Desde estas líneas te he
contado miles de veces que no se puede gastar más de lo que se ingresa, que
esto genera un déficit que se convierte en papelitos que se venden al mercado…,
hasta que éste se satura… No sé cuándo llegará el día de autos, pero no parece
que se esté haciendo nada por remediarlo.
Los políticos siguen con sus
promesas para captar votos, se sigue chorreando con dinero público todo lo que
se puede. Salvo Alemania, que ha hecho los deberes, el resto de países es
acongojante, ya que el final llegará…, no a corto plazo, que seguimos
disfrutando del dinero de los bancos centrales y no existe prima de riesgo
alguna, y las bolsas siguen sus subidas, pero en unos años, ¿qué pasará?
La
deuda pública de un país es sostenible mientras haya inversores
dispuestos a comprar de forma recurrente los bonos que financian dicha
deuda. Cualquier estado tiene que emitir instrumentos de deuda (bonos y letras)
todos los años para refinanciar la deuda que vence y el déficit generado
ese ejercicio.
Hoy en
día, la sostenibilidad de la deuda pública española, y de la
deuda de la mayoría los estados de la Eurozona, tiene una gran
dependencia del BCE y del mantenimiento de la actual normativa
bancaria que incentiva a los bancos a invertir en deuda pública, en lugar de hacerlo
en otros activos.
La influencia
del BCE es triple: comprando bonos soberanos directamente; financiando a la
banca para que ésta pueda comprar deuda pública; adicionalmente, la
consideración de la deuda pública como activo sin riesgo y, por tanto, sin
consumo de capital para la banca, incentiva la adquisición de bonos soberanos
frente al resto de activos.
Después
de los distintos programas de compra de bonos por parte del BCE,
ya posee el 25% de la deuda pública española (más de 250.000
millones de euros). Aunque no hay ningún programa de compra activo que haga
aumentar este volumen, la reinversión de las cantidades
correspondientes a los bonos que venzan se mantendrá durante
un elevado periodo de tiempo. No se atisba en el horizonte el momento en el que
el BCE reducirá su tenencia de deuda soberana. De hacerlo, la tensión en la
financiación de los estados sería considerable.
Las
distintas ediciones de "barras libres de liquidez" del BCE han
permitido a la banca acumular elevadas carteras de bonos soberanos. Según los
tipos de interés de los bonos soberanos se han ido situando en negativo, y han
vencido los bonos en mayor rentabilidad, el porcentaje de deuda del Estado en
poder de la banca se ha reducido prácticamente a la mitad desde 2012 (del 31%
al 16%).
La
consideración de los bonos soberanos en euros de los distintos tesoros de la
Eurozona como activos sin riesgo, supone un aliciente para los bancos y las
compañías de seguros para adquirir bonos soberanos frente a cualquier otro tipo
de activos. Como demostró la reestructuración de la deuda soberana griega, la
deuda pública no está exenta de riesgo. Por lo tanto, sería lógico que en algún
momento la normativa bancaria y de seguros aplicara criterios de consumo de
capital a la inversión en bonos soberanos. Teniendo en cuenta que entre los
bancos nacionales y las compañías de seguros mantienen actualmente más de la
cuarta parte del total de la deuda del Estado, parece complicado que se pueda
implantar una medida de este tipo sin elevadas turbulencias en los mercados.
Teniendo
en cuenta que entre la tenencia de deuda por parte del banco central y la
mantenida por las entidades financieras españolas superan el 40% del total y
que una parte significativa de la tenencia de no residentes corresponde a
bancos de la Eurozona, es evidente que la sostenibilidad de la deuda pública
española, y de la mayor parte de los tesoros de la Eurozona, depende en gran
medida de las políticas del BCE. Pese a la prohibición explicita al BCE de
financiar los déficits de los estados, el BCE ya acumula el 25% del total de la
deuda pública española, algo impensable hace apenas cinco años. Dada la
dependencia directa e indirecta del BCE dicho porcentaje puede llegar dentro de
otros cinco años a niveles hoy tampoco imaginables.
Mientras
los estados se financien a tipos irrisorios o incluso negativos y la liquidez
siga siendo abundante, nadie parece preocuparse por la sostenibilidad de la
deuda pública. La dependencia del BCE es elevada y creciente. El "whatever
it takes" de Draghi sigue vigente. La pregunta es si lo estará de forma
indefinida.
Abrazos,
PD1: Al principio, los judíos
llevaban a Dios en una tienda de un lado a otro… Después decidieron hacer un
gran templo para que fuera el sitio de oración. Y fue ahí cuando empezaron los
problemas: se pusieron muchísimas costumbres para tratar de pactar con su Dios
las cosas que ellos querían. Venga a quemar animales, venga a hacer sacrificios
pensando que Dios les iba a escuchar. Tuvo que venir su Hijo para decirnos que
lo que quiere no son sacrificios, sino la compasión y el amor de unos a otros.
Y todavía hay gente que sigue
tratando de pactar con Dios, que se cree muy bueno y muy religioso porque hace
muchos rezos, va a Misa, reza muchos rosarios, o lee muchos libros píos… Y sin
embargo, dicho esto por el cura en el sermón de ayer, cuanta gente de Misa
diaria trata mal a la persona que tiene trabajando para ellos en casa. Lo
primero es la misericordia con los demás, el perdón por las faltas o errores
que otros puedan cometer, la comprensión con los que nos rodean, más que todos
los rezos del mundo… No, a Dios no se le compra con los rezos, sino con lo que
hacemos a diario…