31 marzo 2023

pensiones: 3.000 millones de euros más cada mes...

Es insostenible. No hay reforma que lo aguante. Más si cabe las que hacen a costa del trabajo y siendo conscientes de que son insuficientes… Chapuza tras chapuza. Es indignante!!!

La 'herencia' de Sánchez: las pensiones cuestan 3.000 millones más cada mes

La factura anual de las pensiones contributivas será en 2023 unos 42.000 millones superior a la de 2018

La Seguridad Social pagó 11.945,6 millones en pensiones contributivas el pasado mes de febrero, 3.000 millones más que los 8.946,9 millones de marzo de 2018, unos meses antes de que Pedro Sánchez llegara al Gobierno tras la moción de censura a Mariano Rajoy. En términos anuales la cuantía 'extra' se eleva hasta los 42.000 millones al tener los pensionistas un total de 14 pagas. Y en términos relativos es justo un tercio más de lo que se pagaba hace cinco años.

La mayor parte del gasto se lo llevan las pensiones de jubilación, el 73% del total (8.696 millones). La factura la completan los 1.996,8 millones de las pensiones de viudedad, los 163 millones que se destinan a orfandad, 1.058,8 millones por incapacidad permanente y otros 31 millones en favor de familiares, según los datos que proporciona el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Si bien es cierto que la tendencia del gasto es creciente, en los cinco años anteriores, entre 2013 y 2018, la nómina de las pensiones subió menos. Tomando como base los meses de marzo (la nómina varía ligeramente entre meses por las bajas y altas que puedan producirse), se elevó la factura en cerca de 18.000 millones anuales (1.259 millones mensuales), con una subida relativa del 16% (frente al 33% del periodo 2018-2023).


El incremento en el número de pensionistas, que ya supera las 9 millones de personas, no justifica todo el alza en el gasto. 
En marzo de 2018 había 8,7 millones de pensionistas y este mes la cifra se sitúa en las 9,1 millones, un 4% más. Sin embargo, el fuerte crecimiento en el número de pensionistas, con la jubilación de los baby boomers, todavía no ha llegado. 4,2 millones de trabajadores están cerca de jubilarse, el doble que hace solo diez años. El resultado: 15 millones de pensionistas previstos en 2047.

Pensiones más altas

El mayor gasto también viene dado por las revalorizaciones que el Gobierno ha llevado a cabo, especialmente la última, al vincular las pensiones con el IPC del 2022, año de inflación récord (8,4%). Antes de cambiar las reglas con la primera parte de la reforma de las pensiones, el Gobierno revalorizó las pensiones con inflaciones previstas, no pasadas: un 1,6% en 2019, un 0,9% en 2020, un 0,9% en 2021, y un 2,5% en 2022.

En enero, cuando se llevó a cabo la revalorización anual del 8,5%, los jubilados vieron crecer sus nóminas de media en algo más de 100 euros por primera vez en la historia. La pensión media mensual por jubilación se disparó de los 1.260 euros en los que se localizaba en diciembre de 2022 a los 1.368 euros, 108 euros más. Y puesto que no hubo diferencias por tramos de cuantía, la pensión máxima superó por primera vez los 3.000 euros mensuales.

Además, los trabajadores que se jubilan entran con pensiones más elevadas, próximas ya al salario medio en España. En enero de este año la pensión media de estos nuevos jubilados en el Régimen General alcanzó los 1.765 euros, siendo ésta una pensión un 8,26% más alta que la de los que se jubilaron en enero del año pasado (1.523 euros). En febrero, último mes del que se conocen datos, la pensión media de los nuevos jubilados se mantuvo en los 1.624 euros.

A esto se suma también que la tasa de reemplazo de España (en qué grado el sistema de pensiones sustituye el salario que tenía la persona cuando aún era trabajador) es elevada, próxima al 80%, respecto a la media de la OCDE (62%). Todos estos factores aumentan progresivamente la factura y amenazan con desbordar el presupuesto.

Más deuda

La deuda de la Seguridad Social superó en noviembre por primera vez los 100.000 millones de eurosaproximadamente un 13% más que un año antes y un 200% más que en junio de 2018, cuando Sánchez asumió la presidencia, según los datos publicados por el Banco de España (BdE). El déficit se sitúa en torno al 0,5%, pero a esta cifra habría que añadir las transferencias del Estado por los denominados "gastos impropios", que suponen alrededor de 20.000 millones. 

La Seguridad Social mantuvo sus niveles de deuda estables, en torno a los 17.000 millones, durante décadas. Sin embargo, en junio de 2017 el Gobierno que entonces presidía Mariano Rajoy se encontró sin dinero suficiente en el Fondo de Reserva (conocido como 'la hucha de las pensiones') para pagar la paga extra de verano a los pensionistas. Fue entonces cuando la Seguridad Social recibió el primer préstamo del Estado, que se sucedió de muchos otros para poder afrontar el creciente coste de las pensiones.


Para hacer frente a esta situación y bajo su compromiso con Bruselas, el Gobierno ha diseñado una segunda parte de la reforma de pensiones que la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), BBVA Research, y Fedea, entre otros, no ven sostenible. La AIReF, institución que presidió José Luis Escrivá antes de ser ministro, estima que la reforma al completo elevará el déficit de la Seguridad Social en 1,1 puntos de PIB en 2050 y en un punto en 2070.

Los pronósticos de la AIReF parten de un escenario base en el que España alcanzará 50,3 millones de habitantes en 2050 y 52,1 millones en 2070, lo que irá acompañado de una transformación por edades, con el envejecimiento de las cohortes de población nacidas en los años 60 y mediados de los 70, las reducidas tasas de fecundidad de las últimas décadas y el aumento de la longevidad (la media de edad en España supera ya los 45 años).

Preguntado precisamente por este repunte del déficit que proyecta la AIReF, Escrivá ha defendido en estos días que el informe plantea varios escenarios, algunos de los cuales "se van a quedar y se están quedando desfasados" por los efectos de la reforma laboral y el crecimiento de la productividad. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, recordó que la reforma se ha trabajado con Bruselas y aseguró que se ha convertido en "ejemplo" para otros países.

Me extrañaba que no funcionara el efecto base en la inflación…(el efecto base hace que la inflación de hace 12 meses sale del cómputo interanual, y entra la del nuevo mes que sube menos ya que es inflación sobre inflación. Y sale la de marzo de 2022 que fue muy mala, al pasar del 7.6 al 9.8%) Por fin aparece en España el efecto base que le baja al 3,3% la misma, mientras que la subyacente, que es la más importante, ni se ha enterado de la base:


Si quieres algo estos días me escribes a mi email, o me llamas. Abrazos,

PD1: Que tengas una muy Feliz Semana Santa. Que descanses y que reces algo por los más necesitados y para que haya conversiones entre los tuyos. Son días familiares donde revivimos esos duros momentos por los que pasó el Señor. Su Pasión, Cruz y felizmente, su Resurrección y redención de los hombres… 

30 marzo 2023

Asia y la Inteligencia Artificial

Las mejores inversiones para este año son Asia y la Inteligencia Artificial:

Megatendencias para invertir en 2023: Inteligencia Artificial y Asia

En un entorno tan complicado como el actual, con altos tipos de interés derivados de presiones inflacionarias y un menor crecimiento económico es necesario buscar aquellas Estrategias de Inversión que sirvan de refugio para los inversores. Estas estrategias son Asia, con una estimación de crecimiento económico en torno al 5% y que aglutina a más del 50% de la clase media del mundo; y, por otro lado, la Inteligencia Artificial con crecimiento estimado de unos 16 billones de dólares, el equivalente al PIB de China e India.

Comenzando por lo más general como es Asia, donde el crecimiento económico es mayor al del resto del mundo. Asia es tan heterogénea y grande en sí, que habría que discernir entre las diferencias entre países.


En cuanto a valoraciones “podría haber una trampa, con ratios que podrían parecer algo elevados, pero cabe apuntar que en la región hay mucha heterogeneidad. Por un lado, India y Taiwán con múltiplos más ajustados, mientras que la propia China está cotizando unos niveles de PER mucho menores, sumándose Malasia e Indonesia “, apuntaba Victoria Torre, responsable de oferta digital de SelfBank.  Alude también al fuerte crecimiento de China, cuyo objetivo se ha ajustado de un 5,5% al 5% actual, que es mucho más sólido que el de otras regiones. Y con un factor adicional que es su apertura tras unos años de política de covid cero, lo que supondrá una reactivación importante de su demanda interna, pero seguirá el tema inmobiliario que sigue lastrando, y por ello “vemos algunas dudas en China, no decimos que no a China, pero preferimos estar expuestos en general a la región asiática, siendo “moderadamente optimistas”.


Sin embargo, a pesar de la importancia de la región, se sigue viendo una subrepresentación en la cartera de los inversores, y según Óscar Esteban, sales director de Fidelity International, considera que se debe a una falta es la convicción por parte del inversor, así como por un miedo a esa mayor volatilidad de estos mercados. “Yo creo que, si un inversor realmente quiere buscar crecimiento, es la región asiática quien lo genera, tanto en términos de crecimiento demográfico, con un incremento del poder adquisitivo muchísimo mayor, con hábitos de consumo nuevos, donde la riqueza se está generando y también en la que se están dando uno de los avances tecnológicos mayores”, puntualiza.  Es una región que generará más del 50% del crecimiento del PIB del mundo, y eso tiene que verse repercutido en las carteras de los clientes.

