11 enero 2016

están preparando a los bancos por si se tuerce todo de nuevo...

¿Te acuerdas de la legislación que se hizo hace dos años sobre los BAIL IN? Es decir, que si se tuercen los bancos, en vez de ser los contribuyentes (españoles o de la UE) los que apechuguen con sus pérdidas (como los casos de Bankia y otras cajas de ahorros), sean los bonistas, accionistas y depositarios del propio banco los que paguen el pato… (BAIL IN=se coge lo que sea del banco para sanearlo…)

El supervisor tiene listos los ‘testamentos’ de los grandes bancos

El Banco de España tiene planes por si llegan problemas a Santander, BBVA, CaixaBank

La crisis financiera ha demostrado que es muy difícil detener la caída de un banco y que los supervisores no estaban preparados para ello. La nueva regulación europea trata de evitar otra quiebra desordenada y caótica como la de Lehman Brothers en 2008 y ha creado los planes de resolución. Son similares a un testamento que escribe el supervisor en vida del banco y establece lo que se debe hacer cuando sea “inviable o previsiblemente vaya a serlo en un futuro próximo, no haya soluciones privadas y por razones de interés público sea necesario evitar su liquidación concursal”, según fuentes del Banco de España. Es decir, sea demasiado grande para caer.
Accionistas y acreedores deben pagar la factura, así como los grandes depositantes. Solo quedan protegidos los particulares y pymes con menos de 100.000 euros de saldo. El organismo dirigido por Luis Linde ya tiene listos los planes de resolución de Santander, BBVA y CaixaBank “y no se ha detectado ningún problema en su análisis”, apuntan en el supervisor. La comisión ejecutiva los aprobará en unas semanas y los remitirá a la Unión Europea. El resto de grandes bancos —los 14 supervisados por el Banco Central Europeo (BCE)—también se someten a este análisis, así como el resto de entidades, cooperativas y cajas. A estas últimas se les exigirán menos compromisos.
El BCE ha delegado la elaboración de estos planes en el Banco de España por su mejor conocimiento del sistema financiero, situación que se mantendrá en 2016 y 2017. Estos planes, que son un ejercicio teórico de complicada adecuación si los mercados internacionales enloquecen, como ha ocurrido en el pasado.
Tratan de ordenar el caos que supone la caída de un banco sin contagiar al resto del sistema y preservando el impacto sobre la economía real. Las medidas previstas son captación de capital mediante emisiones en el mercado, venta de negocios (seguros, gestoras de activos, inmuebles) y mejora de la liquidez. Por otro lado, los tres grandes han cumplido el nuevo requerimiento regulatorio de absorción de pérdidas MREL (Minimum Requirement for own funds and Eligible Liabilities), según el Banco de España.
Este requerimiento se fija caso a caso y entidad por entidad y tendrá que ser comunicado a los bancos a lo largo del próximo ejercicio 2016. No obstante, ante su cumplimiento, se está estudiando en Europa por si fuese posible su aplicación en fases que se prolongaría durante 48 meses. Las mismas fuentes admitieron que el MREL no se comunicará de manera oficial al mercado, si bien las entidades financieras que lo deseen sí podrán hacerlo público.
El principal problema, a juicio del Banco de España, es que el mercado pueda “malinterpretar” los resultados, puesto que un mayor nivel de MREL no quiere decir que esa entidad tenga más problemas. En este sentido, puntualizaron que cumplir con esta regulación “no va a suponer ningún requerimiento de capital adicional” para la banca. El objetivo del MREL es que las entidades financieras de gran tamaño tengan suficiente capacidad de absorción de pérdidas en forma de capital regulatorio y pasivos elegibles.
Y sin embargo, Alemania no quieres el Fondo de Garantía de Depositos Europeo:

Berlín amenaza con llevar el fondo de garantía de depósitos a los tribunales

Alemania insiste en obligar a reducir la exposición de la banca a la deuda pública

