07 abril 2015

¿qué va a pasar ahora?

Seguimos con una abundante liquidez que se lleva arriba a los mercados… Y esto seguirá y seguirá…, ¿hasta cuándo?

¿Qué puede suceder en los mercados en los próximos meses?

LA GESTORA ESPERA QUE SE SEGUIRÁ CONTRAYENDO EL DIFERENCIAL ENTRE ALEMANIA Y ESPAÑA E ITALIA

La gestora prevé la continuación de su tesis de nueva normalidad y para moverse en este entorno expresa su preferencia por la deuda corporativa y la renta variable europea, en este último caso a través de valores de calidad y alto dividendo.

PIMCO realiza todos los años cuatro foros en los que se debaten las perspectivas del grupo para el año; en uno de ellos se comunica la visión a largo plazo, actualizada anualmente, mientras que en los otros tres se debate su visión cíclica, que se revisa trimestralmente. El discurso de la gestora se centra en tres puntos principales: beneficiarse de las crecientes divergencias, ser cada vez más globales y esperar un crecimiento en línea con el concepto de “New Normal” acuñado hace algunos años por la entidad. Las dos grandes novedades acontecidas a lo largo del trimestre que han tenido influencia sobre la revisión cíclica de PIMCO han sido por un lado el programa de compras del BCE (superior a lo que esperaba el mercado) y por otro, la tendencia a la baja de los precios de las materias primas, especialmente del petróleo. 
Habitantes de la nueva normalidad
“El crecimiento económico en 2015 será un poco superior al de 2014, un poco más sólido, pero con grandes divergencias”, indica el experto. Esta previsión está en línea con la expectativa de crecimiento e inflación moderados y las divergencias entre políticas monetarias. La firma calcula que EE.UU. crezca entre un 2,5% y un 3% este año y Reino Unido a una tasa similar, que la zona euro y Japón registren entre un 1,25% y un 1,75% y que China crezca entre un 5,75% y un 6,75%. En cuanto a la inflación, en términos generales se percibe un entorno estable en el que no se esperan grandes movimientos ni alcistas ni bajistas, al seguir presentes las políticas monetarias expansivas de los bancos centrales. 
Lacalle detalla la visión de la firma americana sobre Europa. Destaca en primer lugar la aparición de divergencias entre países de la zona euro de la mano de tres factores: la debilidad del euro, la caída de los precios del petróleo y la actuación del banco central. Recuerda que la zona euro ya estaba mostrando signos de recuperación antes de que se anunciara el “QE a la europea”, por lo que “las reformas estructurales añaden base para un crecimiento más sostenible y menos desequilibrado que permitirá ajustar la balanza comercial y reducir los déficit”. La expectativa es que la inflación subyacente se sitúe en torno al 0,5% en la eurozona.
“Alemania y España lideran el crecimiento”, afirma Lacalle. Apunta varias razones: el efecto de las reformas estructurales, una recuperación consolidada del consumo y la recuperación del crédito, teniendo en cuenta sólo la concesión de nuevos préstamos. No obstante, Lacalle lanza una advertencia: “Existe el riesgo de acomodarse con las reformas estructurales. La política monetaria expansiva siempre ha existido, pero el BCE ha estado recordando constantemente que no se puede fiar todo a la política monetaria, porque se hizo en el pasado y fue un desastre”. 
Riesgos para el crecimiento general
En el capítulo dedicado a los riesgos, el representante de PIMCO destaca el cambio de modelo de crecimiento de China, que sigue concentrando sus esfuerzos en la transición desde una economía basada en la expansión industrial a otra orientada al consumo. Lacalle destaca que esta nueva orientación es vista con buenos ojos desde la gestora y añade que, al tratarse de una nación importadora de materias primas, China se ha visto beneficiada por la caída de los precios, de tal modo que “ahora el mercado está mucho mejor suministrado”. Más dificultades van a atravesar otros países del mundo emergente a cuenta de la caída de los precios de las commodities, principalmente Brasil y Rusia.
