El otro día el Banco de España
avisaba de que habrá mucha más morosidad. No hay que ser un lince, pero con
todo parado, es bastante obvio lo que le viene a la banca en materia de mora:
El gobernador del BdE avisa: las empresas tendrán problemas
de liquidez y morosidad
La pandemia económica pasará factura en
términos de liquidez y mayor morosidad. Este es el mensaje que ha lanzado esta
tarde el gobernador del Banco de España.
Lo acaba de dejar claro el gobernador del Banco de
España, Pablo
Hernández de Cos: “El riesgo es que esta caída de los ingresos
genere problemas
de liquidez [a las empresas] que dificulte hacer frente a
sus compromisos de pago”. En concreto, dice el gobernador, para hacer frente
las amortizaciones de deuda y pagos de intereses o gastos corrientes, como
suministros, alquileres
o costes de personal.
Es más,
en su opinión, las tensiones de liquidez pueden derivar eventualmente incluso
en “problemas de solvencia”, ya
sea porque la captación de nuevos pasivos “puede resultar más compleja”, o bien
porque el aumento del endeudamiento “podría llegar a ser insostenible”, lo cual
es más posible en un contexto de evolución débil de la demanda. Ya en el primer
de este año, cuando la pandemia acababa de asomar, la Central de Balances del
Banco de España (que hace un seguimiento de la marcha de las empresas) ha
mostrado una significativa reducción de la rentabilidad del activo del conjunto de la
muestra, hasta situarse por debajo del coste de financiación, lo que no sucedía
desde 2014.
Hay que
tener en cuenta que, según distintos ejercicios de simulación realizados por el
Banco de España, el porcentaje de empresas con necesidades de liquidez entre el
segundo y el cuarto trimestre de este año aumentará como resultado de la
pandemia casi 10 puntos porcentuales, hasta situarse en el 70%. Casi el 90 % de
estas necesidades derivarían del vencimiento de obligaciones financieras
pasadas, y cerca del 50 % podrían ser cubiertas utilizando los
activos líquidos y el importe no dispuesto de las líneas de crédito con que
contaban antes de la crisis. El banco central estima que, mediante el programa
global de avales públicos, que asciende a 140.000
millones de euros tras la última ampliación, podría cubrirse en torno al 75 %
de las necesidades de financiación. Es decir, faltaría un 25%.
Fragmentación financiera
Hernández
de Cos ha hecho estas manifestaciones durante la clausura del seminario anual
de la APIE (Asociación
de Periodistas de Información Económica) en Santander, de forma telemática, y
ha aprovechado la ocasión para recordar la “respuesta contundente de la política
monetaria del Banco Central Europeo (BCE)”, evitando problemas de fragmentación
financiera “como los que se produjeron a raíz de la anterior crisis”.
Los
economistas del Banco de España han calculado que como consecuencia de la
pandemia la solvencia de las empresas empeorará de forma relevante. En
concreto, la rentabilidad de sus activos pasará de un 3% en la situación
pre-Covid-19 a un valor prácticamente nulo en 2020, en cualquiera de los escenarios macroeconómicos considerados
por el banco central. Turismo, ocio, comercio o transporte son los más
vulnerables, además de las pymes.
Las
consecuencias que tiene este contexto para el sector financiero, según
Hernández de Cos, son muy relevantes. También por el deterioro de las rentas de
los hogares. Y el gobernador recuerda que “es esperable” que los impagos en crédito al
consumo se produzcan en una fase más temprana que en el crédito hipotecario
para los hogares, y que el deterioro de rentas y empleo afecte adversamente al
conjunto del crédito
hipotecario con un cierto desfase.
Renta laboral
Hay que
tener en cuenta que un 28% de los trabajadores de las industrias sociales vivían en 2017 en
hogares cuyos activos financieros representaban menos de un mes de renta, y
alrededor de un 8% tenían deudas bancarias cuyos pagos excedían el 40% de la
renta bruta del hogar. Por tanto, concluye el Banco de España, la renta laboral y
la situación patrimonial de los hogares de los trabajadores de las industrias
sociales (turismo, comercio…) eran en 2017 más frágiles que la de los ocupados
de las industrias regulares.
Aquí es
donde el papel de la banca es fundamental, y el BdE recuerda que hasta ahora se
han concedido más de 1,3 millones de moratorias, que representan un saldo de
crédito suspendido de casi 45.000 millones de euros, casi un 7% del volumen
total de esta cartera. Es por ello por lo que, según el gobernador, “en los
próximos meses asistiremos inevitablemente a un deterioro de la calidad del crédito en
los balances de los bancos” debido al empeoramiento de la situación financiera
de empresas y hogares. Entre marzo y junio de este año, de hecho, los préstamos
dudosos de los bancos en sus negocios en España han aumentado un 2 %, sin que
se aprecien grandes diferencias entre empresas y hogares.
Esto es
especialmente relevante si se tiene en cuenta la baja rentabilidad de los
bancos, y todo sugiere, dice el Banco de España, que el escenario de tipos de interés muy bajos o incluso
negativos “se va a extender aún más en el tiempo”.
En
cuanto a los precios de la vivienda habrían
mantenido este año la senda de desaceleración gradual que iniciaron a finales
de 2018, si bien, de acuerdo con los últimos datos disponibles,
correspondientes a junio, “todavía mostrarían tasas positivas de crecimiento”.
En este
contexto, lo que propone el Banco de España es que la “necesaria expansión
fiscal en el corto plazo” venga acompañada de una “agenda de reformas ambiciosa que
afronte los desafíos estructurales de nuestra economía y el diseño de un plan
de saneamiento de las cuentas públicas”. Un reto difícil que, según Hernández
de Cos, exige “amplios acuerdos para afrontar la urgente, ambiciosa e integral
estrategia de crecimiento que necesita nuestro país”. Un aviso para los
políticos en plena negociación de presupuestos.
Así que parece que se ha
lanzado un posible fusión entre Bankia y La Caixa. Formarían un macro grupo
bancario, el mayor por negocio en España. Pero hay tantas oficinas redundantes,
tantos empleados que tendrán que prejubilar o despedir, que da miedo:
CaixaBank tiene 4.460 oficinas,
de las que 3.797 están en España —el resto principalmente en Portugal— y 35.589
empleados. Por su parte, Bankia cuenta con 2.267 sucursales, todas en España, y
casi 16.000 empleados.
Sigo con la misma opinión: no
hay que tener bancos. Hay demasiados y el futuro será por Internet, con bancos
nuevos si acaban por aparecer…
La evolución en este año ha
sido terrorífica:
¿Quién se va a quedar con el
Sabadell?
Una ruina! Si te dicen que no
pueden bajar más, no les hagas caso…
¿Habrá más fusiones entre los
grandes? ¿Salen beneficiados los accionistas en bolsa? No y no… Abrazos,
PD1: ¡Cómo se olvidan las
vacaciones de rápido! La rutina del trabajo nos las hace olvidar muy rápido.
Hay que evitar la rutina en la vida, cambiar de calles cuando vas a algún
sitio, no ir siempre por el mismo camino, no hacer todos los días lo mismo…, no
comer las mismas cosas todas las semanas…
Y en materia espiritual, donde
la rutina se mete más que en otros aspectos de la vida, andar con mucho ojo.
Son encuentros con el Señor que nos espera. En Misa, que se nos suele ir la
cabeza a otras cosas, volver cuando nos demos cuenta. Al rezar avemarías,
pararse en alguna palabra. En la oración mental, buscar nuevos temas y no
repetir siempre los mismos…