10 diciembre 2014

10 diciembre 2014 Menos mal que tenemos en España a Amancio Ortega...

¿Imagínate que no tuviéramos en España a Amancio Ortega? ¿Qué habría sido de nosotros? ¿Imagínate que tampoco existiera Mercadona? Tendríamos que comprar a la fuerza en las francesas o alemanas… Si no hubieran existido las constructoras no habría pasado tanto, ya que tendríamos menos cosas hechas en España y las podríamos ir haciendo ahora… Y si no hubiéramos tenido a tanto banquero sinvergonzón suelto, mucho mejor nos habría ido…

¿Cómo sería España si Amancio Ortega no existiera?

La fortuna del creador de Inditex levanta ampollas, a pesar de los miles de puestos de trabajo que ha creado y de sus orígenes humildes.

Amancio Ortega Gaona es un tipo discreto. Para ser el hombre más rico de España, sus apariciones en público se pueden contar casi con los dedos de una mano y hasta hace unos años casi no había ni fotos suyas.
Sin embargo, ni siquiera así le ha sido posible pasar desapercibido. Y es lógico. Los 62.000 millones de dólares que Forbes le atribuye (unos 50.000 millones de euros, aunque estas cifras pueden variar ligeramente según como esté la cotización de Inditex y el tipo de cambio euro/dólar) le sitúan como la tercera-cuarta fortuna del mundo y como la primera española y europea, a una gran distancia de la segunda. Por eso, cada vez que surge el tema de la desigualdad en España, el nombre de Ortega salta a la palestra.
El último fin de semana, por ejemplo, en dos de los programas de actualidad más seguidos de nuestra televisión, Viajando con Chester ySalvados, fue motivo de conversación. En el primero, Leopoldo Martínez Pujals le decía a Risto Mejide que no habría un presidente del Gobierno mejor que el fundador de Inditex. En el segundo, uno de los invitados de Jordi Évole se preguntaba cómo habrá conseguido su fortuna Ortega y las condiciones laborales de sus empleados. En uno y otro caso, las redes sociales se llenaron de comentarios sobre el tema y muchos de ellos no eran especialmente elogiosos para el empresario gallego-leonés.
A primera vista, sorprende este nivel de críticas. Ortega nació en una familia humilde y ha labrado su prosperidad a base de trabajo duro y talento. Su visión comercial ha hecho de Inditex una de las grandes empresas textiles, y de Zara la marca española más exitosa de la historia. Por eso, es interesante preguntarse, ¿cómo sería España si Amancio Ortega no existiera o si se hubiera conformado con mantener la pequeña empresa de batas que abrió en los años 60?

¿Menos desigual?