Acreedores y deudores siguen en medio de una guerra de baja intensidad para determinar quién carga con el coste de las crisis en Europa. Alemania marcó ayer en rojo los límites de lo que está dispuesta a aceptar en la unión bancaria, el proyecto estrella de la UE para romper el bucle diabólico entre deuda soberana y balances bancarios, que se llevó por delante a Irlanda, España y Chipre. Berlín quiere que la banca del euro acometa una reducción drástica del riesgo antes de permitir un fondo de garantía común —que asegure los depósitos de hasta 100.000 euros— y mutualizado: básicamente, limitar la deuda pública en manos del sector financiero. Y amenaza incluso con llevar a los tribunales la reciente propuesta de la Comisión Europea.
La unión bancaria necesitaba un supervisor común: el BCE asumió esa función este año. Luego, vinieron los problemas. Tras una negociación política farragosa, los Veintiocho están a punto de cerrar los últimos flecos del mecanismo de resolución que permitirá el cierre de bancos sin que sean los contribuyentes quienes paguen por norma la factura. Los alemanes se oponían a activar un fondo de resolución mutualizado para bajar la persiana en caso de bancarrota; al final cedieron y ese esquema se completará gradualmente hasta 2024.
Pero queda por pactar un elemento esencial: un fondo de garantía de depósitos común, para que los clientes se sientan tan seguros en un banco italiano como en uno alemán. Bruselas ha presentado una propuesta relativamente ambiciosa, con mutua-lización progresiva desde 2020. Berlín se opuso con fiereza desde el primer día, y ayer amenazó con torpedear el proyecto.
Alemania, Holanda y Finlandia entienden que se está fraguando un ataque contra sus ahorradores, un intento de aplicar furtivamente una mutualización de la deuda. El ministro alemán, Wolfgang Schäuble, amenazó con llevar ese plan a los tribunales: Berlín asegura que la mutualización no es posible sin reformar los tratados, algo políticamente impensable a estas alturas. Y subrayó que no tolerará nada parecido si antes “no se reduce el riesgo del sistema bancario”. El holandés Jeroen Dijsselbloem hizo aún más explícitos los deseos de los acreedores: Ámsterdam y Berlín quieren que la deuda pública tenga menor peso en los balances bancarios. “Si queremos un fondo de garantía común, primero hay que reducir el riesgo”, dijo.

Riesgo para los países periféricos

Es una jugada que tiene sentido pero beneficia a los países del Norte si se aplica ahora, cuando la Gran Recesión está lejos de haber terminado: la deuda pública se considera un activo libre de riesgo, a pesar de que la crisis ha dejado claro que esa convención es una quimera. Pero elevar el riesgo de los bonos podría poner en duda la solvencia de algunas entidades (básicamente en países periféricos, con una posición fiscal más débil para defender a su banca). Y limitar la deuda en poder de los bancos podría provocar movimientos sísmicos en los mercados de bonos, cuando está aún muy fresca la crisis del euro.
El ministro español, Luis de Guindos, dio una clave fundamental: el episodio de tensión de ayer es propio del inicio de la negociación. “Ocurrió lo mismo con el fondo de resolución y se llegó a un pacto”, dijo. Puede que esta vez suceda igual, pero Berlín tiene claro que va a cobrarse algún peaje antes de apoyar el fondo de garantía. Como dejar a sus centenares de cajas locales y regionales fuera de ese esquema, según apuntaron fuentes europeas.
Abrazos,
PD: En Portugal ya han hecho el primer Bail In con el Banco Espiritu Santo:

Portugal's Bank Bail-In Sets a Dangerous Precedent

As Europe belatedly gets around to repairing its weakest banks, investors who have lent to financial institutions by buying bonds face a brave new world. Their money can effectively be confiscated to plug balance-sheet holes. Recent events in Portugal suggest that the authorities should be wary of treating bondholders as piggybanks, or risk destroying a key source of future funds for the finance industry.
Let's begin with the "what" before we get to the "why." Here's what happened to the prices of five Portuguese bank bonds in the past few days:
SOURCE: BLOOMBERG
Picture the scene. You left the office on Dec. 29 owning Portuguese bank debt that was trading at about 94 percent of face value. In less than 24 hours, you lost 80 percent of your money. So what happened?
Last year, Portugal divided Banco Espirito Santo, previously the nation's largest lender, into a "good" bank and a "bad" bank. If you owned any of those five bonds on Tuesday, you were owed money by Novo Banco, the good bank. On Wednesday, you were told that your bonds had been transferred to BES, the bad bank. The Portuguese central bank selected five of Novo Banco's 52 senior bonds, worth about 1.95 billion euros ($2.1 billion), and reassigned them -- thus backfilling a 1.4 billion-euro hole in the "good" bank's balance sheet that had been revealed in November by the European Central Bank's stress tests of the institution.
At the time of those tests, the value of Novo Banco bonds rose because the capital shortfall was lower than some investors had feared, and the good bank was widely expected to be able to mend the deficit by selling assets. Instead, the Dec. 30 switcheroo means selected bondholders are footing that bill.
Here is where the shoe pinches. The documentation for senior debt typically stipulates that all such debt is what's called "pari passu"; that is, all securities rank equally, and none should get preferential treatment. But by moving just five bonds off the healthy bank's balance sheet, Portugal has destroyed the principle of equality between debt securities.
There's nothing inherently wrong with "bailing in" bondholders who've lent to a failing institution. It's certainly preferable to the old solution of using taxpayers' money to shore up failed banks, and it's enshrined in the European Union's new Bank Resolution and Recovery Directive, which came into effect on Jan. 1. But the principle of equal treatment for ostensibly identical securities is a key feature of the bond market. If investors fear they're at the mercy of capricious regulatory decisions in a restructuring, they'll think more than twice before lending to banks.
It seems likely that Portugal's choice of bonds wasn't completely arbitrary; the documentation for the selected securities says they are governed by Portuguese law, rather than U.K. or U.S. law. It may well be easier to fight any ensuing lawsuits in Lisbon rather than London -- and there are already reports that investors are threatening legal action.
Moreover, Portugal isn't the only country refurbishing its banking industry. Germany's savings banks will need to bolster their capital in the coming months under the new EU rules; and the fourfold increase in bad loans held by Italy's banks since 2008 means the central bank there has some  housecleaning of its own to do. Consolidation -- in the form of forced intermingling of stronger and weaker banks -- is likely in both countries. Investors who own debt issued by German or Italian banks will no doubt reflect carefully on what just happened in Portugal. 
PD2: El caso del Banco de Santander:
Hoy se cumple un año desde que Banco Santander lanzará la mayor ampliación de capital de su historia: 7.500 millones de euros que colocaba en apenas unas horas. Un anuncio que fue acompañado de un drástico recorte del dividendo. 365 días después, la ampliación no ha sentado nada bien a las acciones del banco, que han caído un 40% en Bolsa y aguantan a duras penas por encima de los 4 euros.
El jueves 8 de enero de 2015, a los pocos meses de tomar Ana Botín las riendas del mayor banco de España, anunciaba por sorpresa una ampliación de capital de 7.500 millones de euros, la mayor de la historia del banco. Hacía tiempo que el mercado pedía una ampliación de capital a Banco Santander para cumplir con las exigencias de capital. De hecho, gracias a esa inyección de dinero la entidad conseguía una ratio de capital fully loaded CET1, el de máxima calidad, del 10% frente al 8,3% que tenía al cierre de 2014.
Una ampliación de capital que fue todo un éxito, apenas en algunas horas consiguió colocar los más de 1.200 millones de nuevas acciones que puso en circulación, pero que lleva penalizando a la acción, entre otros avatares de los mercados, desde entonces. Las acciones de Banco Santander han perdido un 40% de su valor en Bolsa al pasar de los 6,856 euros del 8 de enero de 2015 a los 4,151 euros del cierre de ayer jueves. Solo en el día posterior a la ampliación, los títulos del banco se desplomaron un 14% frente al descuento del 10% que ofrecieron las nuevas acciones.
