¿Cuánto nos pagarán en el futuro? No mucho…, si es que nos pagan algo. Si seguimos así, toda la pasta se la habrán llevado antes los bancos, o el banco malo, o su madre…, o ellos mismos, los corruptos…, pero los que nos jubilaremos en unos años, rien de rien.
La 'franja naranja' que hace insostenible el sistema de pensiones en España
España se enfrenta a una de las decisiones más trascendentes a largo plazo: ¿qué porcentaje de revalorización aplicar a las pensiones? La discusión real no tiene que ver con si “nos podemos permitir” una subida para 2013 acorde al IPC (3,5%) o al IPC con impuestos constantes (1,5%). Todo presupuesto es elástico, y donde cabe un rescate a Bankia, bien caben 1.500 o 3.000 millones de euros adicionales de gasto en pensiones. La diferencia entre la congelación de las pensiones y una subida de las mismas del 1,5% supondría un 0,15% adicional de déficit público, cifra tolerable una vez Europa ya ha asumido que España incumplirá de nuevo su objetivo de déficit, y cifra también pequeña para los votos en juego.
En cambio, la trascendencia de la decisión tiene que ver con la sostenibilidad estructural del sistema español de pensiones, un problema independiente de la crisis y del debate sobre el tamaño del Estado o sobre la naturaleza de la gestión pública o privada de las pensiones.
El problema: un shock demográfico único en la historia de la humanidad
El origen del problema se encuentra en una perturbación demográfica que la humanidad no había experimentado hasta hoy: la última fase de la transición demográfica, cuya principal manifestación ha sido la caída de la natalidad por debajo del nivel de reposición. A partir de los 70, las tasas de natalidad se reducen a la mitad tras el boom de la posguerra, creando una especie de ola demográfica que, gráficamente, se puede mostrar de la siguiente manera (datos basados en las proyecciones oficiales del INE):
La franja naranja señala cada año la proporción de población por encima de los 67 años, la nueva edad de jubilación. Una franja que en 2049 englobará a la gran masa de población que actualmente se encuentra entre los 25 y los 50 años. A la situación actual se la conoce como la “ventana de oportunidad demográfica”: hoy en día hay una proporción históricamente elevada de personas trabajando –incluso a pesar de la tasa de paro actual-, los cuales aportan recursos al sistema, manteniendo a una proporción históricamente baja de menores y ancianos. Esta situación de oportunidad se revertirá paulatinamente con el paso de los años. Aunque hoy hay 21 personas mayores de 67 años por cada 100 personas en edad de trabajar, esa cifra subirá hasta alcanzar los 51 mayores por 100 cada adultos en el año 2049.
En este sentido, incluso en un momento con una tasa de dependencia excepcionalmente baja, la gravedad de la situación es tal que la Seguridad Social ya ha entrado en números rojos, déficit que está siendo maquillado con transferencias corrientes de la Administración Central. No obstante, esto último es un problema coyuntural. El problema estructural se encuentra en que la dinámica de aumento del gasto ya ha comenzado a exceder a la capacidad de crecimiento real de la economía. El crecimiento del gasto en pensiones tiene tres componentes; examinémoslos por separado:
1.- El crecimiento de la inflación. La actualización de las pensiones según la inflación, para evitar la pérdida de poder adquisitivo, es una norma habitual en todos los países desarrollados. No obstante, para estudiar el problema de la sostenibilidad podemos ignorar el papel de la inflación comparando el aumento real del gasto en pensiones –es decir, sin tener en cuenta las revalorizaciones en función de la inflación- respecto al aumento del PIB real.
2.- El crecimiento de la pensión media. La pensión media sube cada año debido a que las personas que fallecen y dejan de percibir una pensión tienen, de media, unas bases de cotización muy inferiores a las de las personas que se jubilan –los nuevos pensionistas han desempeñado, en términos medios, actividades de mayor cualificación y remuneración durante su vida laboral-. ¿Y qué magnitud tiene este efecto? Según los datos de la Seguridad Social, el aumento anual de la pensión media ha oscilado entre el 3% y el 3,5% durante los últimos cinco años, una vez descontadas las revalorizaciones aprobadas.