Lo primero que hay que decir es que sería un país que ascendería en las estadísticas de igualdad. Nadie lo ha hecho hasta ahora, pero sería interesante saber cuál es el Factor Amancio en los datos sobre desigualdad en España. ¿Cambiaría mucho el índice Gini? ¿Y la relación entre los ingresos del top 1 vs el 10% inferior?
Puede parecer exagerado, pero hablamos de unas cifras excepcionales en todos los sentidos. Por ejemplo, los 50.000 millones de euros de riqueza de Amancio Ortega provocan que, estadísticamente, cada español tenga 1.000 euros de patrimonio más que si este empresario no hubiera nacido. Evidentemente, esto no nos hace más ricos, pero en las tablas así aparece.
Del mismo modo, Amancio Ortega ha multiplicado su patrimonio por siete en la última década. Según Forbes, en 2004, su fortuna ascendía a unos 9.000 millones de dólares y en 2007, al comienzo de la crisis, era de 24.000 millones. Si se calculase esto en términos de renta anual, le saldría que ha ingresado unos 48.000 millones de dólares en los últimos seis años, unos 6.000 millones al año. Aunque algunas estadísticas pueden llevar a confusión, hay que recordar que nadie ha entregado ese dinero al empresario español: la mayor parte de este incremento en su riqueza se debe a la subida de las acciones de las compañías de las que es propietario.
Todo esto se olvida demasiado a menudo. Por ejemplo, según denunciaba Oxfam en su informe  Acabemos con la desigualdad extrema, que tanto eco tuvo en los medios:
"[...] en el último año, las 20 personas más ricas de nuestro país incrementaron su fortuna en 15.450 millones de dólares, más de 1.760.000 dólares por hora, y poseen hoy tanto como el 30% más pobre de la población (casi 14 millones de personas).
En la escala más alta, el 1% de los más ricos de España tienen tanto como el 70% de los ciudadanos y tan sólo 3 individuos acumulan una riqueza que duplica con creces la del 20% más pobre de la población.
En su conjunto, las 20 mayores fortunas de España alcanzaron en marzo de este año una riqueza de 115.400 millones de dólares". Y no es la primera vez en este año que la ONG lanza un estudio de este tipo. En  enero, ya publicaron Gobernar para las élites, con conclusiones similares.
Estos informes tienen numerosos problemas metodológicos, que van desde temas básicos (como mezclar renta anual y patrimonio) hasta otros más técnicos (no es fácil medir la riqueza en términos netos, con pasivos y activos, ni ponderar cuánto valen determinados derechos como las pensiones o las rentas públicas), por eso numerosos expertos han criticado la poca fiabilidad de los mismos.
Pero en España, a la falta de precisión de Oxfam se le suma otro problema estadístico:  el éxito de Amancio Ortega. La fortuna del empresario español pasó de 57.000 millones de dólares a 62.000 millones entre las listas de 2013 y 2014. Es decir, sólo el incremento de precio de las acciones de Inditex explica la tercera parte del dato, que algunos consideran escandaloso, de que "las 20 personas más ricas de España incrementaron su fortuna en 15.450 millones o 1,76 millones por hora". No son sueldos, ni retribuciones, ni rentas de ningún tipo: es un puro cálculo matemático basado en el precio de las acciones y otras inversiones.
Del mismo modo,  Ortega y su exmujer Rosalía Mera poseían en 2013 más de la mitad de esos 115.400 millones de euros que "acumulan las 20 mayores fortunas de España". Es decir, si Zara no hubiera existido, las estadísticas dirían que las 20 personas más ricas de nuestro país eran la mitad de ricas de lo que son ahora.
Por lo tanto, ya no podría decirse que los 20 más ricos poseen tanto como los 14 millones de españoles más pobres. Sólo sacando a Ortega y a su familia de la foto, esa cifra se reduce aproximadamente a la mitad. Quizás alguien crea que sigue siendo muy elevada, pero el hecho que de una sola persona influya tanto debería llevar a reflexión.
Habrá quien diga que esto es como hacerse trampas al solitario y que si se quita a Ortega también habría que sacar de la cuenta a los más ricos de otros países. Pero es que  el caso del empresario español es excepcional. Por ejemplo, según Forbes,  el alemán más rico es Michael Otto, con 17.000 millones de dólares de patrimonio. Es decir, en un país con una renta per cápita muy superior a la española y con más de 80 millones de habitantes,  su Amancio particular es cuatro veces más pobre que el nuestro.
Y hay que tener en cuenta que "el 1% más rico de España atesora una renta media de 153.000 euros. No hablamos de una élite tan pudiente como la de otros países de la OCDE. Por ejemplo, el 1% más rico de España atesora el 8% de la renta nacional, mientras que en Francia, Italia y Suiza este porcentaje alcanza el 9%, 10% y 11%, respectivamente". Vivimos en un país que tiene, relativamente, pocos ricos (y los que tiene son menos ricos que los de otros países). Por eso, la presencia de Ortega sí puede distorsionar las estadísticas.
Como apuntamos anteriormente, sería curioso conocer cuál es el Factor Amancio. Es decir, ¿cómo quedaría España en desigualdad, ingresos del top 1, patrimonio de los 100 más ricos frente al 25% de la población, etc… si el fundador de Zara no hubiera nacido?

