25 febrero 2014

25 febrero 2014 Bajada impuestos

Hay que aumentar la renta disponible para que la gente vuelva a gastar, a consumir de nuevo… Pero el anuncio que se va a hacer no va a ser ni lo cuantioso que se necesita, ni lo contundente por lo inmediato… ¿Es realmente lo que necesitamos ahora, que el pueblo vuelva a consumir como antes? No. El consumo masivo previo estuvo focalizado en comprar cosas producidas fuera. Si la gente se vuelve a comprar coches, por ejemplo un BMW, lo que crece es el PIB de Alemania, pero no lo hace el español. Se incrementan las importaciones y se genera de nuevo un déficit externo que serviría para acumular el saldo exterior negativo cercano al 100% del PIB español. No son medidas de incentivo del consumo lo que ahora haría falta, sino potenciar el ahorro. Si el dinero que destinas a comprarte un BMW, que no genera PIB en España, lo destinas al ahorro, ese dinero sí que fluye a crecimiento del PIB español. Se debería potenciar el ahorro, y sobre todo, se debería empezar por ahorrar en el sector público, algo que no se ha hecho y que, como quita votos, no se tiene en mente.

El déficit y la bajada de impuestos

Se anuncian bajadas de impuestos que entrarían en vigor en 2015. Las eventuales reducciones de impuestos contrastan con las reiteradas subidas aplicadas desde diciembre de 2011. La razón esgrimida para subir los impuestos ha sido la necesidad de recaudar más para cumplir con los compromisos de niveles de déficit público acordados con Europa.


Las previsiones de déficit público del gobierno español contrastan con las realizadas por la Comisión Europea. Las estimaciones del gobierno prevén un descenso paulatino de los números rojos de las cuentas públicas, pasando del 6,5% previsto en 2013, al 5,8% en 2014, reduciéndose posteriormente hasta el 4,5% y 2,8% en 2015 y 2016 respectivamente.

Por su parte, la Comisión Europea prevé un déficit del 6,8% en 2013 con un descenso al 5,9% en el año en curso para volver a incrementarse los números rojos al 6,6% en 2015. La Comisión Europea realiza sus previsiones en función de las medidas conocidas y adoptadas. El incremento de la cifra de déficit entre 2014 y 2015 se explica por el fin de la aplicación de la subida temporal de impuestos, que debería vencer a finales de 2014. Con las estimaciones de la CE, si se volviese a los niveles de tipos anteriores a la subida aplicada estos últimos años, los ingresos públicos caerían y en consecuencia el déficit se incrementaría.

En breve se darán a conocer las líneas generales del contenido de la ambiciosa reforma fiscal que se pretende implementar. Pese al anuncio de la rebaja de impuestos, los compromisos de cumplimiento de déficit en los próximos tres años, difícilmente permitirá que el planteamiento de la reforma pueda llevar a una reducción de la recaudación. Por tanto, para que algunos contribuyentes gocen de bajadas de impuestos, será irremediable que otros sufran incrementos adicionales.

El déficit público se genera cuando los gastos exceden a los ingresos. Para reducir el ratio de déficit público sobre el PIB sólo existen tres vías:

- Recortar los gastos.

- Incrementar los ingresos.

- Aumentos del PIB. Al aumentar el denominador se reduce el cociente.

Aumentar impuestos perjudica al crecimiento de la economía. Bajar impuestos fomenta la actividad, y aunque a medio plazo llegue a provocar una subida de recaudación, en el corto plazo ésta se reduce, con el consiguiente efecto sobre el déficit.

Dados los compromisos de déficit del Estado español, una bajada de impuestos que no sea meramente testimonial e implique una reducción de la recaudación a corto plazo, sólo es factible si simultáneamente se acomete una reducción de los gastos que permita cumplir los compromisos de las cuentas públicas.