El recorrido temporal de este efecto es difícil de estimar sin datos detallados, pero puede ser realmente amplio: actualmente están entrando en la edad de jubilación los nacidos a finales de los años 40, una generación con una baja tasa de acceso a la universidad respecto a las cohortes que están por venir (un 8,1% de tasa de acceso comparado con el 40,4% actual, según la base de datos Barro-Lee).
3.- El crecimiento del número de pensionistas respecto a cotizantes. Cada año entran más personas en la edad de jubilación de las que fallecen. Este efecto poblacional se amplificará y prolongará durante 30 años, como puede verse en el primer gráfico, ya que las cohortes poblacionales que se acercan a la edad de 67 años son cada vez mayores. El aumento medio de los últimos cinco años, según los datos de la Seguridad Social, ha sido del 1,5%.
Así pues, el gasto real en pensiones tiene una inercia poblacional imparable, cuyo efecto es una subida anual de entre el 4% y el 4,5% por efectos puramente demográficos, es decir, sin tener en cuenta el papel de la inflación. En este sentido, la entrada gradual del retraso de la edad de jubilación dará una pequeña tregua, pero la evolución en el largo plazo es imparable, incluso con la cota inferior del 4%.
El siguiente gráfico muestra la evolución del peso de las pensiones sobre dos previsiones de crecimiento del PIB, una prudente (1%) y otra optimista (2%). En cada caso, se muestra la diferencia entre la evolución con una congelación de las pensiones en 2013 (línea sólida) y una subida del 1,5% (línea discontinua). Por último, la línea morada muestra el coste acumulado de la posible revalorización de las pensiones del 1,5% en 2013 (el coste se ha calculado como un fondo capitalizado al 2,2%, la rentabilidad real actual de un bono protegido contra la inflación).
El gasto en pensiones parte del 10% del PIB, pero aumenta rápidamente conforme pasan los años. En 2025 supera ya el 15% del PIB para el escenario más prudente –el cual, dada la gravedad de la actual crisis, parece más plausible que el escenario optimista-. Al final del período, las pensiones supondrían un porcentaje del PIB que oscilaría entre el 20% y el 30% del PIB.
Hagámonos una idea de la magnitud del problema: para asumir la subida de las pensiones sin disminuir otras competencias –a pesar de que el gasto en Sanidad, la segunda partida más importante del Sector Público tras las pensiones, aumentará también por el envejecimiento- sería necesario duplicar o triplicar las cotizaciones sociales de trabajadores y empresas. Por ejemplo, las empresas deberían pagar entre el 55% y el 90% de cotización social sobre el salario bruto de cada trabajador, algo que en la situación actual llevaría a una destrucción masiva de empleo.
Por último, las líneas discontinuas muestran el sobrecoste que supondría una revalorización del 1,5% cada año. La decisión de revalorizar las pensiones llegaría a suponer un coste anual del 0,5% del PIB. El coste acumulado de esta decisión equivaldría… ¡al 12,2% del PIB!
¿Existe una solución al problema?
Los datos aportados hasta ahora apuntan inexorablemente a una conclusión: el sistema público de pensiones es insostenible en el largo plazo con su diseño actual. Ello no tiene que ver con ningún tipo de disputa ideológica; se trata de un problema demográfico excepcional que la población ha de comprender para aceptar el ajuste y sus consecuencias.
La sociedad está ofreciendo a los jubilados actuales un nivel de prestaciones que no es estructuralmente sostenible. Ello supone una situación injusta, ya que los jóvenes sostienen una generosidad que ellos mismos no podrán disfrutar en su propia jubilación.
