21 abril 2016

Empieza la campaña electoral...

Toca hacer unos ajustes aquí y allá, para contentar a los que se puedan… Y lo triste es que da igual, todo va a salir más o menos igual. Y en noviembre qué, ¿otras elecciones de nuevo? Es muy triste y muy aburrida la precampaña…, demasiado dinero mal gastado y demasiados rollos nos van a contar. Ojalá llegue pronto 2017…

¿y si el Gobierno ha perdido el juicio?

El Ejecutivo ya ha comunicado oficialmente que incumplirá este año y el próximo los objetivos de déficit público
El delirio, ya se sabe, es un trastorno patológico que, básicamente, consiste en que un individuo pierde sus facultades mentales. Ese proceso de enajenación afecta en determinados momentos a ciertos colectivos y no solo a las personas de forma individual. Incluso puede ocurrir que en algunas ocasiones una nación -en el sentido cultural y político del término- pierda el sentido de la realidad. La historia está llena de trágicas transformaciones colectivas. Pero es un hecho verdaderamente singular cuando ese estado afecta a un Gobierno. Aunque sea en funciones.
El Ejecutivo, como se sabe, ya ha comunicado oficialmente, lo ha hecho este martes ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, que incumplirá este año y el próximo los objetivos de déficit público. En lugar del 2,8% del PIB previsto inicialmente, será del 3,6%, mientras que para 2017 la nueva estimación será del 2,9%, muy lejos del 1,4% previsto con anterioridad. Es decir, con menos crecimiento pretende bajar el déficit en 1,4 puntos de PIB (14.000 millones), cuando en 2015, con mayor actividad, apenas lo rebajó en ocho décimas (8.000 millones). Cosas veredes, querido Sancho.
El incumplimiento de los objetivos de déficit no es, desde luego, algo inusual. Como recordó ayer en el Parlamento el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, es la tercera vez desde que tomó posesión en la que se ve obligado a renegociar con las autoridades de Bruselas para extender en el tiempo la senda de consolidación del déficit.
Es la tercera vez desde que tomó posesión en la que De Guindos se ve obligado a renegociar con Bruselas para extender la senda de consolidación del déficit
Dos de esas negociaciones acabaron con éxito, y la tercera se está debatiendo ahora, lo cual no deja de ser significativo, teniendo en cuenta que se trata de un Gobierno en funciones. Aunque todavía es más sorprendente si se añade el hecho de que un Ejecutivo que, en teoría, debe despachar solo cuestiones administrativas y de gestión ordinaria de los asuntos públicos, tome la decisión de recortar el gasto en 2.000 millones (Acuerdo del último Consejo de Ministros).
Pues bien, ese mismo Gobierno es el que ha comunicado de manera formal al CSIF, según este sindicato, que ya este mes de abril, Hacienda devolverá a medio millón de empleados públicos la mitad de la paga extraordinaria que el Gobierno (cuando estaba en funciones reales) se comprometió a pagar. Dice el sindicato de funcionarios que esa partida estaba ya incluida en el crédito presupuestario de 2016, pero no hace falta ser un taimado analista para entender que el hecho de que se vaya a devolver en abril (cuando se podría haber ejecutado en enero) tenga alguna motivación electoral.
Lo singular, sin embargo, no es eso. Es que la paga (unos 500 millones de euros) se vaya a materializar justo cuando el ministro de Economía en funciones tiene que pedir más árnica (uno o dos años) a la Comisión Europea, lo cual no parece la mejor tarjeta de visita ni ayuda a ganar credibilidad para un país con una prima de riesgo de 135 puntos básicos que encarece el servicio de la deuda. Máxime cuando la mayoría de los empleados públicos trabaja en las comunidades autónomas.
Lo singular es que la paga se vaya a materializar justo cuando De Guindos tiene que pedir más árnica a Bruselas, lo cual no parece la mejor tarjeta de visita
Precisamente, el subsector -junto a la Seguridad Social- con más dificultades para cumplir el déficit, y cuyos gobiernos regionales tendrán, lógicamente, que aprobar una medida en esa dirección. Claro está, salvo que el Estado piense que hay funcionarios de primera y de segunda y que los primeros tienen derecho a recuperar el poder adquisitivo perdido y los segundos, no. Y jugar con el reparto del FLA a estos efectos no parece razonable, toda vez que el Gobierno es responsable de las cuentas de la Seguridad Social y la desviación ha sido mayúscula. No por un problema sobrevenido, sino porque se presupuesta fuera de toda lógica. En 2015, los ingresos por cotizaciones previstos ascendían a 109.833 millones, pero al final los derechos reconocidos alcanzaron los 100.492 millones, Una sustancial diferencia que refleja los problemas de fondo de las cuentas públicas.

