23 octubre 2018

¿se puede repagar las deudas?


Sostenibilidad, capacidad de repago de deudas, sensatez…, como lo quieras llamar. Todo está basado en la confianza a futuro. Y es lo que se está perdiendo… No vale todo, no vale hacer política buscando votos, no se puede contentar a todo el mundo con ayudas, con subida de pensiones y gastos, cuando no hay casi nada y se debe todo…

Francia-Italia: más déficit, menos credibilidad

La prima de riesgo, entendida como la diferencia de tipos de interés existente entre el bono a diez años de un país y el bono al alemán al mismo plazo, tiene visos de volver a los titulares económicos de forma recurrente. La intervención masiva, sistemática e intensiva del BCE comprando bonos soberanos durante años había aletargado las primas de riesgo de los distintos países. Ahora, coincidiendo con el próximo fin de los programas de compra de activos del BCE, la tensión vuelve a los bonos italianos e, incipientemente, a los bonos españoles.
La rentabilidad exigida al bono italiano a diez años ha pasado de un nivel del 1,7% en mayo al 3,7% actual. Su prima de riesgo se ha multiplicado por tres, pasando de apenas 110 puntos básicos (pb) en mayo a los actuales 330 pb. El gobierno italiano ha presentado un plan presupuestario en Bruselas con un déficit previsto del 2,4% del PIB para 2019. Esta cifra triplica la previsión anterior del 0,8% y es superior al déficit del 1,6% esperado en 2018. Para los siguientes años la previsión del gobierno italiano es una reducción paulatina del déficit de tres décimas en 2020 y 2021 respectivamente. El aumento de la prima de riesgo italiana no se debe tanto al nivel previsto de déficit, sino a la falta de credibilidad de las cifras que podrían poner en riesgo la sostenibilidad de la deuda pública italiana.
El plan presupuestario italiano prevé un crecimiento en 2019 y 2020 más de medio punto porcentual superior frente a las previsiones anteriores. Las autoridades italianas argumentan que sus medidas de aumento del gasto y reducción de impuestos permitirán este mayor dinamismo de la economía. Si en la ratio Déficit/PIB se reduce el denominador, el resultado resultante será superior.
Curiosamente, el objetivo de déficit de Francia para el próximo año es superior al italiano, 2,8%. De hecho, desde 2009 el déficit público anual de Francia, como porcentaje del PIB, ha sido siempre superior al italiano. Entonces, ¿por qué la preocupación sobre Italia y no sobre Francia? La respuesta está el nivel de deuda pública alcanzado por Italia: 133% del PIB frente al 97,7% de Francia y en que el país galo ha sido mucho menos beligerante frente a las exigencias de ajustes de las autoridades europeas.
En la práctica, las autoridades europeas tienen pocas herramientas para reorientar el presupuesto italiano. La apertura de un expediente de déficit excesivo no implica ninguna sanción a corto plazo. En veinte años de existencia del euro, nunca se ha sancionado a un país por incumplimientos en sus cifras de deuda y/o déficit. Difícilmente será esta la primera vez, considerando además que incluso Francia prevé un déficit mayor al italiano.
Las autoridades italianas necesitan convencer a los inversores más que a Bruselas. Una vez que el principal comprador de bonos soberanos italianos, el BCE, deje de aumentar su cartera de bonos a fin de año, y ante una emisión neta de bonos equivalente al déficit público real de 2019, Italia necesitará convencer a los inversores de la sostenibilidad de su deuda. De momento su coste se ha incrementado en 200 pb en las últimas emisiones. Cuanto más suba la prima de riesgo, menos sostenible será la deuda italiana.
El papel de las agencias de rating volverá a ser crucial. Incluso con la previsible revisión a la baja de su rating (calificación crediticia) por parte de Moody´s y S&P este mismo mes de octubre, todavía seguirán manteniendo el nivel de grado de inversión. Mientras esto sea así, los bancos italianos podrán seguir teniendo fácil acceso a la financiación del BCE. En cualquier caso, una rebaja del rating con visos de rebajas adicionales a futuro puede exacerbar el incremento de la prima de riesgo.
Todavía no se conoce el desglose de las cifras del presupuesto de España para 2019 presentadas recientemente. Si las cifras adolecen de un elevado grado de voluntarismo, como parece en un primer análisis, el peligro para la prima de riesgo del bono español es evidente. Conviene aprender en cabeza ajena. El problema del presupuesto italiano no es la cifra de déficit, sino la falta de credibilidad de las cifras.
Así está Italia en su prima de riesgo:
Y si juntas todo esto con que los bonos se acabarán igualando entre EEUU y Europa, estamos jodidos, ya que la inflación está imparable:
Sabemos que quedan varias subidas de tipos en EEUU todavía:
Y la deuda pública de EEUU no ha hecho más que subir y subir… ¿Cuál es el límite, hasta donde se pueden imprimir papelitos y que el mercado se los trague?
Mira los últimos años, no han aprovechado la bonanza económica para cuando la economía esté más floja, para que el Estado sea anticíclico:
Aparte del coste de la misma (este año más de 500.000 mill de dólares), que es un impuesto diferido, es una carga para las siguientes generaciones que les deja una losa enorme:
Abrazos,
PD1: El beato fray Gil de Asís, compañero de san Francisco, dijo: «Reza con fidelidad y devoción, porque una gracia que Dios no te ha dado una vez, te la puede dar en otra ocasión. De tu cuenta pon humildemente toda la mente en Dios, y Dios pondrá en ti su gracia, según le plazca».
Con constancia y perseverancia. Hemos de rezar sin desanimarnos nunca, aunque nos parezca que nuestra plegaria choca con un rechazo, o que no es escuchada enseguida. Hemos de confiar en que terminará por darnos lo que pedimos, porque además de ser amigo, es Padre.
Hemos de pedir sobre todo el Espíritu Santo y no sólo cosas materiales…