08 septiembre 2020

el euro ¿sube o baja?


Si ya es difícil invertir, las divisas actúan de vez en cuando. Estas últimas semanas de fortaleza del euro, ¿implican un cambio de tendencia, o es una guerra por tratar de mejorar el déficit comercial brutal que tiene EEUU? Tiene pinta de que están interviniendo el mercado…
Ayer, en la edición digital del Financial Times un trío de periodistas se preguntaba si el Banco Central Eueopeo (BCE) intervendrá en el mercado de divisas o en el mercado monetario de alguna forma para contener la fortaleza del euro y recordaban que ya la semana pasada había mostrado preocupación por el asunto el Economista Jefe del banco, Philip Lane. Como el jueves de esta semana habrá reunión del Consejo de Gobierno, todo el mundo estará más pendiente de lo normal (¡que ya es decir!) de la rueda de prensa de Christine Lagarde, por ver si insinúa algo en alguna dirección.
El euro, como comenté hace dos semanas en el artículo recomendado en 7ª posición más abajo, está en medio de dos corrientes opuestas, las dos muy fuertes, que lo mismo podrían terminar en nuevas subidas de su cotización que en bajadas importantes. De ahí que la conclusión del artículo fuera que: "Visto lo visto, la conclusión parece circunspectamente clara: la caída del diferencial de rentabilidades entre la deuda pública de EEUU y la de Europa y el hecho de que, a pesar de todo, en el último año el BCE haya aumentado el tamaño de su balance un porcentaje mucho menor que la Reserva Federal parece que favorece un euro fuerte frente al dólar”.
A pesar de esa renovada fuerza de euro, decíamos, que existían vientos de cara que estaban frenando esa evolución. De esos vientos de cara hablaremos mañana.
En el Gráfico 1 se ve por qué el euro debería estar fortaleciéndose como lo ha hecho, e incluso más, tras un periodo de fortaleza del dólar que duró desde julio de 2008 (1,60$/€) a diciembre de 2016 (1,03$/€); es decir, que duró ocho años y medio.
Desde esta última fecha el euro no ha vuelto a caer hasta 1,03 en ningún momento (aunque bajó hace seis meses hasta 1,06) pero tampoco ha sido capaz de superar 1,25, por lo que no ha quedado claro si había iniciado un cambio de tendencia o no. De no haberlo hecho (cosa que está aún por comprobar) el euro habría acumulado ya más de 12 años de debilidad frente al dólar, lo que resultaría muy extraño ya que el semiciclo de debilidad suele durar entre ocho y nueve años.
Ese “suele durar” no se basa en un período larguísimo en el que hubieran tenido lugar muchos ciclos diferentes, pues el euro nació en 1999 y por lo tanto solo tiene 21 años de existencia. En el Gráfico 1 se prolonga hacia atrás esa existencia, hasta 1971 (año en que el dólar dejó de ser convertible en oro) reconstruyéndolo de manera sintética con las cotizaciones y los pesos de las monedas que lo formaron inicialmente. En total vienen a ser unos 50 años de historia entre euro legal y euro sintético y en ese período se detectan claramente tres ciclos: 1971-1985; 1985-2001 y 2001-1016.
En el Gráfico 1 se ha marcado el período que va de diciembre de 2016 hasta la actualidad como un cuarto ciclo, con un interrogante porque está por confirmar que lo sea, mientras la cotización del eurodólar no supere la cotización máxima de los últimos años, que fue 1,25 en enero de 2018.
Otro argumento que refuerza la idea de que el euro está en una etapa en la que su cotización frente al dólar debería fortalecerse es la fuerte reducción que ha experimentado el diferencial de rentabilidad entre la deuda pública de EEUU y de Alemania. En el Gráfico 2 se ve la evolución de esa diferencia de rentabilidades (parte superior del gráfico) y también la evolución de la cotización del euro contra el dólar (parte inferior).
La flecha de color morado la pintamos hace casi un año para indicar que la bajada del diferencial de rentabilidades entre la deuda de EEUU y de Alemania que se había producido desde noviembre de 2018 terminaría por povocar una revalorización del euro. De ahí a flecha morada ascendente para indicar esa subida del euro.
La llegada de la pandemia aceleró ese proceso de forma que si el diferencial de rentabilidades era 2,85% en el mes de noviembre de 2018, el 23 de abril de este año había bajado a poco más de un 1% (1,04%). Esa disminución del diferencial en 1,76% entre las rentabilidades de EEUU y Alemania coincidió inicialmente con una depreciación del euro, que llegó a cotizar a finales de marzo en 1,06$/€. A partir de ahí, con el diferencial de rentabilidades ya relativamente estable entre 1,06% y 1,14% el euro tuvo una rápida apreciación desde 1,06$/€ hasta 1,20$/€.
La correlación entre ambas líneas del Gráfico 2 es -0,76%.
El euro, por tanto, que había estado “procrastinando” durante más de dos años sin tomar una dirección alcista frente al dólar, se decidió a hacerlo en las semanas siguientes al 19 de marzo (fecha cercana a la del mínimo de las Bolsas) y en cuatro meses pasó de 1,06 a 1,20 frente al dólar. Y ahí está, contenido, a pesar de las buenas razones para que siga subiendo.
Mañana hablaremos de los vientos de cara que parecen estárselo impidiendo por ahora.
Ciclos de la cotización del euro contra el dólar
Diferencial de rentabilidades y cotización €/$
Abrazos,
PD1: Según el Papa Francisco: “La esperanza necesita paciencia: la paciencia de saber que nosotros sembramos, pero es Dios quien hace que la semilla crezca.”
Así que los cristianos debemos sembrar el mensaje de amor que el Señor nos dio. Sólo sembrar, que luego es Dios el que actúa a través del Espíritu Santo, que es como siempre ha sido y siempre será… Aunque hay que hacer un esfuerzo por sembrar, que si no se siembra nada crece…