24 octubre 2018

previsiones a 7 años


Se suelen equivocar, pero se leen sus previsiones siempre. Los de GMO son optimistas con los emergentes y pesimistas con el resto a 7 años. Estas son sus previsiones a 7 años, los rendimientos reales:

GMO's 7-Year Asset Class Forecasts Still Favor Emerging Markets Over U.S. Stocks

Our forecasts continue to favor emerging markets in both the equity and credit markets, says GMO Asset Allocation team member John Thorndike. As of the end of September, the spread between our forecasts for emerging markets equities and large cap U.S. stocks was nearly 8.5%. You have to go back to 2003 to find a wider spread in favor of EM.
At the other end of the investment spectrum, the continued rise in short-term interest rates has pushed our forecast for U.S. cash to 1% real, which provides a tailwind for investors who hold short-term investments in their portfolios.
The most recent forecast is available in the chart below.


© GMO LLC
Y ojo, el resto, caquita de la vaca… Abrazos,
PD1: Y así lo ven los de Franklin Templeton:
Últimamente, se ha producido una confluencia de factores que ha deteriorado la actitud de los inversores en los mercados emergentes, como las tensiones comerciales a nivel mundial, el crecimiento del dólar estadounidense y los problemas idiosincrásicos de Turquía y Argentina.
Según nuestros profesionales de inversión, que se encuentran sobre el terreno en muchas de estas regiones, no todo se reduce a los datos que aparecen en los titulares, aunque algunos de ellos puedan resultar desconcertantes.
Para Franklin Templeton Emerging Markets Equity, cabe recordar que los mercados emergentes no son homogéneos y que los países que predominan en los nefastos titulares en este momento representan una parte muy pequeña del universo de los mercados emergentes. El equipo señala cuatro razones que respaldan el mayor positivismo de su visión respecto a la clase de activos en conjunto.

Los mercados emergentes han sido capaces de lidiar con la subida de los tipos de interés de los EE. UU.

El crecimiento del dólar estadounidense ha sido uno de los principales factores del varapalo de los mercados emergentes en los últimos meses, al mismo tiempo que la subida de los tipos de interés y las consecuencias a corto plazo de las reformas tributarias de los EE. UU. han contribuido a impulsar esta fortaleza del dólar.
Sin embargo, ¿deben preocuparse realmente los inversores de que la subida de los tipos de interés empañe los mercados emergentes? Quizás no. Los últimos cuatro ciclos de endurecimiento de la Reserva Federal estadounidense (Fed) no desencadenaron espirales bajistas a largo plazo en la renta variable de los mercados emergentes, como muestra la gráfica que figura a continuación.
Además, la gráfica revela que el anterior ciclo de endurecimiento de la Fed, que se extendió desde junio de 2003 a junio de 2007, tuvo una repercusión limitada en las divisas de los mercados emergentes.

Los mercados emergentes permanecen a la cabeza del crecimiento mundial

Pese a que se ha prestado gran atención al sólido crecimiento económico de los EE. UU., la realidad es que los mercados emergentes llevan muchos años siendo el auténtico motor del crecimiento mundial.
Además, Manraj Sekhon, director de inversión de Franklin Templeton Emerging Market Equity, señala un cambio en los motores de crecimiento del producto interior bruto (PIB).
«No solo estamos presenciando un cambio en el epicentro geográfico del crecimiento del PIB hacia el este, sino que también en los mercados emergentes ha habido una transformación de los factores clave del crecimiento. Por ejemplo, hace varios años China superó a los Estados Unidos y Japón en lo que se refiere a patentes totales registradas, y este es solo uno de los muchos indicadores del cambio hacia la innovación, la tecnología y, de manera más general, hacia la nueva economía que está teniendo lugar». Manraj Sekhon, 19 de septiembre de 2018.
En la tabla siguiente, se muestra cómo el crecimiento del PIB de los mercados emergentes ha superado el de los mercados desarrollados en general, una tendencia que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se mantendrá durante este año y durante el próximo.[1]

El comercio de los mercados emergentes no depende de Estados Unidos

Si bien a lo largo del verano la relación entre los Estados Unidos y China ha acaparado todas las miradas en lo que a aranceles comerciales se refiere, se ha prestado menos atención a la estrategia de China de establecer relaciones comerciales con otros socios. Según Sekhon, el comercio dentro de los mercados emergentes ha prosperado y ha superado en exportaciones a las economías desarrolladas.
«En el último decenio, China ha adelantado a los Estados Unidos para convertirse en un mercado de exportación bastante más importante para la mayoría de las principales economías emergentes (entre otras razones, gracias a su creciente mercado de consumidores); por consiguiente, ahora el crecimiento comercial proviene fundamentalmente de la demanda interna de los mercados emergentes. El aumento del proteccionismo en los países occidentales puede seguir dirigiendo la atención hacia los acuerdos regionales; de hecho, parece que China está impaciente por sustituir el liderazgo de los EE. UU. en Asia en este ámbito». Manraj Sekhon, 19 de septiembre de 2018.
La siguiente gráfica muestra el crecimiento del comercio interior de Asia y un alejamiento general de la dependencia de los mercados desarrollados como destino de las exportaciones.

La deuda de los mercados emergentes parece razonable

Desde la crisis financiera asiática de la década de 1990, la financiación pública mediante deuda externa ha ido disminuyendo. Aunque ha crecido ligeramente en los últimos años, las gráficas siguientes muestran que, en realidad, la carga de la deuda pública de los mercados desarrollados es considerablemente mayor. Además, los hogares de los mercados emergentes también cuentan con unos índices de ahorro más sólidos que los de los mercados desarrollados.
[1] Fondo Monetario Internacional, World Economic Outlook, julio de 2018.
PD2: ¿Creemos en la predestinación, como creen otras religiones?. ¡No!: los cristianos creemos que Dios nos tiene reservado un destino de felicidad. Dios quiere que seamos felices, afortunados, bienaventurados. Fijémonos cómo esta palabra se va repitiendo en las enseñanzas de Jesús: «Bienaventurados, bienaventurados, bienaventurados...». «Bienaventurados los pobres, los compasivos, los que tienen hambre y sed de justicia, los que creerán sin haber visto» (cf. Mt 5,3-12; Jn 20,29).
Dios quiere nuestra felicidad, una felicidad que comienza ya en este mundo, aunque los caminos para llegar no sean ni la riqueza, ni el poder, ni el éxito fácil, ni la fama, sino el amor pobre y humilde de quien todo lo espera. ¡La alegría de creer! ¡La alegría después de amar, a todos!