23 marzo 2018

escaramuzas en la guerra comercial

Hace tres meses, Trump puso aranceles a las placas solares. Hace unas semanas estableció aranceles al acero y aluminio. Se esperaba que hoy pusiera aranceles por 60.000 millones de dólares a productos chinos, sin haber dicho cuales. Quería corregir este enorme desequilibrio:

Sin embargo, viendo el desastre de los mercados, esta noche ha dado marcha atrás (hasta el 1 de mayo para repensárselo) al arancel de acero y aluminio, a casi todos los países, salvo Japón y China, tratando de restaurar la calma. Le han debido decir por activa y por pasiva, que esto de los aranceles es muy malo, ya que luego hay represalias…
Aunque el arancel al acero son peanuts para Japón y China:

Esto son los datos. China ya no se dedica a vender baratijas al resto del mundo. Se va especializando y con EEUU estos son los sectores más deficitarios:

El problema se focaliza en electrónica y ordenadores… Con más detalle:

¿Recuerdas a Japón hace años cuando nos vendía toda la electrónica? Pues China va en camino de repetir la misma historia de fabricar cosas buenas a bajo precio y arrasar con los competidores…
Estas son alguna de las formas con que China podría responder a la guerra de tarifas: Here Are All The Ways China Can Retaliate To Trump's Trade War. China ya habla de grabar por 3000 millones de dólares a productos estadounidenses, aunque quizás sean otros caminos más represivos los que use…
Emilio Ontiveros, Presidente de AFI, decía esto:

Escaramuzas y guerras comerciales

La decisión de Trump de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio acabará por subir la inflación y los tipos de interés. No es consciente del malestar que causaría a sus ciudadanos el inicio de represalias de otras áreas económicas