El segundo riesgo es de carácter intangible y también puede tener efectos sobre el universo emergente. Lacalle habla de “una reacción desordenada de los mercados a la decisión de la Reserva Federal de normalizar los tipos de interés”. Matiza que la Fed está realizando “una política de comunicación intensiva que mitiga el riesgo, por lo que no debería tener un impacto relevante”. El experto hace hincapié en que “todavía quedan bolsillos de oportunidad para que los inversores no estén concentrados en las zonas de riesgo”, así como en el hecho de que los mercados tienden a descontar escenarios más negativos de los que llegan a materializarse. Pone como ejemplo que, frente al temor de que repuntase la tasa de default en EE.UU. dentro del sector energético como consecuencia de la caída del precio del crudo, en realidad se ha podido ver en los últimos meses cómo hasta 23 compañías petrolíferas han conseguido ampliar su capital con éxito.
La tesis con la que trabajan en PIMCO es que la Fed va a emprender el camino de la normalización porque se enfrenta a “un escenario macro más sólido de lo que parece”, en palabras de Lacalle, que insiste que es un signo de solidez que no se haya acusado el impacto de la caída del precio del petróleo. “Al contrario que durante el ‘taper tantrum’, todos los bancos centrales y todos los gobiernos saben que la normalización es un hecho y que va a ocurrir, el riesgo de shock es menor”, concluye el economista.
Las preferencias de inversión de PIMCO
Dentro de la renta fija, la gestora muestra su inclinación por el crédito corporativo europeo, gracias a la solidez de sus fundamentales y a las condiciones favorables para la inversión. Dentro del universo high yield, la preferencia es por EE.UU. antes que por otras regiones. Adicionalmente, aunque la inflación se mantenga en niveles tan bajos, desde el grupo están encontrando oportunidades en bonos ligados a la inflación. En cuanto a duraciones, desde la firma admiten estar cortos en la curva de la deuda de EE.UU., mientras que en Europa prefieren seguir exprimiendo el diferencial de Alemania contra Italia y España, al prever que esta prima de riesgo seguirá comprimiéndose como resultado de la acción del BCE. 
Lacalle hace una declaración interesante sobre el fenómeno de los tipos negativos en renta fija: “Es el reflejo de la percepción de que el riesgo muy bajo. El que acuda a comprar estos bonos a lo mejor ve la posibilidad de recibir el 99,8% de su capital a vencimiento, no quiere tomar el riesgo de asumir una volatilidad superior a otros activos de riesgo”. 
Dentro de la renta variable, la preferencia también es por Europa. Las mayores oportunidades se están encontrando en primer lugar en las acciones que pagan dividendos fuertes. Consideran que sus valoraciones todavía están por debajo de los niveles de 2007-2008 y que han conseguido mejorar su balance durante años. Lacalle señala que se han dado casos de compañías cuya rentabilidad por dividendo frente a la rentabilidad del bono soberano está prácticamente en máximos de tres años. Los activos de calidad son la otra preferencia, entendiéndose dentro de la renta variable a aquellos valores que han conseguido mejorar sus balances de forma continuada y que siguen teniendo un fácil acceso al mercado para refinanciar sus deudas, con preferencia por aquellas empresas expuestas al ciclo pero con un recorrido más largo que la media. 
Abrazos,
PD1: Tenemos un grave problema, de solvencia!!!