Nuestra propuesta es eminentemente pragmática y huye de soluciones mágicas y de excusas para no aceptar la responsabilidad individual, las cuales se engloban en tres tipos de reacciones:
1.- “El problema son los coches oficiales, el yate del Rey, los asesores políticos o los sueldos de los diputados”. Si bien este tipo de reclamaciones están plenamente justificadas desde una perspectiva cívica y ética, la magnitud que suponen respecto al problema de las pensiones es ínfima –como cálculo aproximado, despedir a 500 asesores, renunciar a 500 coches oficiales y una rebaja de 20.000 euros anuales en el sueldo de cada diputado supondría un ahorro del 0,002% del PIB-. Si dichas partidas son innecesarias, elimínense; después de hacerlo, el problema de las pensiones seguirá ahí y con la misma magnitud.
2.- “El problema está en que los más ricos pagan pocos impuestos”. Aunque es cierto que el presupuesto de la Seguridad Social no tiene por qué nutrirse exclusivamente de las cotizaciones, no podemos sobreestimar la capacidad de imposición a “los más ricos”. Las rentas altas siempre podrán tributar al tipo de sociedades (tanto en España como fuera de España, si intentamos evitarlo), y la posibilidad de recaudar más elevando dicho tipo es una quimera en un mundo en que las empresas pueden transferir renta y tributar en terceros países.
3.- “El problema se soluciona con un sistema de capitalización”. Quizás una transición hacia un sistema mixto 15 años atrás podría haber amortiguado el problema, pero ya es completamente inviable: una sola generación no puede asumir el coste de ahorrar para su propia jubilación mientras paga la pensión de los actuales jubilados. Esta solución habría precisado repartir entre varias generaciones el coste de la transición.
¿Existe entonces alguna solución? De la misma forma que uno no ajusta un presupuesto eliminando partidas enteras y no tocando otras, la absorción del shock demográfico habrá de hacerse realizando pequeños retoques graduales en todas las palancas que el sistema ofrece, conforme aparezca la oportunidad de actuar sobre las mismas. Algunas de las principales palancas de actuación son las siguientes:
·Congelación sistemática de las prestaciones, con la posible excepción de las pensiones mínimas, cada vez menos importantes sobre el total. Una congelación plurianual, por impopular que sea, será socialmente mucho más aceptada que una rebaja directa de las pensiones;
·Aceleración del calendario de entrada del retraso en la edad de jubilación;
·Retrasos adicionales en la edad de jubilación;
·Desincentivación adicional de las prejubilaciones;
·Creación de un verdadero Fondo de Reserva independiente que invierta tanto en renta fija como variable de forma global (un buen ejemplo sería el Global Government Pension Fund de Noruega);
·Creación de nuevas figuras impositivas eficientes que no desincentiven el trabajo: reintroducción del impuesto sobre el patrimonio, especialmente el inmobiliario, impuestos adicionales sobre los hidrocarburos, aumentos en el impuesto de sucesiones, eliminación de deducciones;
·Reducción de la deuda total del sector público, que debería llegar en buenas condiciones a la peor fase de la transición para poder financiar durante varios años grandes déficits con ciertas garantías;
· Creación de un fondo público de capitalización al que los trabajadores aporten un ligero porcentaje de su sueldo, destinado a complementar su prestación pública futura.
Todos estos resortes se resumen en cuatro categorías: habrá que trabajar más, ahorrar más, pagar más impuestos y disfrutar de menores pensiones. Además, ninguno de dichos resortes puede solucionar por sí solo el problema, y ninguno de ellos admitiría hoy grandes cambios.
La única solución estructural pasa, por lo tanto, por ir realizando todos los pequeños ajustes que la sociedad pueda soportar. El Gobierno se enfrenta a una decisión que puede suponer un déficit adicional de 0,5 puntos del PIB en el peor período para nuestras pensiones. Y el dilema del Gobierno se encuentra en que ha de equilibrar la paz social con la necesidad de acometer otras reformas que llevan demasiado tiempo aparcadas.
España puede permitirse, en un sentido estrictamente presupuestario, una revalorización de las pensiones en 2013. Pero cada ajuste no realizado compromete la solución al problema más importante al que se enfrenta nuestro país en el largo plazo. El diagnóstico es duro y España corre el peligro de que, una vez más, el Gobierno no se atreva a reconocer la gravedad y ni comience a implementar las pequeñas pero continuas medidas necesarias para su solución. Negarse a mostrar dicha realidad a los ciudadanos por motivos electorales supondría otra dejación adicional de funciones que nos acercaría un paso más a nuestro propio precipicio fiscal.