En este sentido, Jesús Ruíz de las Peñas, director de desarrollo de negocio de Allianz Global Investor añade que hay un proceso de progresiva incorporación en los índices y el ejemplo más notable puede ser China.  China a través del índice MSCI de emergentes está gradualmente subiendo el peso una vez que se va haciendo una apertura más hacia los inversores extranjeros, condición junto con el desarrollo del mercado de derivados, para que China vaya ganando peso. “Sabemos cuál es el nivel de llegada, y será que China terminará representando cerca del 50% por sí sola del índice total de emergentes, lo que nos obligará a todos los que hacemos asignación de activos a reflejarlo en las carteras”, puntualiza Ruiz. Algo similar a lo que pasó con Japón a finales de los 90, cuando pasamos de la región Asia Pacífico, a hablar de Asia Pacífico ex Japón y lo mismo va a pasar con China, es solo cuestión de tiempo.

En cuanto a aquellos sectores que se vislumbran como los ganadores, desde el punto de vista de Fidelity International, todo lo relacionado con la nueva economía, que eso es consumo, tecnología, dos sectores que tienen mayor potencial de revalorización. Además. Esteban extrapola eso a la región ASEAN, más de 600 millones de potenciales consumidores, no solo de consumo discrecional o consumo básico, sino también de consumo tecnológico, que cada vez es muchísimo mayor en esa región.


En cuanto al sector inmobiliario, que generó tanta volatilidad en 2021, para Torre considera que se trata de una crisis que se mantendrá en el tiempo, que aunque se solucionó por una intervención bastante rápida del gobierno, evitando el contagio a otras regiones, pero “evidentemente esto no se va a arreglar de la noche a la mañana, va a continuar y con cosas que purgar, pero en el que hay compañías que estaban mejor gestionadas que otras, pero aun así, han quedado muy deprimidas las cotizaciones en algunas”.

Y respecto al sector tecnológico, con importantes inversiones por venir y con China jugando un fuerte papel, en Allianz GI están convencidos de esta la Inteligencia Artificial es la principal fuente de disrupción para las próximas décadas, con un impacto superior a la que tuvo internet. PWC nos dice que el tamaño de mercado de inteligencia artificial, lo que va a permitir crecer a la economía global de aquí a 2030, lo estima en 16 billones de dólares españoles, que sería el equivalente al PIB conjunto de China e India.


“Muestra de ser una de las mayores oportunidades comerciales de la historia”, apunta Ruiz, quien hace alusión a otro estudio. El estudio de Presence Research, comenta acerca del crecimiento de una parte específica de la inteligencia artificial generativa, que es lo que probablemente las dos puntas de lanzas más llamativas, ahora mismo más mediáticas son el ChatGPT y Dali, que en los próximos 10 años se prevé en crecimientos a tasas del 27% anual, “lo que la convierte en una temática de genuino crecimiento estructural y transversal, permitiendo aumentar la productividad de una serie de sectores”. Y añade que la tecnología contribuye muchas veces a permitir a las compañías ahorrar costes, y en un escenario en el que seguimos viendo presiones inflacionistas, las compañías tirarán de ella para proteger márgenes.

Y lo que es alucinante es la evolución de usuarios que ha tenido el chatGPT: 1.000 millones de usuarios en unos días…, lo que a otros éxitos les costó años:


Abrazos,

PD1: Tenacidad…


Sirve esto que dice para todo en la vida. La tenacidad en la vida espiritual es muy importante. A la hora de hacer oración, es vital. Hay muchos ruidos que nos distraen, hay que ser muy tenaz y seguir en nuestros despistes…, que la cabeza nos volverá a Dios.

Y sí, en la vida espiritual hay que ser muy terco. Si se pide con insistencia se consigue. Si se piden cosas espirituales, que muchas veces confundimos lo que pedimos que nos mola, con lo que es bueno, que puede sea otra cosa. La Cruz, que estos días vamos a adorar, es buena, fue nuestra salvación… 

29 marzo 2023

venden más fondos para no pagar por los depósitos...

La gente lleva años sin cobrar un duro por los depósitos. Como no protestan y a los bancos les viene de fábula ya que empiezan a tener margen financiero, se mantienen sin remunerar los depósitos. El que protesta se lo llevan a un fondo de inversión. Ahí les genera también muchas comisiones, más ahora que cobran una pasta por la comisión de custodia que se suma a la de gestión…

Los bancos desvían el ahorro a los fondos para no pagar por los depósitos

Los fondos de inversión ofrecen más rentabilidad que los depósitos a los clientes, pero también dejan ingresos extra a los bancos por las comisiones. El Banco de España advierte de que hay que poner el foco sobre la transparencia de la comercialización.

Las cartas están sobre la mesa. El Banco de España constata que los bancos están desviando parte de la bolsa de ahorro por la pandemia hacia los fondos de inversión, un producto que ofrecen más rentabilidad para los clientes que los depósitos, pero que también aportan ingresos extra a las entidades por las comisiones que se suelen cobrar.

Esta práctica es totalmente habitual y el foco de los supervisores está en que se comercialicen de forma transparente y sin inducir a engaño. Pero tiene una consecuencia directa para los ahorradores tradicionales: es la alternativa para no pagar por los depósitos. Así lo corroboran fuentes del Banco de España, que trasladan que se trata de un movimiento defensivo para retener a los clientes que protestan en las sucursales por no ver retribuidos sus ahorros.

El Banco Central Europeo (BCE) ha redoblado la presión sobre Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell para que remuneren los depósitos. Christine Lagarde, presidenta del banco central, llegó a alentar la fuga de clientes, lo que soliviantó a los banqueros españoles por extralimitarse en sus funciones supervisoras. Lo cierto es que ocho meses después de que el BCE iniciara la subida histórica de tipos, hasta el 3,5%, los grandes bancos aún no remuneran por el producto tradicional de ahorro y esta provocando que en el sector incluso se reduzca el ritmo de repreciación.

"Los están desviando a fondos de inversión para no subir la remuneración de los depósitos y retener a los clientes. Pero no hay riesgo de liquidez. Lo llevan haciendo desde hace 20 años. No nos preocupa", explica Mercedes Olano, directora general de Supervisión del Banco de España. Al apostar por los fondos de inversión, los bancos sacan el ahorro del balance y puede reducir sus ratios de liquidez. Pero para el banco central esta estrategia no supone ningún riesgo.

¿Se comercializan con transparencia?

La preocupación, como apuntan desde el Banco de España, se centra en que los fondos se comercialicen con transparencia. Esto es que se explique bien a los clientes que tendrán que pagar comisiones y que el capital invertido no está garantizado. Las comisiones más habituales en los fondos se suelen aplicar por la gestión, la suscripción y por el reembolso. Todas están limitadas por ley, pero pueden llegar al 18% sobre las ganancias.

Estas comisiones repercuten en la rentabilidad final del fondo, por lo que es crucial revisarlas antes de contratar uno. No todas las entidades aplican las mismas comisiones ni las cobran todas. Algunos, por ejemplo, no tienen gastos de suscripción o reembolso.

En cualquier caso, el Banco de España aclara que no tiene competencias sobre la comercialización de los fondos, sino que depende de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC), que ya tiene en el foco los fondos de inversión ligados a renta fija.

Las crisis del SVB y de Credit Suisse acelerarán el pago

La crisis del Silicon Valley Bank (SVB) y la de Credit Suisse obligarán a los grandes bancos a anticipar el pago de los depósitos, como publicó este medio. Una tendencia que también se espera desde el Banco de España, aunque sin determinar cuándo será el momento en el Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell decidan iniciar una guerra por captar el pasivo.

Algunas entidades ya han hechos movimientos en el pago del ahorro tras las tensiones financieras. Este es el caso de ING, que ha subido el interés que paga por los depósitos a 12 y 18 meses, hasta el 1,05% y el 1,25%, respectivamente. Pero los grandes bancos se resisten y todavía no han definido una estrategia para devolver el producto tradicional de ahorro al escaparte de sus oficinas y portales web.

El supervisor hace un seguimiento exhaustivo diario de la liquidez del sistema por las turbulencias financieras de las últimas semanas. Aunque no ha detectado, de momento, una salida "extraordinaria" de depósitos, que se están reduciendo por el efecto trasvase a los fondos y porque las familias recurren a los ahorros para afrontar la elevada inflación, como explican desde el Banco de España.

Mira la carta que han mandado los de Caixabank a sus clientes, anunciado la comisión de custodia para fondos de inversión (fuera del contrato de asesoramiento): un 1%. Totalmente abusivo. Aberrante!!!

Abrazos,

PD1: Imanol Ibarrondo dice:

NO NECESITAS ganar ni ser campeón para ser feliz. No necesitas el reconocimiento y la admiración de los demás para ser feliz. No necesitas gustar a todos, ni ser perfecto o el mejor para ser feliz. En realidad ya lo tienes/eres todo para ser feliz AHORA, pero aún no lo sabes.

Pues eso, lo que se necesita es valorar lo que tenemos y no andar buscando la felicidad donde no existe…

28 marzo 2023

la penitencia...

Interesante:

En el pecado lleva la penitencia

Abrazos,

PD1: Se dice que hoy día se ha perdido el sentido del pecado. Muchos no saben lo que está bien o mal, ni por qué. Es lo mismo que decir, de manera positiva, que se ha perdido el sentido del Amor a Dios: del Amor que Dios nos tiene, y la correspondencia que este Amor pide por parte nuestra.

Quien ama no ofende. Quien se sabe amado y perdonado, devuelve amor por Amor. Estamos hechos para amar y ser amados, es lo que buscamos continuamente. Unos a alguien, otros a ellos mismos…

27 marzo 2023

así ha quedado esto...

