¿Por qué coincide en que la ralentización es más clara y sin embargo suben las bolsas en todo el mundo? En una fase de menor crecimiento económico, como la actual, sabemos que los beneficios empresariales, que es lo que compramos, van a ser menores. No importa nada. El problema son los bonos que están dando tan poco de rendimiento que no son alternativa de inversión. Luego los inversores compran acciones, y las seguirán comprando al margen de que estén las bolsas en máximos históricos o no:
Rentabilidades pasadas no presuponen rentabilidades futuras. Este aviso presente en todos los productos de inversión es más necesario, si cabe, para la renta fija después del desplome de los tipos de interés de la gran mayoría de los bonos durante este ejercicio.
El retorno esperado de un título de renta fija en el momento de su emisión coincide con el cupón ofrecido, si la emisión se realiza al nominal. En la compra de renta fija después de su emisión en el mercado secundario, la rentabilidad esperada vendrá determinada por el precio de compra. De tal forma que, conocido el cupón periódico y el precio de compra por encima o por debajo del nominal, se sabrá la rentabilidad esperada hasta el vencimiento.
Los fondos de inversión han de valorar todos sus activos diariamente a precios de mercado. Así, los fondos de renta fija sufrirán en su valoración las oscilaciones que tengan los precios de la renta fija mantenida en cartera. Si los tipos de interés suben en mercado, la valoración de los bonos en cartera se reduce. Por el contrario, si los tipos de interés en mercado bajan, la valoración de los bonos se incrementa.
La caída de los tipos de interés de los bonos en Europa durante este año ha sido descomunal. A modo de ejemplo, el bono del Tesoro griego a cinco años con un cupón del 3,45% ha pasado de ofrecer una rentabilidad del 3,45% a principio de año a la actual del 0,4%. La revalorización del bono en precio por la caída de los tipos ha sido del 14%. Es decir, el aumento del precio incorpora una gran parte de los cupones que se pagarán en futuro.
Aplicado a los fondos de inversión de renta fija, el aumento de la valoración de los bonos en cartera por la caída de tipos de interés ha aportado una rentabilidad extraordinaria al valor liquidativo de los fondos. Dicha rentabilidad adicional supone adelantar a este año rentabilidad futura de los bonos mantenidos en cartera.
A partir de ahora es evidente que la posible revalorización adicional de los bonos se vea muy limitada. Difícilmente se producirá una bajada de tipos de interés adicional como la acontecida este año. Ello supondría que el bono griego a cinco años ofrecería una rentabilidad negativa del -2,5%. Parece altamente improbable.
Dado el nivel actual de los tipos de interés en los distintos plazos y en los distintos tipos de activos de renta fija, es evidente que las rentabilidades logradas por la gran mayoría de los fondos de renta fija en este ejercicio no son repetibles en el próximo año. El margen para revalorizaciones adicionales de los bonos por nuevos descensos de los tipos de interés es enormemente limitado, a no ser que entremos en una situación generalizada de tipos de interés cada vez más y más negativos.
Una situación de tipos de interés como la actual era impensable hace apenas un año. Hay que considerar como posible lo impensable. Aun así, es casi una certeza que la rentabilidad proporcionada por la renta fija durante este año no se logrará en los próximos años. Es más, el riesgo de caída en valoración de la renta fija ante repuntes de tipos de interés de los bonos motivados por cualquier evento imprevisto no es despreciable.
Recuerde, rentabilidades pasadas no presuponen rentabilidades futuras, y especialmente en la renta fija.
Y van a seguir comprando al margen de lo que ocurra, al margen de Trump, de la guerra comercial, de los políticos, de menores expectativas de beneficios…No importa nada… Si no han bajado con noticias malas, subirán cuando se firme el acuerdo entre China y EEUU y eso es lo que se está descontando estos días… Abrazos,
PD1: San Agustín decía que muchos no consiguen lo que piden pues son «aut mali, aut male, aut mala». O son malos y lo primero que tendrían que pedir es ser buenos; o piden malamente, sin insistencia, en lugar de hacerlo con paciencia, con humildad, con fe y por amor; o piden malas cosas que si se recibiesen harían daño al alma o al cuerpo o a los demás.
Hay que esforzarse, pues, por pedir bien, insistir y ser conscientes que las cosas espirituales que deseamos de los otros casi nunca sabremos si se alcanzan o no…