El recorte del dividendo también es otro de esos factores clave, ya que Botín anunció ese mismo día un recorte de un 66%. Así, se pasaba de los 60 céntimos por acción –las míticas 100 pesetas que siempre había defendido su padre- a los 20 céntimos. Eso sí, frente al pago en acciones que se había instaurado en el banco para capear la crisis y evitar que el dinero saliera de la caja fuerte, se pagarían los 20 céntimos en dinero contante y sonante.
Una caída en Bolsa que se ha llevado por delante una cuarta parte de la capitalización del banco también. Frente a los 83.500 millones que valía el banco en Bolsa antes de la ampliación, actualmente capitaliza 24.500 millones de euros menos hasta alcanzar un valor de mercado de 59.900 millones de euros. Una caída de un 28% de su valor en Bolsa en apenas un año.
Un analista consultado poco después de que se llevara a cabo esta ampliación aseguró que lo que no había gustado al mercado era que no se había dejado acudir a los accionistas actuales y que se había optado por diluirlos. La ampliación fue colocada por los grandes bancos de inversión entre inversores especializados. “Santander habría captado sin problema esos 7.500 millones de euros si los hubiera pedido a sus accionistas, pero no nos ha gustado la forma de hacerlo tienes que dejar que ellos digan si quieren o no acudir a la ampliación”, reconoció por aquel entonces.
Lo que está claro es que la ampliación de capital, que debía ser un revulsivo para el crecimiento orgánico del banco, “queremos crecer más rápido” llegó a decir Ana Botín, no ha servido para mucho. De hecho, el Ibex ha sido uno de los índices que peor se ha comportado durante este 2015 entre las Bolsas más importantes. Un año en el que el mayor banco de España ha puesto patas arriba al sector en el país al importar la famosa Cuenta 1/2/3 que ya tenía en marcha en Reino Unido. Un producto que ofrece mejores condiciones atendiendo a una mayor vinculación, pero que también convierte –ese es el caso de España- en accionista al ahorrador.
BRASIL, UN REJONAZO PARA EL BANCO
Como dice el refrán: a perro flaco todo son pulgas. Además de las turbulencias en los mercados, Botín ha tenido que bregar con una economía brasileña en retroceso y con una inestabilidad política en Europa -las tensiones griegas-, pero también en España –primero en Cataluña ante su posible independencia y más tarde en clave nacional ante los inciertos resultados de las elecciones generales del 20D-. Muchas pulgas para un banco que ha visto como BNP Paribas le superaba como el mayor banco europeo por valor en Bolsa, con una capitalización de más de 61.000 millones de euros.
Un año después de esa infausta ampliación, todavía siguen sobre la mesa retos que son, en muchos casos, aplicables al resto del sector. Desde alcanzar mayores rentabilidades a reforzar las ratios de capital del banco pasando por los siempre insistentes rumores de nuevas fusiones en España o incluso a nivel transeuropeo.
Y si cogemos más perspectiva, el resultado en bolsa es desastroso y a punto de romper los mínimos desde 2000 (este gráfico tiene en cuenta las diluciones realizadas por ampliaciones de capital y dividendos):
Cotiza a lo mismo que cotizó en la crisis de 2012, igual que cuando la crisis de 2008 y por debajo de cómo estuvo en 2002. Imponente oiga!!! Y mientras tanto, todos los españoles se fían del banco mayor de España, menos los inversores extranjeros que ven sus dudas en sus inversiones en otros países y tal…
Y no supongas que es un problema del Santander solamente, el BBVA anda igual:
Y lo canalla del sector bancario es lo que se le ha ayudado para que sobrevivieran a la mala actuación que han cometido. En 2008 se salvó a las cajas de que quebraran, se fusionaron muchas, se sacaron a bolsa para que entrara dinero fresco, se creó el banco malo para meter los activos inmobiliarios a un precio de coña que luego no valía eso, se pidió un rescate de 40.000 millones para su capitalización, se les compraron los bonos por parte del BCE para que tuvieran dinero para dar crédito, se les dio un crédito fiscal de mucho importe por lo que sus cuentas de resultados de años posteriores fueron boyantes, se bajó el precio de los bonos para que obtuvieran beneficios, se les compraron hasta las cédulas hipotecarias… Se les regaló a los bancos las cajas ya saneadas. Se les ha dado dinero por activa y por pasiva. Se ha saneado el sector a costa del dinero de los contribuyentes y del BCE… Se permitió que pagaran un dividendo ficticio con ampliaciones de capital. Pero en bolsa no reflejan ese saneamiento. Los bancos mal y no se espera mucha mejora… ¿No será que el modelo bancario de dentro de unos años no será el actual, que habrá otros actores distintos? Es un modelo que va a cambiar mucho en el futuro. Se les va a acabar su primacía…
De Cataluña no digo nada. ¿Banco Central Catalán, Seguridad Social catalana, Hacienda catalana, República catalana, secesión total? De coña. ¿A qué esperamos? Malo para los mercados…, y para los bancos.
PD3: Supongo que ya lo habrás visto, pero esto es lo que pide el Papa Francisco, oraciones… Y hace una interesante comparativa entre todas las religiones. ¡Qué bonito que todas ellas se identifican porque creen en el amor! Dura un minuto, no dejes de pincharlo… https://www.youtube.com/watch?v=OlElPFJPmeY