Complicadito, pero los mercados reaccionan hacia arriba. Los bonos siguen sin ser la alternativa y esa sensación de que estamos ya en el final de tipos de interés anima a comprar, a pesar de que la volatilidad no nos va a dejar…

Paisaje después de la tormenta bancaria

Parece claro que hay un cierto recorte de las favorables expectativas que para el sector financiero existían a principios de año

Acabamos de asistir en USA a las crisis de SVB y otras entidades bancarias y en Europa a la de Crédit Suisse (CS). Y no sabemos si esto va a acabar aquí, porque hay dudas con algunos bancos pequeños y medianos norteamericanos y este último viernes hemos visto de nuevo fuertes caídas en Deustche Bank y algunos bancos europeos. No espero que haya una crisis bancaria ni remotamente parecida a la de 2007 pero, desde luego, va a haber consecuencias en el panorama económico y financiero.

Política monetaria y crecimiento

La primera y más evidente es el impacto en las decisiones de política monetaria de los bancos centrales. Porque, en contra de lo que dijo la señora Lagarde, los objetivos de estabilidad monetaria y de estabilidad financiera no siempre son compatibles. Y apuesto a que tanto la Fed como el BCE pararán pronto las subidas de tipos. Quizás solo lleven a cabo otra. Además, el endurecimiento de las condiciones financieras por la crisis (menos crédito, mayores primas de riesgo) ya está haciendo parte del trabajo a los bancos centrales. Y puede impactar en el crecimiento potencial, especialmente en Europa, donde la economía se financia con bancos. También hay menos confianza. Como resultado, es probable que haya que revisar a la baja las previsiones de crecimiento para 2023 que, en Europa, habíamos elevado recientemente. Y también se hace bastante más probable una recesión en USA en la segunda mitad del año en curso.

Regulación bancaria

Se ha convertido ya en un clásico responder con mayor regulación a los episodios de crisis en el sector bancario. Y, lamentablemente, no creo que ésta vaya a ser una excepción. Sin embargo, me parece evidente que el principal fallo ha sido de supervisión bancaria, más que de regulación. Porque resulta inconcebible que se pueda “matchear” una cartera de bonos a medio y largo plazo con depósitos mayoristas a corto, sin que el supervisor y otros controles externos, como auditores, agencias de rating o incluso analistas financieros, pongan el grito en el cielo. O que CS llevase tanto tiempo sin que la autoridad bancaria hubiera puesto orden en sus cuentas y su entramado financiero, por ser un banco “too big”. Es probable que nos encontremos en el futuro con que se impongan nuevas ratios que el sector tenga que cumplir, mayor exigencia de capital, más pruebas de resistencia… Pero yo creo que, sin duda, haría falta mejorar la supervisión, como decíamos antes.

Remuneración de los depósitos

Como dice el presidente de la EBA, con la digitalización, los depósitos son ahora más sensibles a los tipos de interés y a la desconfianza. Así que, sobre todo en las entidades no tan grandes, la preocupación por la liquidez y por la base de depósitos ha aumentado. Por otra parte, los bancos europeos tienen que devolver mucha liquidez al BCE en junio. Pudiera ser que la remuneración de depósitos aumente y empezaran a incorporarse a la misma las grandes entidades. Paradójicamente, sería una consecuencia positiva para el ahorrador de esta crisis financiera. Por otra parte, en una coyuntura como esta, se manifiesta como clamorosa la ausencia del tercer pilar de la unión bancaria en la UE, el seguro de depósitos común, que hace desiguales los bancos europeos. Los germánicos no han querido, aunque a lo mejor cambian de opinión ahora… Hay quien incluso propone acelerar la implantación del euro digital (CBDC). Pero eso parece una utopía por el momento. Y, desde luego, el CBDC no podría ser remunerado.

Capital bancario

Lo que han hecho las autoridades suizas “limpiando” por completo los bonos contingentes convertibles (CoCos), antes de hacerlo con el capital de los accionistas, ha supuesto un aldabonazo. De manera que el mercado primario de CoCos, hoy por hoy, está cerrado. Y supondrá un claro aumento de coste cuando alguna entidad logre abrirlo. Además, éste viene siendo un factor enormemente definitorio de las economías de escala en banca. Porque el acceso a los mercados para emitir estos instrumentos, y sobre todo su coste, es muy diferente para las entidades medianas que para las grandes. Y casi prohibitivo para las pequeñas. La gestión de la base de capital se va a encarecer por el mayor coste de los propios CoCos y por la sustitución de estos recursos por capital de primera calidad con mayor precio. Adicionalmente, será más difícil aumentar la ratio de rentabilidad sobre fondos propios.

Precio en Bolsa

Las cotizaciones de BKT (desde hace tiempo) y recientemente de CBK y BBVA habían llegado a superar ya el valor contable. Pero han vuelto a bajar con fuerza, alejándose otra vez. ¿Volverán los precios bancarios a recuperar el terreno perdido? No será fácil. Porque esas valoraciones bancarias estaban poniendo en valor actual un nivel de tipos de interés para el futuro claramente superior al que cabe prever ahora. Ya que, como se ha dicho antes, por un lado, subirán menos y, por otro, quizás bajen antes. Por otra parte, el volumen de crédito amenaza con contraerse y la tasa de mora con aumentar. El resumen de todo ello puede ser una cierta reestimación a la baja de los beneficios bancarios esperados. Y un precio objetivo menos elevado que el anterior.

En definitiva, parece claro que hay un cierto recorte de las favorables expectativas que para el sector financiero existían a principios de año. Menor crecimiento económico, nivel menos elevado de tipos de interés, mayor regulación, cierto deterioro previsible de la calidad del riesgo, gestión más complicada de la base de capital. Y, por último, elevada probabilidad de que las ratios de rentabilidad no aumenten tanto como lo previsto inicialmente.

Abrazos,

PD1: Se acerca el final de la Cuaresma…

23 marzo 2023

La FED volvió a subir los tipos de interés

Otros 25 pb hasta el 5%. Una brutalidad. Pero con semejante inflación, no queda otra. Quizás se pare aquí, aunque algún banco americano habla de que podrían llegar hasta los 5,5%... Ayer se publicaron los datos de inflación del Reino Unido y fueron desastrosos, tanto la general como la subyacente… No cede, a pesar de que ya ha pasado un año y el cambio de base y la fuerte bajada de los precios energéticos debería ayudar. No, las empresas optan por subir precios al calor de lo que hay y viendo que la gente sigue comprando sin grandes problemas…


Y las bolsas no tienen pinta de corregir ya que se les ha vuelto a chutar más dinero por la crisis bancaria. Si te fijas en el gráfico de abajo, llevaban unos meses reduciendo su balance, hasta que lo han vuelto a incrementar con fuerza para salir del paso de la falta de liquidez de la banca…


En Europa los subimos antes de ayer:


Como siempre, vamos con retardo frente a la FED…

El que sí que se ha movido ha sido el euro. ¿Está anticipándonos el eurodolar algo positivo para las bolsas?


Y las pérdidas latentes de la banca europea son inmensas, a pesar de que se nos cuente de la solvencia del sistema… (acuérdate del tamaño relativo de Alemania y Francia, y de Italia y España)


Abrazos,

PD1: Mañana no habrá email. Entro en mi retiro espiritual. Rezaré por los más necesitados y para que la gente de mi entorno, mi familia, amigos, todos vosotros, yo mismo, nos convirtamos un poco más… 

22 marzo 2023

¿un nuevo "Big Short"?

Luis Miguel Ortiz @LuisMiguelValue dice esto que me parece muy interesante:

¿Estamos ante las puertas de un nuevo "The Big Short"? ¿Se está gestando una nueva crisis en la sombra en los bancos regionales? Silicon Valley Bank ( $SIVB ), Signature Bank ( $SBNY ), First Republic Bank ( $FRC )... ¿Qué riesgos acechan?

Llevo leyendo por aquí por Twitter y por foros de inversores de EE.UU. un run run constante sobre un tema...

¿Se está fraguando la siguiente gran apuesta bajista? ¿Estamos viviendo algo parecido a lo que se vivió en 2008? ¿Qué está pasando con los bancos regionales?

Todo el mundo recordaremos la película "La gran apuesta" o "The Big Short", donde se relata la anterior operación bajista que ocurrió con la crisis de las hipotecas sub-prime y que puso en jaque a todo el mercado inmobiliario mundial. ¿Podría estar pasando algo parecido?

El primer Big Short fue el trade de RMBS de 2007/2008 inmortalizado por dicha película en el cine, en el que se compraron ABX-CDS respaldados por hipotecas residenciales y comerciales de alto riesgo que en ese momento generaban una gran ganancia a los bancos comerciales.

Esa primera gran apuesta bajista sucedió como hemos dicho entre 2007 y 2008.

Posteriormente el siguiente "Big Short 2.0" sucedió hace 6 años en marzo de 2017, este tuvo menos bombo y platillo y fue una apuesta contra valores respaldados por centros comerciales. Esta apuesta bajista fue sobre todo contra valores respaldados por centros comerciales en ubicaciones más débiles donde las tiendas podrían cerrar de manera rápida, lo que desencadenaría incumplimientos de pago de la deuda

Si te fijas todas estas apuestas son contra el crédito.

Igual que en el 1º caso de este hilo, la figura más representativa fue el inversor Michael Burry, esta segunda apuesta fue liderada por otro de los grandes inversores de Wall Street, Carl Icahn.

Icahn se puso corto en el CMBX Serie 6, expuesto a gran cantidad de centros comerciales.

Los CMBX Serie 6 son índices derivados de CMBS con una gran exposición a los préstamos en centros comerciales y con grandes concentraciones de préstamos de riesgo medio.