Filosofía fundacional

Lo más incoherente, sin embargo, tampoco es eso. El Gobierno parece que ha descubierto que los ajustes en el gasto público tienen un efecto contractivo sobre la actividad económica. Lo ha dicho con buen criterio el ministro De Guindos en el Congreso, lo cual choca contra la filosofía fundacional de este Gobierno, que siempre ha reivindicado que la consolidación fiscal -el saneamiento de las cuentas públicas- era el camino más recto para crear puestos de trabajo.
Ese argumento podría entenderse si la economía estuviera amenazada con un drástico enfriamiento de la actividad. Al fin y al cabo, la política fiscal -el gasto y los ingresos públicos-, como sostiene De Guindos, no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr determinados objetivos, por lo que puede servir como un poderoso instrumento contracíclico para impulsar la actividad, dejando que funcionen los estabilizadores automáticos (desempleo). Pero no.
El Gobierno parece que ha descubierto que los ajustes en el gasto público tienen un efecto contractivo sobre la actividad económica
Ocurre que, según De Guindos, España seguirá siendo en 2016 y 2017 la economía de mayor crecimiento entre los países de mayor tamaño, lo cual es una buena noticia. Es decir, que el sesgo de la política fiscal será procíclico, lo que lógicamente puede afectar a los desequilibrios macroeconómicos. Y lo que es todavía peor, el sector público puede quedarse sin artillería en caso de necesidad, como le sucedió al Gobierno de Rodríguez Zapatero en 2009, que tuvo que endeudarse para hacer frente a la crisis cuando los mercados estaban cerrados, lo que explica el aumento de la prima de riesgo.
No es un asunto menor. Como ha puesto de relieve recientemente la Autoridad Fiscal, desde el inicio de la crisis tanto el anterior Gobierno como el actual han hecho casi siempre (fundamentalmente a partir de 2010) políticas procíclicas: más gasto público cuando menos se necesitaba y menos expansión fiscal cuando más se requería para hacer frente a la recesión o al debilitamiento de la actividad. Por ejemplo, se han bajado los impuestos cuando la economía crecía más de un 3% en lugar de hacerlo cuando caía un 1% o un 2%. Y lo que todavía tiene más importancia. En lugar de destinar esos recursos adicionales para reducir la deuda (solidaridad intergeneracional), lo que se ha hecho es adelantar la rebaja de impuestos para hacerla coincidir con las elecciones.
El resultado es dramático. Después de duros ajustes y de un desplome sin precedentes de los gastos financieros por la caída de los tipos de interés (descomunal ahorro para los estados más endeudados), España volverá a ser este año (como lo fue el anterior) el país con mayor déficit público de la eurozona. Sin embargo, al ministro de Economía le parece un éxito, toda vez que este año 'solo' tendrá unas necesidades de financiación de 40.000 millones de euros que podrá colocar fácilmente gracias a la política ultraexpansiva del BCE.
Lo que no dijo es que el déficit estructural -al margen de ciclo económico- sigue clavado en el 2,5% del PIB y sin bajar una décima, lo que significa, ni más ni menos, que el que venga detrás que arree, que diría el clásico. El próximo Gobierno, sea el que sea, nace con un déficit de 25.000 millones de euros bajo el brazo. No tengan ninguna duda, que diría De Guindos.
Abrazos,
PD1: Cuando los problemas de España son otros: bancos, pensiones, déficit, educación, corrupción, separación de poderes, secesión…, Comunidades Autónomas que nos hacen rotos todos los meses… Estos problemas pueden esperar, venga, otra campaña electoral más, y que España siga sin Gobierno…
