10 octubre 2018

los bonos públicos no son "ACTIVOS LIBRES DE RIESGO"


De hecho, pueden generar muchas pérdidas conforme suban de rentabilidad… Se ha terminado el efecto Draghi:
En Italia:
Y eso que el BCE está trabajando de lo lindo:
Y son los únicos compradores posibles:
Menos mal que no se contagia España. El spread entre el bono italiano y el español:
Aunque todo se andará…, como en 2012, y de forma virulenta, como entonces… ¡Pobres bancos españoles!
En EEUU lo mismo, a defenderse de la inflación:
Mala cosa…

Conceptos equivocados

Veinte años después de la entrada en vigor del euro, algunas de las implicaciones que lleva consigo la moneda única no han sido todavía totalmente asimiladas. La renuncia de todos los países integrantes del euro a sus propias divisas nacionales iba asociada a la cesión de la política monetaria desde los bancos centrales nacionales al Banco Central Europeo.
Con el euro, el único con capacidad para emitir moneda es el BCE. Los bancos centrales nacionales y, en consecuencia, sus Estados correspondientes renunciaron a dicha posibilidad. Este cambio acontecido hace dos décadas, tiene un evidente impacto en la consideración del activo sin riesgo.
Se entiende como activo libre de riesgo aquel que ofrece una rentabilidad predeterminada y no tiene riesgo de impago por parte del emisor. Con anterioridad al euro, se consideraba que el activo libre de riesgo en España eran las letras del Tesoro y los Bonos del Estado. El Banco de España, al igual que los restantes bancos centrales de los distintos países, podía emitir, en su caso, la cantidad necesaria para hacer frente al pago de las letras y bonos emitidos por el Tesoro. Este era el motivo principal de considerar a los Bonos del Estado y letras del Tesoro como activos libres de riesgo. Aun así, en la historia ha habido repetidos impagos de la deuda pública.
Una vez que cada Estado ha perdido la capacidad de emitir moneda, la posibilidad de un impago en sus instrumentos de deuda pública, bonos y letras, es real. Ya no tienen la garantía de devolución del principal, aunque fuera en una moneda devaluada por la emisión elevadas cantidades de "moneda nacional" (pesetas, liras, pesos...) para hacer frente a dicho pago.
Los bonos del Estado se encuentran en la misma situación que los bonos emitidos por distintas CC.AA.: sus instrumentos de deuda están denominados en una moneda sobre la que no tienen capacidad de emisión. Evidentemente la solvencia de la mayoría de las CC.AA. es sustancialmente inferior a la del Estado y, por tanto, su riesgo de impago mayor.
Sólo la entrada en funcionamiento del discutido Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que de facto proporcionó un aval del Estado a la deuda autonómica, ha evitado el impago de bonos emitidos por algunas CC.AA. El peligro para los inversores a futuro es considerar que el rescate del Estado a la deuda autonómica sienta un precedente que se repetirá en el futuro.
De forma análoga, la compra de bonos de los distintos estados por parte del BCE a partir del famoso "whatever it takes" de Draghi puede llevar a pensar que los instrumentos de deuda pública de los distintos países miembros de la Eurozona no tienen riesgo. No es correcto, como demostró la quita a los bonos soberanos griegos.
Dos décadas no han sido suficientes para cambiar determinados conceptos. Entre ellos el de activo libre de riesgo. De hecho, hoy en Europa no existiría ninguno, siendo el más asimilable el bono alemán. Aun así, la normativa europea de consumo de capital de los bancos sigue considerando las letras y bonos del estado de cada país como activo sin riesgo que no consume capital. De no ser así, los bancos se verían obligados a reducir sus balances y los distintos Estados tendrían más dificultades en financiarse.
Esta reflexión no pretende insinuar que vaya a ocurrir en un futuro cercano un impago de instrumentos de deuda pública de algún Estado miembro de la Eurozona. No obstante, seguir considerando los bonos del Estado como activo libre de riesgo es un error desde que existe el euro.
Abrazos,
PD1: "La tristeza a veces se expresa con mal humor." Hay que preguntarse de vez en cuando por qué estamos tristes… Y poner remedio en cuanto identifiquemos el problema. La alegría de los cristianos, fruto de la fe, es el mejor remedio, la esperanza…, el darnos a los demás y no pedir nada a cambio, generosamente…