Estoy harto de contar miserias, hoy vuelvo a lo que hacía, a  contaros cosas de futuro, a ver las mejores apuestas para invertir, las que presentan  más potencial, sabiendo que todos los mercados están laterales, pero que pueden  servir de refugio ante el posible y cada vez más probable rescate total a  España. Yo pensaba que nunca nos rescatarían (a España como estado), y puede  que sí nos hagan un mega rescate, aunque ya veremos cuántos años tarda en  llegarnos la pasta y su coste, o consecuencias del mismo… Y los mercados  encantados de ver que nos rescatan…, aunque es muy probable que no sepamos si  nos rescatan o no hasta dentro de no sé cuantos meses, o hasta el año que  viene…
Vayamos a lo que me gusta a las alternativas de inversión: 
Evolución de los mercados emergentes por tamaño: Han  pasado del 5% en 2002 hasta el 13% actual, pero su PIB es del 31% mundial… ¿No  tendría que pasar lo mismo en el PIB y en la bolsa? Sí, y en eso estamos.
Empezamos por la opinión del experto sobre emergentes: 
Mobius  responde a la gran pregunta: ¿En qué mercados están las mejores oportunidades?
    El presidente de  Templeton Emerging Markets desvela en una entrevista a Funds People cuáles son  los mercados más atractivos de cara al largo plazo.
    Mark Mobius es  uno de esos gurús que goza de un indudable peso en el mundo de la gestión. Su  profundo conocimiento de los mercados emergentes lo ha ido forjando a lo largo  de los 25 años que lleva al frente de Templeton Emerging Markets. Sus opiniones  no pasan desapercibidas para aquellos inversores que buscan oportunidades de  inversión en unos emergentes que representan en su conjunto un mercado más  grande que el de Estados Unidos. “En  total estos mercados suponen el 34% del mercado global de acciones, aunque la  exposición media del inversor apenas alcanza el 10% de la cartera”, asevera.  Sin embargo, según revela, la tendencia parece estar poco a poco cambiando.
En una entrevista  concedida a Funds People en Madrid, Mobius asegura que el interés de los  inversores por estos mercados va en aumento. “Los precios han caído a niveles  muy bajos y actualmente se pueden encontrar grandes oportunidades de  inversión”. Eso sí: “nadie  debe esperar rentabilidades inmediatas. Lo importante es mirar al largo plazo y  no dejarse intimidar por la volatilidad. Cada vez un mayor número de inversores  asumen una estrategia de inversión de largo plazo”, afirma. En  este sentido, advierte: “la volatilidad en la renta variable emergente  aumentará por varios factores, entre ellos el impacto que están teniendo en  estos mercados las operaciones de trading”.
Mobius reconoce  que el excesivo ruido que existe en el mercado obliga en muchos casos a los  gestores a sentarse con sus clientes para tranquilizarles y explicarles que el  momento actual representa una buena oportunidad para entrar en estos mercados o  elevar su peso en las carteras. A diferencia de otras ocasiones, ahora el  inversor es consciente del riesgo que supone quedarse fuera de un potencial  rally de estos mercados. “Conviene  tener muy presente que a corto plazo la bolsa es un indicador adelantado,  aunque a largo plazo la correlación entre la evolución del mercado y el  crecimiento económico del país es muy alta”.
Por ese motivo,  Mobius considera que las fuertes tasas de crecimiento que están experimentando  los emergentes suponen un importante punto de apoyo para estos mercados. Pero  no es el único. La menor presión inflacionista ha permitido a los bancos  centrales recortar incluso los tipos de interés para impulsar el crecimiento.  Eso sin olvidar la riqueza de recursos naturales de la que disponen y el hecho  de ser países donde la demanda interna está creciendo. “Los consumidores chinos  e indios no pueden permitirse actualmente el lujo de comprar automóviles de  manera generalizada, pero en el futuro podrán, hasta el punto de ponerse al  mismo nivel de países como EEUU”.
