31 diciembre 2013

23 diciembre 2013 tendencias globales

Estos días de cierta tranquilidad, te quiero escribir cosas que leo que me parecen interesantes. Este de las tendencias para 2014 es uno de ellos:

Las 10 tendencias globales que definirán 2014, según el Foro que organiza Davos

El pasado mes de noviembre, el Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF) publicó su último informe sobre las tendencias para el próximo año, un buen indicativo de lo que podemos esperar a nivel global durante el año 2014. La fundación sin ánimo de lucro que organiza cada año la reunión de las élites financieras en Davos, Suiza, ha recurrido a su red de Consejos de Agenda Global  para diseñar el listado, que intenta identificar “las fuerzas que operarán durante los próximos 12 o 18 meses”.
Como señala en su introducción el informe, “el mundo cambia más rápido que nunca”. Los focos de conflicto aparecen en el momento menos pensado en el lugar imprevisto, por lo que “si queremos abordar los problemas a los que nos enfrentamos como planeta, necesitamos mantener el ritmo y anticipar lo que nos espera”. A continuación presentamos los principales retos del próximo año según su nivel de importancia, de mayor a menor, analizados por los expertos participantes.
Aunque la primavera árabe prometiese un nuevo  panorama político en los países islámicos, los recientes acontecimientos ya no sólo sugieren que quizá el cambio social en dicha región se haya retrasado, sino que sus consecuencias son imprevisibles. “Hay un consenso creciente en que la región está afrontando un período de incertidumbre intensificada, en la raíz de la cual se encuentra la desigualdad social”, explica Tarik Yousef, CEO de Silatech.
El 45% de los expertos aseguran que el principal problema a resolver es la inestabilidad política, mientras que tan sólo el 27% cree que el desempleo sea el reto más importante. Los factores que han conducido a esta situación son la falta de confianza entre  las partes en conflicto, la intolerancia en la arena pública y el fracaso a la hora de proporcionar estabilidad a transiciones frágiles.
El informe lamenta que, a pesar del crecimiento macroeconómico global, cada vez aparecen más bolsas de pobreza en los estados de nivel medio y bajo. Los países en crecimiento han creado una nueva y reducida clase que goza de “unos privilegios económicos sin precedentes” y cuyo desarrollo es paralelo al empobrecimiento de las clases más bajas. China, India y Estados Unidos son tres de los países señalados por Helene D. Gayle, CEO de CARE USA, que añade que “es necesario desarrollar innovaciones que terminen con la creciente desigualdad en el planeta”.
La fotografía de una cola de gente esperando a entrar en una oficina del INEM en Madrid sirve para ilustrar esta  tendencia, que “amenaza nuestro tejido social y crea inquietud”. Se trata de una de las preocupaciones más acuciantes en los países más desarrollados, y que, según el informe, ha de atajarse a través de políticas públicas que contribuyan a la creación de empleo  y a la inversión en el trabajador. “Las empresas deberían tomar parte en la lucha contra el desempleo juvenil, entrenando y tutorizando a los jóvenes en roles que permitan oportunidades de carrera”, explica S.D. Shibulal, CEO de Infosys, que señala que el trabajo  no está desapareciendo por culpa de la tecnología, sino simplemente mutando.
Ni Edward Snowden ni Julian Assange: la nueva guerra en la red tiene un gran número  de enemigos anónimos que en cualquier momento pueden derribar los servidores donde se alojan un gran número de páginas web. Los ataques de denegación de servicio que han sufrido medios como The New York Times o empresas como Paypal y Mastercard preocupan al WEP, así como el “vandalismo” cibernético y la proliferación del llamado “internet de las cosas”.
Aunque cada vez más estudios refuercen la teoría de que el cambio climático ha sido producto de la acción humana, el informe sugiere que aún estamos lejos de conocer las auténticas consecuencias que este puede tener para el planeta. La urgencia que existía hace apenas unos pocos años ha desaparecido y la inversión económica por parte de poderes públicos y el sector privado debería ser mayor, defiende Christiana Figueres, de las Naciones Unidas: “Acelerar la introducción de las energías renovables en la matriz energética no tiene sólo implicaciones climáticas positivas, sino que nos transporta al puntero futuro de una economía baja en carbono”.