El primer año de Donald Trump como presidente de EE UU apenas confirmó los temores que razonablemente transmitían sus propuestas electorales. La denuncia del Acuerdo Transpacífico, la revisión en profundidad del NAFTA o el cuestionamiento de las actuaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC), eran interpretados como amagos con una limitada capacidad intimidatoria. Una cosa es la retórica electoral y otra bien distinta la acción política, nos confortaban los más experimentados en el juego decisional de la Casa Blanca. Con el inicio de su segundo año, las cosas han cambiado y se empiezan a concretar algunas de las amenazas sobre la estabilidad global.
A la decisión de imponer aranceles sobre la importación de lavadoras y paneles solares le ha sucedido la más sorprendente de hacerlo sobre las importaciones de acero y de aluminio, con cargas del 25% y 10%, respectivamente, “con el fin de preservar la seguridad nacional”. Desoyendo las advertencias sobre las consecuencias de una decisión tal, el presidente de la principal economía del mundo la ha adornado con un anuncio en su cuenta de Twitter el pasado viernes que ya se ha hecho acreedor de algo más que una nota a pie de página en los manuales de economía y relaciones internacionales: “Las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”.
Un enunciado que, además de ignorar la historia, puede desencadenar consecuencias adversas tanto en EE UU como en el conjunto de la comunidad internacional. Ha pasado por alto la experiencia de la Gran Depresión, su acentuación tras la imposición de aranceles por la Smoot-Hawley Tariff Act, cuyos costes internos y las represalias de otros países provocó el colapso de la economía mundial. Pero tampoco ha prestado atención a quienes, incluso dentro de su equipo de asesores, han advertido de los mayores costes que supondran para las empresas y consumidores estadounidenses esos nuevos aranceles indiscriminados. Se han impuesto las posiciones más radicales de su Secretario de Comercio Wilbur Ross y el asesor en temas comerciales Peter Navarro, obsesionado con la competencia china.
El ataque al libre comercio se hace para proteger empresas poco competitivas
Con ese empeño por reducir el déficit comercial de su país mediante la imposición de trabas al comercio, Donald Trump desconoce que influir en la estructura y composición de los flujos de comercio ya no depende únicamente de aranceles mayores o menores. Que las cadenas de producción de las propias empresas estadounidenses se han fragmentado a lo largo y ancho de la geografía global, como lo ha hecho la producción y comercialización de bienes intermedios.
El primer impacto de lo que acaba de decidir no puede ser otro que una elevación de costes en aquellos sectores importadores de acero y aluminio, desde el automóvil al de infraestructuras, pasando por los productores de material de defensa. Las pérdidas de empleo en las empresas que utilizan esos bienes en sus procesos de producción pueden ser superiores a los empleos supuestamente protegidos mediante la penalización de las importaciones. Y, en todo caso, el encarecimiento de estas últimas traerá consigo elevaciones de la inflación, a las que seguirán ascensos en los tipos de interés que dañarán aquellos sectores más sensibles a los costes de financiación, como el de la construcción. La persistencia de tipos de interés más elevados que en las economías avanzadas puede acarrear apreciaciones del dólar y un debilitamiento adicional de las exportaciones. No es de extrañar que la reacción de los mercados financieros haya sido de un nuevo desplome de cotizaciones, no solo de aquellas empresas más intensivas en el consumo de las importaciones penalizadas.
El presidente de EE UU no parece consciente del daño al bienestar de sus ciudadanos que tendría el inicio de represalias comerciales por parte de las principales potencias, consecuentes con esa declaración de guerra. Es un hecho que la superproducción china de acero ha llevado los precios a la baja, incluso por debajo de sus costes, lo que ha provocado acciones de otros países productores, la UE incluida, imponiendo aranceles en determinadas modalidades de aceros provenientes de ese país. Pero no es menos cierto que la inesperada decisión de Trump, el carácter unilateral de la misma y la extensión de esta a todos los exportadores a EE UU, le confiere una agresividad sin precedentes. En realidad, el principal suministrador de acero no es China, que ocupa el décimo lugar con apenas el 2,5% de las ventas a EE UU, sino Canadá. Poco ha importado que este país, suscriptor hace 24 años del NAFTA, se encuentre en plena negociación de la revisión del acuerdo, junto a otro cualificado exportador, México.
Las empresas que usan los productos gravados perderán más empleo que el protegido con el arancel
Ha hecho bien la Unión Europea en reaccionar de forma diligente. Primero, calificando el episodio como una flagrante intervención para proteger la industria nacional, sin justificación alguna en esa invocada seguridad nacional. El presidente Juncker se ha mostrado firme anunciando reacciones en la defensa de los intereses europeos, que en este caso coinciden con los del conjunto del sistema de comercio internacional. Aportando una respuesta adecuada a la situación de sobrecapacidad en esos dos sectores al afirmar que la única vía de tratamiento del problema ha de ser mediante acuerdos con los países generadores del problema, en lugar de esa acción unilateral de EE UU.
Por eso, lo correcto es que más allá de esas advertencias de penalizar las importaciones de pantalones Levi's, el whisky Bourbon o las motocicletas Harley Davidson, la Comisión Europea insista en propuestas compatibles con las normas de la OMC con el fin de compensar la situación creada unilateralmente por la administración Trump, cuyos daños van más allá del eventual descenso de las exportaciones europeas de acero y aluminio a EE UU.
Es probable que esa inesperada decisión de Trump sea solo una escaramuza: no tanto la reacción a los problemas comerciales como a la necesidad de distraer la atención sobre asuntos políticos más domésticos. Es verdad, como reconoce Dani Rodrik en la introducción a su último libro, Straight talk on trade, que en EE UU nunca fue muy popular el régimen de comercio global, ni los acuerdos regionales. Pero ahora es desde la propia administración donde se alimenta esa actitud contra el libre comercio y la confrontación con las instituciones multilaterales. No se hace precisamente con el fin de preservar el empleo o de paliar las desigualdades que ha generado la propia dinámica de globalización, sino para proteger empresas poco competitivas. Y con ello debilitar el predicamento de ese país y exponer el mundo a una confrontación sin más precedentes que los asociados a la Gran Depresión.
Emilio Ontiveros es presidente de Afi.
Y esa extraña sensación que genera Trump de ser muy agresivo y luego no dar, de amagar y retirar… Lo repite sistemáticamente. Abrazos,
PD1: Y los resultados de estas escaramuzas en la guerra arancelaria es que la volatilidad se ha vuelto a disparar, tras el susto de febrero con los bonos y bolsas:

Aunque estas subidas de volatilidad son muy normales con un mercado tan sobrevalorado. Es algo puntual, vuelve a reconducirse, con el paso del tiempo:

Lo raro era lo que había ocurrido en los dos últimos años, que fuera tan direccional el mercado sin apenas volatilidad, que no importase nada, cuando hubo varios factores de riesgo, y los mercados fueron pasando olímpicamente, subiendo al calor de los FAANG (Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google), que empujaban sin importarles valoraciones, ni expectativas de beneficios…