Precisamente, China e India son los mercados donde  el gurú cree que existen grandes oportunidades de inversión. Mobius señala más.  Brasil, Rusia, Indonesia, Tailandia, Vietnam, Chile o Colombia son otros  mercados que aparecen en el radar del presidente de Templeton Emerging Markets.  Sin embargo, las mejores oportunidades de inversión a largo plazo no están  aquí. “Están en los mercados frontera; al menos, las más atractivas”, afirma el  gurú. Siguiendo la regla de invertir teniendo en cuenta la evolución del PIB,  justifica esta visión en el enorme potencial de crecimiento de estos países.
No obstante, el  riesgo político juega un papel clave. Tan es así que, en su opinión, “existen oportunidades muy  interesantes que no pueden ser aprovechadas por el riesgo político que entraña  invertir en el país”. Ejemplo de ello sería Argentina. “La  situación de su economía no es sostenible: necesitan inversión.  Desafortunadamente, los inversores huyen del país por la actitud que está  adoptando el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y la falta de seguridad  jurídica. Al final, el dinero se va”, afirma Mobius. De este modo, no todo vale  y el proceso de selección resulta crucial.
A la hora de  discriminar entre valores, el experto se fija en varios parámetros. “En primer  lugar, hay que separar entre los ganadores o, lo que es lo mismo, las compañías  que en el futuro liderarán su sector, y las que no lo conseguirán. Para ello  nos fijamos en determinados aspectos, como la calidad del equipo gestor, la  industria a la que pertenece y su negocio, centrándonos fundamentalmente en las  compañías que presenten elevados márgenes”, revela. Existe, según Mobius, un  binomio que no falla. “Dividendo  más inversión: esa es la combinación perfecta. La correlación entre un elevado  dividendo y un mejor comportamiento bursátil que el mercado es muy alta”.
En este sentido,  el responsable de Templeton Emerging Markets considera que existen importantes  ineficiencias en el mercado que se deben aprovechar, y no sólo en los mercados  emergentes. Cita a modo de ejemplo el caso de Telefónica, de la que dice “es  una compañía que cotiza a precios muy atractivos, bien gestionada, que ofrece  una atractiva rentabilidad por dividendo y que, además, cuenta con un riesgo  bajo al ser una empresa global con gran parte de su negocio en Latinoamérica”.  Habiendo tantas oportunidades en el mercado, Mobius considera cuanto menos  sorprendente que los fondos de pensiones sigan invirtiendo en bonos del Tesoro  de EEUU y alemanes, sobre todo teniendo en cuenta la escasa rentabilidad que  ofrecen.
Otro gestor de inversiones en China nos cuenta:
“La  imagen ofrecida por los medios sobre la economía china está distorsionada”
    Mike Shiao,  gestor del Invesco Greater China, recomienda evitar compañías controladas por  el gobierno, despegarse del índice y conocer bien las empresas.
        ¿Es un buen  momento para apostar por el mercado de renta variable chino dada la  incertidumbre que se ha generado últimamente en torno a distintos aspectos de  su economía? Para Mike Shiao, gestor del equipo de Invesco en Hong Kong y  responsable del Invesco Greater China, “las  valoraciones que ofrece actualmente este mercado son muy atractivas y las  perspectivas de su economía muy favorables: no hay duda de que  el comportamiento de la Bolsa china a largo plazo debería ir en línea con la  historia de crecimiento económico que presenta el país”.
En una entrevista  a Funds People, Shiao se muestra muy crítico con la imagen que a menudo se ha  presentado en los medios sobre la situación por la que atraviesa la economía  china. La más recurrente es la que se vierte sobre su mercado inmobiliario. “En términos generales, el sector goza  de buena salud. Es cierto que se ha formado una burbuja en zonas muy  determinadas del país, pero no en China en su conjunto”, asegura.  Asimismo, el gestor recuerda el hecho de que “la mayoría de los ciudadanos que  compran vivienda pagan en efectivo, ya que sólo el 20% solicitan hipoteca, lo  cuál limita claramente el riesgo”.
