Ya sabes lo poderoso que es tener petróleo y lo rentable que
puede llegar a ser. Llevabamos más de un año con un precio bastante elevado, a
pesar de la enorme oferta (en parte por el fracking de EEUU) y a pesar de la
ralentización económica mundial…
Pues no es suficiente, quieren subirlo más y más… Y si no sube
más, a lanzar bombitas y tal… Un desastre!!!
Desde hace meses venimos
comentando la posibilidad de que el precio del petróleo se disparara debido a
un eventual “accidente geopolítico” y usábamos el gráfico de más abajo como
premonitorio.
Pues bien, el precio del
petróleo no se ha disparado, por ahora, pero el accidente geopolítico ha estado
a punto de producirse y la probabilidad de que, finalmente, se produzca es ya
muy elevada.
Como todo el mundo sabe, la
semana pasada hubo un ataque de origen desconocido a sendos barcos en el Golfo
de Omán. Previamente, y en la misma semana, había sido atacado con misiles de
los rebeldes hutíes un aeropuerto en Arabia Saudí, además de haberse producirse
un ataque a un oleoducto, también en Arabia, y a varios barcos petroleros
árabes y noruegos en el mes de mayo.
De todos ellos el de mayor
envergadura ha sido el de la semana pasada en el Golfo de Omán. EEUU reaccionó
acusando a Irán de ser el autor de los hechos e Irán se defendió recordando
que, precisamente ellos, habían rescatado a la tripulación de uno de los
barcos. Nadie ha reivindicado hasta ahora los ataques que se supone no
benefician en nada a Irán en la escalada verbal que mantiene con EEUU. Hay
quienes para poder conjugar las versiones contrapuestas de EEUU e Irán acusan a
los sectores más radicales del régimen iraní de ser los autores, tratando de
provocar así un enfrentamiento entre los dos países. Naturalmente surgen las
versiones de un ataque de “falsa bandera”…
Lo cierto, y a efectos de lo que
aquí importa, es que el precio del petróleo subió con fuerza (un 4%) en las
horas siguientes a conocerse que los barcos (que, por cierto, no eran
petroleros, sino que transportaban otro tipo de productos energéticos) habían
sido atacados, para calmarse y deshincharse después.
Tenemos, pues, por ahora, que
el chartismo histórico que predecía una subida del precio del petróleo debida a
un accidente geopolítico casi ha acertado ya en lo segundo, pero no en lo
primero. Aunque la reacción de EEUU aún está por ver.
Es curioso que Donald Trump,
que en otras ocasiones reacciona furioso a través de Twitter, no lo haya hecho
con este incidente y se haya limitado a aprobar las palabras de su Secretario
de Estado atribuyendo la autoría de los atentados a Irán. Hay dos explicaciones
posibles a una conducta tan moderada: 1) le va fatal una subida del precio del
petróleo para sus planes de reelección por lo que intentaría no tensar
demasiado el conflicto para evitar esa subida (de hecho en el mismo fin de
semana de los ataques de mayo a los barcos en un puerto de la Unión de Emitos
Árabes hablaba de que se podía negociar con Irán y ya en el otoño pasado pidió
precios del petróleo más bajos) y 2) está preparando una respuesta contundente
pensando que mejor que sea ahora que no en fechas más próximas a las elecciones
presidenciales de EEUU: después de todo si viera el gráfico que venimos usando 😉, sabría que esa subida sería de escasa
duración, apenas tres meses.
No hacer nada, tras atribuir a
Irán el origen de los ataques de la semana pasada, supone “perder la cara”
(como dicen los anglosajones). Es decir, supone quedar bastante mal ante la
opinión pública nacional y mundial: no se puede ir por el mundo amenazando y
cuando llega la hora de la verdad ejercer de prudente. De ahí que sea probable
que Donald Trump esté meditando muy mucho la reacción, por lo que no hay que
descartar que esa reacción se produzca con retraso y, sin pensar en que pueda
llegar a declarar una guerra abierta, sí que es probable que Trump quiera aplicar
un escarmiento a Irán. Digamos una “operación quirúrgica” que podría ir, como
explica el New York Times en uno de los artículos recomendados más abajo, desde
deshabilitar su sistema de defensa hasta hacer que se caiga su sistema de
comunicaciones o su red eléctrica. Aparte de cualquier otro tipo de ataque que
se pueda imaginar.
El silencio de Trump resulta
bastante inquietante.
El caso es que habrá que seguir
esperando esa subida del precio del petróleo que, si no se ha producido aún, a
pesar de la gravedad de los incidentes de la semana pasada, puede estar
indicando que hay un enorme exceso de oferta de petróleo en el mercado (lo que
es casi tautológico). O simplemente que, para que se produzca, hay que esperar
un conflicto mucho más agudo, con dificultades inauditas para el tráfico
marítimo por el Estrecho de Ormuz, o que afecte también a la salida de petróleo
por el Mar Rojo. Aún tardaremos unas semanas o unos meses en saberlo. Aunque la
desafiante actitud de Irán, que acaba de anunciar que volverá a acumular uranio
de manera inmediata, ponen a Trump en un brete: o precios del petróleo más
altos o pérdida de efectividad de sus amenazas.
La evolución del gráfico, para
el caso de que no se agravara el conflicto mucho, indica que el precio del
petróleo oscilaría entre 58 y 75 dólares durante los próximos meses. Con
conflicto, ya se ha comentado aquí muchas veces, se duplicaría y más.
¿Habrá accidente geopolítico?
Abrazos,
PD1: Hay una cantidad enorme de gente buena por el mundo. No me
refiero a que se dediquen a rezar y rezar… No, hay mucha gente muy bondadosa y
muy cariñosa, que ayuda a los demás, que se compromete con cosas buenas. Yo le
pido muchas veces al Señor que me parezca más a ellos, que me deje de mirar el
ombligo, que abandone mi soberbia, y me haga más amoroso, sin prejuicios, sin
críticas a los demás… A ver si lo consigo algún día, pero soy consciente que es
muy difícil ser bueno…, que cuesta toda una vida.