Por cierto, Facebook ya no será como era. Va a haber muchos cambios, por usuarios, por los publicistas, por la multa que les debe caer. Su fundador se planteó ser presidenciable a futuro ¿? Y se le tiene más ganas que a nadie: niñato que robó la idea a un compañero de clase, que se hizo de los más ricos del mundo y que vendía los datos a todo quisqui… Puede que acabe en la cárcel todavía, o muy multado. ¿Has dado ya “delete”? No sé a qué esperas, nada bueno sale de ahí…
Y el otro problema que nos queda es que tras la escalada tan grande de los últimos años, no queda nada para ganar en los siguientes. Ni en bonos, ni en bolsa..., ni en inmobiliario (que no te engañen de nuevo). Salvo los emergentes que siguen presentando potencial…

Hemos vuelto a cometer los mismos errores de la crisis de 2008: deudas y más deudas. ¿No fue una crisis que se desató cuando nos caímos del guindo al ver tanto apalancamiento? Parece que la gente y los consejos de administración olvidan demasiado pronto…

Demasiadas deudas:

Y eso sin olvidarnos de las emisiones masivas de deuda pública, la retirada de los estímulos financieros (QE) y la subida de tipos en marcha, con otras dos subidas esperadas este año y dos más en 2019…
Curva de tipos aplanándose que implica problemas recesivos a futuro:

Y un dólar que no reacciona, que no se mueve por el diferencial de tipos, manipulado para reconducir el déficit comercial yanqui…:

Mi visión de los mercados es la misma que hace meses: debía haber una reversión a la media, debían respirar…, y es lo que están haciendo. Wall Street debe volver a su media móvil de 200 sesiones (2450 puntos para el SP500) Europa, tan recomendada por los banqueros privados locales, tiene severos problemas y lo muestra en sus bolsas de chichinabo, orientadas a bancos y telecos que nadie quiere… Y los emergentes se contagiarán algo, como ocurriera en febrero, pero les durará muy poco sin que merezca la pena salir para volver a entrar…
Lo que ha pasado estos días es una toma de beneficios ante el deterioro de valoraciones y expectativas, junto al miedo a los aranceles y sus repercusiones. Es muy probable que los altos de los próximos años sean los del mes de enero pasado, y el mercado oscile entre esos niveles y los mínimos que están por alcanzar de la tendencia primaria, una vez corregida la parábola de otoño y enero. Habrá volatilidad durante estos años, se moverá tocando ambos puntos varias veces cada año, el máximo de enero y el mínimo de sus medias móviles, haciendo que solo compense moverse cuando estemos en uno de esos puntos…, por tratar de obtener un rendimiento en años de lateralidad…
La guerra de aranceles es ruido que el mercado usa para corregir, pero no es factible y ellos lo saben. Debilitar el dólar, es su única opción, siendo conscientes de que tienen que financiar muchos papelitos y que, tendencialmente, el dólar va perdiendo su atractivo y habrá otras alternativas de medios de pago… La subida de tipos de interés genera ruido para las bolsas, pero en otras ocasiones no han salido mal paradas con tipos subiendo. Lo importante es que no se pasen y frenen demasiado el parco crecimiento económico…
PD2: La Semana Santa no son días de comilonas y playa. Hay algo más. Te lo cuento por si se te ha olvidado…