La crisis financiera ha provocado que la gente deje de creer en la política, algo especialmente acentuado entre  los más jóvenes. El crecimiento del mercado inmobiliario y de las sub-prime fue visto antes de la caía de Lehman Brothers como “signos de un tremendo progreso” que rápidamente pasaron a ser “símbolos de irresponsabilidad y amenaza”, como explica John Lipsky, de la School of Advanced International Studies. El profesor cree que el mundo de la política debe aprender de su miopía e ineficiencia a la hora de enfrentarse a los problemas económicos, especialmente en lo que concierne al nivel de interconexión de la economía global.
“¿Hasta qué punto nuestros líderes quieren servir al bien común, y hasta qué punto pueden echarse a perder por el deseo de servirse a sí mismos y a sus familias?”, se pregunta el arzobispo John Onaiyekan. La educación es el valor más importante para hacer  frente a ese problema, tanto para generar políticos que piensen a largo plazo como ciudadanos lo suficientemente cultivados como para criticar a los primeros cuando no sirven al bien común. En opinión del cardenal, es vital que los nuevos cabecillas gocen de una gran amplitud de miras para dar respuesta a problemas de muy diferente índole: “Si los líderes dejan de aprender, es el fin”.
La educación del país oriental es una de las razones por las que ha conseguido ser tan competitivo a nivel mundial, junto a la adopción del libre mercado, el dominio de la tecnología y la ciencia y una cultura del “pragmatismo y la meritocracia”. Ello ha dado lugar a la aparición de una nueva clase media formada, en parte, por los “más de 600 millones de personas” rescatadas de la pobreza. Este crecimiento social ha hecho desaparecer las tensiones regionales, aunque puede  significar una importante amenaza para el medio ambiente a nivel mundial
Como nos explicaba hace poco Ricky Burdett, profesor de la London School of Economics, las ciudades crecerán hasta un 80% en las próximas décadas. El crimen, la polución, la enfermedad y la indigencia eran problemas que afectaban tanto al Londres del siglo XIX como a las actuales megalópolis. Geoffrey West, profesor del Instituto Santa Fe, asegura haber creado una “ley de las ciudades” que permite averiguar, a partir del manejo de una gran cantidad de datos, el índice de criminalidad, de enfermos de SIDA o  el tamaño de las carreteras de cada urbe… El factor esencial para el éxito y resistencia de una gran ciudad es, en opinión del experto, la diversificación, y pone el ejemplo de Detroit, cuya economía estaba basada casi únicamente en la industria automovilística, para ilustrarlo.
El informe considera que culpar a las redes sociales de difundir información equivocada es sencillo, pero que de esa manera, olvidamos el contexto social y político en el que se transmiten dichos contenidos. Para Farida Vis, de la Universidad de Sheffield, “cada caso de desinformación es único y debe ser considerado de manera independiente”. La profesora recuerda que el papel del ser humano a la hora de desentrañar la veracidad de una información no puede  ser sustituido por el de ninguna máquina
Abrazos,
PD1: El profesor Argandoña escribe esto sobre el futuro emprendedor y los errores de tratar de capotear con las empresas insalvables:
El Financial Times del 30 de noviembre incluía una larga entrevista con Ha-Joon Chang, un economista sudcoreano que trabaja en la Universidad de Cambridge, y que tiene fama de heterodoxo, porque critica la fiebre de los teóricos por la matemática. Y también por la aceptación acrítica de la visión de la conducta humana como puramente racional (racionalidad instrumental, diría yo): “el pensamiento racional, dice Chang, es un aspecto importante de la conducta humana, pero también tenemos imaginación, tenemos ambición, tenemos miedo irracional, nos dejamos influir por otros, somos adoctrinados y nos dejamos influir por la publicidad”. De ahí su recomendación de abrir las escuelas de Economía a otras disciplinas: psicología, sociología, filosofía, ciencia política, historia…
Pero aquí no quería referirme a sus ideas sobre la ciencia económica (el lector perdonará mi sesgo), sino a una idea que se desarrolla en la entrevista y que me parece importante. Chang recuerda cómo era Corea del Sur cuando él era un niño: un país subdesarrollado, con una renta per capita de 82 dólares, frente a 179 de Ghana. El dictador Park Chung-hee practicó políticas que hoy llamaríamos heterodoxas para desarrollar los sectores productivos que han llevado al país al nivel de vida que hoy muestra. Chang apruebas esas medidas: el secreto no está en lo que Corea sabía hacer bien entonces, sino en lo que necesitaba saber hacer bien en el futuro. Los países, afirma Chang, necesitan desarrollar sus capacidades, del mismo modo que el potencial de un niño crece en la escuela.