Más pobres

La intuición dice que en los parámetros más generales (tipo Gini o ratio 80/20) la ausencia de Ortega no tendría demasiada influencia, aunque sí sería enorme el efecto en algunas de las cifras que alimentan los titulares más llamativos, esos que comparan a unas pocas decenas de súper-ricos con millones de pobres. En cualquier caso, sería interesante calcularlo.
Pero todo lo anterior es estadística. Lo más importante no es si España subiría o bajaría algún puesto en el Índice Gini, sino cómo habría influido en el ciudadano de a pie que Zara nunca hubiera existido.
En este sentido, lo primero que hay que decir es que, como explica Juan Ramón Rallo, no habría ni un solo español que fuera a ser un euro más rico de lo que es ahora. Bueno, quizás algún comerciante coruñés que tuviera su boutique cerca de donde Ortega abrió su primer negocio. El resto no veríamos mejorada nuestra situación.
Es interesante apuntarlo porque siempre que se habla de lo mucho que tienen o ganan los ricos se insinúa la idea de que su dinero lo han sacado quitándoselo a los demás. Ningún ejemplo mejor que el de Zara para observar de primera mano que el comercio y la innovación empresarial no son un juego de suma cero, sino que generan riqueza para todos los involucrados.
Si acaso, el ciudadano medio sería más pobre porque tendría menos renta disponible, ya que, en vez de comprarse ropa en las tienda de Inditex, tendría que acudir a  comercios de peor calidad o más caros. Esta es otra cuestión que casi nunca se apunta, ¿cuánto bienestar ha generado a sus consumidores? ¿Cuántas familias con rentas bajas pueden comprar prendas de calidad a un precio asequible?
No se acaba aquí la lista de beneficiarios de Ortega. Por ejemplo, con 40.000 trabajadores en España (casi 130.000 en todo el mundo), Inditex es uno de los mayores empleadores de nuestro país. Y eso por no hablar de los cientos de miles de empleos indirectos de sus proveedores y servicios auxiliaries.
Y lo mismo sucede con las miles de familias que confiaron en su negocio e invirtieron en acciones de Inditex en mayo de 2001, cuando salió a la Bolsa madrileña. Desde entonces, la revalorización de los títulos es superior al 550% (y eso sin contar los dividendos que haya repartido).
Por último, también sería interesante calcular cómo ha afectado el boom de Zara en las cuentas de la economía española. Si nuestro país ha tenido un problema en las últimas décadas ha sido el de la dependencia del exterior: hemos vivido a crédito, comprando siempre fuera más de lo que conseguíamos exportar. Evidentemente, Inditex ha contribuido (en una pequeña parte, eso es cierto) a que estos datos fueran un poco mejores. Sin la compañía de Arteixo, nuestras exportaciones habrían sido menores y nuestras importaciones más elevadas.
Ésta última puede parecer la razón más técnica, las demás son más palpables, pero todas ellas deberían hacer que la próxima vez que alguien vaya a hacer un comentario en Twitter sobre lo malo que es Amancio Ortega se lo pensase, al menos, dos veces.
Abrazos,
PD1: ¿Por qué EEUU genera riqueza? Porque crea empresas. Entre las 100 primeras empresas francesas sólo una tiene menos de 30 años. En EEUU hay 63 de las 100 primeras empresas que alcanzan menos de 30 años de existencia... No preguntes en España que somos como los galos…, tenemos nuevas a Inditex, Mercadona y punto.

¿Quién crea empleo: pymes o grandes empresas?

La web del Ministerio de Empleo ofrece suficientes datos sobre el tamaño de las empresas y la creación y destrucción de empleo. He aquí algunos de ellos y sus conclusiones sobre si son las pymes o las grandes empresas quienes crean y destruyen empleo.
En España tenemos 1,2 millones de empresas de las que:
1.000.000 (un 87% del total) son microempresas con 1 a 9 trabajadores.
125.000 (un 10% del total) son empresas pequeñas (de 10 a 49 trabajadores).
20.000 (un 2% del total) son empresas medianas (de 50 a 250 trabajadores).
4.000 (un 0,4% del total) son empresas grandes (más 250 trabajadores).

Por tamaño

Veamos el empleo creado por cada tipo de empresa (según tamaño) durante el boom económico (2003 a 2007 ambos inclusive) y el empleo destruido durante la crisis (2008 a 2012 ambos incluidos). Ofrezco los datos en miles de personas para que el número sea más claro (con menos dígitos) y más fácil de retener:
+ Microempresas: crean 411 mil empleos y luego destruyen 591. Saldo negativo de 180.
+ Pequeñas: crean 459 mil empleos y luego destruyen 1.083 (un millón ochenta y tres mil). Saldo negativo de 624. Las empresas pequeñas son el gran destructor de empleo .
+ Medianas: crean 424 mil empleos y luego destruyen 577. Saldo negativo de 153.
+ Grandes: crean 999 mil empleos y luego destruyen 477. Saldo positivo de 521. Las empresas grandes son el único creador neto de empleo desde 2002. De estos 521 mil puestos de trabajo creados, 477 mil corresponden a empresas multinacionales (de más de 1.000 empleados). Las otras empresas grandes (de 250 a 1.000 empleados), apenas han creado empleo neto desde 2002.
De estos datos yo concluyo que el único creador neto de empleo durante los años 2002-12 (boom y posterior crisis) han sido las multinacionales . Y que las que más han sufrido la crisis han sido las pequeñas empresas.
Eso sí, conviene no olvidar, como indiqué en artículo anterior, que en los dos últimos años (2013 y 2014) son las PYMEs las que han creado 300 de los 400 mil nuevos empleos.