Semana Santa


1) ¿Qué es la Semana Santa?
La Semana Santa son los siete días en los que la Iglesia hace memoria de la Pasión de Nuestro Señor. Comienza el Domingo de Ramos y termina el Domingo de Resurrección. Se fija la fecha de modo que el Domingo de Resurrección sea el primero tras la primera luna llena de primavera.
2) ¿Qué días de la Semana Santa son de precepto?
La Iglesia sólo establece como días de precepto el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección. Sin embargo, aconseja participar de los Oficios del Jueves y del Viernes Santo.
3) ¿Qué se celebra el Jueves Santo?
En el oficio del Jueves Santo se celebra la Misa vespertina de la Cena del Señor, donde conmemoramos además el sacramento del Orden y el mandato nuevo del amor. Puede celebrarse por la mañana la Misa Crismal, en la que el obispo bendice los santos óleos con los que serán ungidos los fieles durante ese año: óleo de enfermos, óleo de los catecúmenos y el santo Crisma.
4) ¿El Viernes Santo se celebra la Eucaristía?
No. El Viernes Santo no se celebra la Santa Misa en ningún lugar del mundo. El oficio que se celebra por la tarde consta de la Liturgia de la Palabra, la Adoración de la Cruz y el rito de Comunión con el Cuerpo de Cristo (que se había reservado el Jueves Santo).
5) ¿Hay que hacer algo en especial el Sábado Santo?
El Sábado Santo es el día del silencio y la Iglesia aconseja meditar sobre la muerte del Señor y su descenso al infierno. Los altares permanecen desnudos y los sagrarios abiertos. No es un día “alitúrgico”, porque la Iglesia espera en oración junto a la Virgen María la Resurrección de Cristo. Por eso celebra la Liturgia de las Horas, su oración oficial.
6) ¿Es el Domingo de Resurrección el día más importante del año?
Sí, el Domingo de Resurrección es el día más importante del año litúrgico. Ninguna fiesta goza de tanta relevancia como ésta, teniendo todo el tiempo de Cuaresma y Semana Santa como preparación, y toda la Pascua para celebrarla. Si Cristo no ha resucitado, nuestra fe es vana, como afirmó con rotundidad San Pablo.
7) ¿Cuál es el color de la Semana Santa?
El Domingo de Ramos se usa el rojo (color del mártir victorioso); lunes, martes y miércoles el morado, color penitencial. El Jueves Santo el blanco para festejar la institución de la Eucaristía (el blanco es el color de la divinidad). El Viernes Santo, día de la muerte de Jesús, el rojo. Y la noche del sábado en la vigilia pascual de nuevo el blanco para celebrar con gozo la Resurrección.
8) Durante la Semana Santa, ¿hay que rezar el Vía Crucis?
La Iglesia aconseja el rezo del Vía Crucis a lo largo de la Cuaresma y de un modo especial durante la Semana Santa. También es un ejercicio de piedad popular muy recomendado para el resto del año, especialmente los viernes.
Mucho ánimo. Se puede rezar un poco estos días, te encontrarás mejor y lo notarán los que estén contigo…

22 marzo 2018

delete Facebook y la revolución digital

Esto es lo que ha pasado en Facebook. Por eso debes tener mucho cuidado con las redes sociales. Y sí, creo que debes borrar todo lo que tengas en Facebook y darte de baja…