Otra de las dudas  que han aparecido sobre China surgieron como consecuencia de la caída de las  exportaciones. “La crisis europea ha afectado a las exportaciones del país, si  bien estoy convencido de que éstas mejorarán en los próximos trimestres”. Pese  a que éste ha sido el principal factor que ha provocado la ralentización de la  economía china, la  debilidad de las exportaciones se verá compensada por el mayor tirón que, en  opinión de Shiao, experimentará la demanda interna. “A largo plazo, el  incremento del consumo será cada vez más fuerte”, indica.
En su opinión, “China es una economía que está dando  los primeros pasos y la estrategia a seguir por el inversor debe estar enfocada  al largo plazo”. No obstante, a la hora de acercarse a este  mercado conviene ser prudente. Y es que, pese a las favorables perspectivas  macroeconómicas, el 70% de las empresas que integran el principal índice de la  Bolsa china están controladas o ampliamente participadas por el Gobierno. "Nuestra estrategia pasa por  evitar esta clase de compañías y crear una cartera concentrada fruto de la  selección de entre 40 y 45 empresas con sede en China, Hong Kong y Taiwán,  enfocadas principalmente a beneficiarse del aumento del consumo del país”,  señala.
“En este mercado,  la selección de valores y la gestión resultan aspectos cruciales”, indica. En  este sentido, Shiao reconoce no seguir al índice de referencia. “Se trata de buscar las mejores  oportunidades de inversión que existan dentro de cada sector y de encontrar las  que gocen de las valoraciones más atractivas, sin dejarse encorsetar por el  índice de referencia”. Lo ejemplifica el hecho de que el peso  del sector financiero en su cartera sea del 7%, frente al 34% del benchmark, o  que la ponderación de las tecnologías de la información sea del 32%, 12,5  puntos más que el índice.
Y es que, en su opinión, las mejores  oportunidades se encuentran principalmente en los sectores vinculados al  consumo, así como en compañías relacionadas con la información, la tecnología o  de hardware. “¿Acaso alinearse con el benchmark es razón  suficiente para obligarnos a apostar por compañías en las que no creemos?”, se  pregunta el gestor. En su opinión, resulta más interesante ir allí donde se  encuentre la oportunidad, independientemente de cuál sea el sector.
Sigo en español…, para que no te quejes…:
¿El resistible ascenso de Asia? 
    NUEVA DELHI – Un tema favorito en el debate internacional actual  es el de si el ascenso de Asia significa la decadencia de Occidente, pero, al  centrarse la atención en el malestar económico en Europa y en los Estados  Unidos, se está distrayéndola de las numerosas amenazas graves que ponen en  entredicho el éxito continuo de Asia.
Desde luego, los actuales cambios de poder mundial están  relacionados primordialmente con el fenomenal ascenso económico de Asia, cuyas  velocidad y escala carecen de paralelo en la historia mundial. Evidentemente,  en Asia, con las economías que crecen más rápidamente, los gastos militares que  aumentan más rápidamente, la competencia más feroz por los recursos y puntos  calientes de lo más graves del mundo, está la clave para el futuro del orden  mundial.
Pero Asia padece limitaciones importantes. Debe afrontar disputas  territoriales y marítimas muy enconadas, como, por ejemplo, en el mar de la  China Meridional, herencias históricas perjudiciales que pesan sobre las más  importantes relaciones interestatales, un nacionalismo cada vez más fervoroso,  un extremismo religioso en aumento y una competencia cada vez mayor por el agua  y la energía.
Además, la integración política de Asia va muy rezagada respecto  de su integración económica y, para colmo, carece de una red de seguridad. Los  mecanismos regionales de consulta siguen siendo deficientes. Persisten diferencias  sobre si una estructura o comunidad de seguridad debe extenderse por toda Asia  o quedar limitada a una mal concretada “Asia oriental”.
