Ha pasado de todo. Trump volvió a la carga con su tensa relación por demostrar que EEUU no pierde su hegemonía mundial. China respondió. Las divisas se movieron con un fortalecimiento del dólar mayor, algo no deseado por ellos. En Europa siguen sin conseguir mucho desde el punto de vista político, con líos en Italia. En Alemania aparece la ultraderecha también. En el Reino Unido el Brexit sigue imparable… El enfriamiento económico europeo es más que evidente. Y Argentina, de nuevo, al filo de la bancarrota.
Sin embargo y a pesar de la enorme volatilidad de agosto, terminamos parecidos, con las bolsas estadounidenses caras cerca de sus máximos y con un mercado de bonos de auténtica locura, con rentabilidades más negativas y con mensajes de los bancos centrales avisando de que van a seguir bajando tipos…, siendo poco apetecibles como sustitutivos de la bolsa.
Lo que me ha quedado bastante claro es que si los mercados no han sido capaces de caer con todo lo que ha pasado es que no se quiere vender porque no hay donde poner el dinero con perspectivas, y se sabe que los rebotes aparecen con contundencia…
Una vez más, el verano ha sido un periodo intenso de noticias y hechos relevantes para el devenir de los mercados financieros en los próximos meses. Cabe destacar los siguientes:
La intensificación de la guerra comercial entre EE.UU. y China, con la subida de aranceles por ambas partes. Pese a las últimas noticias de nuevas rondas de negociaciones, la prolongación de la guerra comercial vuelve a ser uno de los principales lastres para el crecimiento mundial, afectando especialmente a las áreas económicas más abiertas, como Europa.
El desplome de los tipos de interés de los bonos soberanos, hasta niveles inimaginables hace escasos meses, es la señal más evidente de las dudas sobre las previsiones de crecimiento mundial. Todos los bonos soberanos suizos ofrecen rentabilidad negativa hasta vencimientos de 50 años; en el caso de los bonos alemanes la rentabilidad negativa alcanza hasta los 30 años; en el caso de los bonos soberanos españoles los emitidos a 10 años ofrecen una rentabilidad por debajo del 0,1%. Incluso las empresas con rating A ya ofrecen rentabilidad negativa en sus bonos.
Los bancos centrales, reunidos en Jackson Hole, insisten en su política monetaria ultra expansiva ante las incertidumbres económicas y la falta de crecimiento sólido. No tardarán en volver a aumentar sus balances comprando de nuevo activos, aunque su efecto sobre el crecimiento sea más que dudoso, y a pesar de las distensiones sobre dichas políticas tanto dentro del BCE como de la Reserva Federal.
A pesar de la generalización de los tipos negativos, el tesoro alemán ha sido incapaz de colocar un bono a 30 años en la cantidad prevista por la falta de demanda. Todo tiene un límite, la capacidad de colocar bonos a tipos negativos también.
Ante la debilidad del crecimiento económico alemán, bordeando la recesión, el gobierno teutón, por primera vez desde 2008, se plantea realizar un programa de estímulo fiscal por 50.000 millones de euros, aunque el Bundesbank se opone. El mero planteamiento de dicha posibilidad es una novedad relevante, pese a que el presupuesto alemán presenta un superávit cercano al 2% del PIB.
La situación política italiana ha sido otro foco de incertidumbre con la caída del gobierno. Finalmente, el acuerdo entre los partidos de izquierda para la formación de un nuevo gobierno presidido de nuevo por Conte ha devuelto la tranquilidad al bono italiano. Todo hace augurar que asistimos sólo a una calma. La presentación y aprobación del presupuesto en los próximos meses pondrá a prueba la resistencia de la nueva coalición de gobierno.
El descalabro del partido del presidente Macri en las primarias en Argentina, augura una vuelta al peronismo. Ello ha provocado un desplome de su divisa y la previsión de un nuevo default de su deuda. De hecho, Argentina intenta ya reestructurar $100.000 millones de deuda ampliando plazos. Nada nuevo en el aciago historial de la deuda argentina. Sólo recordar que hace apenas dos años, Argentina colocó más de $16.000 millones en un bono en dólares a 100 años.
Respecto al Brexit, la última jugada del nuevo primer ministro Boris Johnson, de cerrar el parlamento hasta 15 días antes de la fecha límite del Brexit (31 de octubre) aumenta la incertidumbre y las posibilidades de un Brexit duro sin acuerdo de consecuencias imprevisibles.
En definitiva, la vuelta de la volatilidad a las bolsas durante el verano ha recordado a los inversores los numerosos frentes e incertidumbres que nos esperan los próximos meses. La volatilidad ha vuelto para quedarse.
Abrazos,
PD1: He disfrutado mucho de la familia, de la naturaleza, del deporte. Hemos hablado mucho y nos hemos divertido. Vengo con las pilas muy cargadas, objetivo número uno de unas buenas vacaciones. He tenido tiempo para pensar, algo que me suele faltar durante el resto del año. He tenido mucho tiempo para hablar con Dios de mis cosas, de los míos, de la gente que conozco, de ti también… He pedido mucho para que se mejore la realidad social actual, que hay mucho trabajo/rezos pendiente, por los más necesitados, por los que tienen problemas. He visto lo que la gente pasa de Dios, la cantidad de cosas que tenemos que hacer los cristianos...
Sanxenxo es un sitio estupendo para descansar, pero hay tanta juerga que ves esa huida de los jóvenes, ese consumismo exacerbado… Es un pueblo que pasa de 17.000 personas en invierno a 150.000 en verano y se masifica todo, con lo que eso tiene. Un clima especial, fresquito, y un mar apasionante para los que nos gusta la vela. Un sitio muy bueno para rezar (hemos podido ir a Misa todos los días), con buenos curas y buen ambiente matutino. Aunque, con tanto trajín, cuesta alcanzar la Paz en Dios que siempre es lo que busco…