04 febrero 2016

¿Qué harán los nuevos gobernantes?

No sé si nunca la hubo con el gobierno del PP, pero el que venga me temo que va a tirar la casa por la ventana…
La deuda pública española alcanzó el 99,8% del PIB a cierre de noviembre de 2015: es decir, nuestras Administraciones Públicas adeudan 1,067 billones de euros o, lo que es lo mismo, una media de 58.600 euros por familia. Una terrorífica cifra que, desde que arrancara la crisis, no ha hecho más que multiplicarse: en concreto, ha aumentado en 700.000 millones de euros en apenas ocho años.
Se trata de un ritmo de endeudamiento vertiginoso —unos 38.500 euros adicionales por familia— que, en contra del muy extendido mito, no está relacionado con el rescate a la banca —que ha costado unos 51.000 millones de euros, esto es, 2.800 euros por familia— sino con los enormes déficits públicos que se han ido acumulando desde 2008. Es decir, la deuda pública se debe simple y llanamente a que el gobierno central, los gobiernos autonómicos y, en menor medida, los gobiernos municipales han gastado durante ocho años mucho más de lo que han ingresado.
No en vano, durante la burbuja inmobiliaria todas las administraciones consolidaron unos niveles de gasto desproporcionados que iban a volverse infinanciables en circunstancias más normales: de ahí que cuando bajó la marea y llegaron las vacas flacas —esto es, cuando desapareció la recaudación extraordinaria del pelotazo ladrillístico— emergiera un agujero presupuestario estructural que nos engulló y que, en gran medida, sigue engulléndonos. Y todo ello a pesar de las sangrantes subidas impositivas que hemos experimentado desde 2011: según los propios cálculos del gobierno del PP, cada familia española paga por año 2.000 euros más en impuestos hoy que en 2011. Es decir, los gobiernos del PSOE y del PP no sólo han colocado una losa de deuda pública sobre el sector privado, sino que lo han sableado inclementemente a impuestos.
La nula austeridad pública contrasta con el muy notable ejercicio de verdadera austeridad que ha venido practicando el sector privado desde 2010. Esta misma semana, el servicio de estudios de La Caixa, Caixabank Research, aseguraba que el saneamiento financiero de las familias y empresas españolas estaba muy cercano a concluir: a la postre, las familias han recortado su endeudamiento en 170.000 millones de euros desde 2008 y las empresas no financieras (es decir, no se incluye a los bancos) lo han hecho en 320.000 millones. De esta manera, y siempre según el análisis de esta entidad financiera, las compañías españolas ya mostrarían unos niveles sostenibles de deuda similares a los de otros países europeos, mientras que las familias podrían completar su ímproba labor de desendeudamiento a lo largo de los próximos dos ejercicios.
A la luz de las cifras expuestas, la diferencia resulta desoladora: desde el inicio de la crisis, el sector privado ha minorado sus pasivos en casi 500.000 millones de euros, mientras que el sector público los ha acrecentado en 700.000. Ésa es la diferencia entre la gravosa irresponsabilidad exhibida por nuestros políticos y la exquisita responsabilidad exhibida por nuestras familias y empresas: los primero se han negado a pinchar la burbuja de gasto público y han recurrido a la asfixia tributaria para paliar parcialmente su insolvencia; los segundos, en cambio, han logrado ahorrar y amortizar su deuda a pesar de las subidas de impuestos y de los costes regulatorios que les han interpuestos los mismos políticos incapaces de poner su casa en orden.
Va siendo hora de que les reconozcamos este logro a nuestras familias y a nuestras empresas y de que, a partir de ahora, se lo pongamos mucho más fácil: es decir, va siendo hora de que el Estado recorte enérgicamente su gasto público y liberalice la economía para, a su vez, disminuirles los impuestos y los obstáculos regulatorios a esas heroicas familias y empresas.
Ajuste de cuentas
Por mucho que se nos haya dicho que la época de los recortes público ha quedado definitivamente atrás, lo cierto es que el Sur de Europa sigue acumulando importantes déficits gubernamentales que inevitablemente tendrán que corregirse. La semana pasada, el Comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, instó al gobierno español a continuar por la senda de ajustes para cumplir con los objetivos de déficit de 2016, algo que no parece que ninguno de los partidos políticos mayoritarios españoles vaya a aceptar de buen grado. Pero los desequilibrios financieros no sólo los sufre nuestro país: también Grecia o Italia necesitan proseguir con su consolidación presupuestaria. Por eso el Ejecutivo de Syriza acabado de aprobar una dura reforma del sistema de pensiones y por eso el gobierno italiano tendrá que terminar presentando nuevos recortes por mucho que su primer ministro Matteo Renzi se esté resistiendo con uñas y dientes hasta el punto de rebelarse abiertamente contra Bruselas. Todavía no hemos completado nuestros deberes y, hasta que lo hagamos, no podremos escribir el punto final.
Contrarreformas
El PSOE sigue empeñado en sacar adelante su equivocada promesa electoral de derogar la reforma laboral del PP. Hace unos días, Luz Rodríguez, secretaria de Empleo de la formación de izquierdas, reiteró este compromiso ante los sindicatos de UGT y CCOO: de hecho, su propósito consiste en derogar no sólo la minirreforma laboral del PP de 2012, sino también la microrreforma laboral del PSOE en 2010. Es decir, lo que pretenden los socialistas de Pedro Sánchez es regresar al mercado de trabajo previo a 2009, esto es, el mercado de trabajo que más empleo ha destruido en toda la historia de España (entre 2007 y 2009, desaparecieron casi dos millones de empleos, el doble que entre 2011 y 2013) y que más ha precarizado las relaciones laborales (la tasa de temporalidad en plena burbuja inmobiliaria alcanzó el 35% de todo el empleo existente, frente al 25% actual). No, la gran reforma laboral que necesita España es la liberalización de nuestro mercado de trabajo siguiendo el camino de otros prósperos países de nuestro entorno como Dinamarca o EEUU. Volver a los peores años del zapaterismo no es la solución.