Cambridge Analytica: nuestro retrato robot

La historia de Facebook, Cambridge Analytica y los datos robados me recuerda a aquella escena mítica de “Casablanca” cuando el capitán Renault, el jefe de policía corrupto, entra en el Café de Rick, lo desaloja y lo cierra porque ha descubierto que allí se juega. Un segundo después se acerca un croupier y le entrega un fajo de billetes. Pues esto ha sido algo parecido. ¡Qué escándalo, el New York Times acaba de descubrir que el negocio principal de Facebook son los datos! Pues sí, lo son, todo lo demás está subordinado a eso, a recoger muchos datos de sus usuarios que, a día de hoy, son unos 2.000 millones en todo el mundo.
En este escándalo, que lleva días paseándose por las rotativas de medio mundo, hay un par de invitados extra. Uno es bien conocido por todos: Donald Trump, cuadragésimo quinto presidente de EEUU desde hace poco más de un año cuya inesperada elección sigue dando de que hablar. El otro es una empresa británica perfectamente desconocida: Cambridge Analytica, una consultora especializada en análisis electoral entre cuyos accionistas se encuentra Robert Mercer, un millonario estadounidense experto en computación y de acreditadas simpatías republicanas.
Cambridge Analytica se fundó en 2013 con la idea de utilizar el big data en procesos electorales. No eran los primeros en hacerlo. Barack Obama se había valido de técnicas de manejo de grandes cantidades de datos tanto en 2008 como en 2012. En 2008 esta ciencia estaba aún muy verde y su impacto fue muy limitado. En 2012 el equipo de campaña de Obama ya se volcó en las redes sociales, especialmente en Facebook, que aquel año sumaba cerca de mil millones de usuarios y era todo un caramelo para los estrategas de campaña.
Obama, un hombre joven y de su tiempo, se quedó fascinado por una técnica demoscópica tan novedosa y se la llevó a la Casa Blanca, esta vez enchufando el equipo de expertos al presupuesto federal. Quería saber lo que pensaban los norteamericanos y qué mejor manera de hacerlo que conocer como se comportan en las redes sociales. De haberse podido presentar a un tercer mandato estoy seguro de que habría intensificado su uso del big data. Pero la que se presentaba era Hillary Clinton, a ella, sin embargo, esto del big data no le terminaba de convencer y se decantó por una campaña más tradicional.
No así su rival, que vio en estas nuevas técnicas una posibilidad de pescar votantes sin necesidad de pasar por los medios de comunicación, con quienes mantiene una pésima relación desde mucho antes de llegar a la presidencia. No llegaría a la gente a través de la CNN o la CBS, sino a través de Facebook, una red social que en 2016 empleaban habitualmente unos 200 millones de estadounidenses, el 65% de la población. La CNN no tiene esa cuota de pantalla ni la tendrá jamás y, por si eso fuese poco, nunca podrá enviar mensajes personalizados a sus espectadores.
Es ahí donde entra en juego Cambridge Analytica, que ya había hecho sus pinitos en la campaña del Brexit trabajando para Nigel Farage. Dejando a un las consideraciones políticas, los de Cambridge Analytica son unos fieras analizando datos y en ciertos aspectos fueron incluso revolucionarios. Hasta que llegaron ellos las técnicas de big data electoral partían de una segmentación muy sencilla. Se preguntaba una serie de datos básicos como el sexo, la edad, los ingresos, el nivel de estudios, etc. Todo eso se metía en una matriz y a partir de ahí se hacían segmentos de votantes.
Lo que hacía Cambridge Analytica era segmentar con esos datos demográficos pero también con unos de nuevo tipo: los psicográficos. ¿En qué se diferencian? Los primeros son meramente informativos, los segundos son conductuales. Es decir, podemos mentir en una encuesta, pero no podemos estar mintiendo todo el día en la red. Consumimos un tipo de información concreto y pulsamos sobre “me gusta” en comentarios o contenidos específicos. Y eso lo hacemos muchas veces cada mes de manera automática.
El modelo de Cambridge Analytica es capaz de saber cómo eres con sólo 300 “me gusta”. Con 70 ya saben cuál es tu orientación sexual y a qué partido votas tal y como explica aquí Juan Manuel López Zafra, uno de los tipos que más saben de big data de España. Una vez con toda esa información en la mano ya sólo es cuestión de elaborar el mensaje adecuado y dirigirlo. Si eres un hombre blanco desempleado de mediana edad que vive en los Grandes Lagos te dirán que van a promocionar la industria nacional y a coser a aranceles a los productos chinos. Si eres un joven de Nueva York que trabaja en el sector financiero te asegurarán que van a bajar los impuestos y a quitar regulación. Y así sucesivamente millones de veces. Propaganda electoral a la carta en una plataforma como Facebook cuya especialidad es la publicidad a la carta.
Yo cada vez que entro en Facebook observo que los anuncios que me pone a la vista me interesan. Se me llena la pantalla de cámaras de fotos en oferta y novedades bibliográficas. Sabe lo que me gusta. Pues bien, lo mismo pero con candidatos y sobre gente que facilita mucha información sobre sus gustos porque es usuaria intensiva de Facebook. Hay gente que lo tiene todo el día abierto y buena parte de su vida social la pasa ahí.
Esto es lo que compró la campaña Trump y lo puso a jugar a su favor. Queda por saber si Cambridge Analytica disponía de la autorización para emplear todos esos datos del modo en que lo hizo. Parece que no, pero eso no cambia lo esencial. Lo esencial es que estamos continuamente regando la red con información propia. Con cada clic decimos algo que queda almacenado. Construimos poco a poco nuestro retrato robot y lo hacemos voluntariamente. A cambio la red nos ofrece herramientas para informarnos, entretenernos o socializar. Muchos pensaban que eso era gratis. No, no lo es, nuestros clics son el pago.