Por sectores

En España las empresas crearon 2,6 millones de empleos durante el boom (2003 a 2007), los mismos que se destruyeron durante la crisis (2008 a 2012). Por sectores la cosa va así:
+ Industria: crea 67 mil empleos en el boom y destruye 684. Es el 25% de los puestos de trabajo perdidos. Saldo neto negativo de 617.
+ Construcción: crea 447 mil empleos en el boom y destruye 1.228. Saldo neto negativo de 781. Casi la mitad de los 2,5 millones de empleos perdidos durante la crisis son en construcción.
+ Servicios: crea 2.066 mil empleos durante el boom; de estos, el 50% (y por este orden) en sanidad, comercio, actividades administrativas y hostelería. Durante la crisis destruye 730, más de la mitad de ellos en comercio. Con todo, el saldo neto es positivo: 1.336. Servicios sigue siendo el principal impulsor del empleo, como ocurre en todas las economías desarrolladas y ahora representa el 78% de los asalariados en empresas.
PD2: Y los jóvenes no se lanzan a emprender… No se atreven, les asusta, prefieren la comodidad de un trabajo malo ajeno…

Sobre el paro juvenil

El paro de los jóvenes es uno de los problemas principales de la economía española, y de la de otros países (europeos, por ejemplo). Es un problema complicado, porque en él se proyectan el resultado de la educación (fracaso educativo, si acaba no solo con el abandono de los estudios, sino, sobre todo, con la incapacidad de encontrar un empleo satisfactorio y duradero), los defectos del mercado de trabajo (a los que me he referido en una entrada anterior) y el nivel de vida en la vejez (porque la cuantía de la pensión dependerá en buena parte de las aportaciones que cada uno haya hecho a la seguridad social). Y todo esto en el ámbito económico (empleo, paro, salarios, productividad…), psicológico, social, político y moral.
Hoy preocupa mucho no solo el paro, sino también el bajo nivel de los salarios de los jóvenes (mini-jobs, muchas veces). Aquí me parece que debemos distinguir entre el salario de entrada en el mercado y el salario que cobra una persona al cabo de un tiempo. No me parece mal que los jóvenes empiecen con salarios bajos, porque entran en una relación a largo plazo, en la que lo relevante es la renta que pueden recibir a lo largo de toda su vida. Una vez comprobado que el nuevo empleado sirve para el puesto de trabajo, es decir, que su productividad es satisfactoria, lo lógico es que la remuneración se acerque rápidamente a la que será a largo plazo. Hay profesiones (la enseñanza universitaria, por ejemplo) en que los salarios son bajos al principio, con la expectativa de salarios mayores, seguridad en el empleo y la apertura a otras oportunidades, cuando uno progresa en el escalafón de la universidad.
Más alarmante es el caso de los jóvenes que no pueden esperar más que un salario reducido durante muchos años, lo que bloquea sus oportunidades de constituir una familia, comprar una casa, etc. Pero el problema es que muchos de esos jóvenes van a tener productividades bajas durante muchos años. En parte, por causas ajenas a ellos: las empresas no han hecho inversiones suficientes, la demanda de bienes y servicios no crece, hay una fuerte competencia de otros países con salarios bajos, la tecnología facilita la sustitución de trabajo por capital (ordenadores, por ejemplo)…
Otras veces su baja productividad se debe a la insuficiente acumulación de capital humano, en la educación, en la formación profesional y en el reciclaje profesional después de un episodio de desempleo. Podemos discutir si la culpa es de ellos, de sus familias, de sus escuelas y universidades o de la sociedad. Pero el hecho claro es que su productividad va a ser baja. Y, claro, no podrán tener salarios altos, por algo que ya he explicado otras veces. Si la productividad de un trabajador es de 100 unidades de producto al mes, y ese producto se vende por un euro al mes, el trabajador podrá ganar 100 euros al mes. Si su sueldo es de 80 euros, será barato, de modo que el empresario podrá contratar nuevos trabajadores, o bajar el precio de su producto (si la competencia se lo exige), o subirle el sueldo. Pero si su sueldo es de más de 100 euros al mes, tarde o temprano acabará en el desempleo.
Ya sé que esto suena muy poco "social" y, a la vez, demasiado sencillo. Pero por algún sitio hay que empezar. ¿Qué podemos hacer, en esas condiciones, para aumentar el empleo y mejorar la remuneración de los trabajadores jóvenes?