¡El problema es de solvencia!

Nos encontramos ante uno de esos momentos históricos que serán recordados como uno de los mayores fracasos de la teoría y política económica moderna. Esperemos, al menos, que permita colocar en su sitio a la ortodoxia económica dominante, ésa que nació a golpe de talonario, al albor de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, el "Consenso de Washington", y que tanto dolor, sangre y sufrimiento han generando. Me refiero, obviamente, a esa labor tan saludable de reutilizar tanto papel mal empleado a otros menesteres más productivos.
Digámoslo claramente, el sistema financiero mundial ya no posee capacidad productiva alguna para generar suficientes ingresos que permitan mantener los valores actuales de los activos. Los mercados se niegan a reconocer esta realidad, pero lo harán. Y les aseguro que la crisis inmobiliaria, ante la que se avecina, será un juego de niños. Y luego nos dirán lo de siempre, que nadie avisó, que son "shocks exógenos", cuando ¡todo lo que va a suceder es endógeno al funcionamiento del sistema! Sería deseable que llegado ese momento, al menos, existieran políticos con agallas suficiente para hacer lo justo, y someter definitivamente al poder del dinero organizado.
Los inversores, especialmente los bancos occidentales, esos que tanto "adoran" el libre mercado, llevan años, desde finales del siglo pasado, llamando a la puerta de los bancos centrales. Mendigan para que les suministren ciertas dosis de elixir -tipos de interés cero, expansión cuantitativa,...- que permita, según ellos, resolver los problemas económicos del mundo. Actúan y se comportan como toxicómanos. Su miopía, su falta de reconocimiento de que los bancos centrales -Reserva Federal, Banco Central Europeo,...- han fracasado a la hora de generar un crecimiento económico sostenible, mientras contribuyen a un incremento brutal en las desigualdades, es inexplicable. Los bancos centrales hace tiempo que dejaron de ser los guardianes de la estabilidad financiera. En realidad, la están socavando.
Tipos de interés negativos como síntoma
Cuando una economía como la europea, con billones y billones de euros de deuda, establece exógenamente, ¡pues claro que exógenamente!, tipos de interés negativos, éstos son un signo evidente de fracaso de la política económica. Sin embargo, la élite política calladita, muda, sin entender absolutamente nada. De los de aquí, mejor ni mencionar la bicha.
Mario Draghi o Ben Bernake, y su predecesora Janet Yellen, simplemente han destrozado, derribado los mercados de bonos europeos y estadounidenses. ¿Y los fondos de pensiones? ¡Qué hilarante escuchar a aquellos que pregonan un sistema privado de pensiones! A los precios actuales, el 99% de ellos darán pérdidas. Elemental, es el riesgo precio señores, obviado por la ortodoxia y una gran parte de inversores. Les recomiendo encarecidamente que lean a Jeremy Grantham, de la gestora estadounidense GMO, y a John Hussman de Hussman Funds. Además de conocer qué es el riesgo precio, y proteger sus ahorros, se adentrarán en un análisis de economía financiera y teoría económica diferentes.
Los tipos de interés negativos son un síntoma de fracaso de la política económica y una violación de los principios mismos de la economía capitalista. El proceso de descomposición del sistema no encuentra parangón histórico. Hace treinta años se favoreció una globalización donde el libre mercado promocionaba bajadas salariales continuadas, mientras, sin prisa pero sin pausa, se iban eliminando todos y cada uno de los resortes que daban una mínima seguridad a las familias, es decir, se desmantelaba, por estos lares occidentales, el estado del bienestar, en aras de la competitividad. ¡Qué no se puede mantener, decían los cachondos!
Pero a la vez, se trataba de contentar a la ciudadanía con unas políticas monetarias excesivamente laxas, que unidas a unos bancos cuyas actividades comerciales y de inversión se entremezclaban y se apalancaban sin límites, incentivaron un endeudamiento masivo de familias y empresas.  Y luego, boom, se montó la de "San Quintín", pero ahora sí que había dinero de todos para rescatar a banco, faltaría más. A partir de aquí, lo ya conocido: ausencia de reformas reales -reordenación y reducción del sistema bancario; reestructuración de la deuda-; diseño a la medida de aquellos que la liaron, deuda y más deuda, ahora pública también. Y para rematarlo, más cicuta, occidente no puede sobrevivir sin generar nuevas burbujas. De ahí el actual subproducto de las políticas económicas fallidas, tipos de interés negativos, de nula utilidad para derrotar la deflación y estimular el crecimiento económico.
¡Es la solvencia, estúpidos!
Mientras que la economía mundial se enfrenta a un problema de solvencia vinculado a una acumulación excesiva de deuda, los bancos centrales del mundo están llevando a cabo políticas diseñadas para un problema de liquidez. ¡Basta ya de tantas mentiras! Los bancos mundiales se enfrentan a billones de euros, dólares, o la moneda que deseen, de deudas incobrables fuera de balance que eventualmente deben ser finiquitadas o resueltas, es decir, dadas de baja, y que lleva lastrando el crecimiento económico durante muchos años. Estas deudas son de todo tipo, desde los préstamos de los bancos alemanes a Grecia, hasta los préstamos con garantía hipotecaria en los Estados Unidos, o la deuda en dólares de empresas emergentes.
Los bancos y los gobiernos se niegan a reestructurar, es decir, a cancelar estas deudas incobrables, ya que hacerlo, según ellos, podría provocar pérdidas de capital para los bancos y los gobiernos. En este contexto la FED y el BCE han decidido abordar la cuestión de la deuda mediante la confiscación lenta del valor de los activos financieros a los ahorradores a través de tipos de interés negativos. Primero hunden a los deudores, y ahora se pasan por la piedra a los ahorradores. Y todo por no abordar directamente el problema, la deuda incobrable.
Como resultado, la capacidad de la economía mundial para pagar el servicio de la deuda existente, y las futuras promesas ya ha llegado a su límite. Se acabó el juego. Ya solo quedan como únicas soluciones posibles la devaluación de las divisas -guerra de divisas-, la inflación o el default, es decir, la quiebra. Nos aproximamos al final del súper-ciclo de deuda que comenzó hace 30 años con esos tipos tan adorados por el establishment, Reagan & Thatcher
PD2: Nos hemos pasado una Semana Santa muy santa, muy rezada. Hemos ido con los hijos a los Oficios, hemos ayunado el Viernes, hemos pasado unos grandes momentos de vida intensa familiar. Y como nos llevamos muy bien, nos hemos divertido. Estuvimos en Vilches, Jaén. Hemos disfrutado de muchos paseos por el campo, de mucha barbacoa en la chimenea, de partidas de Mus, de Continental, de juegos variados. Pero sobre todo, de mucho palique. Es lo mejor que hacemos los españoles, hablar y hablar…, de lo que sea. Resolvemos los problemas de todos hablando y hablando. Y nos lo pasamos bien en familia contándonos nuestras cosas, compartiendo la vida…