Abrazos,
PD1: En la revolución digital, China es la que marca la diferencia. Aunque parezca imposible, dado que es muy pobre y sigue siendo emergente, va por delante… Y el tirón de China en el consumo va a ser bestial.
China is rapidly becoming a trendsetter in many digitally driven industries. This is turning conventional research methodology on its head. Investors should look to China to discover where technology and retail markets around the world are headed.
For decades, investors studied developed-world trends to forecast the future in emerging markets. That approach now looks obsolete. In industries ranging from e-commerce to advertising, China has leapfrogged its developed-market peers. Companies and investors in the West should pay close attention.
E-commerce vs. Brick and Mortar
Mobile trends are at the heart of the new world order. China’s landline telephony infrastructure never developed as much as that in the US or Europe (Display, left). Yet mobile phone penetration in China has almost caught up with that in the West (Display, right). Meanwhile, brick-and-mortar retail is very underdeveloped in China. This difference in infrastructure is the source of China’s edge.
For developed countries, the shift to e-commerce is often painful. It requires the retail sector to unwind huge networks of stores and strike the right balance between physical and digital sales. For China, it’s much easier, since companies don’t have to dismantle nearly as much physical store space to take the digital leap (Display below, left).For example, the Alibaba Group has been building out its Hema supermarket chain, in which the stores are optimized for online delivery. In contrast, Amazon recently purchased Whole Foods and will likely need to retrofit the stores meaningfully.
What’s really going on here? Instead of reconfiguring brick-and-mortar infrastructures, Chinese companies can directly build efficient e-commerce platforms designed for a digital world. As a result, Chinese e-commerce now accounts for about 15% of retail sales, versus 8.9% in the US (Display above, right).
Mobile Payments
The Chinese e-commerce boom is fueled in part by a payment revolution. Chinese consumers overwhelmingly prefer to pay via mobile devices (Display). Here, too, Chinese consumers and companies have leapfrogged their US peers. And again, it’s all about infrastructures.
China has 16.3 bank branches per 100,000 adults, compared with more than 32 in the US and almost 24 in Europe. Similarly, credit cards never made it into as many Chinese wallets. This explains why Chinese consumers have embraced mobile payments for everything from clothing to fast food.
KFC is a case in point. By the end of 2017, 53% of its sales in China were made with mobile payments. In fact, one premium KFC store in Hangzhou allows customers to pay using facial recognition.
Media and Advertising
Similar trends are evolving in media consumption. In China, the rapid shift toward mobile has powered a digital advertising boom. About two-thirds of all advertising spend in China is dedicated to digital platforms, compared with 40% in the US. By 2020, that’s expected to exceed 70%, according to our research, based on data from eMarketer.
Televisions are no longer the centerpiece of media consumption. Today, smartphones provide advertisers with mountains of data about consumers. Returns on advertising investments can be measured more directly. And new players, equipped with more accurate data, are disrupting the way advertisers reach consumers. Through its lead in digital advertising, China is at the forefront of using consumer data as a new currency.
Artificial Intelligence and Face Recognition
Some Chinese companies are testing new technologies in bold ways. TAL Education uses distance learning to teach some of its students and is experimenting with artificial intelligence (AI) technology to help teach students. Results suggest that these programs can keep kids more focused than real teachers. The company is also developing facial-recognition technologies to gauge the level of concentration of the students. If a student isn’t focused, parents will be automatically notified.
Megvii Technology, a Chinese facial-recognition technology company, is applying its technology in areas ranging from retail to security. Facial recognition is used to identify a VIP when he or she enters the store. Police applications include security cameras in shopping malls to catch criminals on the run. China is quickly turning science fiction into reality.
Research Lessons
In many areas, China is several years ahead of the developed world in embracing new technologies. Studying how China adopts technology is like looking into a crystal ball that provides a glimpse at what might happen in the US, Europe and Japan in the future. Investors who understand the Chinese landscape can gain a double advantage: the ability to identify companies with strong return potential in China and to find developed-market stocks that are ahead of the curve.
PD2: El hombre que no vive para servir no sirve para vivir: Nuestras inclinaciones naturales nos mueven al deseo de dominar las cosas y a las personas, mandar y dar órdenes, que se haga lo que a nosotros nos gusta, que la gente nos reconozca un status, una posición. Pues bien, el camino que Jesús nos propone es el opuesto: «El que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo» (Mt 20,26-27).
Ser servidor, ser esclavo, tal y como nos lo pide Jesús es imposible para nosotros. Queda fuera del alcance de nuestra pobre voluntad: hemos de implorar, esperar y desear intensamente que se nos concedan esos dones. La Cuaresma y sus prácticas cuaresmales (ayuno, limosna y oración), nos recuerdan que para recibir esos dones nos debemos disponer adecuadamente.

