ínfimos tipos de interés ofrecidos por los bonos. El efecto de la intervención de los bancos centrales no se ha ceñido exclusivamente a la renta fija, sino que ha tenido un reflejo inmediato en las bolsas y en los mercados inmobiliarios.
La compra de bonos soberanos y de empresas por parte del BCE en sus programas de adquisición de activos entre 2015 y 2018 han superado con creces las emisiones de bonos realizadas durante dicho periodo. El BCE ha adquirido unos 180 mil millones de euros en bonos corporativos con grado de inversión, mientras que en el periodo de dichas compras las emisiones no alcanzaron los 150 mil millones de euros. El BCE ha creado una demanda "artificial y temporal" que ha superado con creces a la oferta, provocando una subida de precios y una reducción de los tipos de interés de dichos bonos que prácticamente ha aniquilado la prima de riesgo que un inversor "sensato" exigiría a dichas emisiones.
En el caso de los bonos soberanos la intervención del BCE ha ido incluso más allá. Ha adquirido más de 1,7 billones de euros en bonos mientras que las emisiones de bonos soberanos en la Eurozona en dicho periodo han sido apenas la mitad de dicha cifra. De nuevo, la demanda (artificial) de bonos soberanos ha superado ampliamente a la oferta, con las mismas consecuencias comentadas en el caso de los bonos corporativos.
Ahora el BCE ya no será un demandante de bonos como en el pasado. Sólo reinvertirá las cantidades correspondientes a los bonos que venzan. Desaparece el primer demandante de bonos, y la oferta de bonos soberanos sigue aumentando debido a la necesidad de financiar los persistentes déficits públicos. La consecuencia es evidente. Los tipos de interés de los bonos subirán. No demasiado, pero subirán.
La Reserva Federal de EE.UU. (Fed) lleva cuatro años de ventaja al BCE en el proceso de "normalización de la política monetaria". La Fed no sólo ha subido nueve veces los tipos de interés, sino que su balance se reduce al ritmo de $50.000 millones al mes mediante la no reinversión de bonos que llegan a su vencimiento. Simultáneamente, el déficit fiscal de EE.UU. se incrementa casi el billón de dólares anual. Se reduce la demanda de bonos por parte de la Fed y aumenta la oferta de bonos por parte del Tesoro estadounidense para financiar el mencionado déficit.
Así como una parte significativa de la subida de los precios de los activos (bonos, bolsa e inmobiliario), sobre todo en Estados Unidos, se debe a la inyección de liquidez y compra de los bancos centrales, la retirada de dichos estímulos mediante la reducción del balance, de momento solo de la Fed, corre el peligro de reducir significativamente el valor de dichos activos.
Más relevante que la finalización de las subidas de tipos de interés en EE.UU., será la decisión sobre continuar la reducción del balance (la demanda de bonos). El problema de intervenir los mercados financieros durante tanto tiempo, reside en la dificultad de retirar una demanda artificial sin causar graves daños a la valoración de los activos y a la propia economía.
Abrazos,
PD1: La POSVERDAD: Lo que nos creemos a pies juntillas de lo que leemos, o lo que nos gustaría que fuera. Ahora solo creemos en mentiras… Un burdo ejemplo:
Pero no es Madrid, o eso pienso yo. Si le metes zoom:
No identifico que sea Madrid, ¿ o tu sí? No te creas todo lo que lees, no te creas lo que la gente quiera pensar por ti… Denunciemos todo lo que no sea verdad y la gente se lo crea. En la vida espiritual, todo es pura postverdad… Dentro de este relativismo galopante, todos se hacen una religión a la carta y se olvidan de amar…