En cualquier caso estamos hablando de cifras de déficit correspondientes al ejercicio 2015, que se conocerán en 2016. Demasiado tiempo para que los mercados se fijen ahora en eventos tan alejados en el horizonte. De momento España se sigue financiando en los mercados a tipos mínimos históricos.
Abrazos,
PD1: Por cierto, si miramos los datos desestacionalizados del sector exterior en España, vemos que las exportaciones andan perdiendo fuelle. ¿Habremos llegado al techo? Tiene pinta. Si siguen diciendo que salimos de la crisis gracias a las exportaciones, no les creas…
Los saldos de las balanzas por cuenta corriente han experimentado una mejora aparente sin que hayamos hecho mucho, salvo importar menos:
Y es por eso por lo que Alemania le sigue creciendo su saldo externo frente al resto:
Y sin embargo en España seguimos con mucha deuda externa que se suma a la deuda pública y que muchos olvidan que también hay que pagarla…
El ministerio de Economía publicó esta semana los datos de diciembre de comercio exterior de mercancías, si bien con algunos días de retraso respecto al calendario anunciado inicialmente, lo que provocó que los mismos estuvieran disponibles en la página web de la Agencia Tributaria (de donde proceden, ya que los recopila la Dirección de Aduanas e Impuestos Especiales) antes de hacerse oficialmente públicos. Puede parecer esto un detalle menor, pero no lo es. A no ser que medie una causa de fuerza mayor, los calendarios de publicaciones no deberían modificarse sobre la marcha en función de criterios de oportunidad del alto cargo de turno. Detalles como este contribuyen a empeorar la marca España en el exterior.
Pero vayamos al grano. En diciembre las exportaciones de mercancías recuperaron el bache de noviembre (el peor mes de 2013), pero no del todo. Su nivel corregido de estacionalidad, se situó un 1% en valor y un 1,5% en volumen (a precios constantes) por debajo de la media mensual del año. Ello es porque a partir del tercer trimestre las exportaciones empezaron a retroceder y aún mantienen esa tendencia. En el gráfico superior izquierdo se muestra el ritmo de crecimiento de las mismas en volumen y en términos tendenciales, es decir, suavizando la serie para eliminar la elevada volatilidad mensual característica de los datos de comercio exterior, pudiéndose observar que al finalizar el año descendían a una tasa anualizada del 7%. Los dos semestres del año fueron muy diferentes. En el primero las exportaciones registraron un crecimiento anualizado del 11% respecto al semestre anterior, mientras que en el segundo descendieron un 5%. La causa de este retroceso se encuentra fundamentalmente en la caída de las destinadas a los países emergentes, destacando las de Turquía, Norte de África, Asia, incluida China, y algunos países latinoamericanos, como Méjico y Venezuela. Pero también se ha debilitado notablemente el crecimiento de las destinadas a la UE [gráfico superior derecho], sobre todo a Alemania e Italia, aunque destacan en sentido contrario las destinadas a Portugal.


Fuentes:  Comisión Europea, FMI, Mº de Economía y Funcas.    Gráficos elaborados por A. Laborda. 
Gracias a los buenos datos del primer semestre, el crecimiento de las exportaciones en el conjunto del año fue relativamente elevado: un 5,2% en valor y prácticamente lo mismo en volumen, ya que los precios se mantuvieron casi estables respecto al año anterior. Los tipos de productos con mejores resultados fueron los bienes de capital (aumento del 14,6% en volumen) y los bienes de consumo no alimenticio (11,1%), gracias al buen comportamiento de las exportaciones de automóviles. El crecimiento anual de las exportaciones totales fue notablemente mayor que el 2,7% estimado por el FMI para el comercio internacional, por lo que se ha producido una nueva ganancia de cuota de mercado por parte de las empresas españolas [gráfico inferior izquierdo].
La caída de las exportaciones en el segundo semestre del año arrastró también a la baja a las importaciones, ya que las primeras son el agregado de la demanda que más explica el comportamiento de las segundas (para exportar se importan antes materias primas y muchos productos intermedios, lo que hace que el valor añadido que queda en el país sea muchas veces reducido). No obstante, el ritmo de caída de las importaciones fue inferior al de las exportaciones, por lo que la aportación del saldo comercial exterior al crecimiento del PIB se volvió negativa. En el conjunto del año las importaciones retrocedieron  un 1,3% en valor, pero aumentaron un 3,1% en volumen, ya que los precios se redujeron un 4,2% (un 2,5% los productos energéticos y un 8,7% los energéticos), lo que contribuyó a reducir el déficit comercial. Los bienes de capital aumentaron un 14,1% en volumen y los de consumo, un 2,4%.   
El déficit comercial anual (16.000 millones de euros) se redujo casi a la mitad, pero la caída de las exportaciones en la segunda mitad del año provocó un cambio de tendencia del mismo, de forma que en el último trimestre ya fue un 18% superior al del mismo periodo del año anterior [gráfico inferior derecho].
En resumen, en el conjunto del año las exportaciones y el saldo comercial mejoraron notablemente, al tiempo que las importaciones volvieron a crecer, prueba fehaciente del mejor comportamiento del consumo de los hogares y la inversión en capital productivo de las empresas. Ahora bien, en el segundo semestre las tendencias positivas se tornaron negativas, siendo preocupante la caída de las exportaciones. Si estas tendencias continuaran en el año en curso, el ritmo de la incipiente recuperación de la economía se vería notablemente frenado.
PD2: Me ha hecho gracia esta conversación entre un venezolano y un chileno. Es la diferencia de un estado del bienestar total…, que genera un desastre.
PD3: Hay que dar sin esperar nada a cambio. (bonito video corto)