No te hagas un plan de pensiones, no. Fíate del todopoderoso estado español, que tiene para todos…, en especial para los bancos y para toda esa panda de políticos corruptos que le chupan la sangre a nuestros niños, a los que les pagamos unos impuestos que se lo llevan puesto, pobrecitos… Mierda de país corrupto. A pesar de los pesares, vuelvo a darte abrazos,
PD1: Protección social en España: no éramos de los peores de la UE. No nos están rescatando por tener un “estado del bienestar” inmenso, sino por culpa de los bancos… y de las tonterías que han hecho los políticos, los no corruptos. Desde Eurostat publicado ayer, SOCIAL PROTECTION:
PD2: Perspectivas en la ralentización del crecimiento de EEUU, por BlackRock. Te adjunto informe que debes echar un ojo. Al final todas las gestoras recomiendan invertir en empresas que tengan su negocio en el extranjero, que dependan de las economías emergentes. ¿No sería mejor invertir pues en esos mercados directamente y no a través de otros? Eso pienso yo…:
La economía a cámara lenta
Después de tres años inmersos en un proceso de recuperación económica, el crecimiento sigue siendo difícil de alcanzar. El desapalancamiento del consumidor ha jugado un papel muy importante, pero hay otros factores que también han contribuido a esta situación: una tasa de desempleo persistentemente elevada, el envejecimiento de la población, una elevada y creciente deuda pública y una mediocre productividad.
En el futuro, es poco probable que el crecimiento económico se acelere de forma significativa, aunque la expansión de EE.UU. debería prolongarse en el 2013. Por otra parte, con un crecimiento estancado en torno al 2%, la economía sigue siendo vulnerable a las conmociones externas, especialmente a una grande como puede ser el ajuste fiscal.
A largo plazo, algunos de estos obstáculos deberían disminuir. Una vez que el balance del consumidor sea reparado, probablemente en torno al 2014 ó 2015, esperamos que el crecimiento del consumo real aumente, eliminando las dificultades económicas. También esperamos que se suban los salarios, así como que se normalicen las condiciones de trabajo, aunque es probable que para que se dé este hecho aún tengan que pasar varios años.
Dicho esto, incluso después de que el consumidor vuelva a una posición más estable, hay varios obstáculos a los que se enfrenta EE.UU. en el largo plazo. Es probable que la demografía sea un inconveniente para el crecimiento durante el resto de la década. Quizás es aún más preocupante que la deuda federal esté en constante crecimiento, que de no tratarse, también puede ejercer un importante lastre para el crecimiento.
Muchos de estos problemas pueden ser mitigados, hasta cierto punto, con una adecuada combinación de políticas. Una posible reforma fiscal que estabilizase y que finalmente redujera la deuda pública eliminaría un importante obstáculo, y una vida laboral más larga y cambios en la política de inmigración otro. Finalmente, cualquier política que aborde la tasa de productividad a largo plazo del país, sin duda, mejorará la situación.
Mientras tanto, los inversores deben construir carteras resistentes a un período prolongado de crecimiento lento. En particular vemos buenas oportunidades en la renta variable de empresas estadounidense de gran capitalización, que siguen siendo baratas y están expuestas a las oportunidades de crecimiento internacional. La tecnología es una apuesta potencial a largo plazo, ya que tiene el mayor porcentaje de ventas internacionales de todos los sectores, por lo que es el sector menos expuesto a un régimen de crecimiento lento en los Estados Unidos. Por el contrario, los inversores deben tratar cautelosamente sus inversiones en empresas de pequeña capitalización y evitar pagar de más por dichas compañías.