¿Serán capaces de corregir este desequilibrio?
Ni a tiros… Seguiremos emitiendo en letras y bonos del estado, parte de los gastos corrientes anuales (sueldos y salarios de funcionarios/pensiones/gastos médicos y de eduación) que lo pagarán nuestros nietos si pueden… Un dislate y una grave injusticia.
Abrazos,
PD1: Según una encuesta hecha por Expansión ayer entre sus lectores (atento ya que es un perfil muy sofisticado el que lee Expansión), sale esto:
Yo considero que la opción más plausible es un gobierno del PSOE con sus poquísimos diputados, y que Ciudadanos, que no se implicaría en la gestión, sino que permitiría la investidura de Sanchez al votarle. Al PP le vendría bien esta opción ya que, tras Valencia, ha perdido esos votos que ganó después del 20D. Se abstendría ante el miedo a la suma de PSOE+Podemos+Independentistas y dejaría a Sanchez con muchos recados de los de Ciudadanos, de reformas democráticas (similar a la CCAA Madrid)… Es lo que hay, o esto o el miedo al populismo… El PP se ha quedado fuera por el odio visceral de todos contra él. ¿Mártires? No, los culpables son los esquiroles votantes de Ciudadanos y los que no apoyan a la cúpula del PP ciegamente, como siempre se ha hecho…, y tal. Como no se renueven lo llevan clarinete…
Esto es lo que ha matado al PP, quedándose el PSOE más indemne, con la suerte de tener los socialistas para negociar, a alguien a su izquierda y su derecha. Van a conseguir, gracias al miedo a Podemos, gobernar con 90 míseros diputados…, presionando al PP para que les deje, “or else”:
No atajarlo, no meter malo a la corrupción a tiempo fue su perdición. No regenerarse, no purgarse, no dimitir a tiempo… Y el PSOE sale de rositas… ¿Recuerdas a ZP? Esperemos que Sanchez sea mejor, por la cuenta que nos trae.
Y mientras el PP pidiendo a gritos nuevas elecciones (que saldría lo mismo), indignado de ver como el PSOE se lleva el pastel cuando había perdido… El miedo a Podemos ha sido inmenso y les ha favorecido a los socialistas, curiosamente…
PD2: La ilógica del mercado: Banco Santander -22.73% en lo que llevamos de año. Abengoa +33.26%. ¿Qué sentido tiene?
Quizás es que los mercados están castigando tanto a los bancos porque son conscientes los inversores de que no se les puede ayudar más y que lo que sea será, ellos solitos. Desde la crisis todas las medidas se han hecho para mitigar la mala situación bancaria. Pero entre que los italianos han tirado la toalla, y los grandes, españoles entre otros, no pueden o no saben donde aparcar más los títulos que se les vende a mansalva… Mira el Deutsche Bank: ha pasado de 52 euros a 16 euros, ha perdido un 69% desde 2014. Tela…
Son caídas descomunales. No es China o el petróleo lo que está pasando, es una aversión total al sector bancario que está tirando los mercados hasta niveles insospechados…
Habrá rebote del “gato muerto”, esos rebotes que se producen cuando todo cae a plomo como ha sido, pero nos hemos quedado en unos niveles impensables hace meses, cotizando un escenario de futuro roto, con una aversión total a la banca, con muchas dudas de que los bancos centrales puedan salvarnos esta vez…
Las cuentas del BBVA de ayer denotan que la mitad de su beneficio lo saca de México y que sufre en Turquía lo indecible… Y el Banco de Santander no levanta cabeza tampoco: baja un 53,09% desde 2014 que es montón…
Y no se puede esperar que esto lo resuelva Dragui con más palabras. Desde el 2012, con solo las mágicas palabras de “whatever it takes…” (lo que sea necesario), pudieron arreglar este desaguisado. Las primas de riesgo se volvieron a mínimos. Después, en marzo pasado, sí que se pusieron a comprar bonos públicos a razón de 60.000 millones de euros al mes. Bajaron los tipos a negativo…, pero es que ahora se han quedado sin cartuchos. Dudo que más palabras de Dragui solucionen nada… Está mal el problema bancario europeo, bastante mal… ¿Alguna idea? Saldrán fusiones como patada adelante, pero dudo que esto les arregle el tipo, o el interés del inversor. Y lo alucinante es que el volumen de ventas ha sido muy fuerte, ha salido mucho papel… ¿Dónde estará aparcado? Qué miedo… Este papel aparcado será un lastre para las subidas posteriores, tendrá que volver a venderse…, y reducirá los rebotes que vengan. Y no sé si estamos preparados para ver un titular de que un banco italiano entra en quiebra y le hagan un BAIL IN…, sería la puntilla del miedo inversor.
PD3: "La dulzura en el hablar, en el obrar y en reprender, lo gana todo y a todos". San Juan Bosco. Ay de esa agresividad en el lenguaje, en las formas, en las relaciones con otros, con los hijos, con los amigos, con los hermanos y padres… Siempre ganan los que argumentan y no quieren imponerse, no quieren quedar por encima del otro… Mucha humildad pues.