03 abril 2019

o suben los rendimientos de los bonos, o baja la bolsa

O nos quedamos como estamos, que es lo más probable, subiendo y buscando hacer nuevos máximos…: los bonos están en mínimos de rentabilidad dado la perspicacia de los inversores a que no hay subidas de tipos, y las bolsas actuando como la única alternativa de inversión posible…
El comportamiento antagónico de los tipos de interés a largo plazo y de las bolsas mundiales desde principio de año es, cuanto menos, llamativo. Aunque los temores de la cercanía de una recesión global se han disipado, los evidentes signos de desaceleración económica han llevado a los dos principales bancos centrales, BCE y Reserva Federal, a adoptar un lenguaje tremendamente acomodaticio (dovish).
El descenso de los tipos de interés a largo plazo del bono del Tesoro estadounidense a diez años, desde el 3,3% de noviembre pasado al 2,37% actual, recoge las menores expectativas de crecimiento de la economía estadounidense y del resto del mundo. El giro de mensaje de la Reserva Federal, desdiciéndose de las tres subidas de tipos previstas al inicio del año son un reflejo del enfriamiento de las expectativas económicas.
En Europa la situación es similar. El bund alemán a diez años vuelve a ofrecer rentabilidades negativas. Aunque sea económicamente absurdo, el Tesoro alemán es capaz de emitir bonos a diez años y en lugar de pagar intereses, recibirlos de los inversores por "custodiarles su inversión" en el Tesoro alemán. Esta situación no se daría si las previsiones económicas reflejaran un sólido crecimiento. Esta debilidad del crecimiento se extiende al comercio mundial, que hace que los países con mayor peso del sector exterior, como es el caso de Alemania, sean especialmente perjudicados por la considerable ralentización económica global.
En este entorno, las bolsas han sido capaces de recuperar gran parte de las caídas de la última parte del año pasado durante este primer trimestre de 2019. Así, el S&P sube un 20% y se sitúa a menos de un 5% de su máximo histórico. Por su parte, el EUROSTOXX recupera un 15%, quedando todavía a un 7% de los máximos del año pasado.
La subida de las bolsas no se ha basado en una mejora de las expectativas de beneficios futuros de las compañías cotizadas, sino que se ha debido, principalmente, al cambio de mensaje de los bancos centrales y la expectativa de mantenimiento de los tipos de interés en mínimos por parte de los bancos centrales, durante un largo periodo de tiempo.
La actual situación de tipos de largo plazo refleja unas lúgubres perspectivas económicas que no son acordes con un crecimiento de los beneficios empresariales que descuentan las bolsas. Si los indicadores económicos adelantados confirman la cercanía del suelo de la desaceleración económica, los tipos deberían repuntar. En el caso alemán, al menos volver a tipos positivos. Cuanto más tarden los datos económicos en ratificar el suelo de la debilidad económica, más difícil será para las bolsas continuar con su buena racha del primer trimestre.
Desde los niveles actuales, o los tipos de los bonos repuntan reflejando una mejora de las expectativas económicas, que acaba incidiendo en los beneficios o, por el contrario, las bolsas pueden entrar en una nueva fase de inestabilidad.
Abrazos,
PD1: La gente quiere oir testimonios, quiere escuchar de primera mano lo que le pasa a otros para convencerse de que eso es lo bueno… ¿Sabes por qué funciona tan bien “alcohólicos anónimos”? Porque cada uno cuenta su caso y dice lo que le cuesta y sus logros…, animando al resto a hacer lo mismo que ellos.
En la vida espiritual lo que mejor funciona es hablar con otros y contarles tu caso, tus luchas, tus éxitos, tus dudas, tus conversiones… Si las asociaciones que andan de palique cada uno contando “su caso” van de cine, en nuestro apostolado nosotros debemos hacer lo mismo: contarle a nuestro amigo, a nuestro hijo, a nuestro familiar, lo que hacemos, la prácticas de piedad que tenemos durante el día, cómo nos convertimos en su momento, como avanzamos y retrocedemos, lo contentos que salimos al confesarnos, las intenciones por las que rezamos…, nuestras ilusiones de futuro, nuestra esperanza en el cielo… Es lo único que funciona, hablarles de nosotros, no empeñarnos en que ellos hagan lo que hacemos nosotros. Ellos verán si quieren copiarnos o nos toman por “locos”… Sí, estamos algo locos, con muchas ganas de mejorar, de ser más alegres y de alcanzar la paz…