Icahn llevaba corto en este tipo de instrumento desde mucho antes de la pandemia global, pero llegó el momento que ya se estimaba desde años atrás, y el colapso del coronavirus trajo consigo incumplimientos generalizados entre muchos centros comerciales por los cierres.

El resultado de este short fue que Icahn ganó 1.300 millones con la operación: https://bloomberg.com/news/articles/2020-08-11/icahn-scores-1-3-billion-windfall-on-bet-against-shopping-malls#xj4y7vzkg

Michael Burry hizo más de 700 millones con sus CDOs en 2008: https://investopedia.com/who-is-michael-burry-5235600  

¡Por lo tanto vemos que un incumplimiento crediticio puede ser muy rentable!

Luego llegó "The Big Short 3.0", este sucede en el verano de 2020 cuando aparece un nuevo CMBX, los CMBX 9.

Estos, a diferencia de los 6, están focalizados en préstamos sobre hoteles y no sobre centros comerciales.

Tras la pandemia, los tramos de más riesgos sufrieron muchísimo.

Pero vamos a lo importante que nos interesa en este hilo: "The Big Short 4.0". Este tiene su foco en los mismos instrumentos anteriores, pero esta vez se centra en el mercado de oficinas. Los valores de propiedades de oficinas se han desplomado un 25% el último año.

Ya venían con caídas por el cambio en el ámbito de trabajo tras la pandemia. Se teletrabaja más, las nuevas generaciones cada vez aceptan menos el trabajo en oficina y esto se une a las aceleradas subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal. El cóctel perfecto.

Ya han salido noticias al respecto de quiebras e incumplimientos por grandes players del sector. Estamos hablando de nombres como Pimco, Blackstone, Brookfiled Corp entre otros muchos. Si ellos huyen o restructuran sus activos de este tipo es que algo está pasando....

Las propiedades de oficinas de Columbia Property Trust de PIMCO, que van desde Nueva York a San Francisco, incumplen el pago de sus hipotecas de 1700 millones: Pimco-Owned Office Landlord Defaults on $1.7 Billion Mortgage - Bloomberg

Estamos viendo que los más listos del sector se están moviendo rápido ante este problema, que tarde o temprano afectará de manera global a la economía de EE.UU. ¿Por qué está ocurriendo todo esto ahora si llevamos desde 2020 con el mismo problema? ¡Por la subida de tipos!

La Reserva Federal, para combatir la inflación, se ha visto a cambiar su política expansiva de tipos cero a una política restrictiva de subida de tipos agresivas para poder combatir la subida de precios. Pero todo esto trae consigo que muchos proyectos financiados con deuda...

... a tipos muy bajos y con un plazo muy largo puedan quebrar si tienen problemas de liquidez. Todo esto se podría sobrellevar con tipos de interés al 1 o 2%, pero es que el pago de interés, con las subidas más recientes de la FED, se ha multiplicado por 3.

Según datos del sector, aproximadamente el 17% del suministro de oficinas en EE.UU. está vacante en la actualidad. Hay que pensar que casi 92.000 millones de dólares en deudas de esas propiedades de prestamistas no bancarios vencen este mismo año y otros 28.000 millones en 2024.

¿Por qué es tan importante el vencimiento? Porque habrá que renovar esas hipotecas y muchos propietarios no verán viable el hacerlo en un año con los tipos tan altos y con las perspectivas tan desfavorables del sector en este tipo de activos. ¡Vamos, un problemón!

Según Newmark Group, alrededor del 48% de la deuda en propiedades de oficinas que vencen este año tienen una tasa variable. Esto ha hecho que muchos propietarios hayan tenido que negociar topes en las tasas y esto no les han salido gratis, reduciendo aún más su liquidez.

Se comenta que tanto 2023 como 2024 serán años muy difíciles para el sector de oficinas hasta que se encuentre un equilibrio entre la oferta y la demandas por todos los cambios sucedidos en muy poco tiempo. Y aquí aparece un nuevo protagonista en esta historia: ¡Dan McNamara!

"Creemos que hay mucho espacio para que esto caiga en el corto plazo, Y a más largo plazo, cuando maduren, valdrán mucho menos". Todo esto según el traerá muchos más incumplimientos las próximas semanas y meses:

¿Qué instrumento está utilizando McNamara para ponerse corto en este mercado? No se sabe, pero según analistas creen que pueden ser los CMBX14  que son los que más exposición tienen al sector. McNamara ya se aprovechó de hacer dinero con centros comerciales y ahora va a por las oficinas.

¿Pero y qué tiene que ver todo esto con los bancos regionales de EE.UU.? ¿Pues adivina quienes son los bancos más cargados de activos o préstamos de carácter comercial y de oficinas en estos momentos? Pues nuestros queridos bancos regionales. ¡Atención porque poseen el 80%!

Los bancos con menos de 250.000 millones en balance de los EE.UU., es decir más pequeños que $SIVB, representan aproximadamente:

1) El 50% de los préstamos comerciales

2) El 60% de los inmobiliarios

3) El 80% de los inmobiliarios comerciales

4) El 45% de los de consumo

¡Una locura!


Por lo tanto estas tensiones en el mercado inmobiliario tienen una conexión directa con los bancos que están sufriendo grandes problemas de liquidez estas semanas. Todas las noticias hablan de sus bonos gubernamentales, pero poco se habla del riesgo del impago de hipotecas.


Y finalmente:


En el que las casas residenciales:


Siempre se acaba rompiendo algo:


Mientras, estamos obsesionados con los CoCos, con lo que hace UBS, con el sector bancario. Y los bancos centrales han dado otro chute de liquidez al sistema que provoca nuevas alzas… Pero nos olvidamos de las causas de los problemas bancarios actuales… y de que no podemos vivir anestesiados toda la vida… Abrazos,

PD1: Este fin de semana me voy a hacer mi curso de Retiro. Un parón, buenas meditaciones y mucha oración y propósitos de mejora. Si te gustaría venirte conmigo me encantaría compartir esta experiencia. La disfrutarás. 

21 marzo 2023

la culpa de la inflación es de los bancos centrales

Y ahora se duda si es una inflación de costes o de demanda… Es por culpa del exceso de liquidez…

La inflación de los Banqueros Centrales

Que nadie tenga duda alguna: la inflación que padece el mundo ha sido provocada por las políticas monetarias, fiscales y de orden financiero de la Reserva Federal, el BCE, el Banco de Inglaterra, y, por supuesto, el Banco de Japón. La política monetaria, en principio la única responsabilidad de los Bancos Centrales, cambió radicalmente respecto a la de los últimos cincuenta años como resultado de la experiencia tras la Gran Crisis Financiera del 2008 y la consiguiente Gran Crisis Económica que nos afectó, globalmente, hasta 2012.

La inflación, desencadenada a partir de 2021 ha sido provocada por los 'quantitative easing', las 'expansiones cuantitativas' del Balance de los Bancos Centrales. Estos son, asimismo, responsables de los efectos de la subida de tipos de interés, imprescindible para controlarla.

La política de tipos de interés negativos, cero o cercanos a cero, mantenidas durante diez años ha producido grandes distorsiones en las inversiones de los propios Bancos Centrales, de los bancos, de las empresas y de las familias. La subida de los tipos de interés afectará a todos ellos. Producirá pérdidas en el BCE, en los bancos que hayan invertido sin cubrir el riesgo de intereses, a las empresas que no tuvieron en cuenta los posibles gastos financieros y a las familias que creyeron, de buena fe, que los tipos de interés se mantendrían muy bajos durante muchos años.

Las políticas de los Banqueros Centrales durante el periodo 2012-2022 tienen su origen en las teorías de Ben Bernanke, que se analizarán a continuación.

La Nueva Teoría Económica (datos y principios ideológicos)

En líneas generales, que después desarrollaré con mayor extensión, los principios de esa Nueva Teoría eran los siguientes:

Los tipos de interés naturales (“neutral” en la terminología americana) son cada vez más bajos y ello provoca que los tipos de interés que dependen de los Bancos Centrales tengan que ser mucho más bajos para evitar el estancamiento. Todos los responsables de los Bancos Centrales creían que los tipos que dependían de ellos tenían que ser cero o negativos.

La política monetaria, que históricamente tenía dos instrumentos para intervenir en la economía -la Oferta Monetaria (la cantidad de dinero en manos del público) y los tipos de interés-, sólo operaban con estos últimos. El manejo de la Oferta Monetaria ya no era efectivo, y recalcaban que se había demostrado, - y lo subrayo - que la cantidad de dinero en circulación, derivada de las “expansiones cuantitativas” de los Balances de los Bancos Centrales, no afectaba a la inflación.

Los Bancos Centrales constataban que, tras haber bajado los tipos de interés hasta cero o haberlos situado en negativo, en el caso de que se produjeran fluctuaciones económicas que provocaran un estancamiento económico, o una depresión o tasas de crecimiento real muy reducidos -por las causas que fueran- no podrían utilizar los tipos de interés para inducir el crecimiento. De ahí que algunos economistas, como Rogoff, propusieran eliminar el dinero físico. Si todo fuera digital, bastaría con eliminar un porcentaje de ese dinero digital para mejorar las perspectivas de crecimiento.

En esa situación de tipos de interés cercanos a cero los Bancos Centrales, siguiendo el guión de los economistas norteamericanos más prestigiosos, desarrollaron una serie de políticas monetarias “no convencionales”.