Situación de la banca española: ajuste de oficinas, empleados, transformación a digital, mora…
Inflación muy negativa, más que otros, lo que tira hacia abajo del crecimiento económico…
Pensiones: serán menores ya que no hay dinero para más… Y dentro de unos años, con esta demografía esquilmada por la crisis, ni te cuento…
Con un severo problema de gasto público y unos ingresos insuficientes:
Se mantiene el gasto del “estado del bienestar”, que es impagable, y no se quiere tocar…
y no se invierte:
Inversión mínima, no hay dinero para nada, salvo para terminar los AVEs, otro despilfarro de proporciones dantescas…
Así no tiramos…
No hay tijera, ni se le espera…
Gasto público que no se ataja y se opta por aceptar unos déficits estructurales (gastos corrientes superiores a ingresos), que se monetizan en papelitos, que compran los bancos extranjeros, qué memos!!!
¡Ay de los países mediterráneos…, ay!
Deuda Pública impagable, y seguirá creciendo…
Hiper endeudados con el exterior:
Habiendo basado todo el crecimiento en turismo y sector exterior, saldo externo que dejó de funcionar desde el año pasado, a pesar del abaratamiento del crudo:
Habiéndonos beneficiado de un petróleo tirado y de un euro débil…
Y ahora tratan de que volvamos a comprar pisos como locos…, a volver a hacer las mismas estupideces que antes: que pidamos créditos y gastemos +, que compremos a crédito…
La industria queda relegada al sector del automóvil y su ensamblaje:
Pero no hemos sido capaces de crecer más, de ganar más cuota mundial…, de fabricar coches para los emergentes.
Y el paro hemos conseguido que se reduzca con empleo precario, mal pagado y que no genera suficientes cotizaciones sociales como para que la Seguridad Social cuadre sus cuentas:
Con un retail sales que ha repuntado pero que sigue a años luz de donde veníamos…
Educación: Abandono escolar:
Con unos costes que hay que enfrentarlos a nuestro nivel de renta per cápita:
Y de la corrupción no te hablo… Así que a esperar a ver qué hacemos con la política…, con la gestión pública, o a ver qué hacen con nosotros…
PD2: Si esto lo enmarcamos en la bolsa, con una tendencia lateral que sufrimos ya desde hace dos años en EEUU y los principales países de Europa, vemos que el Ibex se había quedado atrás, y que ahora trata de recuperar lo perdido siguiendo a EEUU… ¿Lo conseguirá? Ni de broma, el Ibex está también en un canal lateral, más bajo que las demás bolsas europeas, y así seguirá muchos meses/años más…
SP500: lateral en la parte alta de su amplio canal: 1850/2125
DAX alemán: Lateral, en un rango muy amplio 8500/12000, lejos de su alto previo, a mitad de camino. ¿Se irá por arriba, o volverá abajo? No lo sé, pero no apuesto por mucha más subida, con los bancos como andan…
IBEX: Estuvo lateral en un rango muy definido de 9500/11800 y luego se ha bajado a un canal de 8000/9500 ¿Saldrá ahora de esta lateralidad? Lo dudo, más si cabe con la llegada de mayo y el famoso “sell in may…”
PD3: Bonito el reto de las dominicas de Lerma del otro día:
“Si en tu vida ves que no puedes amar, que no puedes perdonar, que la venganza llama a tu corazón, que la soberbia se impone en tu vida, que el querer sobresalir es el que quiere dominar… no rechaces todo esto, por eso es por lo que muere Cristo en tu vida, muere Él para darte a ti vida. No te asustes, esta humanidad y debilidad que sientes en ti te esta diciendo que necesitas en tu vida un Salvador, necesitas a Cristo, necesitas su vida entregada para tú tener vida. Y lo mas importante es que Cristo te está pidiendo que dejes ya de vivir del pecado y empieces a vivir de la gracia. Que Él ha muerto y ha resucitado para que tú tengas paz y puedas en Él amar, perdonar, sonreír. Pero nunca desde ti, sino desde Él”