China: pequeños pasos en la dirección correcta
"Mejor dar muchos pasos pequeños en la dirección correcta que un gran salto para caer"
Andrew Mattock y Caroline Maurer
Se ha debatido mucho sobre la capacidad de China para lograr un 'aterrizaje suave' de su economía. En el primer trimestre de 2012, el crecimiento económico se ralentizó hasta el 8,1%, frente al 8,9% registrado previamente, y, en mayo, tanto la producción industrial como las ventas minoristas (aunque todavía sólidas) se desaceleraron más de lo previsto. Teniendo en cuenta que en un mercado cada vez más desarrollado el crecimiento tiende a ralentizarse, las autoridades chinas han previsto un crecimiento de sólo un 7,5% para este año, tras una fase de rápida expansión, por lo que los años de crecimiento a tasas de dos dígitos parecen ser ya cosa del pasado.
El desequilibrio entre los niveles de desarrollo de las regiones chinas podría resultar una ventaja más que un inconveniente. Mientras que en las regiones costeras y orientales se ralentiza el nivel de actividad económica, en el interior de China (las regiones centrales y occidentales, como Chengdu y Chongqing) la actividad económica todavía es pujante. En febrero, el Consejo de Estado aprobó una serie de planes previamente recogidos en el actual Plan Quinquenal de Pekín (2011-2015) para impulsar la inversión y el desarrollo de las regiones occidentales.
Mientras que la zona oriental se centrará en industrias intensivas en capital y tecnología, la parte occidental es más idónea para industrias intensivas en mano de obra, como las manufactureras. Los planes concretos revelan que las provincias occidentales quedarán integradas en varias zonas económicas «especializadas», con mejoras en infraestructuras (sobre todo de transporte, con la construcción de autopistas y aeropuertos), servicios públicos y medioambientales (conservación forestal).
En nuestro último viaje por ciudades del suroeste comprobamos que la promoción inmobiliaria y de infraestructuras sigue teniendo fuerza y que el consumo y el sector servicios continúan resistiendo. Dado que la economía china está muy influenciada por las políticas públicas, consideramos que esas políticas de crecimiento se verán rápidamente reflejadas en las economías locales, impulsando el crecimiento y, con él, el consumo.
En nuestra opinión, China será capaz de evitar un 'aterrizaje forzoso'. Las autoridades chinas están tomando medidas en la dirección adecuada, mostrando así su apoyo. A principios de año se redujo la ratio de reserva obligatoria de los bancos para fomentar la concesión de préstamos. Con la caída de la inflación en mayo hasta el 3%, el Banco Popular Chino aprobó su primera reducción de tipos en 4 años, en un intento por reavivar el crecimiento, rebajando el tipo de interés oficial de los préstamos a un año en 25 puntos básicos, hasta el 6,31%.
Además, también se concedió mayor flexibilidad a los bancos para establecer tipos de interés superiores o inferiores a los tipos oficiales de referencia tanto en lo relativo a préstamos como a depósitos. Esa medida supone un avance hacia el objetivo de liberalizar los tipos de interés. Consideramos que se trata de avances pequeños pero importantes de cara a una reforma estructural de la economía china, lo que nos inspira una mayor confianza en las iniciativas del Gobierno para impulsar las reformas en la antesala del próximo cambio de liderazgo dentro del Partido Comunista previsto para más adelante durante el año.
Asimismo, los ministerios de finanzas y comercio han tenido la precaución de planificar una posible salida de Grecia del euro, y elaboran planes para limitar el impacto que podría tener en su tipo de cambio, flujos de capitales e intercambios comerciales. La redistribución de las rentas ocupa también un lugar prioritario en el programa reformista. El crecimiento de los beneficios empresariales y de los ingresos públicos ha superado el incremento de los salarios en los diez últimos años. Para contrarrestar este desequilibrio estructural se ha elevado el salario mínimo y el umbral del impuesto sobre la renta, con vistas a impulsar el crecimiento de los salarios.