La primera es la “forward guidance” que consistía -y sigue consistiendo- en anunciar y explicar cuál será la política monetaria en un futuro próximo. De ahí las apariciones de los gobernadores de los Bancos Centrales después de las reuniones de los respectivos consejos de cada banco. Se consideraba que lo fundamental era inspirar confianza en todos los agentes económicos para que sus actuaciones tuvieran en cuenta la política de tipos de interés de los Bancos Centrales.

La segunda política monetaria no convencional era, y es, la denominada “quantitative easing” (en español, la “expansión cuantitativa”) del Balance del Banco Central, que consiste en la compra de activos, básicamente deuda pública a tipo de interés reducido; y en el caso del BCE, también de compra de emisiones de deuda de empresas privadas. En contrapartida, en el pasivo del Balance del Banco Central aparecerá la creación de dinero, en forma de circulante y de “facilidades de depósito” de los bancos miembros en el caso del BCE.

Lo grave no es la mezcla de estupidez y soberbia del último Nobel de Economía, sino que los Bancos Centrales han aceptado ese planteamiento sin fisuras

Los Banqueros Centrales estaban convencidos de que ese aumento de la cantidad de dinero en circulación era positivo para la economía por dos razones. La primera, porque permitía financiar la deuda pública y la privada a tipos cercanos a cero. La segunda, porque consideraban probado que ese aumento del dinero en circulación creaba la liquidez necesaria para asegurar la recuperación, pero no inflación.

Bernanke, en un artículo que examinaremos posteriormente con algún detalle, se jacta de que el Balance de la FED, desde 2008 hasta 2018 (el artículo es de 2019) había pasado de menos de un trillón (americano) de dólares a 4,5 trillones, sin atisbo de inflación. Su convencimiento del maná que representa la “cuantitative easing” es tal que titula dicho artículo Monetary Policy in a New Era. Lo grave no es la mezcla de estupidez y soberbia del último Nobel de Economía, sino que los Bancos Centrales han aceptado ese planteamiento sin fisuras. Aunque Mario Draghi, con dejes de cinismo, dice aceptar esa doctrina para el BCE, dejando claro que a él le viene bien la nueva teoría económica, porque le ha permitido evitar la fragmentación de la Unión Monetaria en momentos de tensiones nacionales exacerbadas.

Otras medidas no convencionales son las que defienden políticas financieras aún más restrictivas para la banca privada y la que propone fijar objetivos de inflación más elevados del 2%. Si la política de tipos de interés no fuera operativa, porque ya se hubieran reducido a cero y las otras políticas monetarias no convencionales (básicamente la “quantitative easing”) tampoco fuera efectiva -lo que no descartan-, proponen una política fiscal más agresiva. Para lo cual desarrollan una nueva política fiscal con otros planteamientos: a) No habría que tener temor a mayores déficits públicos. b) Se podría reducir impuestos y aumentar el gasto público, sobre todo el que se derivara de inversiones públicas. c) Habría que exponer claramente que la deuda pública nunca iba a repagarse, por lo cual no importaría que aumentara la relación entre deuda pública y PIB. d) Incluso si aumentaran en un futuro los tipos de interés no importaría para esta política fiscal expansiva porque podría emitirse deuda pública indexada a la inflación.

Unos principios que se pueden resumir en una frase: “There would be no tax burden associated with debt”. Esas políticas son las que se exponen en un libro que analizaremos a continuación, publicado en 2019, justo antes de la pandemia.

II La "New Era” de la política monetaria, fiscal y financiera (2012-2020)

En dicho libro, titulado Evolution or Revolution (1), del que no me consta que exista traducción al español, editado por dos de los más influyentes economistas norteamericanos, Olivier Blanchard -economista jefe del FMI durante muchos años- y Lawrence H. Summers -exsecretario del Tesoro de Estados Unidos- se planteaba que había llegado el momento de cambiar, más o menos radicalmente, la política macroeconómica para asegurar el crecimiento futuro.

La radicalidad parte de los propios editores y de su contribución en dicho libro. El libro cuenta con la colaboración, en forma de artículos o comentarios, de otros 26 economistas, entre los que se encuentran Ben Bernanke, Lael Brainard -que en estos días deja su cargo de vicepresidente de la FED para ser nombrada Jefe del Consejo de Economistas de la Presidencia de Estados Unidos- ; de autoridades teóricas como Alan J. Averbach, Robert E. Rubin, Markus K. Brunnermeier y Gita Gopinath, entre otros; y colaboraciones como la de Mario Draghi y Carmen Reinhart.

El libro tiene ese título porque, como figura en el subtítulo, creían los editores, y la mayor parte de los participantes, que había llegado un momento crucial: “Rethinking Macroeconomic Policy after the Great Recesion”. La Nueva Política Económica, por llamarla de alguna manera, que allí aparece, se ha desarrollado según los editores gracias a lo que los economistas han aprendido luchando contra las consecuencias de la Gran Crisis Financiera de 2008 y la consiguiente Gran Crisis Económica.

Afirman que se había dado un paso fundamental en Teoría Económica. Tan importante como para provocar, al menos, una Evolución, pero que podría convertirse en una Revolución teórica si se llegara, tras otras crisis, a una situación de estancamiento económico global de la que fuera imposible salir.

1) El peligro del Sector Financiero

Olivier Blanchard y Lawrence H. Summers insisten en que la crisis de 2008 fue provocada por la actuación de la banca privada en el mundo desarrollado y que las reformas a las que se ha forzado al Sector Financiero deben ser aún más contundentes. No consideran suficiente aplicar las normas de Basilea III a las entidades financieras. Además de aumentar el capital, las provisiones y los tests de estrés continuos, es preciso acentuar todas las regulaciones y mantener la política de tipos de interés negativos o próximos a cero. Bernanke lo tiene claro. “los tipos de interés cero no han influido en la rentabilidad del sector financiero”. Haciendo caso omiso de que han desaparecido las ampliaciones de capital y de que son los Bancos Centrales los que -al menos en el caso del BCE- han financiado la actividad crediticia de la Banca.

Siendo cierto que la Gran Crisis Financiera fue provocada por las entidades financieras y la falta de regulación, la segunda gran responsabilidad fue la de los dirigentes de los Bancos Centrales que creían, con un nivel de ingenuidad o de incompetencia difícil de superar, que un sistema de banca de reserva fraccionaria, con capitales del 2% sobre el pasivo, no podrían provocar crisis como la que se sufrió en 2008.

2) El descenso de los tipos de interés naturales y la estabilidad de los precios

La gran enseñanza que aceptan los autores con fe de carretero es que los tipos de interés de equilibrio, natural, o “neutral”, se han reducido históricamente por causas complejas e indeterminadas, lo que ha obligado a reducir los tipos de interés de los que son competentes los Bancos Centrales.

Un planteamiento irracional, pues se acepta, de entrada, que no se sabe cuál es ese tipo de equilibrio.
Bernanke dice que “la reducción de tipos de interés nominales” está producida por múltiples causas. Cita, entre otras, las bajas tasas de inflación, el envejecimiento de la población en las economías avanzadas, el menor crecimiento observado de la productividad, y lo que él denomina el “estancamiento secular”, por exceso de ahorro y/o por falta de inversión.

No hay referencias en ninguno de los artículos, al enorme cambio producido en el mundo desde 1980 -cuando Deng Siao Ping cambió la política económica de China y fue imitado por la mayoría de países asiáticos, latinoamericanos y algunos africanos-; y, sobre todo, desde el año 2000, cuando se permite a China entrar en la Organización Mundial de Comercio y se acelera la globalización. Una omisión incomprensible, porque sin ese cambio es imposible interpretar los cambios en los precios de los bienes y servicios en todo el mundo y en los propios tipos de interés.
Los economistas que nos ocupan llegaron a la conclusión de que si se produjera una nueva depresión la política económica no podía contar con la política monetaria para salir de la crisis.

En palabras de Blanchard y Summers “we are now and maybe in the foreseeable future in an environment of low nominal and real interest rates” [2019].

3) La importancia de la globalización en los precios y los tipos de interés

Es muy llamativo que estos economistas y sus seguidores, los Banqueros Centrales, no vieran nada positivo en la reducción de la inflación y que no la relacionaran con la evolución de la economía del mundo desde principios de 1980. En mi opinión, la demografía mundial, el abandono del campo, la extensión de la educación, y las inversiones con tecnologías modernas en industrias y servicios en los países menos desarrollados (impulsadas por la globalización) se han reflejado en una mayor competencia y menores precios de una parte básica de los bienes y servicios comercializables.

Una deflación de precios en el mundo desarrollado parecía lógica e inevitable. Y no tenía porque ser negativa. Simplemente, una vez más en la historia, como había puesto de manifiesto Adam Smith en La Riqueza de las Naciones, el libre comercio había provocado un desplazamiento de la producción de bienes y servicios hacia los países que tenían menores precios absolutos o relativos. Era evidente que la defensa del nivel de vida de los trabajadores de los países desarrollados que seguían produciendo bienes y servicios tradicionales sólo se lograría si la tecnología mejorara la productividad.

Unos pocos datos creo que servirían para situarnos. En 1980, la población mundial era de 4.300 millones de personas. El año 2000, de 6.000 millones. En 2020, éramos 7.200 millones. Ese año, la población mundial que vivía en ciudades alcanzaba los 1.600 millones aproximadamente. En 2000, esa cifra era de 2.760 millones; en 2020 había crecido hasta 4.400 millones.

El incremento de la población de países no desarrollados que vivían en ciudades pasó de 1.500 millones en 1990, a 2.600 millones en 2000 y a 4.000 millones, aproximadamente, en 2020. Un aumento de 2.500 millones de las personas que podrían trabajar en industrias, comercios y servicios públicos potencialmente modernos, frente a los 350 millones que lo hacían desde mucho antes en los países desarrollados.