PD3: Las inversiones en EEUU se distancian de la realidad económica. No andan tan finos para que su bolsa suba. Ya le llegará el palo… y se ajustará a su realidad económica, siempre ocurre:
PD4: EEUU ya no representa en el mundo lo que representaba antes, ha perdido su hegemonía, la económica. Ahora es de Asia…:
Ya, esto es lo que ha pasado, pero la proyección al año 2021 es aún mayor si cabe…:
Antes fue Japón la que se cayó…, que coincide con su subida de deudas…, como Occidente ahora:
Lo que más asusta es que Alemania, la poderosa e industrial Alemania, está pachucha:
Y esto provoca un sentimiento negativo:
PD5: El mundo desarrollado está tieso, sobrevivimos gracias a los BRICS y otros emeregentes:
PD6: Lo dice hasta Goldman Sachs:
PD7: Yo ya no entiendo nada. Guindos dice una cifra de ayuda que debe venir de la UE, y la propia UE dice que las ayudas a la banca son otras, mucho mayores. ¿A quién creemos, a Guindos?:
BANKIA nos ha costado 36.000 millones de euros
CATALUÑACAIXA 14.000 millones de euros
NOVAGALIA: 10.000 millones de euros
BANCO VALENCIA: 7.000 millones de euros
¿Estamos locos? ¿No hemos sido capaces de quebrar ninguna? ¿Podemos costear tanta pasta? Ni de coña… Ilusiones eso es la esperanza de cobrar un céntimo de las ayudas concedidas. No las volveremos a ver en la vida. Al final, los paganinis han sido los merluzos que suscribieron las preferentes, las acciones de Bankia que valdrían cero si no hubiera manipulación… y tú y yo vía impuestos, para pagar a los banqueros y a los políticos corruptos que son incapaces de sacarnos de ésta. Esto es una sinvergonzonería de tomo y lomo. Pagamos 67.000 millones de euros para sanear la banca quebrada y los gestores, políticos o amigos de políticos, se van de rositas diciendo que la culpa es de otros. ¡Sinvergüenzas!
Las ayudas a la banca rescatada suben hasta 67.000 millones por el 'apaño' del banco malo
La Comisión Europea sorprendió ayer con una cifra de ayudas públicas de 67.000 millones para las cuatro entidades nacionalizadas (BFA-Bankia, CatalunyaCaixa, Novagalicia y Banco Valencia), muy superior a la suma del rescate europeo más las inyecciones recibidas del FROB. La explicación de esta gran diferencia es que Bruselas considera ayudas públicas el traspaso de activos al 'banco malo' por parte de estas entidades porque, a su juicio, no se ha hecho a precios de mercado, según confirman fuentes conocedoras de la situación.
El grueso de la diferencia corresponde a BFA-Bankia, para la que Bruselas calcula ayudas por 36.000 millones, cuando esta entidad va a recibir 22.424 (los 17.959 del rescate europeo más los 4.465 que recibió del FROB 1 en forma de préstamo y que se convirtieron en capital con su nacionalización en mayo). Para CatalunyaCaixa, el cálculo es de 14.000 millones, frente a los 12.052 efectivamente percibidos (9.084 del rescate más 1.250 del FROB 1 y 1,718 del FROB 2 en forma de capital, de ahí que sea pública). En el caso de Novagalicia, el comisario europeo Joaquín Almunia calcula 10.000 millones en ayudas, cuando recibirá 9.209 (5.425 de Europa más 1.162 del FROB 1 más 2.622 del FROB 2). En el caso de Banco Valencia, la estimación europea es de 7.000 millones, y las ayudas reales de 5.500 (4.500 del rescate y 1.000 del FROB cuando fue intervenida).
La explicación de este desfase parte de que la normativa europea obliga a que toda operación con una entidad pública en que no se pague un precio de mercado se considere ayuda de Estado. En este caso, la entidad semipública es la Sareb, es decir, el 'banco malo'. Pues bien, la Comisión considera que los descuentos aplicados en el traspaso del crédito promotor y los activos adjudicados de las entidades a la Sareb no son suficientes para alcanzar el precio de mercado y, por tanto, hay una diferencia que debe considerarse ayuda de Estado.