Una preocupación fundamental es la de que, a diferencia de las  sangrientas guerras de Europa en la primera mitad del siglo XX, a consecuencia  de las cuales la guerra resulta ya inconcebible en ella, las guerras en Asia en  la segunda mitad del siglo XX acentuaron aún más las rivalidades enconadas.  Desde 1950, cuando comenzaron la guerra de Corea y la anexión del Tíbet, se han  reñido en Asia varias guerras interestatales sin por ello resolver las disputas  asiáticas subyacentes.
Tomemos el ejemplo más importante: China lanzó intervenciones  militares aun siendo pobre y teniendo una situación interna difícil. Un informe  del Pentágono de 2010 cita acciones militares preventivas en 1950, 1962, 1969 y  1979 en nombre de la defensa estratégica. Además, hubo la toma por parte de  China de las Islas Paracelso de Vietnam en 1974 y la ocupación en 1995 de  Mischief Reef, en las Islas Spratly, ante las protestas de las Filipinas. Esa  historia contribuye a explicar por qué la capacidad militar de China, en rápido  aumento, inspira importantes motivos de preocupación en Asia actualmente.
De hecho, desde que el Japón ascendió a la posición de potencia  mundial durante el reinado del Emperador Meiji (1867-1912) no ha habido otra  potencia no occidental que haya surgido con semejantes posibilidades para  moldear el orden mundial, pero hay una importante diferencia: el ascenso del  Japón fue acompañado de la decadencia de las otras civilizaciones asiáticas. Al  fin y al cabo, en el siglo XIX los europeos ya habían colonizado gran parte de  Asia y no habían dejado en pie potencia asiática alguna que pudiera poner freno  al Japón.
Actualmente, China está ascendiendo junto con otros importantes  países asiáticos, incluidos Corea del Sur, Vietnam, la India e Indonesia.  Aunque China ha desplazado ahora al Japón como segunda economía mundial en  tamaño, el Japón seguirá siendo una potencia fuerte en el futuro previsible. En  renta por habitante, el Japón sigue siendo nueve veces más rico que China y  posee la mayor flota naval de Asia y sus industrias de tecnología más  avanzadas.
Cuando el Japón surgió como potencia mundial, siguió la conquista  imperial, mientras que los impulsos expansionistas de una China en ascenso  están contrapesados, hasta cierto punto, por otras potencias asiáticas.  Militarmente, China no está en condiciones de arrebatar los territorios que  codicia, pero su gasto en defensa ha aumentado casi dos veces más rápidamente  que su PIB y, al provocar disputas territoriales con sus vecinos y aplicar una  política exterior agresiva, los dirigentes de China están obligando a otros  Estados asiáticos a colaborar más estrechamente con los Estados Unidos y entre  sí.
De hecho, China parece seguir la misma senda que hizo al Japón un  Estado agresivo y militarista, con consecuencias trágicas para la región… y  para el Japón. La Restauración Meiji creó un ejército potente con el lema  “Enriquecer el país y fortalecer el ejército”. Con el tiempo, el ejército llegó  a ser tan fuerte, que podía poner condiciones el gobierno civil. Lo mismo  podría acabar sucediendo en China, donde el Partido Comunista está cada vez más  enfeudado con el ejército para mantener su monopolio del poder.
Más ampliamente, es probable que la dinámica del poder de Asia  siga siendo inestable y nuevas o cambiantes alianzas y capacidades militares  fortalecidas sigan desafiando la estabilidad regional. Por ejemplo, mientras  China, la India y el Japón maniobran para conseguir una ventaja estratégica,  están transformando sus relaciones recíprocas de un modo que augura un  compromiso más estrecho entre la India y el Japón y una competencia más  enconada entre ellos y China.
El futuro no pertenecerá a Asia tan sólo porque sea el continente  mayor, más populoso y con un desarrollo más rápido. El tamaño no es  necesariamente un activo. Históricamente, Estados pequeños y orientados  estratégicamente han ejercido el poder mundial.