La moraleja que saco de esa idea de Chang es que está muy bien que un país se base en sus ventajas comparativas a la hora de desarrollarse, como he explicado hace poco en otra entrada de este blog a propósito de los cocineros peruanos (aquí), pero que esas ventajas deben ser entendidas en sentido amplio: una población numerosa y no cualificada significa que el país tiene ventajas en productos de mano de obra no cualificada, pero, con sentido de futuro, también significa que puede tener mucho futuro en productos de mano de obra cualificada, si es capaz de cualificarla. Chang cita lo que pudo haber sido el pensamiento de los japoneses cuando promovieron el crecimiento de su país: “No iremos a ninguna parte si nos agarramos a aquello en lo que ya somos buenos, la seda”.
Chang añade otra idea que me parece importante: solo han triunfado los países que han obligado a sus emprendedores a competir internacionalmente. Puede protegerse una industria si luego, muy pronto, se le empuja a salir a los mercados internacionales, “del mismo modo que usted envía a su hijo a la escuela, pero no le resuelve su vida hasta los 45 años”. Una buena sugerencia para el crecimiento de nuestro país: no se trata de sostener a las empresas que ya tenemos, sino de promover las que todavía no tenemos. El proteccionismo acaba siendo una enfermedad letal.
PD2: Las previsiones del FMI han ido cambiando cada tiempo que pasa. Mira el resumen de las mismas y las últimas que publican para el conjunto del mundo: crecimiento del 3,6%, no está mal. Aunque si te lo desgloso las economías desarrolladas se llevan la peor parte…
Y el comercio mundial:
PD3: El problema del sector eléctrico y su déficit de tarifa es que ZP fue muy generoso con las renovables, daba una rentabilidad del 10% a los inversores que, sin poner dinero (se lo prestaba el banco), invertían en las mismas a costa de que España les compraba luego lo producido!!! Un auténtico timo para el pobre españolito que no entró en este juego, que nos tocaba pagar en el recibo sus subvenciones. Y el segundo problema es que los políticos de ambas formaciones se aparcan sus días para recibir la contraprestación de favores realizados…!!! Es indignante como se recolocan de esta cutre forma tanta gente que debería haber vuelto a su trabajo previo, si es que lo tuvo alguna vez…
Gracias ex políticos por ayudarnos tanto desde la generosa jubilación que recibís…, ¿os estarán pagando los favores de antaño, supongo?
PD4: Con respecto a la nueva ley del aborto: Como sabes, yo creo que la vida empieza en la concepción, no en el nacimiento. Una sola vida salvada es un bien inconmensurable. Una sola vida ya es un motivo de celebración por todo lo alto…
PD5: El otro día estuve en el banco haciendo gestiones, ufff… En la ventanilla de al lado un pobre diablo, un trabajador de unos 55 años, se quejaba amargamente de que llevaba sin cobrar desde el pasado septiembre y que iba a tener problemas con los recibos. Me dio mucha pena. Pensé en acercarme y ofrecerle ayuda. Lo descarté. Creo que la mejor ayuda es un escalón más abajo, los todavía más desfavorecidos, los que han pasado ya por esto hace años y desde entonces ni trabajan, ni tienen ayuda alguna del Estado, salvo la caridad de entidades como Cáritas. Estas Navidades, si puedes, conciénciate y haz un esfuerzo adicional. Que no sea todo gastar en regalos y comidas. Una buena ayuda es lo mejor que podemos hacer. Estírate hombre, haz una aportación mensual si puedes. No podemos quedarnos quietos como si nada pasase. Nos cuentan de los brotes verdes que seguro aparecerán algún año. Pero hasta entonces la generosidad en ayudar a tantos es lo más importante. Ni dinero para construir iglesias, ni siquiera para los pobres de África. Los necesitados están en la puerta de Cáritas (y no en las puertas de las iglesias, auténticas mafias de extorsión de limosnas para unos getas que ponen a los mendigos y luego les quitan sus limosnas…) Es en Cáritas donde se realiza esta labor. Mañana no puedes sentarte a celebrar la venida del Señor, la Nochebuena, si no has sido generoso antes con el de al lado…
Por cierto, la Virgen María tuvo al Niño Jesús, pero no olvides la importancia de San José desde el principio…