Sobra el dinero que no sabe donde quedarse. Los bancos lo
depositan en el BCE en depósito a día, con penalización de intereses, ya que no
consiguen que la gente les solicite créditos. No hay créditos porque el
personal no se fía de la ralentización económica y no quiere invertir en
ampliar instalaciones/mercados.
Y la liquidez de los mercados de valores es muy elevada, por eso
no se corrige, no se sabe dónde meter el dinero, no hay alternativas seguras y
rentables…
Recientemente alguien exageró
en Twitter (o se confundió al poner una coma) y multiplicó por 10 el exceso de
liquidez en la zona euro, lo que la situaría muy por encima de lo que viene
siendo habitual desde hace más de un año y medio.
Como puede verse en el Gráfico
1, el exceso de liquidez actual es de 1,838 billones de euros (o, dicho de otra
manera 1.838.000 millones de euros).
Ese exceso de liquidez, como es
bien sabido, se debe en buena parte al exceso de reservas de los bancos por
causa de la compra de deuda pública y de renta fija privada llevada a cabo por
el BCE a lo largo de sus diversos programas de compra de activos, sobre todo de
las realizadas desde 2015 hasta el año pasado, lo que ha llevado el tamaño del
balance del BCE hasta algo más del equivalente al 40% del PIB de la Eurozona
(lo que, a su vez, es más del doble del ratio comparable para el balance de la
Reserva Federal, aunque es mucho menos de la mitad del que corresponde al Banco
de Japón).
Como se ve, la llamada Teoría
Monetaria Moderna se ha puesto de moda como “chic” económico- político-
intelectual de la mano de Alexandria Ocassio-Cortez, tras muchos años de haber
estado siendo practicada por alguien tan adusto y tan poco dado a “épater le
bourgeois” como son los bancos centrales.
En el Gráfico 2 se puede ver
cómo ese exceso de liquidez de la zona euro se manifiesta parcialmente en la
cantidad que tienen acumulada los bancos en la “facilidad de depósito” del BCE:
571.000 millones de euros que son penalizados con un tipo de interés negativo
anual del -0,40% por estar ahí “ociosos”, como “los hombres de Jesusalén” que
miraban al cielo en la parábola evangélica ;-).
El balance del BCE en algunos
momentos crece, a pesar de que Mario Draghi ya dio hace meses por finalizado el
QE ó “política monetaria cuantitativa”, con lo que dejó de comprar bonos
públicos y privados. El hecho se explica porque, aunque solo se renueva la
deuda que vence, con lo que debería mantenerse sin cambios por el momento,
también se reinvierten los ingresos que llegan al BCE como fruto del pago por
intereses de la enorme cartera de deuda pública y privada que tiene acumulada.
Eso hace que el balance del BCE fuera a final del año pasado de casi 5
billones: 4.702.363 millones de euros. Ahora está, según los últimos datos
semanales del BCE, en 4.684.866 millones de euros.
Todo esto indica que en la
Eurozona sigue sin crecer el crédito bancario como debería (crece a un ritmo
anual del 2,8%) lo que viene a ser lo mismo que decir algo bien sabido: que la
economía de la Eurozona está cogida por los pelos para no entrar en recesión.
Exceso de liquidez en la zona
euro
Dinero depositado a plazo de un
día en el BCE
Abrazos,
PD1: El Papa Francisco escribió: «La alegría del Evangelio llena
el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús». Es urgente que
nosotros ayudemos a cada uno a ir más allá de las suposiciones y prejuicios
sobre quién es Jesús y qué es la Iglesia, y a la vez facilitarles el encuentro
con Jesús.
Cuando una persona llega a saber quién es realmente Jesús,
entonces abunda la alegría y la paz.