21 marzo 2018

Si hubiera un crash no sería tan grave...

Yo creo que no lo va a haber, que quizás recorte esto algo más, si es que las FANG optan por realizar, algo dudoso… Con el paso del tiempo, vemos que los correctivos fuertes quedan difuminados:

Recovery Rallies: Are 2 Years, 6 Years, or even 9 Years Enough?

Soon after the market bottom of March 2009, we stated that the sharp week-long market drop in October 2008 resembled the market “crash” of October 1987. We then began showing graphs comparing market advances following those severe drops. In 2009 and again in 2010 we stated that it would be very reasonable for the recovery from the 2008 crash to resemble, or follow a path similar to, the recovery from the 1987 crash. The latest two updates, which proved quite accurate, were released in June 2015 and April 2017. As it approaches nine years, it appears to us, this current recovery is right on track and has the potential to continue a few more years. Here is an updated version of the report we issued in 2015 and 2017, with time related edits.
Craig Callahan, DBA
The stock market advance that began early March 2009 is approaching the nine year mark. It seems like almost daily some analyst being interviewed on TV or in print proposes that the end of the advance is near. When we listen closely, we do not hear any specific reasons given. Occasionally an analyst will offer statistics such as the average length of previous bull markets, but overall we sense that their reason is simply intuition that nine years feels long enough. But is it?
As you may recall, the end of the previous bear market and the transition to the current bull market featured a severe drop one week in early October 2008. As the drop spanned six trading days, it was not labeled a “crash.” When graphed using weekly data, that drop appears similar to the crash of October 1987. The graph below shows the S&P 500 Index (using weekly data) set equal to $1.00 on both August 21, 1987 and August 8, 2008. One of the major differences between the two recoveries is that during the early stages of the 2008 recovery the market was battling a recession and traded lower for a couple of months in 2009 before reaching its bottom. Conversely in 1987 the market was not facing a recession despite many inaccurate predictions of one. Ultimately in 2009 the market rebounded by mid-March and continued on a path similar to the recovery of 1987.
We first showed this graph to audiences in early 2009, suggesting that the market could experience a multi-year post-crash recovery as it had in the late 1980s and early 1990s. On September 18, 2009 we released an article, Was that a Crash?, with a similar graph and stated, “As of September 4, 2009, the ICON valuation readings suggest the market, in general, is priced about 13% below our estimate of intrinsic value. We believe such a reading makes an upward recovery path similar to 1988 and 1989 possible and reasonable.” On April 22, 2010, in a follow up article, Back to the Future, we showed an updated version of the same data and concluded, “[I]n retrospect it seems 1987’s post-crash behavior and recovery is indicative of the recovery we are seeing today. ICON continues to see value in the market and believes that those who remain invested may be able to capture opportunities in the months ahead.”
The graph above shows the same data as the previous graph, updated through almost nine years after each crash. Looking at the graph we see that on several occasions the Index reached the same value at the same elapsed time since the respective big drops, making the two post-crash recoveries appear quite similar. Lately in February of 2018, the recent recovery is lagging the recovery from 1987. We think it is important to note that both recoveries have also featured “volatility events,” where the market drops in response to an event but then recovers quickly and resumes its advance.
Examples of these volatility events are the European debt crises in 2010 and 2011 and the invasion of Kuwait in 1990.
Can a bull market recovery from a crash last longer than nine years? The graph below shows that the recovery from the crash of 1987 continued to the market peak of March 2000, a thirteen year run. This graph also illustrates a second volatility event in 1998, which the media labeled the “Asian Contagion” amid fears that the recession in Asia would spread to Europe and then the U.S.
What were conditions like in the mid and late 1990s while the stock market continued its upward march? The U.S. Dollar strengthened, the price of oil was fairly stable, interest rates were declining until late 1998 and 1999, corporate earnings were growing, inflation was low and P/E multiples rose. All else being equal, the P/E ratio* on the S&P 500 Index can be seen as a proxy for investors’ optimism for earnings growth. The more growth investors expect in earnings, the higher multiple they will pay. The last graph below shows the P/E ratio for the S&P 500 from August 1987 through March 2000 and from August 2008 through February 2018. During both periods the P/E ratio generally increased as memories of the crashes became more distant, although the P/E path in the late 1980s and 1990s may have been more volatile. It also appears that the P/E multiple expansion in the late 1990s was a big contributor to the stock market’s advance. Can P/E ratios continue to increase this decade like they did in the late 1990s? Although expansion like we saw in the late 1990s would be simply a continuation of the gradual increase underway lately, we cannot predict investors’ behavior. We just know that one post-crash bull market lasted longer than nine years and conditions and behaviors change over time.
In conclusion, contrary to the bearish headlines, we at ICON believe that we are in the midst of a long-term recovery. With our valuation methodology as our guide, we do not see the overpricing often seen at market peaks. Furthermore, as we saw with the post 1987 market recovery, bull markets can last longer than 9 years. We believe there is still room for market growth in the current environment.
Abrazos,
PD1: Un test para ver tu estado emocional. Elige, sin mentirte, una de estas personas. Y no hagas trampas, no mires primero los resultados…

