07 mayo 2014

7 mayo 2014 Pensiones

Cuanto antes se empiece es mejor ya que si lo dejas para más tarde, no llegarás a tiempo… Y esto suponiendo que dentro de 20 años España pueda pagar igual que ahora las pensiones…, que eso es otro cantar.
Una regla de larga tradición empírica sugiere que deberíamos ahorrar un 10% de nuestros ingresos para tener un buen plan de pensiones. Pero ese porcentaje podría ser demasiado alto o demasiado bajo según cada persona, dice un nuevo estudio.
De hecho, su tasa de ahorro se debe basar en los ingresos de la familia, que probabilidad de éxito desea, y la edad en la que comience a ahorrar.
La tasa de ahorro que funciona bien, de media, no funciona bien para las personas con ingresos cada vez mayores o para personas cuyos ingresos varían mucho a lo largo de sus carreras profesionales (que tienen que depender más de sus ahorros personales).
Es posible determinar cuánto dinero necesito para la jubilación respondiendo a unas cuantas preguntas (vía Investopedia):
1. Decidir la edad a la que desea jubilarse.
2. Decidir el ingreso anual que usted necesita para sus años de jubilación. Sería prudente realizar una estimación al alza. En términos generales, es razonable suponer que necesitará cerca del 80% de su salario anual actual con el fin de mantener su nivel de vida.
3. Sume el valor actual de todos sus ahorros e inversiones de mercado.
4. Determine una tasa real anualizada realista de retorno (neta de inflación) de sus inversiones. Siendo conservadores asuma que la inflación será del 4% anual. Una tasa de retorno realista sería de entre el 6-10 %. Una vez más, estime a la baja para ser conservador.
5. Si usted tiene un plan de pensiones de una empresa, obtenga una estimación de su valor.
6. Estime el valor de sus prestaciones a la seguridad social.
Antes de comenzar con nuestro ejemplo de cálculo, una mención sobre la inflación. En la elaboración de su plan de pensiones, es más simple expresar todos los números en "euros de hoy". Entonces, después de determinar sus necesidades de jubilación (en euros de hoy), puede preocuparse por la conversión de los números en "euros del mañana", es decir ajustar los cálculos con la inflación.
Recuerde no mezclar los dos. Si lo hace, sus números no tendrán ningún sentido.
Ahora un cálculo de ejemplo (vía Investopedia): Consideremos el caso hipotético de Juan, un hombre de 40 años de edad, que actualmente gana 30.000 euros. Estos son los factores calve:
1. Juan quiere retirarse a los 65 años.
2. Juan tendrá 26.500 euros de ingresos anuales en su jubilación - en euros de hoy (es decir, no ajustados por inflación).
3. Juan tiene actualmente 66.500 euros aprox. en ahorros e inversiones.
4. Durante su plan de pensiones de 25 años (desde 40 a 65 años), sus inversiones ganarán una tasa real anualizada del 6%, neto de inflación.
5. Juan no tiene un plan de pensiones de empresa.
6. La pensión del Estado será de 870 euros al mes
Juan determinó que necesitaría 26.500 euros (euros de hoy) al año para vivir durante sus años de jubilación. Eso significa unos 2.200 euros al mes. Suponiendo que el Estado le pagará la jubilación estimada, podemos restar esta cantidad de los ingresos que necesita.
Así pues, necesita financiar por su cuenta 1.330 euros (2.200 euros - 870 euros de la jubilación).
Juan tiene una buena salud y una historia familiar de longevidad. También quiere asegurarse de que puede dejar algunos ahorros a sus hijos. Como resultado, Juan quiere establecer un colchón de ahorros lo suficientemente grande para que pueda vivir de sus retornos de inversión - y no comer su valor nominal - durante sus años de jubilación.
Debido a que Juan debería ser capaz de ganar un 6% de los retornos anualizados (neto de inflación), necesitará unos ahorros de al menos 266.000 euros.
Por supuesto, no hemos contabilizado los impuestos que pagará por sus inversiones. Si se supone que sus ganancias de capital e ingresos por inversiones serán gravados con un 20%, va a necesitar un colchón de 330.000 euros para financiar su jubilación.
El efecto de la inflación
Hay que tener en cuenta todos estos número en los "euros de mañana". Ya que estamos hablando de un período de tiempo que abarca varias décadas, tendremos que considerar los efectos de la inflación. La inflación se ha mantenido entre el 2-4% durante muchos años. Suponiendo que la inflación anual será del 4%, estas serían las nuevas necesidades financieras reales.
En el caso de Juan, necesitaba 330.000 (en euros actuales) dentro de 25 años. Para expresarlo en los euros de dentro de 25 años, simplemente multiplicamos 330.000 por 1,04 elevado a 25.
Así, tenemos:
Colchón de ahorro = 330.000 x 1.04 (elevado 25)
Colchón de ahorro = 330.000 x 2.67
Colchón de ahorro = 881.100 euros
Como puede ver, el colchón de ahorro para su jubilación de 881.100 euros es mucho mayor que los 330.000 euros. Esto se debe a los efectos de la inflación, que hace que el poder adquisitivo disminuya con el tiempo y los salarios aumenten cada año. Dentro de 25 años, Juan no gastará 30.000 euros al año, va a gastar 80.100 euros
Abrazos,
PD1: Hay que planificar el futuro a tiempo y saber la fiscalidad de dónde invertimos…

