09 marzo 2020

errores y más errores

Otro que comenta los errores de estos días. Es un tipo muy inteligente y un gran economista:

Vacuna equivocada

La Reserva Federal de EE.UU. ha marcado el camino al resto de bancos centrales. Mal debe ver el futuro económico para reducir en 50 puntos básicos (0,5%) los tipos de interés de forma extraordinaria sin esperar a la próxima reunión programada. La última vez que tomó dicha decisión fue en octubre de 2008, justo después de la quiebra de Lehman Broters. El mercado ya espera bajadas de tipos de interés en la Eurozona (BCE), en Japón (BoJ), y en el Reino Unido (BoE).
Estas medidas, pese a su efecto en los mercados financieros, no son una vacuna adecuada para la situación actual. El análisis de la crisis del COVID-19 tiene tres ángulos diferentes pero relacionados: el meramente médico o científico, el impacto en la economía y la repercusión en los mercados financieros.
Visión médica o científica. Conclusiones de un especialista en enfermedades infecciosas como el Dr. Amesh Adalja (ver vídeo): entre el 30% y el 40% de la población acabará infectada del COVID-19, pero en la inmensa mayoría de los casos los síntomas serán leves, sin que en muchos de ellos ni siquiera sean casos diagnosticados como COVID-19. De acuerdo con este especialista, la contención total no es posible y las medidas de "bloqueo" de la población no son productivas. La epidemia podría alcanzar un pico bien entrada primavera, para posteriormente rebrotar en el hemisferio sur con la llevada de su invierno. 
Obviamente, las medidas de los bancos centrales en nada afectan a la evolución de la pandemia.
Efectos sobre la economía. Las medidas adoptadas por los distintos gobiernos mundiales para intentar contener la epidemia, llevan inevitablemente a una reducción de la actividad económica que en algunos sectores y empresas puede llegar a ser radical.
Algunas de las drásticas medidas adoptadas:
- Supresión de las clases en los colegios en al menos 13 países
Prohibición de eventos de masas como partidos de fútbol y cierre de lugares de ocio como cines y teatros (Italia)
Prohibición de entrar en Israel a los turistas procedentes de Italia, Francia, España, Alemania y Suiza
Cierre de fábricas y lugares de trabajo al presentarse un solo caso entre los empleados (Corea o Reino Unido)
Además de la rotura de las cadenas de producción globales por el cierre temporal de fábricas de componentes intermedios, la cancelación de eventos masivos y las restricciones a los viajes por parte de las empresas y la psicosis generada en los consumidores a nivel global hace difícil estimar hasta qué nivel puede frenarse la economía sin conocer la extensión temporal de la situación actual.
Inevitablemente, muchas empresas y profesionales están experimentando una fuerte caída en su nivel de ventas que les puede llevar a problemas de liquidez, a acometer despidos y, en ocasiones, a presentar concurso de acreedores (suspensión de pagos). Como consecuencia de lo anterior, tanto el consumo privado como la nueva inversión podrían verse mermadas, reduciendo a su vez el crecimiento futuro. El margen temporal de aguante de miles de pequeñas y medianas empresas ante una situación tan disruptiva como la actual es muy limitado.
Ante esta situación, las autoridades deberían olvidarse de apriorismos ideológicos de subidas de impuestos a las empresas o encarecimiento del factor trabajo, mediante el aumento del salario mínimo profesional o las cuotas sociales a la Seguridad Social, y ayudar a las empresas a sobrevivir y a que estas puedan mantener el mayor número de puestos de trabajo posibles.
En este sentido, el paquete de 3.600 millones de euros aprobado por el gobierno italiano está enfocado a ayudar a las personas y empresas más afectadas, permitiéndoles no pagar determinados impuestos, ni las facturas de los principales suministros (gas, agua o luz), o posponer las cuotas de las hipotecas durante meses, a la vez que se facilitan créditos a bajo tipo de interés a las empresas.
Las medidas de los bancos centrales bajando tipo de interés, o inyectando liquidez adicional en el sistema difícilmente dinamizarán la economía. Medidas fiscales como la adoptada por el gobierno italiano, sin ser suficientes, sí pueden mitigar el daño económico ocasionado por las medidas de prevención de la expansión de la enfermedad.
Efecto sobre los mercados
Las revisiones de las previsiones de crecimiento mundial y de los beneficios empresariales para 2020 se suceden, aunque de momento no han sido dramáticas. A pesar de las fuertes correcciones de los índices bursátiles, de momento no ha habido ventas desordenadas o momentos de pánico.
La bajada de tipos de interés de la Fed previsiblemente no será la última y será seguida por los principales bancos centrales del mundo. Los tipos de interés a nivel global se situarán en niveles más bajos durante más tiempo del previsto, imposibilitando a los inversores de renta fija obtener una mínima rentabilidad sin asumir riesgos considerables de crédito.
Con la mayor liquidez es posible que aumente el flujo de inversiones hacia las bolsas, pero sin mejoras de los beneficios empresariales. Las subidas de las cotizaciones sólo por un mayor flujo de fondos serán poco sostenibles en el tiempo.
Dentro de las empresas cotizadas, aunque las caídas en ocasiones son indiscriminadas, aquellas con poca deuda, buen posicionamiento a largo plazo y visibilidad en su generación de caja, pueden ser oportunidades de inversión a medio y largo plazo. Por el contrario, las empresas muy endeudadas, con baja calificación crediticia y con vencimientos cercanos, pueden sufrir notablemente en un momento en el que el cierre de los mercados puede provocar problemas para refinanciarse (como le ha ocurrido esta semana a INTU, uno de las grandes REITs británicos).
Las medidas de los bancos centrales no son la vacuna que resolverá la actual crisis del COVID-19. No obstante, desde el punto de vista de la inversión, en esta ocasión, como en todas las crisis, también habrá atractivas oportunidades de inversión para quien sepa seleccionar, esperar y tener paciencia.
Nos acercamos, con las caídas de hoy, al nivel de suelo que se esperaba. Dudo que se pueda ir mucho más abajo. El gráfico del IBEX es muy claro:
¿Estamos peor hoy que en 2012 cuando tuvimos un elevado riesgo de default con una prima de riesgo de 600 puntos básicos?. No. ¿Estamos peor hoy que en 2009 cuando el sistema financiero, los bancos, estuvieron quebrados? No. Pues con las caídas de más del 4% de esta mañana dejaría al Ibex en los 7800 puntos que es un nivel claramente ridículo, más de compra que de venta…
Abrazos,
PD1: “La hipocresía es el más difícil de los vicios ya que requiere de una vigilancia constante y agotadora. No se puede practicar, como el adulterio o la glotonería, a ratos perdidos; es un trabajo a tiempo completo” W. Somerset Maugham(1974-1965)
Pues ante la hipocresía generalizada de estos días, yo quiero resaltar que hay gente valiente y noble, franca y veraz.
Son pocos pero, si miras un poco, los distingues… Y que conste que no tiene nada que ver con sus creencias, no tiene que ver con la religión. Son sus virtudes, adquiridas por repetición de actos buenos, las que les definen… Gente con virtudes, qué sí hombre, que los hay!!!
Dentro de los políticos no los vas a encontrar, ni en el mundo empresarial… Son gente normal y corriente que nos rodea, que cuida a sus hijos, que se esfuerza, y que no se deja influir por la hipocresía campante…