La FED está haciendo de todo para tratar de inyectar liquidez
barata y reactivar el cotarro. Ayer Trump propuso un plan muy ambicioso de 1
billón de dólares para lo mismo. A ver si funciona. Ayer el BCE propuso un QE
adicional de 750.000 millones de euros para dar liquidez al sistema…
Lo que es terrorífico es lo mal que funciona siempre el ORO
cuando hay incertidumbre. Ya lo hizo en 2008 y ahora lo vuelve a repetir. Es un
mercado muy manipulado y con muy poca liquidez… Ya te lo he dicho miles de
veces, lo mejor es no entrar en oro, siempre se pierde…
Mira los últimos 3 meses. Parecía que iba a ser el activo
refugio ante el coronavirus, pero desde hace dos semanas no ha hecho más que
bajar…:
Y si cogemos más perspectiva, lo mismo:
Y el crudo, inundado de producción por los saudíes, se desploma
también, algo positivo que da esperanza de mejor inflación:
En septiembre pasado la Reserva
Federal recuperó la subasta de liquidez mediante la pignoración de deuda
pública, semi-pública y cédulas hipotecarias (“venta con pacto de recompra” o repo) que era un
instrumento no utilizado desde 2009. Fue la manera de corregir la subida de
tipos de interés que se había producido inexplicablemente en algunas áreas del
mercado monetario de EEUU.
Ayer la Reserva Federal sacó
también, del mismo baúl de los recuerdos, otra herramienta tampoco usada en los
diez últimos años: la compra de pagarés de empresa, ante la desaparición de la
liquidez en ese mercado que mueve en USA más de un billón de dólares.
Es poco probable que este nuevo
mecanismo de financiación de la Reserva Federal mediante la compra de pagarés
de empresa vaya a funcionar bien con las condiciones iniciales que ha
establecido la Fed:
es demasiado caro. El tipo de interés lo ha fijado en el OIS a tres meses + 200
puntos básicos (2%) (simplificando mucho, el OIS es el tipo de interés de menor
riesgo en el mercado de financiación día a día).
Podría decirse que para ese
viaje no se necesitaban alforjas, aunque el mercado, que primero lo interpretó
así ayer, pareció rectificar después, de nuevo titubeó y así hasta el cierre
positivo de la sesión de Bolsa en Nueva York.
Con todo lo acumulado hasta
ahora, el banco central de EEUU está ya ofreciendo liquidez por valor de más de
2 billones (trillion) de dólares, pero, aun con eso, parece que no es
suficiente: hay que tener en cuenta que las líneas de financiación en dólares a
otros bancos centrales mediante el uso de permutas financieras (swaps) está dirigida a
los principales países y áreas geográficas como la Eurozona, por lo que queda
sin cubrir el resto del mundo: países emergentes y otros países desarrollados
que no están entre los más importantes.
De ahí que sorprenda que, casi
a diario, la Reserva Federal se vea obligada a ampliar esa oferta de liquidez
(ayer mediante el mecanismo para la compra de pagarés de empresa que han dejado
de adquirir los fondos de inversión del mercado monetario) y, casi a la vez,
las súbitas caídas de la Bolsa que día sí, día no, parecen verdaderas
liquidaciones “por remate”.
Lo que está detrás de todo ello
es el ansia por obtener financiación en dólares. Para conseguirla, se vende
absolutamente todo, de ahí que haya habido días en los que, a pesar de que la
incertidumbre fuera máxima y las Bolsas se derrumbaran, los activos que
habitualmente se consideran refugio para los inversores cuando las cosas se
ponen feas (deuda del Tesoro de EEUU y oro) no solo no subieran de precio sino
que estuvieran bajando, a veces con intensidad.
Por eso ha sorprendido
enormemente (y me lo preguntaban en Twitter) el porqué de que el precio del oro
cayera cuando la situación debería favorecer todo lo contrario: en lo que va de
un año tan catastróficamente inestable, el precio del oro sube un 0,3% (es la
única materia prima que sube de precio de entre las 25 que forman el índice
GSCI) y el del conjunto de los metales preciosos cae un 2,5% (el precio de la
plata baja un 30,3%).
Y es que, cuando se producen
caídas súbitas de Bolsa, como las que se iniciaron en la última semana de
febrero, la demanda de liquidez se vuelve acuciante, sobre todo para quienes
tienen posiciones fuertemente apalancadas (financiadas) en todo tipo de
activos, al pedírseles que añadan nuevas garantías a las que ya habían aportado
para obtener la financiación inicial. Y ese es un proceso que se retroalimenta,
en una espiral bajista sin fin que la Reserva Federal está tratando de contener
ahora, por lo que se está convirtiendo en el “prestamista de última instancia”
para el mundo entero.
No es la primera vez que pasa,
como ilustra el Gráfico 1, en el que se recoje un comportamiento del precio del
oro también muy extraño: en octubre de 2008, en lo más álgido de la crisis
financiera tras la caída de Lehman Brothers, el precio del oro no solo no subía
sino que bajaba: en ese mes cayó un 21%. También sucedió algo parecido, aunque
con una caída de precio menor, en el octubre del crac de 1987: en los días
críticos, el oro cayó un 3%. Todo ello en medio de convulsiones y repentinas
subidas de precio también.
La Reserva Federal está sumida,
por tanto, en una tarea titánica de rescatar al sistema financiero mundial de
nuevo (véase en el Gráfico 2 el resultado provisional para la Bolsa) aunque
provocado por razones (epidemia) que, en origen, nada tienen que ver con las de
2008. Eso le exigirá, seguramente, esfuerzos denodados adicionales. Deseémosle
suerte. Por la cuenta que nos tiene.
El extraño comportamiento del
precio del oro
Cracs de 1987 y 2020: aún
bordeando el abismo
Si se repite el escenario de estos días con el crash de 1987,
que es muy posible, desde estos niveles alcanzados se debe rehacer el mercado…
Abrazos,
PD1: El Papa Francisco nos invita a rezar el Rosario esta noche
a las 21:00 horas, día de San Jose:
"Hago mío el llamamiento
de los obispos italianos que, en esta emergencia sanitaria, han promovido un
momento de oración por todo el país. Cada familia, cada fiel, cada comunidad
religiosa: todos unidos espiritualmente mañana a las 9 de la noche en el rezo
del Rosario, con los Misterios de la Luz".
"Os acompañaré desde aquí.
Al rostro luminoso y transfigurado de Jesucristo y su Corazón nos conduce
María, Madre de Dios, salud de los enfermos, a quien nos dirigimos con el rezo
del Rosario, bajo la mirada amorosa de San José, Custodio de la Sagrada Familia
y de nuestras familias".
"Y le pedimos que cuide
especialmente de nuestra familia, de nuestros familiares, sobre todo de los
enfermos y de las personas que cuidan de los enfermos: los médicos, enfermeras,
voluntarios, que arriesgan sus vidas en este servicio"