La clave está, me parece, en la productividad del empleado joven, sobre todo si tiene poca formación, es decir, no está en condiciones de hacer tareas complejas, aplicar conocimientos suficientes en su trabajo, adaptarse a nuevas tecnologías, etc. ¿Qué se puede hacer?
Lo que no se debe hacer es fijar salarios altos, porque esto excluye a los trabajadores menos cualificados, que quedan irremisiblemente condenados a largo periodos de desempleo. Pero ya señalamos los problemas derivados de los salarios bajos…
Bueno, si las cosas no cambian, los salarios no podrán subir mucho: si la productividad es de 100 unidades y el ingreso es de 100 euros, no se puede pagar un salario de 100; los número no salen. Esto no vale para cada día o cada mes; hay temporadas en que la productividad es mayor y otras menor; lo importante es el promedio. Pero si durante mucho tiempo la productividad es baja, o caen las ventas (ya no hace falta producir 100 unidades), o caen los precios, el desempleo es una amenaza.
Solución: mejoremos la productividad. Puede ser el esfuerzo del trabajador, que pasa a producir 110 unidades. O que la empresa compra máquinas mejores, o reorganiza la producción… Si el trabajador está en condiciones de trabajar con las nuevas máquinas (tiene las cualificaciones oportunas), podemos no despedirle y pagarle más, o contratar nuevos trabajadores; lo primero soluciona el problema de los salarios bajos, y lo segundo el del desempleo. Poco a poco, claro, siempre que la empresa esté en condiciones de introducir nuevos equipos, nuevas tecnologías o nuevos métodos de trabajo. La patata caliente la tienen, pues, las empresas: en parte, la responsabilidad por el desempleo juvenil está en su campo.
Otra solución: mejoremos la cualificación de los empleados. ¡Gran idea! Problema: necesitaremos años y muchos recursos para conseguir que los nuevos trabajadores tengan mejores capacidades y una productividad mayor. O sea, es una solución a largo plazo (cuando, como decía el economista, todos estaremos muertos). La responsabilidad es ahora de los propios estudiantes, de los maestros y escuelas, de las familias, de las empresas, del gobierno… No es bueno que metamos a todos en el mismo saco, pero…
PD3: En Francia, aproximadamente, hay 4 millones de personas que se dedican a los servicios del hogar. En España, aproximadamente, son 2 millones y se calculan que hay otras 500.000 personas por aflorar. Impresionante la calidad de los trabajos. Piensa que tenemos empleados a 14,6 millones de personas en España… El 30% de los currantes vive de una nómica pública:
Y la renta disponible en España es pírrica. El 34% de los trabajadores españoles ganan menos de 645€ y casi el 50% menos de 1.000€. Se bajarán las cifras de desempleo, pero a base de contratos temporales, por horas, por días, muy mal pagados… y esta pobre gente ya no figura como desempleada…
Hay una dualidad total, las famosas dos Españas de siempre, los que se compran cochazos y casas muy caras, y los que no tienen ni para pagar el metro…, y esto es lo que transciende a la hora de elegir a los candidatos políticos… Menudas encuestas más malas para la derecha!!! El PP tratando de unirse con el PSOE, y el PSOE tratando de arañar de Podemos. ¿Quién nos gobernará, PSOE-Podemos, o PP-PSOE? Tiene pinta que el PSOE es el que se va a llevar el gato al agua…, a pesar de ZP y cómo nos dejó…
Si es que hay demasiados políticos y demasiados periodistas hablando de política… Y mientras, la eficacia y las reformas no se hacen…
Lo copan todo, no hay separación alguna de poderes…, estamos en sus manos:
¿Será este nuestro futuro?
No es una coña, que lo es, es un posible escenario…
PD4: A todo el mundo le gusta demasiado el dinero. Todo el mundo basa sus actuaciones en conseguirlo como sea. Se trabaja a destajo para tratar de ganar más y más. Y sabemos que el dinero no da la felicidad. Sabemos que no se es feliz por tener más, sino por dar más a los demás: compañía, amor, sonrisas…
En el día a día se nos brindan muchas oportunidades de ser generosos. No podemos desaprovecharlas. En la rutina diaria, ¡cuántas veces podemos cambiarla para hacer la vida más agradable a los que nos rodean!
En el trabajo, ídem de ídem. Trabajar duro y a conciencia, intentar hacer un trabajo bien hecho y ofrecido, donde se note la generosidad personal de cada uno… Ante la sociedad, ¡cuántas ocasiones tenemos de ayudar a los demás, con dinero, con amabilidad, con sonrisas…! Pues eso, a ponerse las pilas y a actuar…, no podemos esperar a que otros hagan lo que tenemos que hacer nosotros.