Una revolución que debería hacer revolverse en su tumba a Malthus -y a los actuales Malthusianos- que creía, en el siglo XVIII, que la tierra ya era incapaz de alimentar a la población, que estaba comenzando a crecer aceleradamente en ese siglo. Una revolución que ha sacado de la pobreza a más de 600 millones de personas en 40 años. Pero, por alguna razón, la globalización y sus efectos, nunca entra en los cálculos, modelos y perspectivas de estos economistas que creen, aparentemente, que se puede tener una nueva teoría económica para de los países desarrollados y otra, tradicional, para el resto del mundo.

Las consecuencias de esos cambios, junto con las inversiones de multinacionales pequeñas y grandes, de la transferencia de tecnologías y de la financiación de ese desarrollo, es el crecimiento de la economía mundial durante más de 40 años por encima del 3,5% anual acumulativo. Ese crecimiento derriba cualquier teoría sobre el “estancamiento secular”, sea por exceso de ahorro o por falta de oportunidades de inversión.

Era lógico que la competencia internacional provocara tensiones deflacionistas en los países desarrollados. Y también era evidente que la única manera de defender el nivel de vida de la población de los países más desarrollados tenía que ser por la vía de mejoras tecnológicas aceleradas.

Algo que sí ha ocurrido en Estados Unidos y mucho menos en Europa. La defensa de la industria y los servicios de países como España, que no se han modernizado, ha sido el aumento de costes y precios en los países en desarrollo, que han dejado de tener ventaja absoluta competitiva en muchos casos. España ha podido mejorar su posición internacional cuando no todas las mercancías procedentes de China, por ejemplo, han mantenido precios más bajos que los españoles. Lo dicho es ampliable a muchos servicios y a otros países europeos, del Este y del Oeste.

III) La política económica de los Gobiernos y los Bancos Centrales de los países desarrollados entre 2012 y 2022

Sobre los principios expuestos se pusieron en vigor políticas monetarias, fiscales y financieras, con las que estaban de acuerdo los Bancos Centrales y los gobiernos de los países desarrollados desde 2012 hasta principios de 2022.
Los tipos de interés fueron cero o negativos, se aumentó, desmesuradamente, el tamaño de los Balances de los Bancos Centrales, se intensificaron las restricciones a la actividad de las entidades financieras, sobre todo en la Unión Monetaria, se sustituyó la actividad crediticia de éstas por la de los Bancos Centrales, se emitió deuda pública a coste cero, se permitieron los déficit públicos considerados imprescindibles para superar la crisis del 2008 y de cualquiera que apareciese en el futuro y se financiaron dichos déficits por los respectivos Bancos Centrales.

Y, sin embargo, todo ello no se tradujo en inflación. Es más, ningún Banco Central de los citados consiguió alcanzar el 2% de objetivo de inflación hasta 2021. Las tesis de Bernanke parecían ratificadas por la realidad. Una situación que hacía felices a todos. A los Bancos Centrales, porque dejarían de criticarles por haber puesto en vigor políticas contractivas -imprescindibles en mi opinión- para superar la crisis financiera y económica de 2008-2012.

A los gobiernos, porque ahora se aceptaban como positivos, conceptualmente, el gasto público, sobre todo el de inversión, los déficits públicos e incluso se les decía que no deberían preocuparse porque aumentará la relación entre déficit público y PIB.

A las propias entidades financieras, que ya no tenían necesidad de buscar financiación con préstamos a corto y largo plazo y, aunque sufrían en sus cuentas de resultados la ausencia de ingresos por la vía de tipos de interés pudieron poner en vigor todo tipo de tasas que compensaban, en parte, esa falta de ingresos. A las empresas, porque podían crecer y acometer nuevas inversiones sin costes financieros, y no tenían que preocuparse por el coste del capital y por la búsqueda de financiación.

A los particulares, porque podían financiar sus hipotecas a tipos fijos muy bajos a largo plazo o a tipos variables que no deberían preocuparles, porque los bancos, las autoridades financieras y los grandes teóricos de la economía los decían que en el futuro no eran previsibles ni una subida de tipos de interés ni una subida de precios, porque - y eso servía para todos - la inflación era cosa del pasado y se había abierto “A New Era”.

Me parece relevante, para que no se olvide la soberbia de los autores intelectuales de esa política económica aberrante citar, a continuación, algunas de sus consideraciones, tal y como figuran en el libro citado. Me van a perdonar el que haga la mayor parte de esas citas en inglés, para evitar atenuar o agravar, con la traducción, sus auténticas posiciones.

En palabras de Oliver Blanchard y Lawrence H. Summers: “We are now and may be for the foreseeable future in an environment of low nominal and real interest rate” y en relación con los límites de la política monetaria decían “In an environment of limits to monetary policy and neutral interest rates below growth rates, we argue, fiscal policy should play a much more active role in stabilization”.

Están o -estaban- convencidos, de que la experiencia de Japón era un adelanto de lo que nos esperaba a todos los países desarrollados. Dicen: “The case for revolution may seem far fetched, but the experience of Japan over the last twenty years must serve as a warning…. Think of what Japanese macroeconomic policy has had to resort to in order to sustain demand and maintain 1% annual growth over the last twenty years: interest rates, both short and long, close to zero, large fiscal deficits leading to a very large increase in public debt, massive central bank purchases, and recourse to external demand in the form of a current account surplus”.

Finalizan sus conclusions con estas palabras “If the United States or Europe were to go into recession in the next couple of years, in all likelihood their situation would look much more like that of Japan, with zero rates, large fiscal deficits, below- target inflation, and inadequate growth. We may be one cyclical downturn away from a need for revolution. Time will tell wether it comes”.

Carmen Reinhart, en su colaboración, advierte sobre el masivo endeudamiento público y privado en los países desarrollados. Hace igualmente un comentario al tema que más enjundia tiene hoy, el de los tipos de interés: “On the low-rate environment, since 2011 I have been publishing papers saying that low rates are likely to remain low for an extended period of time… Apart from secular stagnation and saving glut, we have low rates because policymakers in the major central banks, and regulators in the world’s largest economies have decided we need low rates”.

En relación con el abandono del control de la Oferta Monetaria como una de las herramientas fundamentales de la política monetaria critican la posición de Patinkin, que en 1948 defendía la efectividad del control de la Oferta Monetaria para recuperar el crecimiento. Fulminan esta herramienta con estas palabras: “This never felt like a very convicing stabilizing mechanism, especially in a world where Central Banks increasingly ignored the money supply and focussed instead on the interest rates”.

El abandono del control de la Oferta Monetaria es tal que hoy en día es difícil encontrar datos con su evolución. Ni siquiera aparecen en las cuentas de los Bancos Centrales. Hay que obtenerlas partiendo de la evolución de los Balances para diferenciar entre la Base Monetaria, que si es explícita y la Oferta Monetaria, que no se calcula.

El artículo de Ben Bernanke, premio Nobel de Economía de 2022, no tiene desperdicio, por su altanería y desprecio a los que no piensan como él. En relación con las políticas monetarias “no convencionales” dice: “I argue that both forward guidance and quantitative easing are potentially effective supplements to conventional rate cuts, and that concerns about adverse side effects (particularly in the case of quantitative easing) are overstated”.

Deja claro que lo que se denomina “quantitative easing” “involves central bank purchases of securities in the open market, financed by the creation of bank reserves hold at the central bank”. Es decir, creando dinero de la nada. O del supuesto crédito infinito de los estados.

No deja de recordar un acontecimiento de 2010, cuando era presidente de la FED, que debió incomodarle en sumo grado, en relación con los efectos colaterales de la expansión cuantitativa: “…memorable example, the Republican leadership of the U.S. Congress wrote to the FED in November 2010 to express concern about further asset purchases. The letter argued…. Such a measure could result…. In hard to control long – term inflation and potentially generate artificial (sic) asset bubbles that could cause further economic disruptions”.

“Evolution or Revolution”. Rethinking Macroeconomic Policy after the Great Recession edited by Olivier Blanchard and Lawrance H. Summer. The MIT Press. Cambridge, Massachusetts. London, England.

En el caso del BCE, la expansión cuantitativa se materializó en sus Balances. En 2008 era de 2.075.107 millones de euros. En 2012 había subido hasta los 2.982.767 millones. En 2019, tras la decisión de Mario Draghi de hacer una expansión cuantitativa, alcanzó los 4.671.425 millones.

La contribución de Mario Draghi es de un interés excepcional para los que vivimos en la zona euro. Deja claro que apoya los planteamientos de Bernanke, los tipos de interés cero o negativos y las medidas no convencionales de política monetaria. Pero también que, a él, la teoría monetaria subyacente le da igual; aunque el BCE haya reducido sustancialmente los tipos de interés e inyectado estímulos adicionales con compras de activos y con otras políticas. Pero quiere separarse de planteamientos doctrinales.

En primer lugar, porque las medidas tomadas por el BCE tenían como objetivo "combatir la fragmentación financiera" de la Unión Monetaria. Y clarifica también que las medidas fueron diferentes porque tuvieron que adaptarse a unas instituciones y unas estructuras diferentes a las de los Estados Unidos.

Explica la crisis del euro entre 2010 y 2012 y como las decisiones se tomaron para recobrar la credibilidad de la moneda única, dado el riesgo permanente de fragmentación financiera entre los diferentes estados miembros.
Y cómo también fueron diferentes las decisiones de cómo aumentar la Oferta Monetaria y el Balance del BCE, aunque tienen cuidado de no usar ninguno de esos términos. En relación con la compra de activos dice: "In a weakened banking sector, such purchases allowed us to inject liquidity into the system outside the banks, especially as the share of nonbank financing in the euro area was rising during the crisis".