Un abrazo
PD1: Lo que más tiene CHINA es capital, es ahorro. Han crecido gracias a que su ahorro ha sido muy fuerte, que han podido invertir mucho en su propio país, de dinero ahorrado por los chinos más el dinero que llegaba a invertir ahí y el de las empresas extranjeras que se querían beneficiar de la mano de obra china barata…
China does not lack capital: CSRC Chair
By Li Zhenyu (People's Daily Online)
China's rate of saving is the highest in the history of large economies, and the nation does not lack capital, the top Chinese regulator said recently.
An article titled "Adjusting financial structure to pave way for economy" by Guo Shuqing, Chairman of the China Securities Regulatory Commission (CSRC), was published on People's Daily, China's flagship newspaper on July 2.
"China's rate of saving is as high as 52 percent, ranking absolute the first in the world, and also ranking first in all history of large economies," Mr. Guo wrote in the article.
Mr. Guo's conclusion is based on the newly-released data from the National Bureau of Statistics of China. According to the data, the total GDP of China in 2011 was 47 trillion yuan, of which, the final consumption was 22.5 trillion yuan, the capital formation was 22.9 trillion yuan and the net export was 1.2 trillion yuan. "Even if we suppose that China's rate of saving is 45 percent, China's total annual saving still exceeds 21.5 trillion yuan, which is equal to 3.4 trillion U.S. dollars according to the current exchange rate," Guo wrote. "This number is still very high in the world. Therefore, we cannot say that China lacks capital." CSRC, a ministry-level institution directly under China's State Council, regulates China's securities and futures markets with an aim to ensure their orderly and legitimate operation. It is the top securities regulator of China.
PD2: Se acaba la era del consumo en Occidente. Hemos consumido demasiado. En el futuro, sólo podrán liderar el consumo, quien previamente haya ahorrado…, los chinos.
Enough is enough of the age of consumption
Until fairly recently economists envisaged three stages of economic development.
First, there was the stage of capital accumulation started by the industrial revolution. The Marxist historian Eric Hobsbawm called it the age of capital. Society saved a large part of its income to invest in capital equipment. The world gradually filled up with capital goods.
This stage, economists thought, would be followed by the age of consumption, in which people began realising the fruits of their previous frugality. They would save less and consume more, as the returns to new investment fell and the possibilities of consumption expanded.
Then would come the third and final stage, the age of abundance. With a surfeit of consumption goods, people would start swapping greater consumption for greater leisure. The world of work would recede. This was supposed to be the end point of the economic phase of history.
Much of the world has not yet reached the age of consumption. The Chinese, for example, still save and invest on a colossal scale. Our problem is that western societies remain stuck in the age of consumption. We are much, much richer than we were 100 years ago, but hours of work have not fallen nearly as much as productivity has risen, and we go on consuming more than ever. We seem unable to say “enough is enough”. Why not?
One starting point to answering this question might be Keynes’ futuristic essay Economic Possibilities for our Grandchildren, published in 1930. In this essay he predicted that by now we would only need to work 15 hours a week “to satisfy the old Adam in us”. The rest would be leisure time. What did he get wrong?
We can concede straight away that the earlier economists, taking their cue from the privations around them, suffered from a certain poverty of imagination. They thought in terms of quantities: you can eat only so much food, have so many pairs of shoes, live in so many houses, drive so many cars. They failed to allow for continued improvement in the quality of goods, which stimulates the appetite for serial consumption, and so keeps up the hours of work.
But we must not concede too much under this head. Many improvements are negligible and, even when positive, consumers are constantly seduced by advertisers into over-estimating their benefits – as with the wonderful effects of all those innovative financial products.
A more serious charge is that many of the older generation of economists underestimated insatiability. Having more seems to make us want more, or different. This is partly because we are by nature restless and easily bored. But it is mainly because wants are relative, not absolute: the grass is always greener on the other side. The richer we become, the more we feel our relative poverty.