Un test hecho por un renombrado psicólogo revela cuál es su estado emocional

Pip Wilson, psicólogo de renombre internacional, creó un #Test para valorar el estado emocional de las personas. Al principio, él emprendió una serie de tests para identificar el estado emocional de tres niños de tres años de edad, que venían de su primer contacto con la escuela.
A partir de ahí, el psicólogo creó el test en el que los niños deberían elegir cual de las personas que están intentando escalar un árbol, y con ello, analizó el humor de ellas. El test también es válido y eficiente para adultos, por tanto, atrevámonos a realizarlo. Solo lleva dos minutos.
Resultado
1 – Si eliges las opciones 1, 3, 6 o 7
Todas las figuras con 1, 3, 6 o 7 están subiendo. Eso indica que eres ese tipo de persona que intenta superar obstáculos. Eres una persona valiente, sin duda alguna, esta es una de las mejores señales del test porque tu status es el de un luchador.
2 – Si eliges las opciones 2,11,12, 18 o 19
Eres una persona muy sociable y que te gusta ayudar a los demás. Eres amable y siempre das una mano amiga a los que están a tu lado. También eres una persona muy respetada y que normalmente no tiene problemas en pedir ayuda cuando necesitas.
3 – Si eliges la opción 4
El número cuatro explica el comportamento de una persona pacífica y feliz. Sus objetivos se resumen en dos palabras: viviendo la vida. No dependes de nadie ni de nada para ser feliz.
4 – Si eliges la opción 5
En esta opción puedes estar pasando por un periodo de exceso de trabajo,puedes estar quedándote sin energía y no consigues cambiar esa situación. Es preciso que dediques un momento para reflexionar si es necesario cambiar, o algo que motiva un poco para salir de ese tipo de depresión.
5 – Si eliges la opción 8
Quien elige este número son personas aisladas del resto y prefieren vivir en su mundo. Esas personas valoran su tiempo y su espacio y no sienten la necesidad de compartir sus experiencias. Eso impide que tengas concentración en el trabajo. Es importante un cambio, conocer nuevas personas y experimentar cosas nuevas, ¡te sorprenderás de lo divertido que puede ser!
6 – Si eliges la opción 9
Tu marca es diversión, todos te consideran como alguien muy alegre y lleno de vida. Eres el alma de cualquier fiesta y te gustan las aventuras, emociones fuertes y desafíos. ¡Valórate más y comparte el mayor regalo, que es tu vida!
7 – Si eliges las opciones 10 o 15
Tienes gran capacidad de adaptación y te conformas con más facilidad que los demás. Independientemente de lo que pase, consigues ser indiferente y estable, creando un ambiente confortable. Consigues ser feliz con poquísimas necesidades. Vives feliz con las sorpresas que la vida te trae.
8 – Si eliges las opciones 13 o 21
Te cuesta conversar con otras personas, eso hace que pases grandes períodos de aislamiento y depresión, tal vez necesites ayuda psicológica para superar barreras.
9 – Si eliges la opción 14
Puedes estar atravesando un período difícil solo, haciendo de tu estado una amenaza seria a tu propia vida. Es preciso que intentes buscar ayuda de tus amigos y tratamiento a través de un psicólogo profesional. No ignores la situación, porque posiblemente puedas empeorar con el paso del tiempo.
10 – Si eliges las opciones 16 o 17
O te sientes amada por el 17 o sientes que estas ayudando a conseguir los éxitos de un 16. Te sientes muy apegado a alguna persona y la considera indispensable.
11 – Si eliges el número 20
Eres gracias a tus esfuerzos, una de las personas más elevadas. Has alcanzado tu objetivo emocional y ahora eres una referencia para todos los que te siguen. Eres líder y ahora necesitas descubrir cómo sacar provecho de la situación. Aprovecha que tus pasos están en el auge de tus objetivos. Con eso, ciertamente te sentirás mucho mejor.
(via Revista Pazes. Fuente: Blasting News)