Al margen de otros comentarios significativos sobre cómo la política del BCE fue diferente, se despacha con estas palabras: "While several central bank faced transmisión problems, the euro área was confronted with financial fragmentation along national lines that did not have a parallel elsewhere. This reflected our incomplete institutional framework that become visible as a result of the crisis".

Y desde un punto de vista teórico se separa de la ideología con origen Bernanke "…. Rather tan highlighting the limits of central bank, our experience with unconventional policy has, if anything, strengthened our confidence in the effectiveness of monetary policy”. Es difícil pensar en una forma más cínica de poner de manifiesto tanto el poder del BCE, pasado y presente, como las dificultades de mantener la moneda única.

Ha sido evidente el temor de Draghi y de los equipos del BCE y de Bruselas a las actividades financieras de las entidades monetarias en el área euro. Su política ha sido forzar la disminución del número de bancos, obligándolos a fusionarse, intentar la formación de bancos plurinacionales -lo que no han conseguido- y controlar su actividad crediticia.

En la Unión Monetaria se sacrificó la competencia bancaria a la integración en la burocracia del BCE, completado con la desaparición de los Bancos Nacionales, como el Banco de España, que sólo operan como filiales del BCE. Control absoluto de banqueros burocratizados. Compatible con estructuras económicas esclerotizadas, una gran presión fiscal y el desarrollo de políticas intervencionistas en todas las áreas de actividad económica.

El modelo bancario norteamericano, mucho menos importante financieramente que el europeo, y en particular el español, ha seguido otros derroteros. Hay más de 5.000 bancos operativos en Estados Unidos, que compiten entre sí, controlados por la Reserva Federal, con un sistema no tan burocratizado como el de la Unión Monetaria, aunque, también como consecuencia de la crisis de 2008, han sido sometidos a reglas mucho más exigentes de solvencia, liquidez y transparencia. El actual debate en Estados Unidos es si el control burocrático de las actividades crediticias es suficiente. Un problema menor, dado el peso de las otras formas de financiar el tejido productivo al margen del sector bancario.

IV) La estabilidad de precios a pesar de la expansión cuantitativa hasta 2021

No es fácil de explicar por qué la enorme cantidad de dinero que se creó con las expansiones cuantitativas de la mayoría de los Bancos Centrales de países desarrollados no se tradujeron en inflación entre 2012 y 2021.
La primera explicación es que tras la Gran Crisis Financiera de 2008, tanto las empresas como las familias tuvieron que reconstruir sus finanzas; empezando por la liquidez.

En la Unión Europea, la crisis del euro y el temor del BCE a las entidades financieras se tradujeron en ausencia de actividad crediticia bancaria. La expansión cuantitativa, el dinero que crea el BCE, se esteriliza en gran parte. Crece la Base Monetaria, pero no lo hace tanto la Oferta Monetaria.

En el caso de Estados Unidos, además de la reconstitución de balances familiares y empresariales, la liquidez se utilizó para crear empresas tecnológicas de todo tipo a un ritmo frenético. No importaba si eran o no rentables, a corto o medio plazo. El dinero financió una auténtica revolución tecnológica. La transformación económica se puede observar en la composición del S&P 500. A principios de 1980, por poner un ejemplo, el sector energía suponía el 20% del total del valor de ese índice; en 2022 había descendido hasta el 3%. Un 20% del valor de las 500 empresas se concentra en Tecnología de Información; y un 10% en Servicios de Información. El sector Financiero apenas supone un 11%, las constructoras un 3%; y las utilities un 2%. Una auténtica revolución empresarial y económica que les ha permitido enfrentarse a la competencia de los países no desarrollados en bienes y servicios tradicionales.

Otra parte de la explicación es que no está nada claro -en un mundo globalizado y con empresas multinacionales grandes y pequeñas, invirtiendo en tecnología y desarrollo de bienes y servicios en países en vías de desarrollo- qué porcentaje del dinero creado por los países desarrollados ha terminado por filtrarse al exterior. No sólo se trata de dólares físicos, sino de todo tipo de inyecciones de liquidez.

No se entiende el desarrollo de todo el mundo cripto sin la liquidez de la expansión cuantitativa. Ni el incremento del valor de las distintas Bolsas, S&P, Down, Nasdaq, durante todo ese periodo. El exceso de liquidez se refleja, incluso, en el dinero dedicado a las apuestas deportivas a partir de 2020.

En lo que respecta al índice de precios, tanto en Estados Unidos como en Europa, la competencia brutal de un mundo globalizado hasta 2020 se refleja en precios cada vez más bajos de la mayoría de bienes y servicios comercializables.
En mi opinión, éste puede ser el factor clave para explicar la estabilidad de los índices de precios hasta comienzos de 2021.

Tampoco se entiende que economistas tan bien formados como los que escriben en el libro Evolution or Revolution decidieron ignorar las consecuencias monetarias de la globalización. Porque ¿cómo es posible creer en el estancamiento, el exceso de ahorro y la falta de oportunidades de inversión en una economía mundial que crece desde hace más de 40 años al 3,5% real, anual y acumulativo? ¿Cómo ha sido posible que, precisamente, Japón haya sido el país que todos esos economistas creían era nuestro sino? Un país en decrecimiento poblacional, sin inmigración, envejecido. Un país que sigue controlado por un pequeño grupo de empresas monopolistas que planifican su actividad de acuerdo con el Gobierno y el Banco de Japón.

V) La financiación de la pandemia y la reaparición de la inflación

La pandemia provocó la falta de actividad económica en gran parte del tejido productivo mundial. Empresas, sectores y países se cerraron. Para impedir una recesión que podría acarrear la destrucción de muchas empresas, los gobiernos decidieron apoyar, sin muchos miramientos, la política monetaria y fiscal vigente en los principales países desarrollados que se extendió de inmediato al resto del mundo.

Los Bancos Centrales, en concreto el BCE, la FED, el Banco de Inglaterra, el de Canadá y, por supuesto, el de Japón, compraron emisiones masivas de deuda pública y en algunos casos, como en el del área euro, emisiones privadas a coste cero. El dinero ingresado por los estados se dedicó a subvencionar créditos a las empresas y a hacer transmisiones de efectivo a los trabajadores afectados, tanto en Estados Unidos como en Europa.

Todo fue excesivo, sin control, sin plantearse siquiera que un impulso monetario del calibre del que tuvo lugar podría tener consecuencias en los precios de los bienes y servicios.

En cifras, el BCE incrementó su Balance desde los 4.671.425 millones de finales de 2019 hasta los 8.759.120 millones de euros en septiembre de 2022. Un aumento de 4.135.685 millones de euros. Un incremento brutal de creación de dinero que era inevitable que disparara la inflación.

En un primer momento, a lo largo de 2020, no ocurrió nada relevante en relación con los precios. En 2020 la inflación estuvo controlada en todo el mundo por la falta de actividad. Al tiempo que los PIB de la mayoría de precios se reducían entre un 10% y un 20%. Pero la prueba de que los traspasos de dinero gratis para empresas y trabajadores fueron excesivos se pusieron de manifiesto en 2021. El aumento de liquidez que supuso la expansión cuantitativa por la vía del incremento en los Balances de los Bancos Centrales se utilizó sólo en cada país.

Autónomamente. La recuperación de la actividad económica fue, primero, nacional. Incluso en los países miembros del área euro se produjo una gran disparidad en los ritmos de recuperación de la actividad perdida en 2020. El comercio internacional redujo su tasa de crecimiento por primera vez desde los años setenta. No sólo por los estrangulamientos en las cadenas de suministro. Si no porque el dinero se había acumulado en bancos nacionales, en la tesorería de empresas nacionales y en forma de ahorro de las familias. Y, en consecuencia, el gasto de ese dinero fue, básicamente, nacional. La globalización había desaparecido a efectos monetarios inmediatos.

Ningún Banco Central de los países desarrollados previó que la demanda acumulada, que iba a desatarse cuando los ahorros de empresas y trabajadores (unos mucho más que otros, como es obvio cuando todo se hace a brochazos) comenzarán a utilizarse, podría producir un aumento generalizado de los precios. Los responsables de los Bancos Centrales no modificaron sus modelos macroeconómicos como consecuencia de la forma ni por el volumen de financiación de la pandemia. Todo se mantuvo igual. Como si la adición de una enorme cantidad de dinero, alrededor de cuatro trillones (americanos) de euros y una cantidad similar en Estados Unidos no pudieran desatar un fenómeno inflacionista.

En los modelos de los Bancos Centrales, las expansiones cuantitativas sólo crean liquidez, no inflación. Un error inconcebible. Pero una vez desatada la inflación, sólo puede controlarse por la vía de subidas de intereses; porque así como la expansión cuantitativa es muy fácil de operar, la contracción cuantitativa, por reducción del Balance de los Bancos Centrales, es muy larga y complicada.

Cuando comenzaron a producirse estrangulamientos en la producción de chips, y en otros productos básicos, como los derivados del petróleo -antes, incluso, de la invasión de Ucrania-, los Bancos Centrales dictaminaron que la inflación era transitoria. Hasta que fue evidente que el aumento de la cantidad de dinero puesto en circulación con los "quantitative easing" había desatado no sólo estrangulamientos, sino también inflación. No habrán oído ni leído una sola explicación por parte de ninguna autoridad económica, financiera, ni gubernamental, ni la de ningún Banco Central, de cómo lo transitorio se ha convertido en algo permanente.