En realidad, con muchos menos habitantes Asia tendría un mayor  equilibrio entre el tamaño de la población y los recursos naturales  disponibles, incluidas el agua, la comida y la energía. En China, por ejemplo,  según cálculos oficiales, la escasez de agua cuesta unos 28.000 millones de dólares  en producción industrial anual, pese a que China, a diferencia de otras  economías asiáticas, incluidas las de la India, Corea del Sur y Singapur, no  figura en la lista de las Naciones Unidas de países que afrontan una crisis  hídrica.
Además de sus cada vez mayores dificultades políticas y en materia  de recursos naturales, Asia ha cometido el error de insistir en un crecimiento  excesivo del PIB, con exclusión de otros índices de desarrollo. A consecuencia  de ello, Asia está volviéndose más desigual, se está extendiendo la corrupción,  está aumentando el descontento interno y la degradación medioambiental está  llegando a ser un problema grave. Peor aún: mientras que varios Estados  asiáticos han hecho suyos los valores económicos de Occidente, rechazan sus valores  políticos.
Así, pues, no nos equivoquemos. Las dificultades de Asia son  mayores que las que afronta Europa, que encarna un desarrollo integral más que  ninguna otra parte del mundo. Pese al aura de inevitabilidad de China, dista de  ser seguro que Asia, con sus apremiantes amenazas internas, pueda encabezar el  crecimiento mundial y moldear un nuevo orden mundial.
Traducido del inglés por Carlos Manzano
Un abrazo,
PD1: Unos cuantos gráficos, que sabes son mi debilidad:
Importancia relativa mundial de cada país en la larga  historia que lleva viviendo el hombre moderno y no tan moderno: Desde el año 1  hasta el 2008… Se puede ver los drásticos efectos del comunismo (1917 al 1975).  La extrapolación hacia adelante te la dejo para ti:
Veamos qué pasa si comparamos los dos países más  importantes:
PD2: Venta de coches: Si sirve de indicador de la  pujanza o no de la economía (no te pongo el dato de España que es demoledor...)
EUROPA: muy floja, estamos en recesión…
EEUU: No está tan boyante, ni mucho menos…:
CHINA: A tope…
Los coches se fabrican cerca de donde se venden… Mira que  España llego a tener mucho peso en la fabricación de coches… Ay…:
¿Quién fabrica en China? No le vende España ni un  coche a China, que es el gran comprador, Ay, ay…:
PD3: Por cierto, cada vez hay más reservas de petróleo,  más descubrimientos… ¿No decían que el petróleo se acababa…? No parece…
El precio del petróleo y su demanda se mueven en función  de las expectativas de crecimiento económico. Se podría usar como indicador  adelantado nervioso. Si baja el precio del crudo es que hay gente que cree que  va a haber menos crecimiento en el futuro, y viceversa, con el permiso del teje  maneje de la OPEP. Y hoy por hoy, el precio baja…:
Aunque China tiene un sesgo comprador claro, está haciéndose  unas reservas estratégicas que para qué…:
Y sin embargo, el uso del petróleo en EEUU y de la gasolina,  está bajando de forma acelerada, denotando la falta de pulso económico allí:
PD4: Para los que les gustan ver los datos comparativos  con los otros. Ahora que se acaba la reunión del G20:
El más importante es el de la esquina de abajo: el resto del  mundo fuera del G20 es miseria, nada de nada. 
PD5: Los que compran más oro, aunque lo usan para otros  menesteres. El oro, como te he contado miles de veces, no es un activo  refugio…
Reservas de oro:
PD6: Es terrorífico. No nos aguantamos. Hay un amor inicial  y después ¿qué pasa…? Es egoísmo de cada uno, es no saber comprometerse, es  falta de fidelidad… Lo que sea, pero es terrorífico. Sabes lo que creo que es:  falta de un plan, falta de estar de acuerdo en las cosas importantes, falta de  proyecto en común, falta de fe, falta de dialogo… 
Si sabemos lo que falta, ¿por qué no se ponen remedios antes  de que sea tarde…?


