Cómo jubilarse con más de 6 millones de euros

A la hora de hacer una planificación financiera, siempre debemos de tener en cuenta distintos aspectos, la rentabilidad de los activos, y el riesgo de la inversión, pero a veces no prestamos la debida atención al tema impositivo, ya que solemos considerar que si hemos de pagar impuestos, eso se traduce en que nuestra inversión ha salido en el sentido esperado, y como dichos impuestos los pagamos anualmente no solemos ser conscientes del efecto del pago de impuestos a largo plazo.
Para realizar un análisis de los efectos impositivos de una inversión en distintos individuos a lo largo de su vida inversora planteamos el siguiente supuesto:
Tenemos 8 individuos de los cuales 4 de ellos invierten directamente en acciones y van realizando compras y ventas a medida que ven las distintas oportunidades que les ofrece el mercado, los otros 4 conducen sus inversiones a través de fondos de inversión, que como saben tienen la ventaja de no tener que tributar mientras que no se produzca un reembolso de los mismos, careciendo de tributación los traspasos que se produzcan entre los mismos.
Suponemos también que todos los inversores consiguen la misma rentabilidad, el 9.5% anual, que es la rentabilidad media del S&P 500 a largo plazo con sus dividendos. Suponemos la misma rentabilidad ya que aunque en los fondos de inversión se paga una comisión de gestión, los costes asociados son menores en conceptos de compra-venta, mantenimiento y custodia de valores que los que sufre un particular en su cuenta, sin entrar en temas de posibilidad de diversificación, acceso a compañías, mayor información, mayor seguimiento de los mercados y una gestión profesional.
Otro tema en consideración son las aportaciones, en nuestro supuesto, todos los individuos aportan anualmente 6000 euros actuales incrementando las aportaciones anualmente al ritmo de la inflación, tomaremos un 2,5% como inflación a largo plazo a efecto de cálculos.
Un dato más a considerar es la vida de la inversión, como estamos buscando la diferencia de invertir en fondos o en acciones usaremos un supuesto de vida inversora de 50 años, así veremos los efectos a largo plazo.
El último aspecto a tener en cuenta son los tipos impositivos, los cuales diferenciaremos entre el 25%, 30%, 35% y 40%. En los inversores en fondos tomaremos el tipo máximo del 27% que corresponden a las inversiones a más de 1 año.
En la siguiente tabla tenemos un resumen de lo comentado:
Empiezan a pasar los ejercicios y los inversores que invierten directamente en acciones, van realizando distintas operaciones en función de las distintas oportunidades que van viendo en los mercados, tributan anualmente en función de su tipo impositivo. Los inversores que están en fondos de inversión, no tienen que tributar ya que no están rescatando su dinero de los fondos por lo que capitalizan el total de beneficios que obtienen. En el siguiente cuadro vemos los resultados una vez que los participes de los fondos rescatan su inversión y pagan los impuestos pertinentes.
Al final de la vida del inversor los participes de fondos una vez pagados los impuestos reembolsaran más de 6 millones de euros mientras que los que invierten en acciones obteniendo los mismos resultados, en el mejor de los casos no llegara a los 4 millones lo que supone una diferencia de más de un 60%, con respecto al inversor en fondos, adicionalmente hay que tener en cuenta que a medida que aumenta el tipo marginal de cada individuo, la diferencia se acentúa y llega a ser en los casos expuestos de más de un 150%, que en euros serian casi 4 millones de diferencia.
PD2: Encima, el envejecimiento de la población es un problema, aquí y en muchos otros sitios:
Mira mi querida Galicia: 391.082 personas tienen menos de 18 años y 1.190.512 más de 50 (43,2% de la población gallega). ¡Menudo panorama!
En EEUU:
Las pirámides de población son aterradoras en todas partes:
Y en otros países:
PD3: EEUU es un país multirracial:
PD4: Con lo bien que les sienta a las mujeres la maternidad, ¡cuántas se lo pierden!
La apertura a la vida es lo más generoso que puede hacer un ser humano.