Según las fuentes consultadas, la referencia que ha tomado Bruselas son precios "de liquidación", es decir, lo que se podría obtener si hubiera que vender todos estos activos de golpe ahora mismo, en vez de durante 15 años como prevé el plan de negocio del 'banco malo'. Esos precios de derribo "no tienen sentido", según estas fuentes, ya que no se van a materializar y, por tanto, no reflejan realmente el mercado. "No se puede tomar como precio de mercado un precio de liquidación de algo que no se va a liquidar", concluye una de ellas.
Ataque al plan del Gobierno y del BdE
Pero lo más sorprendente es que la Comisión haya decidido utilizar esa referencia -que según algunas fuentes se ha basado en una valoración de un experto independiente- en vez de la de los descuentos de la Sareb... cuando se supone que esos descuentos fueron pactados con la troika en innumerables reuniones en septiembre y octubre, en las que hubo que conciliar el interés de los potenciales inversores, porque los precios fueran lo más bajos posibles, con el de los bancos sanos porque no lo fueran tanto para no tener que rebajar el valor de sus propios activos con la pérdida correspondiente.
"No se entiende que Bruselas salga ahora por ahí y aplique una referencia distinta, porque se trata de un ataque injustificado al plan del Gobierno y del Banco de España. Lo que debería hacer es apoyarlo para que salga adelante, ya que tiene su visto bueno, y en vez de eso pone palos en las ruedas", señala otra de las fuentes consultadas. Así, si se aplicaran los "precios de mercado" de la Comisión a todos los activos del sector, los bancos sanos necesitarían ayuda, e incluso muchos bancos extranjeros.
Ayudas teóricas, pero no reales
En todo caso, hay que tener presente que estas ayudas de Estado no son más que un mero apunte contable, son ayudas teóricas o ficticias porque no se van a entregar realmente a las entidades, sino que proceden del ejercicio de valoración citado. El importe efectivo de las ayudas es el del rescate más las inyecciones del FROB, pero esta actitud de la Comisión ha sembrado la inquietud en todo el sector financiero español.
No es la primera vez que las Autoridades comunitarias se plantan ante las españolas en el proceso de reestructuración del sistema financiero. El propio Almunia se enfrentó al ministro Luis de Guindos asegurando que había que liquidar entidades si no eran viables (finalmente, esta semana ha habido que adjudicar Banco de Valencia a toda prisa para evitarlo). Posteriormente, Bruselas pidió al Banco de España que endureciera los planes de las entidades españolas ayudadas, que consideraba muy laxos, petición que se ha traducido en los fuertes despidos y pérdidas para las preferentes anunciados ayer. En este sentido, ha obligado al Gobierno español a elevar el importe del rescate hasta 37.000 millones porque no termina de fiarse de sus cuentas. El último ejemplo es su exigencia de que las cantidades aportadas por el FROB 1 en forma de préstamo se transformen en capital, algo que afecta especialmente a BMN y Caja España-Duero.
PD8: Cuando me jubile…
Cuando me jubile me encantaría seguir haciendo lo mismo que hago ahora, hablando del Reino de Dios, pero desde un banco de mi pueblo. Me encanta ver a los abuelos sentados al sol, tostándose con esos rallos de invierno que apenas calientan… Disfrutaré estando sentado en el banco, de charleta con otro, contándole todo lo que sé, diciendo lo que hacían los primeros cristianos para difundir el mensaje de Cristo. Es la única forma: ejemplo, confidencia, hacerse amigos y cháchara, mucha cháchara: el maravilloso ejemplo. Se lo he intentado trasmitir a mis hijos y lo haré a mis nietos cuando los tenga, caray que soy muy joven todavía no andéis con prisas. A los demás, a los amigos, a los vecinos, a los desconocidos hay que hablarles, hay que contárselo todo de pe a pa, con calma, como te lo llevo contando desde hace años… Y si te lo cuento desde el banco, al sol, y luego nos tomamos una birra, pues mucho mejor…, tendremos más tiempo y toda la calma del mundo.