El desarrollo de las presiones en los precios ha sido diferente en Estados Unidos y en Europa. En Estados Unidos, en 2021 se produjo una gran burbuja en el precio de los activos financieros. Todos los índices bursátiles aumentaron entre el 25% y el 30%. La relación entre el precio de los activos y su rendimiento subió del 16% hasta casi el 22%. En Europa, fueron los bancos receptores de los ahorros de empresas y consumidores los que, en lugar de conceder nuevos créditos con los depósitos que les habían sido aportados, dedicaron buena parte de ellos a incrementar sus "facilidades de depósito" en el BCE.

Para la Banca europea, casi ahogada por regulaciones y exigencias de provisión, capital y tipos de interés que seguían siendo casi negativos, no estaba claro a quien podían prestar. En todas partes, el estímulo monetario se empezó a gastar atropelladamente en lo más necesario. Subieron, primero, los productos derivados del petróleo, carburantes y fertilizantes; después, los precios de los alimentos y después, el resto de los bienes y posteriormente de los servicios.

En países como España, con la desgracia de tener un conjunto de incompetentes y demagogos en el gobierno, fue el propio gobierno el que atizó las presiones inflacionistas. Se subieron todas las pensiones un 8,5% para 2023. Una alegría temporal, acompañada de la preocupación de muchos pensionistas por la perspectiva de que esa política pudiera ser revisable, como ya sufrieron en la crisis de 2010 a 2012, las pensiones de Portugal, Grecia e Irlanda, que se redujeron forzosamente hasta en un 40%.

El gobierno español, que ha visto como los ingresos tributarios crecieron en 35.000 millones de euros más de lo presupuestado en 2022, se ha propuesto gastar todos esos ingresos en lo que fuera. Lo que permite la Unión Europea que, un año más, ha suspendido las reglas de control del déficit y deuda para 2023.

En Estados Unidos, la subida de los tipos de interés ha purgado la burbuja de activos financieros, que han visto reducidos sus principales índices entre el 20% y el 30% en 2022. Pero la reducción cuantitativa, también anunciada para 2023, se ha paralizado por las dificultades para acordar un nuevo techo de deuda pública entre el partido gobernante y el conservador.

VI) Otras consecuencias de la inflación y la subida de tipos de interés

Además de otras consecuencias no buscadas, como la pérdida de autoridad de los Bancos Centrales, la extensión del populismo político en los países con economías de mercado, la inflación y la subida de tipos de interés tienen y tendrán graves repercusiones, en función de la reacción de los agentes económicos y grupos sociales.

La fortísima inflación desatada en 2021 ha vuelto a alterar los equilibrios sociales. Los salarios y los precios de los bienes y servicios han subido desordenadamente en función de la capacidad de presión de empresas y grupos sociales. Lo más peligroso de esta escalada es la participación de los gobiernos, como ha hecho el español con las pensiones. Otra serie de consecuencias tiene que ver con la forma en que se han financiado gobiernos, bancos, empresas y familias durante los diez años de tipos de interés cercanos a cero.

Los gobiernos se van a encontrar con déficits derivados del coste de una deuda pública cada vez mayor. Los bancos van a tener que financiarse remunerando depósitos y emisiones de obligaciones. Las empresas que contaban con reducidísimos costes financieros van a verlos disparados. Muchas serán incapaces de sobrevivir. Las familias que se han endeudado con hipotecas y otros préstamos a bajos tipos de interés van a tener dificultades para atender sus obligaciones.

Los bancos pueden tener problemas si sus políticas de inversión y crédito no están estrechamente relacionadas con la forma y los tiempos de sus fuentes de financiación. Lo que ha ocurrido con el SVB es el mejor ejemplo de lo que puede ocurrir con una mala gestión de los activos y los pasivos.

Los propios Bancos Centrales van a entrar en pérdidas en sus cuentas de explotación. En el área euro, las cuentas de explotación de los respectivos bancos nacionales y del BCE han sido positivos desde su creación. Y han aportado ingresos fiscales. Pero esta situación se ha terminado.

Mario Draghi decidió, en su momento, hacer un tipo de especial "quantitative easing". El BCE prestó dinero a los bancos para que éstos, a su vez, dieran créditos a los particulares. En total, los créditos del BCE a la banca alcanzaban los 2.192.326 millones de euros, en septiembre de 2022, sin ningún corte significativo. Los bancos, a su vez, tenían depositados en el BCE, en el mes de septiembre de 2022, 4.945.694 millones de euros, a los que no se pagaba ningún interés. Cuando el BCE se vio forzado, a empujones, a subir los tipos de interés a partir de abril de 2022, también tuvieron que remunerar los depósitos de la banca en sus bancos nacionales y el propio BCE. Había que impedir que esa enorme masa de Base Monetaria (que suma 5.837.800 millones de euros en febrero de 2023) se convirtiera en Oferta Monetaria, generadora de mucha mayor inflación.

Hasta el 16 de marzo se remuneraban al 2,5%. A partir de esa fecha al 3%. La remuneración tendrá que seguir aumentando. Los préstamos del BCE a la banca, en septiembre de 2022, alcanzaban los 2.192.326 millones, mientras las facilidades de depósito de los bancos (una vez restadas las reservas obligatorias) eran de 4.378.209 millones. Los préstamos a la banca se han reducido a 24 de febrero de 2023 hasta 1.222.192 millones y las facilidades de depósito también se han reducido, pero sólo hasta los 4.112.013 millones de euros.

Esas “facilidades de depósito” en el Balance del BCE le van a costar, si no se reducen, más de 100.000 millones de euros anuales. Unas pérdidas de las que a España le corresponderían, aproximadamente, 15.000 millones de euros, que aumentarán el déficit presupuestario que este gobierno está decidido a dejarnos. Y no creo que se hayan previsto.

Las posibilidades de accidentes derivados de la fortísima subida de tipos de interés son significativas. No es fácil para nadie asimilar unos costes financieros elevados en todas las cuentas de resultados de gobiernos, Bancos Centrales, bancos, empresas y familias. Como siempre, las consecuencias de una crisis bancaria son las más relevantes, porque podrían afectar a todo el sistema financiero y al tejido empresarial.

Las cuentas de resultados de los Bancos Centrales, sobre todo las del BCE, registrarán pérdidas ya en 2022 -quizá entre 15.000 y 25.000 millones de euros-. El BCE tiene, a 24 de febrero de 2023, 116.389 millones de capitales y reservas y cuenta con 589.140 millones en cuentas de revalorización. Pero incluso aunque perdiera todo su capital y reservas, ello no afectaría a su actividad. Pero habría consecuencias políticas.

VII) Reconsideraciones teóricas

Incluso Goldman Sachs, siempre obediente, como todos los bancos de inversión, a los dictados de la Reserva Federal, ha comenzado a dar protagonismo a economistas que ponen de relieve la locura de la política monetaria y fiscal que han seguido los principales Bancos Centrales desde 2012. En el número 155 de su "Top of Mind", Goldman Sachs ha publicado una entrevista con John Cochrane, Senior Fellow of Stanford´s Hoover Institutions. Un reputado fiscalista con una magnífica producción teórica. En dicha entrevista se le hacen una serie de preguntas de las que quiero resaltar alguna.

La primera, preguntado sobre si Milton Friedman tenía razón cuando afirmaba que la inflación era un fenómeno puramente monetario, responde que "no totalmente, porque la política fiscal explica tanto como la monetaria". Dice: "too much debt chasing too few goods drives up inflation, just as too much money chasing too few goods drives up inflation". Una herejía en el mundo de los Bancos Centrales.

Otra pregunta se refiere a porque la inyección monetaria después de la Gran Crisis Financiera no provocó inflación mientras con el dinero gastado en la pandemia ha ocurrido lo contrario. Contesta: "El estímulo de 2008 fue pequeño en comparación con el de la pandemia. Un trillón frente a cinco trillones. Además, en esta ocasión el gobierno creó dinero en lugar de endeudarse. Tres trillones de la pandemia fueron dinero creado ex novo".

Una tercera pregunta se refiere a si el dinero de la pandemia, lo que creó fueron estrangulamientos en la cadena de suministro, como aseguraban los responsables monetarios. Contesta que "un estrangulamiento tan sólo causa un ajuste de precios en la economía, pero que tras resolverse no tiene por qué existir inflación". Continúa: "Inflation is the phenomenon of all prices and wages rising together. Which comes from the government inducing more demand in the face of a supply shock". "It does so by giving people money". Se declara muy preocupado por la inflación en el medio y largo plazo. "The US is stuck in an unsustainable fiscal policy with promises….that the government cannot afford".

Una última cita: "This bout of inflation settle a long running debate. The present low growth (2% now versus 4% until 2000) was not the result of demand-side secular stagnation, fixable only with massive stimulus, but of supply; the economy´s capacity to produce goods and services turned out to be lower than expected, due to, among other things, to burdensome regulations and disincentives to work…. Unleashing supply is crucial in the fight against inflation".

Termino recordando que ninguno de los responsables de la Reserva Federal o el BCE han querido explicar por qué lo transitorio se ha convertido en permanente y qué van a hacer en el futuro con sus modelos macroeconómicos de una "New Era".

Abrazos,

PD1: Francisco ha dicho: “Podemos encontrar en San José, el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta, un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad.”

La importancia del padre en las familias es poco alabada. La figura masculina en casa, menospreciada tantas veces, es un pilar fundamental en la educación de los hijos, que nos ven como reflejo. No nos damos cuenta, pero los padres influimos mucho en los hijos que necesitan de la masculinidad de su progenitor. Y podemos ser igual de tiernos que las madres, pero de otra forma, somos muy complementarios…