Según el BCE en su último informe de junio, no. Pero las cotizaciones bancarias hundidas no es lo que dicen…
Evidentemente un pulpo no es un animal de compañía, pero algunos pretenden a toda costa que la realidad se acomode a sus convencimientos, por muy irreales que estos sean. El informe publicado por el BCE sobre los "positivos" efectos de los tipos negativos es sorprendentemente llamativo. Alcanza unas conclusiones que con los propios datos aportados en el informe son, al menos, altamente discutibles.
Para empezar, el informe ha sido realizado utilizando información confidencial de los balances bancarios de la Eurozona. Por lo tanto, no se desglosan los datos de dónde saca sus conclusiones, ni estos pueden ser comprobados. En cualquier caso, la tesis que pretende avalar el informe es la "utilidad de la política de tipos de interés negativos (NIRP) para estimular la economía".
El BCE argumenta que "los bancos saneados sí son capaces de repercutir los tipos negativos a sus clientes". Bueno, sólo a los clientes corporativos, no a las personas físicas. Siguiendo dicha argumentación, si un banco no es suficientemente solvente no será capaz de cobrar a sus clientes por tener depósitos en esa entidad. Por lo tanto, si los bancos son capaces de trasladar el coste que el BCE impone a los depósitos de los bancos en el banco central, los tipos negativos no perjudican a la banca. Esta es la sorprendente conclusión del informe.
Los mismos datos que facilita el BCE (pág.3) contradicen su propia conclusión. En el conjunto de la Eurozona solamente el 5% de los depósitos soportan tipos negativos. En el caso de las empresas el porcentaje asciende hasta el 20%. En el caso de Alemania, el porcentaje de depósitos con tipos negativos es del 15%, aplicándose a la mitad de los depósitos de empresas. ¿Cómo es posible concluir que los tipos negativos no perjudican a la banca si sólo se ha repercutido el coste de los tipos negativos al 5% de los depósitos?
Como el propio informe indica, es difícil traspasar el coste de los tipos negativos a los depósitos de las familias. De hacerlo, la tentación de mantener elevados importes en efectivo sería una realidad. Siguiendo la filosofía que emana del informe del BCE, es de prever normativas que dificulten la tenencia y el pago en efectivo a partir de cantidades relativamente reducidas. De este modo se obliga a tener que utilizar necesariamente la cuenta bancaria, aunque genere rentabilidad negativa para sus titulares.
Adicionalmente, el informe considera como una consecuencia positiva de los tipos negativos el que las empresas a las que se les transmite el coste de los tipos negativos se vean empujadas a invertir en activos fijos deshaciéndose de la liquidez. "Así la política de tipos negativos estimula la actividad económica real". Es decir, el BCE reconoce que está empujando a las empresas (y también a los particulares, aunque no los mencione) a asumir más riesgo del que asumirían en cualquier otra situación. En el caso de las empresas es un craso error confundir el destino y el riesgo que debe tener una parte relevante de la tesorería que financia las operaciones ordinarias. Asumir más riesgo del debido en esta parte de la tesorería puede conducir a problemas mucho más serios que el pago de un interés negativo sobre la misma.
Cuando el BCE publica un informe intentando justificar la bondad de los tipos negativos para estimular la actividad económica, quiere decir que no es descartable que los sitúe en niveles todavía más negativos. Además, de acuerdo con su propia argumentación, a cuantos más depositantes se traslade el coste de los tipos negativos, más eficaz será la medida, al desincentivar mantener saldos en liquidez y empujar a los depositantes a invertir.
Al final, parece dar igual cual sea la realidad sobre los efectos de los tipos negativos, aunque difieran radicalmente de las conclusiones del BCE. El BCE está decidido a insistir más y más en su política de tipos negativos y dinero abundante. Nos esperan años de tipos de interés negativos y de represión financiera sobre el ahorro. Cuanto más tiempo transcurra con esta política, más adicción habrá al dinero fácil y barato y más difícil será revertir las medidas inicialmente extraordinarias. Acabaremos aceptando pulpo como animal de compañía.
Abrazos,
PD1: La iglesia, que somos tu y yo, y el cura que sermonea en la Misa del domingo, no puede tratar de infundir miedo a los demás, ni regañar por no hacer las cosas como los cristianos hacemos. Si nos queremos parecer al Señor, debemos aprender su mensaje primero, de mucho amor, de mucha compasión y de mucha misericordia, sin regañar a nadie…