There is a third factor, however, for which the earlier economists can’t really be blamed. They were not egalitarians, but they did think that growing prosperity would lift up all boats. They did not foresee that the rich would race ahead of everyone else, capturing most of the fruits of increased productivity. (Karl Marx is the main exception here.)
The result has been to leave big holes in our consumption society. A lot of people still do not have enough for a good life. In Britain, 13m households, 21 per cent of the total, live below the official poverty line. There is a lot of underconsumption going on relative to what society is producing. Earlier socialists called it “poverty in the midst of plenty”.
This partly explains the huge rise in debt, as people aim to compensate for stagnating incomes by borrowing.
So what is to be done? First, we must convince ourselves that there is something called the good life, and that money is simply a means to it. To say that my purpose in life is to make more and more money is as insane as saying my purpose in eating is to get fatter and fatter. But second, there are measures we can take collectively to nudge us off the consumption treadmill.
One is to improve job security. Government should restore the full employment guarantee. This does not mean guaranteeing everyone a 40-hour a week job. Government should gradually reduce the maximum allowable hours of work for most occupations, guaranteeing a job for everyone who wants to work that amount of time.
At the same time it should institute an unconditional basic income for all citizens. This would aim to improve the choice between work and leisure. Critics say this would be a disincentive to work. That is precisely its merit in a society which should be working less and enjoying life more.
Third, government should reduce the pressure to consume by curbs on advertising. We already have curbs to guard against specific harms: it would not be a big jump to recognise that excessive consumption is itself harmful – to the environment, to contentment, to any mature conception of the good life.
Underpinning these measures would be a steeply progressive consumption tax, with a top bracket of, say, 75 per cent. This would be a tax on what is spent, not on earnings. It would reducethe pressure to consume, finance basic income, and encourage private saving for old age and infirmity.
All these proposals are open to criticism. However, unless we take a collective decision to get off the consumption treadmill we will never get to the point of saying “enough is enough”. And if we don’t do that, we will go on wondering what all that extra money was for.
PD4: El mundo crece en forma de LUV.
La “V” es por los países emergentes, que tras una caída crecieron en picado.
La “U” por EEUU que ha cimentado el crecimiento para volver a crecer con fuerza.
La “L” por Europa, que no ha hecho ningún deber y no volverá a crecer.
PD5: A España y a Europa le puedes tomar el pulso siguiendo la paridad del euro dólar. Sigue bajando… Cuando más baje el euro es que se espera que España vaya a ir peor… La bolsa es manipulable, y tanto que lo es, la prima de riesgo es intervenible…, por el BCE aunque no tienen ninguna gana de comprar bonos españoles que pueden entrar en quitas…, pero al dólar y el euro, no le mueve ni su tía, salvo el propio mercado y su percepción de la crisis… Estamos mal y las perspectivas son de ir a peor… España entra irremediablemente en depresión, mental y económica… Es lo que hay… No le des más vueltas. Has tenido meses, años, para haber actuado. Yo estoy tranquilo con las posiciones que tenemos. Ahora a esperar a ver… Por cierto, ¿liquidarán a Bankia? Eso es lo que piensan sus inversores. ¡Qué fuerte! Menos mal que te avisé que no compraras sus preferentes, ni sus acciones, ni que tuvieras tu pasta en sus depósitos, que cerraras la cuenta…, pero como nunca me haces caso…
PD6: Al doctor Marañón le preguntaron una vez si pensaba que sería curable el cáncer… Dijo que sí, que con el tiempo se lograrían muchos avances como así ha sido. Le preguntaron por el Parkinson y dijo que también, que sería curable… Y dijo que la única enfermedad que no tendría cura, que los avances médicos no encontrarían solución nunca sería la prisa. Esa no mejora ni a tiros. Así que no andes tan estresado que poco puedes arreglar de este desaguisado. Tómate las cosas con calma, disfruta de la familia, de los hijos, descansa y no andes dejándote el culo…