Por el efecto base. Una vez que todo ha subido mucho, que siga subiendo desde estos niveles es más inverosímil. Habrá algo que no haya subido que sí que lo hará… En términos generales, la no subida de muchos productos hará que, por la alta base alcanzada, implique que la inflación será menor en el futuro…
Febrerillo el loco
Lo normal
es que sea a partir de marzo cuando vayamos observando correcciones cada vez
más pronunciadas en la tasa interanual de la inflación
En pocos días conoceremos el dato de inflación de
un mes de febrero que aún puede deparar alguna sorpresa. En todo caso, y aunque
no ocurriera nada anormal y este finalizara tal y como lo estamos observando,
ya les adelanto que, difícilmente, la tasa interanual de inflación se
quedará por debajo del 7%. Seguro que esta cifra podrá
resultarle sorprendente y para muchos el Apocalipsis,
pero nada más lejos de la realidad. Mi predicción, basada en la de otros, no
responde a un modelo complejo que me permita decir esto. Más bien, sólo son
matemáticas y un poco de sentido común. Y les cuento esto porque este dato, que
causará un gran revuelo, tiene más bien poco que ver con la evolución actual
(de hoy) de los precios y sí mucho más con la pasada. Es por esta razón que
este dato deberá ser analizado como mucha cautela.
Como he explicado en alguna ocasión, el dato
de crecimiento interanual de los precios (IPC de
un mes respecto del mismo mes del año anterior) es un cálculo matemático (suma
ponderada) de las tasas de crecimiento intermensuales de los doce meses que
intermedian entre los que estamos comparando. Para entenderlo mejor, miren la
figura de abajo donde represento la tasa de inflación del mes de enero de 2022
(interanual) como la barra azul y cómo esta se explica por las diferentes tasas
de crecimiento intermensuales de los meses que van desde febrero de 2021 hasta
dicho mes de enero de 2022.
La figura muestra una especie de escalera, con meses que han aportado caídas (febrero y julio de 2021 y enero de 2022) frente a otros que aportan subidas (el resto). Cuatro meses aportan la mayor parte del crecimiento: marzo, abril, octubre y diciembre de 2021. Entre ellos explicarían 5,3 puntos del crecimiento interanual de enero pasado, que como recuerdan y pueden ver, fue del 6,1 %. Una vez más, y en la figura se ve bien, un mes de enero del 2022 como el vivido puede estar moderando los precios mientras que en la interanual puede estar pareciendo un momento explosivo en términos de crecimiento de precios. La razón es que simplemente incorpora los “escalones” de los meses antes enumerados.
Ahora miren la figura 2. En ella se hace
similar representación, pero con una hipotética subida que tendremos en
febrero, añadiendo un crecimiento intermensual del 0.2 (por poner un dato
habitual) y eliminando, obviamente, el -0,6 del mes de febrero de 2021, que ya
no entraría en las cuentas. Pues bien, quitar ese -0,6 y sumar un 0,2 añade
unas ocho décimas a la interanual, pasando esta del 6,1 al 6,8. Curioso,
¿verdad?
En este punto pensarán que la culpa es de febrero que nos mete 0,2 puntos adicionales en la inflación. Cierto, pero esto, digámoslo de cierta forma, no es raro para un mes de febrero. Lo raro es el -0,6 de hace un año. Y, además, ese 0,2, aun siendo positivo, siempre implicaría una moderación de precios que continuaría la senda iniciada desde noviembre de 2021. Parece pues contradictorio -menor crecimiento actual, pero mayor interanual-, aunque solo son matemáticas. Por cosas como estas no me canso de avisar de la necesidad de saber leer ambas tasas, así como comprender su relevancia para la toma de decisiones políticas.
Fíjense en la figura 3. En esta se
representan todas las tasas intermensuales del IPC para el mes de febrero desde
2002. Si se fijan, en febrero de 2021 los precios cayeron de forma
extraordinaria. La caída de la luz, curiosamente, fue el principal causante.
Esta caída fue la más pronunciada para un mes de febrero en veinte años. Sin
embargo, una subida de 0.2 sería de lo más “normal”, por lo que tener un
febrero “normal” disparará la interanual hasta casi el 7 %.
Como pueden entender, las cifras de febrero van a jugar al despiste y muchos van a picar. No dejaremos de ver titulares alarmistas sobre el dato, incluso cuando este mes no sea extraordinario. Habrá, incluso, gurús de renombre que azuzarán a las masas con el dato, aunque ni siquiera comprendan qué están compartiendo. Pero si nos quedáramos en el 7-7,2 %, la lectura correcta es que se certificaría que, desde el pico de noviembre, las intermensuales han caído o se han moderado, lentamente, con cierta persistencia (miren lo que escribía hace una semana), pero significativamente.
No podemos descartar, no obstante, y creo que
así será, que febrero vendrá con una subida mayor de esos 0.2 y que nos
quedemos por encima del 7. Esta es la previsión de muchas casas de análisis y,
además, es lo lógico por el repunte de los carburantes por la tensión
internacional. Pero podríamos estar viendo el canto del cisne de
este episodio inflacionario. Si no hubiera nada extraño, una vez más, y por las
mismas matemáticas de valores atípicos que elevará la tasa interanual en
febrero, en el mes de marzo deberíamos ver un movimiento contrario. Lo normal
es que sea a partir de ese mes, tal y como se viene previendo desde otoño,
cuando vayamos observando correcciones cada vez mas pronunciadas en la tasa
interanual.
Más de un año con una inflación
superior al 5% cambiaría expectativas y sería difícil de controlar, salvo
subida extraordinaria de tipos
Para visualizarlo mejor podemos ver las previsiones realizadas por FUNCAS.
Para el mes de febrero recoge este repunte, lo que resulta obvio. Sin embargo,
FUNCAS prevé que, en febrero los precios crecerán un 0,3, y en marzo y abril
0,4 y 0,8 puntos respectivamente. Las interanuales serán del 7,1, 6,5 y 6,1
respectivamente. Sin embargo, esta caída de la interanual será más pronunciada
a partir de las puertas del verano, llegando al mes de noviembre y diciembre al
2,4 y 1,2 respectivamente. Mucha de esta caída son previsiones, pero otra buena
parte, matemáticas. Hay que recordar que Javier Jorrín señalaba hace pocos días que el FMI preveía
una inflación para diciembre del 0,5%, más moderado aún.
Obviamente a tan largo plazo las
incertidumbres son enormes. Todo puede pasar y una escalada nuevamente de
precios como el gas o el petróleo caerían, nunca mejor dicho, como la gasolina
al fuego. Más de un año con una inflación superior al 5% cambiaría expectativas
y sería difícil de controlar, salvo subida extraordinaria de tipos. Pero si no
ocurre, si fuera posible controlar la escalada de la tensión en el este europeo
y las economías pudieran avanzar tranquilas para la normalización de sus
economías, podríamos llegar a final de año en España y en
Europa sin una necesidad extrema de elevar tipos. Curiosamente,
la mejor política antiinflacionaria, hoy, no les corresponde a los bancos
centrales, sino a los ministerios de Exteriores y a la diplomacia. ¡Ah!, y no
nos olvidemos de la lluvia.
Abrazos,
PD1: “Eres aquello que haces, no
aquello que dices que harás” (Carl Jung) Y en temas espirituales, mucho más. No
podemos dejar para cuando seamos mayores el tener una vida de oración… Hay que
empezar de joven, no vaya a ser que, cuando seamos mayores, nos de pereza o no
nos llegue el momento de empezar nunca…