14 junio 2019

¿Habrá unos nuevos "Acuerdos Plaza"?

Debería haberlos para salir de este embrollo, pero tienen tan poco sentido global los gobernantes, van tan a lo suyo y saben que en pocos meses hay queda eso, que no parece, aunque deberían intentarlo… Otros tiempos fueron distintos…
Desde hace tres años al menos he venido clamando por unos “Acuerdos del Plaza 2.0” que reprodujeran la manera en que se evitó en 1985 la guerra comercial entre EEUU por una parte y Alemania y Japón por otra. Por lo que se ha visto, con poco éxito: la guerra comercial entre China y EEUU se ha iniciado, ha sobrepasado la etapa de las escaramuzas iniciales y está a punto ahora de degenerar en una guerra fría en la que lo principal será la lucha por la hegemonía económica, política, tecnológica y militar de las próximas décadas.
Pues bien, ahora un analista de Goldman Sachs, Michael Cahill, no solo se suma a esta tesis sino que afirma que esos “Acuerdos del Plaza” redivivos están a punto de materializarse.
En efecto, al igual que China ahora, Japón se exponía a mediados de los 1980s a que EEUU implantara un arancel del 25% a sus productos si no se avenía a incrementar las importaciones de productos norteamericanos y contribuir a la reducción del déficit comercial de éstos. La vía para corregir ese déficit fue finalmente la depreciación del dólar, como puede apreciarse en el Gráfico 1, donde se ve la línea descendente entre 1985 y 1988 que representa la depreciación del índice dólar (es decir, la depreciación del dólar frente a las seis monedas más importantes) que, para 1992 había alcanzado una depreciación total del 51%.
Lo cierto es que la presión en favor de una depreciación del dólar no para de subir en estos últimos días: no solo Donald Trump ha vuelto a pedir esa depreciación sino que la OCDE estima que el euro está un 22% infravalorado frente al dólar (en PPP), mientras otras mediciones apuntan en la misma dirección.
En el caso de China el problema es parecido: la segunda economía más potente del globo y que le está disputando la hegemonía del futuro a EEUU tiene una moneda que no está ocupando el lugar que le corresponde en el concierto de los mercados de cambio sino que amenaza con depreciarse aún más y todo gracias a la falta de libertad de movimiento de capitales que le ha permitido en la primera fase de los aranceles de EEUU (la del 10%) compensarlos con una depreciación equivalente.
La comparación con los años 1980-1985 es pertinente: el dólar se mantuvo muy fuerte en esos años por la política restrictiva de la Reserva Federal que subió los tipos de interés hasta 19% en 1982 y que, aunque los redujera paulatinamente después, mantenían un diferencial muy alto respecto a los tipos de interés de Alemania y Japón. Eso, unido a la bajada de impuestos promovida por Ronald Reagan, hizo que la situación se pueda comparar con la de 2017-2018: la subida de tipos de interés completada en diciembre pasado por la Reserva Federal ha contrastado con la política de tipo de interés cero en Japón y en la Eurozona. También con la política monetaria acomodaticia en China. Además, el impulso que dio a la economía de EEUU la reforma fiscal de Trump, aprobada en diciembre de 2017 por el Congreso, terminó de hacer que la comparación con la etapa de Reagan fuera más evidente.
Eso lleva al analista de Goldman Sachs a la misma conclusión extraída aquí: hace falta algo similar a los Acuerdos del Plaza. Y según él, aunque esos acuerdos no tienen por qué ser inminentes, la necesidad de que se produzcan lleva en todo caso a que aumente la volatilidad en los mercados de cambio de divisas y a que el dólar comience a depreciarse. Conclusión con la que estoy de acuerdo.
En el gráfico 1 se ve: 1) donde se situaron los Acuerdos del Plaza y como el dólar aceleró su caída tras ellos; 2) cómo el dólar llegó en 1985 a su máxima fortaleza de la era de los tipos de cambio flotantes (que empezaron en 1971) lo que coincidió con la cumbre del poderío norteamericano, que desembocó en el hundimiento de la URRS cuatro años más tarde; 3) cómo ha habido otros dos años de máxima fortaleza del dólar (2001 y 2017) pero a gran distancia de la posición máxima que alcanzó en 1985, lo que hace pensar en una tendencia secular de depreciación del dólar; 4) se ha señalado también en el Gráfico 1 el momento actual, con esa lucha de EEUU por distanciarse de nuevo de China en términos de hegemonía mundial.
N.B. 1 El lunes de esta semana hablábamos de los tipos de interés de largo plazo (10 años) de la deuda pública de EEUU y pronosticábamos que llegarían a un 1,62% para enero o febrero de 2020 y que la Reserva Federal iniciaría una política monetaria más restrictiva de nuevo en la primavera de 2020. Pues bien, el mercado de futuros de los depósitos en eurodólares ha empezado a descontar algo muy parecido: sitúa ese inicio de la subida de tipos de interés (tras la bajada previa que se espera) en septiembre de 2020.
Acuerdos del Plaza 2.0 y lucha por al hegemonía
Abrazos,
PD1: San Juan Pablo II nos habló de “radicalismo evangélico” y de “no tener miedo”: En la causa del Reino no hay tiempo para mirar atrás, y menos para dejarse llevar por la pereza.
¿Cuántas veces nos tachan a los católicos de ser “exagerados”? Les hemos de responder que no lo somos, porque en cuestiones de amor es imposible exagerar. Pero sí que es verdad que somos “radicales”, porque el amor es así de “totalizante”: o todo, o nada; o el amor mata al yo, o el yo mata al amor.
Así que hay que seguir siendo muy valientes como nos pedía el Papa polaco y mucho menos tibios…